Me trae los trece temas de su más reciente álbum, el tercero, y me comenta que ya está pensando en el próximo. Me asombro, sonrío, y lo entiendo, porque Mauricio Figueiral es inquieto en su quehacer, es ejemplo de una energía incontenible por hacer lo que quiere hacer en el momento que lo quiere hacer, y para el disfrute de los demás.
La buena vida es el título de este proyecto, presentado ya a la disquera y con certeras posibilidades de que vea la luz en el 2019. Es un disco que, según afirma, lo reivindica con la música cubana, y en especial, con la trova, a la que rinde homenaje con el tema Balcón a la calle, humanizando en la piel de una mujer este fenómeno, y en el que cuenta en la interpretación con Polito Ibáñez.
“Me agradan las colaboraciones, y por eso tengo algunas en el álbum, con Interactivo en el tema Mátame, el promocional antes de hacer el disco…Pancho Amat en el tema Hambre y frio, Diana Gutiérrez con su voz en varios temas y en el dúo Pierdo el vuelo. No obstante, no soy partidario de recostarme al éxito de otros, y prefiero que cada cual defienda su propia música.
“Este álbum trae trece canciones de mi autoría que escribí de principio a fin, excepto el tema El hijo de Chabela, que lo arrastro hace tiempo. Esa es una canción autobiográfica, un poco autobiográfica, en la que cuento lo que me vende para que no me devuelvan”.
Si ya piensas en un cuarto disco, ¿en qué fase te encuentras con este?
Claro que empiezo ahora en el proceso de la promoción del producto como tal, aunque ya he colocado algunas canciones sueltas en algunos espacios. De todos modos, puedo decirte que La buena vida es un disco con el que estoy en un proceso de reconciliación. Nos estamos entendiendo porque cuando te acostumbras a hacer las canciones en vivo, fundamentalmente a guitarra, con formato pequeño, y después las escuchas orquestadas, con la mano de los músicos y productores, tienes que volverte a acostumbrar a que son las mismas canciones pero con otra manera de perpetuarlas, en un disco, y no a partir de lo efímero de las presentaciones en vivo.
“Hay un proceso interesante. Las hago con una armonía y cuando las grabo, siempre cambia algún detalle en la estructura, en la línea melódica y tengo que volver a aprenderme mi propia canción y tocarla así, para hacerle honor al disco.
“Ya filmé dos videos del disco. Uno de ellos, del tema Me voy a controlar, lo hice en Santiago de Compostela, y el otro es de la canción Balcón a la calle, del que hice una primera parte en Génova y el resto, lo terminaré en La Habana.
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