Paquita Armas Fonseca, periodista holguinera y amante “discreta” del filósofo Carlos Marx intercambió con jóvenes holguineros en la Filial del Instituto Superior de Arte en Holguín.
¿Qué habría hecho Marx con las nuevas tecnologías? ¿Cómo difundiría sus ideas a partir de estas nuevas herramientas? ¿Hubiera trascendido su pensamiento de igual forma en la nueva era digital?
Estas son algunas de las provocaciones que propuso Paquita Armas Fonseca, periodista holguinera y amante “discreta” del filósofo Carlos Marx (Tréveris, Reino de Prusia, 1818–Londres, Reino Unido, 1883) en intercambios con jóvenes holguineros en la Filial del Instituto Superior de Arte en la provincia, y en la Casa de Iberoamérica, para estimular el diálogo sobre las nuevas maneras de difundir el conocimiento en la era digital, partiendo del pensamiento de nombres tutelares como el autor del Manifiesto del Partido Comunista (1848).
Toda la obra de Marx está escrita a mano porque la mayor parte se sustenta en cartas, de las cuales más tarde vería la luz El Capital, su obra mayor, sostiene. Sin embargo, es interesante y necesario reflexionar en torno a lo que hubiera hecho con sus ideas y escritos a partir de las nuevas posibilidades que ofrece la nueva “aldea intercomunicada”, añade.
Según Paquita, autora, entre otros, del libro Moro, el gran aguafiestas, publicado en 1991, “lucharía un teléfono o computadora con Internet para conectarse con el mundo, dedicaría tiempo para debatir en las redes sociales, jugaría de otro modo con sus hijas, escribiría correos electrónicos a su esposa Jenny, establecería discusiones por teléfono con Engels…”
Marx, como hombre inteligente, acomodaría estas nuevas posibilidades a sus propósitos de difundir el pensamiento, “posicionaría etiquetas a favor de la clase obrera”, “tuviera varios seguidores en las redes por sus debates reflexivos”, “lo utilizaría como herramienta de lucha”.
Internet es una oportunidad a favor de las causas justas, una ocasión al conocimiento y la creación desde lo sano; es también una manera de acercarse a la verdad, solo basta con una triangulación de fuentes confiables, y el desecho de lo mediocre y lo banal. Por eso Marx se hubiera acercado, desde sus inicios, a esta nueva manera de decir desde lo “digital”.
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