Para Reynier Álvarez Izquierdo, conocido en el mundo musical como Partidario, el rap lo identifica como artista. Desde pequeño mostró habilidades, primero en el baile del break dance y luego a través del canto.
En sus primeros años encontró varios obstáculos sorteados gracias a su talento y la persistencia de crecer. Ostenta cuatro discos con los títulos Nuevo amanecer, Iguales y diferentes y Sembrando semillas. Más de 20 años de trabajo, aunque solo uno como profesional, nos ilustra un camino lleno de luces y sombras.
¿Cómo fueron tus inicios en el rap?
Bueno, esto del rap comenzó cuando veía a mi primo bailando con canciones de Michael Jackson, y a partir de ahí conocí a otros muchachos del barrio que me fueron inspirando. Cerca de mi casa vivía uno que se llamaba Daniel que cantaba en una agrupación llamada Cosa Nostra, y con él tuve la oportunidad de ir al Ateneo Cultural, donde se presentaban los grupos de rap. Luego fui con Darwing Luis Sibadié Rizo que me ayudó mucho, y juntos fundamos Golpe Seko.
Al principio comenzamos bailando solamente. Después cantábamos. Ya en el año 99 surgimos como agrupación. Participábamos en peñas en el Teatro Heredia, en el Ateneo Cultural. Incluso nuestro reconocimiento popular fue creciendo hasta alcanzar dos premios como mejor grupo novel de la provincia. Fueron cinco años de trabajo con Golpe Seko en los que aprendí mucho y marcó una gran historia en mi vida artística.
¿Que pasa después con Sketch? ¿Madurez creativa o necesidad de trabajar solo para crecer en nuevos proyectos?
Con la experiencia bebida en Golpe Seko decidí experimentar, quería trabajar solo y probar a ver cómo resultaba. Estuve trabajando tres años solo. Luego conocí a Jorge Gallo Arzola, tremendo rapero y bailador de break dance en Santiago de Cuba en aquellos años.
Él también fue una escuela para mí en los cuatro años que trabajamos juntos. Después estuve como solista hasta que conocí a Orbel Yorgenis Barriel Mesa, productor, cantante, rapero, y con él fundé la agrupación Partidario. Ya esto le aportó otro sello a la agrupación, porque cantaba y rapeaba, lo que nos llevó a un estilo más underground, mezclando lo que es la bozza nova, el rap, y todo lo que son los ritmos caribeños con la música urbana.
Trabajamos alrededor de cinco años como artistas aficionados dentro de la AHS y en este año logré hacerme profesional. Fue un gran logro para mí. Fue muy importante porque llevo más de 20 haciendo este género. Cuando logré pasar la audición hasta las lágrimas se me salieron. Muchas personas no comprendían el por qué, pensaban que estaba triste, pero más bien lloraba de la alegría, porque fueron muchos años tratando de lograr este resultado. Es un reconocimiento al esfuerzo y el sacrificio que me ha costado llegar hasta aquí.
Obtuviste una nominación en los Premios Cuerda Viva. ¿Significa un reconocimiento a tu trabajo?
Mi agrupación Partidario estuvo nominada en la categoría reggae. Me dio tremenda alegría porque es la primera vez que nos presentamos en este premio. Ya estar nominados es un gran logro. Me sentí muy feliz con esto que pasó porque vivimos en Santiago, y muchas veces es difícil que nuestra música llegue hasta La Habana y otras provincias. A las personas allí les gustó nuestro trabajo y valió la pena.
Tienes un nuevo disco en el que haces una mezcla de rap con otros géneros. ¿Exploras otros campos dentro de la música?
Así es, en el disco Sembrando semillas participan varios artistas extranjeros como el saxofonista holandés Carlos Bandy, la cantante lírica Sofiá, también de ese país. Además se puede escuchar jazz con hip hop, reggae, un poco de música afrocubana, en fin, tiene una mezcla muy interesante. Tenemos como objetivo presentarlo al Cubadisco, y por eso tiene este corte más comercial aprovechando estas tendencias caribeñas que nos ha marcado.
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