“Nací para hacer arte y teatro por encima de todo”

De solo mirarlo te provoca una sonrisa. Su carisma y personalidad te atrapan. No importa si va de Belo, el personaje con el que se funde en el escenario y en la vida, o si es simplemente el profe de teatro. Adrian Bello es su nombre: ¿Actor, payaso? Artista de a todas, de esos que conmueven y se entregan con pasión a la creación.

 

Hacer teatro en Las Tunas, ¿reto, sacrificio o satisfacción?

 

Es un poco complicado por varias razones. Una de ellas es que no hay referentes de otros trabajos en la provincia. Tienes que trasladarte a otras partes de Cuba para compartir tu trabajo y ver el nuevo teatro que se está produciendo en la Isla; incluso, fuera de ella, pues hay también festivales internacionales en los que he participado con Teatro Tuyo. Hace unos años atrás, en septiembre de 2009, se realizó el Primer Taller de Payasos que organizó Teatro Tuyo y Ernesto Parra; en 2014, el segundo; y durante el tercero, en 2016, se creó el Taller Internacional de Payasos, una oportunidad para que lleguen hasta acá algunas de las mejores muestras del teatro nacional y foráneo. Esto nutre la vida de nuestra colectividad y permite a los artistas y al público tunero actualizarse de lo que está ocurriendo en el mundo de las tablas.

Fotos: Cortesía del entrevistado

 

¿Qué significa ser parte del grupo Teatro Tuyo?

 

Es un reto enorme ser partícipe de esta agrupación. En los siete años que llevo como actor, he tenido grandes experiencias: ver al público de Las Tunas abarrotando nuestra sede cuando hay un estreno, y tener que repetir la función porque se han quedado personas afuera de la sala. Tener que hacer la obra nuevamente y hacerla, además, con la misma entrega, es bien difícil.

Otra de las experiencias vividas es que cuando hemos presentado las obras para personalidades cubanas –ya sea dentro o fuera del país–, se dirigen al camerino a felicitarnos, lo que es una satisfacción inmensa.

El mayor regocijo de un actor es ver un teatro repleto de personas y que, al final de la función, se levanten de su butaca a aplaudir desenfrenadamente y griten “¡Bravo!”. Es muy fuerte para mí sentir la energía del público diciéndote con sus aplausos “Gracias por sudar. Gracias por hacerme sentir, y gracias, sobre todo, por hacerme reflexionar”. Simplemente gracias.

Por eso, aunque sea sacrificado, el propio público te obliga a superarte como actor para la próxima puesta, y tienes que ensayar muchísimo. A veces te preguntas por qué soy actor, la respuesta la encuentras al instante en que estás creando alguna obra nueva o presentas una de las que tienes en repertorio y vives la emoción de la gente. Ahí es cuando digo que nací para hacer arte y teatro por encima de todo.

Fotos: Cortesía del entrevistado

 

Asumir el clown como estética: ¿cuánto ha aportado a tu carrera? ¿Has sentido alguna vez que te limita como actor?

 

Nunca en mi vida de estudiante de la Academia de Actuación había obtenido clases del género clown, pero eso sí, muchas farsas. Ese viaje por la Escuela Profesional de Arte, y también por el Instituto Superior de Arte, me ayudó un poco, y al final aprendí algunas técnicas para llegar a un personaje.

Dice un maestro del teatro que para hacer clown tienes que ser actor, porque al final es tu personaje clown el que te ayuda a llegar al centro del corazón del público. El clown me ha socorrido en mis tristezas, pues he tenido que actuar en momentos muy difíciles de mi vida personal. Es arduo reponerse, pero sabes que aunque te sientas mal el público fue a ver tu trabajo y a divertirse, no a sufrir por tus malestares. Entonces es cuando tiene que salir el actor, te debes concentrar y olvidar de lo que pasa en tu vida para encarnar a ese mágico personaje que hace feliz al público y a ti.

El clown le ha aportado mucho a mi carrera artística. Tuve que aprender a hacer mejores malabares y acrobacias, a interactuar con el público de una manera verdadera y hacer que en cada improvisación el espectador se vuelva un personaje más de la puesta. Aprendí algo que jamás pensé lograr, porque no estaba entre mis planes, y fue tocar un instrumento musical, que es la trompeta, para la obra Superbandaclown. Eso ha quedado en mi vida y es algo que me apasiona muchísimo, por lo que le dedico horas a su estudio.

He crecido como artista gracias al clown; a mi director, por ser tan exigente; y también por mi esfuerzo diario. Creo que me ha aportado mucho, y creo que es una limitante el que las personas miren al clown de una forma insignificante, fácil, y algunas veces despectiva, porque algunos que lo interpretan lo hacen para buscar una vía de solventar un poco su economía y no le dedican horas a su entrenamiento, en función de encontrar su verdadero personaje. Entonces el espectador lo recibe de una manera que él mismo cree poder hacerlo mejor que el intérprete.

 

¿Cuánto hay de Belo en Adrián?

 

Belo tiene mucho de Adrián. Ya lo ves desde el nombre o, mejor dicho, desde el apellido. Hasta su manera de andar y enfrentar situaciones desde lo absurdo e ingenuo, su maquillaje, que parte de mis rasgos físicos. Lo que más me asemeja a Belo es la sinceridad, y por supuesto, viceversa, porque su corazón ya te lo ofrece y te lo entrega desde el principio.

 

¿Qué otras pasiones, además del teatro, mueven la vida de Adrián Bello?

 

Como te comenté, otra de mis pasiones es la música, y en especial la trompeta. Desde que la oigo en manos de espectaculares y grandes maestros ya quiero que la mía pueda llegar a crecer tanto como me imagino.

También una pasión que llevo en el tiempo libre, que es bien poco, son los bonsáis. Me maravilla la naturaleza y más los árboles inmensos, sus curvas, sus ramas, sus raíces, su corteza poniéndose arrugada por el tiempo. Esta pasión la heredé de mis padres, quienes son ingenieros agrónomos; pero, sobre todo, de mi madre, por tener su jardín bien hermoso y dedicarle tiempo y amor a sus plantas.

 

Proyectos futuros…

 

Mi proyecto futuro es luchar por ser cada día mejor persona y actor, esforzarme para que lo que me proponga me salga bien y, ahora mismo, seguir llevando mi arte a muchos lugares de Cuba y del mundo.

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