Tiene una impresionante voz de barítono y es el primer cubano que gana la prestigiosa beca que convoca el Teatro alla Scala en Milán, Italia, destinada a jóvenes cantantes líricos, con cualidades artísticas y vocales, que buscan potenciar su carrera profesional como artistas de ópera.
Recientemente recibiste la grata noticia de que ganaste esta beca ¿De qué se trata?
La beca ofrece una carrera de perfeccionamiento del más alto nivel para cantantes de ópera. Busca potenciar la carrera profesional como artista de ópera, con una sólida formación vocal, musical, teatral y cultural. Es una oportunidad grandísima para el que se mueva dentro de esta rama y es en alla Scala en Milán. Es como un sueño hecho realidad. Todavía me parece mentira pertenecer a una academia de este tipo y de tan alto nivel. A veces uno por la inexperiencia o quizás por la inmadurez, no se cree los logros que se tiene.
Dicen que cuando entraste a la Escuela Vocacional de Arte, tu mamá Liliam Esther González era muy recia. ¿Crees que de algún modo la rectitud de ella tuvo que ver con el resultado que hoy disfrutas?
Mi mamá era muy recia. Cuando yo sacaba 95 o 92 en las pruebas y llegaba a la casa, tenía temor de contarle. Pienso que como madre siempre se quiere que su hijo sea el mejor. Ella es artista también y sabe lo importante de tener una disciplina profesional. Estas exigencias que me planteaba ella desde pequeño me hizo una persona más exigente conmigo mismo, es lo que ha dado frutos ahora. Mi mamá siempre me ha apoyado mucho, ha creído en mí, en mi talento y que puedo llegar a ser un gran artista.
“Gran parte de lo que soy se lo debo a ella. Por otro lado, Nelson Martínez es mi papá, excelente cantante lírico y de ópera que se formó en el teatro Lírico Rodrigo Pratt de Holguín, bajo la tutela de Raúl Camayd. Actualmente está trabajando en El Metropolitan Opera de Nueva York. Mi papá es una voz descomunal, una persona… como decirte, de oro. Es un orgullo tener un padre como él. Creo que tengo de ambos, los genes ahí no fallaron”.
Sin embargo, cuando matriculas en la escuela Vocacional de Arte de Holguín no fue en canto…
Cierto. Cuando hago los exámenes para ingresar en la escuela Vocacional de Arte “Raúl Gómez García”, trato de hacer los exámenes por canto coral, pero en ese entonces no abre la plaza. Para no perder la oportunidad de estudiar una carrera de músico, muy importante para la base de cualquier artista, opto por corno francés y hago mis cinco años en este instrumento. Durante este periodo tuve la oportunidad de tocar en la banda de la escuela e incluso hago muchos conciertos con la Sinfónica de Holguín.
Cuando niño te gustaba jugar con las espadas. ¿Cómo es eso?
Siempre tuve la oportunidad, siendo único hijo, de que me complacieran en todos los gustos, aunque no me considero un malcriado. De pequeño me gustaban todas las espadas, tenía unas muy bonitas, por cierto, pero en casa de mi abuela había palos y tubos de desodorante. Con estos me encantaba jugar e inventar mis propias espadas. Mi abuela me decía que con tantos juguetes lindos por qué siempre andaba jugando con un palo. Pero así era yo.
Los artistas tienen sus anécdotas en el escenario. ¿Tienes alguna?
Hablando de espadas, recientemente en el Teatro “Eddy Suñol” de Holguín se repuso el espectáculo La Corte del Faraón, yo hacía el personaje de Putifar. Como soldado que era, tenía una espada. En un momento sacan al personaje cargado y parece que en el traslado hacia el centro del escenario se me cae la espada, pero no me doy cuenta. Minutos después en la escena que Putifar tiene que hacer un gesto para sacar la espada, me percato que no la tenía y me ha salido un gesto de susto que ni te cuento (Ríe). Por supuesto que seguí actuando.
Cuando haces las pruebas para entrar a Nivel Medio en canto lírico ¿tuvo alguna influencia el ser hijo de quién eras?
