Economía cubana pensada a la zurda

Números que traducen la realidad que viven hoy los cubanos. Público insaciable y ponentes oportunos fue la manera de iniciar el año para Pensar a la Zurda, un espacio de pensamiento colectivo diseñado aquí, para la reflexión profunda que no se enmarca en lo habitualmente conocido como arte, sino que pone sobre la mesa temas tan polémicos como el de esta ocasión: Economía Cubana.  

Sin muchas formalidades transcurrió la tarde de preguntas y respuestas que mostró luces en el camino hacia la interpretación de la economía como base cultural de nuestra sociedad. Traducir los principales indicadores y presentar un panorama lo más cercano a la realidad posible, fue el reto de los invitados, el Dr.C. Ulises Pacheco Feria profesor de la Universidad de Oriente y la Ms.C. Betty Beatón Ruiz periodista especializada en el sector abordado.

El mensaje llegó claro y contundente: nuestros tiempos seguirán siendo de mucho esfuerzo y compromiso por levantar económicamente a Cuba sin dejar que caigan los pilares sobre los cuales hemos edificado el Socialismo en la nación. Las medidas, trabajar sabiendo hacia dónde vamos y cuáles son los renglones que sustentarán el futuro.

Hasta hoy el camino ha sido complicado y no se vislumbra uno más cómodo, la necesidad sigue siendo la sustitución de importaciones, que dicho de esta manera parece tarea fácil pero trae consigo una mayor explotación de nuestras tierras y fuerzas de trabajo para lograr la productividad y eficiencia requeridas.

El impulso en las industrias es otra de las esferas que necesita ser atendida, pues en su mayoría se encuentran carentes de maquinarias modernas, funcionando con equipos reparados una y otra vez, prácticamente obsoletos, altos consumidores y contaminantes. Revertir esta situación requiere de ingresos en divisas al país que permita garantizar dichas inversiones, por ello se hace necesario revisar una vez más la ley de inversión extranjera y su aplicación, apostando por mejores acuerdos y la búsqueda de ingresos frecuentes a la nación.

El vínculo entre la academia y la práctica se torna más que nunca una de las claves para el avance en el proceso, realizando investigaciones que respondan a las principales deficiencias y fallos del sector empresarial cubano, no solo estatal sino también cuentapropista, en el camino por elevar igualmente la calidad de vida de los trabajadores, que son hoy el capital más importante con el que cuenta el país.

Infraestructuralmente existen debilidades y este resulta un factor elemental para la accesibilidad y distribución de los recursos. A ellos hay que sumarle las condiciones actuales de la economía mundial, su implicación para Cuba y el recrudecimiento de bloqueo impuesto por los EE.UU al país hace más de 50 años.

Temas que preocupan hoy a quienes esperan ver el esfuerzo de su trabajo transformado en mejorías palpables, líneas de pensamiento que necesitan mayor entendimiento y una mejor cultura investigativa que permita el acercamiento crítico hacia un tema tan vertebral como es la economía, buscando las vías de aportar más, contando con una cuota de optimismo y la voluntad del sacrificio.

Esta vez, como siempre, se construyó un debate rico, crítico y sólido con la premisa de una Cuba mejor y el compromiso de pensarla a la zurda.