Por estos día Cuba se llenó de canciones, de nuevas y viejas canciones. Te doy otra canción fue la excusa para originar cerca de una treintena de conciertos, que además de promocionar a lo largo de toda la isla el disco homónimo, vaticinan el futuro cercano de nuevas producciones de la mano de su hacedor Nelson Valdés.
La inconformidad de no haber contado con una formación académica han obligado a Nelson a recorrer un camino empírico, que le ha permitido abrir un espacio para posicionarse a criterio particular como máximo responsable de canciones que enamoran, que muestran una profunda sensibilidad en cada inflexión del canto y beben con esmero de la savia popular en sus arreglos.
Para la gira nacional integró un formato ampliado respecto al que habitualmente le acompaña. Sus músicos son jóvenes talentosos egresados de las escuelas de enseñanza artística. A este equipo se unió Luis Miguel (piano), Luis y Julio César (trompetas), Sergei Moreno (saxofón), Reinold Mederos (percusión), Yosmel Jiménez (bajo) y Franklin (guitarra y tres).
Te doy otra canción lanza la palabra afilada para describir orgullo y sentir del cubano, ese deudor de una tradición trovadoresca fuertemente asentada en el imaginario de varias generaciones. El tema es prólogo abierto que invita a leer Cuba como fenómeno único, así como el disco se torna de obligatoria consulta por la manera de evocar y versionar la temática amorosa presente en la obra de sus maestros.
En este recorrido salen al encuentro más que una canción de Silvio, Pablo o Nicola, pues le suceden también las de Polito, Tony Ávila… canciones todas que conforman una antología necesaria para el público actual. Matizada con ese timbre de voz peculiar, cada canción propone un nuevo mundo, también colorido por sus diversas instrumentaciones.
Casi finalizando la gira, tres conciertos en Matanzas le merecieron una cálida acogida. Y a esto sumar el agradecimiento de los más jóvenes músicos que se forman en la Escuela Profesional de Música, a quienes dedicó un espacio para compartir canciones e intercambiar experiencias que hicieron referencia a la AHS como impulsora de su desarrollo profesional.
También anunció el estreno de Inocencia, tema grabado para la película de mismo nombre, junto a Israel Rojas y la Orquesta del Lyceum Mozartiano de La Habana dirigida por José Antonio Méndez. Para finalizar comentó sobre su nuevo disco, en el cual compila temas de su autoría. En esta producción es acompañado por músicos de renombre como Oliver Valdés, Chicoy y los arreglos están a cargo de Eddy Cardosa.
En la labor de este cantautor es la canción, machete y el escenario, campo de batalla donde el artista como profeta y juglar de su tiempo emplaza un repertorio para el cual la trova rinde homenaje a la labor ininterrumpida de la AHS a treinta años de creada. Además, gira en torno a ese sentir manifiesto de cubanidad y más que género musical casi se nos delinea como puente hacia otras influencias sonoras tan criollas como el son y la salsa.
Para Matanzas, y para toda Cuba la gira ha sido confirmación de que Nelson Valdés más que otra canción, da luz y sentido a la trova que por estos días nos acompaña. Quedamos pues, a la espera de otras muchas canciones.
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