El sentido de la responsabilidad colectiva. ¿Cómo se construye, cómo se destruye? fue el eje central de este encuentro Dialogar Dialogar…, espacio de la Asociación Hermanos Saíz que convoca al pensamiento crítico y a la reflexión desde diferentes aristas.
Bajo la conducción del vicepresidente de la AHS, Yasel Toledo, el panel integrado por el psicólogo Manuel Calviño, el ensayista y periodista Enrique Ubieta y el investigador José Emilio Aybar, focalizó las principales problemáticas de la sociedad cubana contemporánea desde la mirada del tema en cuestión.
El papel de la familia y la escuela, la burocracia, las políticas de cuadro, la incidencia de la herencia cultural en la construcción de la colectividad, la posición ante los dos modelos culturales en disputa, los deberes y derechos de los ciudadanos; así como la ética, el respeto, la legitimidad de los procesos y el control popular, resaltaron entre los aspectos más debatidos por el público.
Durante el encuentro los panelistas coincidieron que el sentido de solidaridad, la responsabilidad colectiva y los valores altruistas de la sociedad cubana están concebidos en la memoria histórica de este pueblo y han tenido momentos hegemónicos.
Para el joven José Emilio, la responsabilidad colectiva está en la base de una entidad común que interpele a la gente y permite hablar entonces de una responsabilidad compartida.
Otro aspecto que señaló fue la necesidad de que los ciudadanos supieran de qué eran responsables específicamente en cuanto a la idea de los bienes comunes en la sociedad socialista –pues esto fomenta el sentido de pertenencia– al igual que conocieran los destinos de esos bienes.
El poder de convocatoria en función del bien colectivo, la visibilización de los beneficios directos y el trabajo de las organizaciones políticas y de masa son algunas de las pautas que surgieron en el diálogo como camino para mantener la efervescencia de construcción y movilización.
Al decir del investigador, para que exista una responsabilidad colectiva el sujeto debe ser activo, creador, constructor y que se dirima en la práctica, pues el discurso es importante pero la persona debe tener una participación eficaz que se traduzca en soluciones efectivas.
A su vez, manifestó que no se puede continuar con el enfoque de señalar el problema sin una búsqueda de soluciones. El esfuerzo de mejorar el bienestar del pueblo, transparentar el camino de los recursos y la gestión de los mismos desde la comunicación pueden ser algunos tips para laborar cada uno desde los puestos de trabajo, un ejercicio consciente.
Por su parte, Ubieta trajo a la palestra los conceptos de socialismo y comunismo y cómo los grandes medios desinforman y tergiversan los procesos, así como el papel individual y su interrelación con el colectivo y las masas.
El también periodista manifestó que las revoluciones provocan lo insólito, pues millones de personas concentradas, no son una masa, sino que conforman una colectividad de individuos conscientes que defienden algo que les atañen de forma directa y por eso se sienten protagonistas.
“Yo creo que lo que nos une a los cubanos en estos momentos es un proyecto de vida y sociedad, un proyecto de país que hemos ido construyendo y eso nos hace pertenecer”, afirmó.
Para Ubieta, el golpetazo del Período Especial nos hizo retroceder en algunos aspectos, pero se mantuvo el hecho de ser personas pensantes con diversidad de criterios.
Subrayó que aun cuando el capitalismo, sistema imperante, potencia en el individuo el desarrollo en sí mismo, nuestra sociedad continúa apostando por el desarrollo de las personas en la colectividad.
En tanto, Calviño reflexionó sobre el concepto de diálogo como una manera de fomentar el pensamiento más allá de las convergencias y los lados de las historias.
El profesor universitario analizó el tema en cuestión desde el sentido sensorial y biológico que distingue a los seres humanos y cómo se puede concebir como un instrumento a través de la cultura.
Ver en la ética la mejor de las soluciones posibles puede ser el camino para lograr esa utopía de una sociedad mejor, lo que siempre será el punto de partida.
Dialogar, Dialogar… se realizará el tercer miércoles de cada mes y tratará de continuar como una plataforma para el intercambio no solamente en su sede habitual, sino en varios centros educacionales.
El espacio concebido desde 2013 por el intelectual Elier Ramírez Cañedo estará dedicado al pensador Alfredo Guevara, quien demostró su confianza en las nuevas generaciones y al cual se debe el nombre del proyecto, por su último libro dedicado a los debates con los estudiantes en varias facultades del país.
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