El Coffea Arábiga, espacio de debate habitual en El Almacén de la Imagen, alentó el intercambio a propósito del videodanza Equilibrio, de Yanilis Nuevo, un pretexto para vindicar un género poco atendido y la especialidad del montaje, que ha de valorarse en la justa medida.
“El título es una ironía porque está enfocado hacia el desequilibrio que existe entre el ser humano y la naturaleza”, dijo al señalar la urgencia del cambio de actitudes, luego de presentarse con la humildad de una estudiante, aunque ya sea Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de las Artes, filial Camagüey.
Luego compartió sus argumentos de ponderación del videodanza: “Pensaba que era un género novedoso, mas no lo es, aunque se ha estudiado poco. Solo encontré artículos de estudiantes y algunos profesores universitarios. El videodanza también se puede catalogar como ficción por la estructura narrativa, la manera de contar y de realizarse. Está desconocido en el ámbito de los eventos para jóvenes realizadores. Tenemos que luchar por que exista un espacio para este género que brinda otras posibilidades creativas, válidas”.
Yanilis enamoró con su idea a Lisandra Gómez y Jesús Arias, primeros bailarines del Ballet Contemporáneo de Camagüey: “No estaba acostumbrada a trabajar con bailarines, con los presupuestos estéticos de la danza. Sacamos a los bailarines del tabloncillo y del teatro, incluso más allá de las calles que se ha vuelto lugares comunes para ellos; y bailaron en un lugar agreste y terminaron con los pies dañados. Son profesionales apasionados”.
Además precisó otros detalles del proceso: “Es difícil y rico a la vez porque desde el trabajo de mesa de la coreografía se está creando la obra audiovisual. La danza se nutre del audiovisual y viceversa, y crea un lenguaje entre bailarines, coreógrafos y realizadores audiovisuales. Una parte importante fue la corrección de colores, pues no estamos acostumbrados a trabajar sobre la degradación de los colores, a partir de imágenes de cámaras distintas”.
Se refirió a su dualidad como directora y editora: “El videodanza tiene base en la improvisación pero hay que tener cuidado de no perder el límite. El sentimiento y el instinto no siempre puede volar libre. No obstante, fue maravillosa la experiencia de Equilibrio y pienso seguir explorando con el género. Tengo en mente otro videoarte pero con gimnastas.
“Tengo una formación musical. A partir de ahí me surgió las inquietudes por el audiovisual al casarme con un fotógrafo. Comencé la carrera por el perfil de sonido pero lo que me apasionaba era la edición, una parte maravillosa de la realización, marginada injustamente porque justo allí en la edición y la posproducción se cuenta la historia”.
El espacio Coffea Arábiga rinde homenaje al documentalista camagüeyano Nicolás Guillén Landrián, a 80 años de su natalicio, y este viernes 26 se dedicará a las experiencias en la codirección del rodaje del filme Insumisa, que Laura Hunter hizo junto a Fernando Pérez.
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