Siempre dentro del Lírico me tuvieron como el hijo de Liliam y Nelson. Nací ahí, en el seno del Teatro Lírico por decirlo de algún modo, pero no me asociaban como cantante. Es que como estuve desempeñando mi carrera como cornista le di un poco de lado al canto. Debo confesar que aprendí a cantar escuchando a mi papá, lo imitaba.
“Un día antes de las pruebas para ingresar al Nivel Medio le comento a mi mamá que me gustaría presentarme y que hacía falta aprenderme una canción. Con ella al piano me enseñó Siempre en mi corazón de Lecuona. Me presento a las pruebas al otro día y todos quedaron impresionados porque no se esperaba que tuviera la misma voz de mi padre. Pero contestando a tu pregunta, nadie esperaba que tuviera las condiciones para cantar y todos se asombraron, por lo que mi prueba habló por sí sola”.
Esa pieza ha marcado emocionalmente en tu vida ¿por qué?
Siempre en mi corazón la considero el inicio de mi carrera de cantante lírico porque fue el tema con el que examiné para entrar a Nivel Medio. También fue la última pieza que canto en mi recital de graduación de Nivel Medio; y no fue algo planeado. Mi papá había venido a mi graduación y terminamos improvisando esta pieza. Fue muy emotivo porque nunca había tenido esta oportunidad de cantar juntos.
Tuviste el privilegio de conocer a Plácido Domingo. ¿Cómo fue esta experiencia?
En la Universidad de las Artes de Holguín comienzo mi carrera como universitario. Allí continúo adquiriendo los conocimientos para mi carrera artística. Durante el periodo que estudiaba tengo la oportunidad de participar en el Operalia, un concurso mundial de ópera patrocinado por Plácido Domingo. En las audiciones me escogen para participar en el certamen que ese año se realizó en Guadalajara, en el Teatro Degollado.
“No tengo la oportunidad de verlo antes de salir a cantar. Cuando me paré en el escenario estaba muy nervioso y es cuando Plácido se dirige a mí y recuerdo que sus palabras fueron: “Buenas tardes, señor Martínez, ¿qué nos va a cantar hoy?”. Más tarde él pasó por un lado del escenario y es cuando tengo la posibilidad de verlo, lo saludo y me presenté de nuevo.
“Estaba atónito realmente, recuerdo que me dio unos consejos. Siempre tengo en cuenta aquellos consejos. Me comentó por ejemplo, que era muy joven todavía que tenía una visión bastante clara, que soy barítono y que debía esperar a los treinta y tantos años para hacer carrera operística de verdad. Fue una experiencia para mi única e inolvidable.
“A partir de ese momento mi manera de pensar respecto al canto cambió totalmente porque sabía que me faltaba muchísimo por aprender. Un tiempo después, cuando Plácido fue a la Opera de los Ángeles, conoce a mi papá y me cuenta que las primeras palabras que le dijo fueron: “¿Usted es Nelson, y su hijo Jorge Nelson cómo está?”; para mí es algo increíble que una personalidad como él me tenga presente, ¡Imagínate!”.
Acabas de graduarte de la Facultad del Instituto Superior de Arte en Holguín en la especialidad de canto lírico, ¿la carrera tiene una duración de cinco años?
Sí, pero la mía duró solo tres años debido a los logros alcanzados durante este periodo que estuve como estudiante, la Dirección de la Facultad decidió hacerme la carrera en ese corto tiempo.
¿Tienes algún disco grabado?
No, solo algunas canciones en Radio Angulo y una que otra en actuaciones en vivo, pero no con la calidad en audio como para una grabación profesional.
No solo tienes talento para el canto también para las artes culinarias…
Siempre he sido una persona lanzada y nunca he tenido tabúes para hacer algo y esta filosofía también se lleva a Nelson cocinero (Ríe). Aprendí a cocinar solo, siempre vi a mi mamá y a mis abuelas cocinando en la casa, y un día decidí coger una olla y ponerme hacer cosas: potaje, fricasé… cualquier cosa, nunca he tenido miedo a enfrentarme a la cocina o a cualquier actividad de la casa.
