El ruido incesante de las hachas (+ fotos)

El Premio Celestino de Cuento arribó a su aniversario 20 con la seguridad de ser uno de los certámenes más cotizados por los jóvenes narradores cubanos, quienes se asoman al pozo no precisamente en busca del agua, sino de los ecos del ruido de las hachas golpeando los árboles del bosque… el mismo ruido que permitía dormir a Celestino.

Nombrado así por Celestino antes del alba, novela prístina del escritor Reinaldo Arenas, la actual edición del Premio se realizó en Holguín del 17 al 21 de junio, dedicada en esta ocasión al aniversario 105 del natalicio de los escritores Onelio Jorge Cardoso y Julio Cortázar; y organizada por Ediciones La Luz –reconocido sello de la AHS en Holguín–, la sección de Literatura de la AHS holguinera y el Centro Provincial del Libro y la Literatura.

Paneles, homenajes, conversatorios, lecturas… caracterizaron el presente capítulo de un Premio nacido en 1999 y que ha tenido entre sus ganadores a escritores como Rubén Rodríguez, Agnieska Hernández, Jorge Enrique Lage, Norge Céspedes, Luis Yuseff, Marvelys Marrero, Alcides Pereda, Liany Vento, Yordis Monteserín, Ariel Fonseca y Evelin Queipo.

 

Onelio, diga usted cómo

Foto: Carlos Rafael

El Salón “Abrirse las constelaciones”, de Ediciones La Luz, acogió un panel dedicado a recordar al autor de Taita, diga usted cómo y El hilo y la cuerda. Moderado por el escritor y editor Adalberto Santos, estuvo integrado por los narradores y poetas Manuel García Verdecia y Nelton Pérez, y el investigador, profesor universitario y crítico literario y cinematográfico Lino Ernesto Verdecia.

Para García Verdecia, Onelio (1914–1986) “trabajó un lenguaje vernáculo a partir de un personaje y sus posibilidades, pero que no llega a un mero criollismo. En su obra hay elementos que se cruzan en el destino de la persona y que van más allá de lo anecdótico, pues se acercan a la condición humana, para hacernos ver cómo somos, con las pasiones, los sentimientos propios. La pérdida de la inocencia, la angustia del hombre cuando se enfrenta a ciertas situaciones, son cuestiones presentes en sus cuentos”, dijo.

“Nos es necesario leerlo y hacerlo sin prejuicio”, enfatizó el reconocido intelectual holguinero.

Foto: Carlos Rafael

Por su parte, Nelton Pérez, ganador del Premio Carpentier de Novela por Infidente, lamentó que varias generaciones de cubanos, especialmente los más jóvenes, no hayan leído como es debido su obra, al solo existir viejas ediciones de sus cuentos. “De alguna manera Onelio Jorge es nuestro Juan Rulfo”, subrayó.

Finalmente, Lino Verdecia recordó, entre anécdotas, el momento en que siendo estudiante conoció a Cardoso y las demás veces que compartieron en Santiago de Cuba y La Habana. “Era un orfebre de la palabra, de la conversación y lo que escribía, de la ética y el respeto. Alguien tan tímido, cordial y sencillo que no parecía lo grande que era”.

Foto: Carlos Rafael

Con voz singular en el ámbito cubano e hispanoamericano, su obra no solo representa la dura y cotidiana existencia de los pescadores, campesinos y obreros agrícolas en la Cuba de entonces, sino es un reclamo al derecho y la necesidad de esos hombres al pleno disfrute de otras vertientes de la realidad gracias a las posibilidades de la imaginación.

En su amplia producción destacan además, El cuentero, El caballo de Coral, Gente de pueblo, Caballito blanco, La cabeza en la almohada y Negrita.

 

Un cronopio llamado Julio Cortázar

Foto: Kevin Manuel Noya

La vida y obra del autor de Rayuela, Las armas secretas y Bestiario fue recordada en un panel moderado por el escritor y periodista Erian Peña Pupo e integrado por los reconocidos escritores Lourdes González, Mariela Varona, Eugenio Marrón y Félix Sánchez.

Lourdes recorrió su cercanía literaria con Cortázar (1914–1984), partiendo de la lectura en su juventud de Rayuela, novela publicada en 1963 y obra central del boom latinoamericano; su trabajo en la edición de la poesía de la argentina Alejandra Pizarnik, amiga de Cortázar; y la visita a su tumba en el cementerio de Montparnasse, en París.

Foto: Kevin Manuel Noya

Mariela Varona se enfocó en “lo fantástico” de la literatura de Cortázar, a partir de cuentos como Casa tomada, publicado en 1946 en Anales de Buenos Aires, revista dirigida por Jorge Luis Borges. Mientras Félix Sánchez comentó la cercanía de su obra con autores cubanos, su labor como traductor, el gusto por el jazz y el boxeo, entre otras cuestiones.

Finalmente, Eugenio Marrón relacionó a Cortázar con la Revolución cubana y su cercanía con ella, a partir de la visita en 1963 a La Habana, como parte del jurado del prestigioso Premio Casa de las Américas, y su vínculo con reconocidos intelectuales como Haydée Santamaría, Roberto Fernández Retamar, José Lezama Lima y Antón Arrufat. Precisamente, un enjundioso prólogo de Lezama Lima acompaña la edición cubana de Rayuela, realizada por Casa de las Américas en 1968 y reeditada en 2018.

Foto: Kevin Manuel Noya

El “Celestino” también dedicó un momento especial a recordar a Lydia Cabrera en su aniversario120, con un panel integrado por Eugenio Marrón, Yasmani Castro y Pascual Díaz. Otro panel, compuesto por Mariela Varona, Marvelys Marrero, Rubén Rodríguez y Erian Peña, estuvo dedicado a la obra de Guillermo Cabrera Infante en su aniversario 90. Asimismo, al aniversario 22 de Ediciones La Luz se dedicó un conversatorio, integrado por Luis Yuseff, editor jefe del sello, y el profesor universitario Manuel Alejandro Martínez.

 

Codas (el hacha continúa cortando)

Foto: Kevin Manuel Noya

Varios libros fueron presentados en el “Celestino”, entre ellos Había una Bez (Ediciones Sed de Belleza, 2018), de Marvelys Marrero; El corazón desnudo (Letras cubanas, 2017), de Félix Sánchez; Ventana al mar (Ediciones Luminaria, 2017), de Ariel Fonseca; Mar de invierno y otros delirios, de Alberto Garrandés; El ritual de las cabezas perpetuas, de Evelio Traba; y La mirada del ingenuo. Celestino antes del alba, de Yailén Campaña, estos últimos bajo la editorial La Luz.

Foto: Elier Cabrera

Otro momento peculiar dentro del programa del XX Premio Celestino de Cuento constituyó la peña “Palabras compartidas”, realizada en el Café del Arte Joven, en la Casa del Joven Creador de la AHS holguinera. Entre la remembranza y el diálogo, compartieron con los presentes María Liliana Celorrio, Félix Sánchez y Nelton Pérez, entrevistados respectivamente por Norge Luis Labrada, Rubén Rodríguez y Mariela Varona.

Foto: Elier Cabrera

Las lecturas de narrativa también ocuparon un espacio protagónico, donde jóvenes y reconocidos narradores compartieron su obra, entre ellos Marvelys Marrero, Lourdes González, Rafael A. Inza, Luis Alfonso, Andrés Cabrera, Eduardo Pino, Robert Armas y Rey Neris.

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