¿Cuál consideras tu mayor defecto?
Ser porfiado, me gusta porfiar mucho.
Si fueras a resaltar una virtud, ¿cuál escogerías?
Soy una persona que no vive con los demás, que no me preocupa el qué dirán. No soy de formalismos y las amistades que tengo las he sabido conservar. Valoro mucho a mis amigos.
Si no hubieses sido cantante lírico ¿qué otra profesión escogerías?
Científico, o que tuviera que ver con la física porque me gusta todo lo que sea analizar.
Muchos cantantes líricos criollos han confesado que las composiciones de piezas de música cubana son muy difíciles de cantar. ¿Qué crees?
Los compositores cubanos, digámoslo así, escribían muy fuerte para los cantantes. Castigaban mucho el registro del pase, que es un registro que para un cantante es la parte más difícil de dominar, es agotador cantar sobre ese registro. Y los compositores explotaban esa faceta.
¿Cómo fue el proceso para optar por la beca?
En enero de este año mi novia Anniela Maldonado estaba en Internet buscando continuidad de estudios para mí, porque ella al igual que mi mamá, siempre han pensado que tengo grandes posibilidades para hacer una carrera internacional. Así encuentra esta oportunidad que brinda el Teatro alla Scala de Milán para jóvenes cantantes líricos y me lo comenta. Me interesa, pero me creo un poco lejos de una oportunidad así.
“Tuve cierto miedo en ese momento, pero en marzo de este mismo año, me llama un gran amigo Maurizo Capuano, profesor de canto lírico en italiano, me comenta de una beca y me explica cómo acceder al link. Luego cuando volvemos a revisar en Internet nos percatamos que era la misma beca de la que me había hablado mi novia meses atrás. Y bueno gracias a él fue que finalmente me decidí pues recibí mucho apoyo de su parte”.
¿En qué consistió esta audición?
Los organizadores te hacen llenar una planilla que tienes que completar con información tuya y te escogen para hacer la audición. Salí seleccionado de los miles que se presentaron pues ellos eligen a veintitantos concursantes. Son dos días de sesiones y en mi primera experiencia fue inolvidable, cada prueba que iba revezando pensaba: ¿será posible que yo pueda logar esta oportunidad?
“En la última prueba, que fue en la sala principal de la Scala, cuando entro a aquel escenario, pensé en todas las figuras que se han parado allí, me sentí pequeñito y estuve un buen rato asimilando aquello. Cuando me dan la noticia de que fui seleccionado sentí incredulidad también porque me parecía mentira una oportunidad así de este tamaño, todavía no me lo creo”
¿Qué tiempo dura la beca?
Dos años, pero puedo venir a Cuba entre un año y otro para visitar a mi familia y amistades
¿En Cuba tienes noticia de otro cantante lírico que alcanzara esta beca?
No, de hecho, los profesores de esta academia me comentan, en el instante que me dan la noticia de que había sido aceptado, que estaba entre los ocho finalistas y que soy el primer cubano en obtener la beca, que tengo que representar muy bien al país.
Cuando próximamente partas para Milán a estudiar, ¿a qué vas a extrañar más?
A tantas cosas, primero que todo al entorno que me rodea: a mis amigos, a mi mamá, a mi novia; a todas esas personas que le hacen un mundo a uno. Los cubanos somos personas muy apegadas a la familia, a los amigos, siempre los voy a extrañar, aunque salga de la provincia dos días. Cuando esté lejos voy a sentir mucha nostalgia porque mi mamá por ejemplos, ella nunca ha faltado a ninguna de mis presentaciones y siempre ha sido la persona que ha estado ahí: llorando y emocionada cuando salgo a cantar.
¿Llevarás contigo la música lírica cubana?
Pues sí. Ella siempre tiene que acompañar a los cubanos a donde quiera que vayamos porque es lo que nos representa. Ella también se va conmigo.
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.