La muerte los inmortalizó. Las balas que impactaron sus cuerpos el 13 de agosto de 1957 los convirtieron en historia. La noticia paralizó al pueblo sanjuanero. Un disparo primero, el otro después, apenas a unas cuadras del hogar en el que reposaban el padre abogado y la madre maestra. “Mataron a los hijos del juez”, vociferaban unos; el correteo era incesante, la Casa de socorro un hervidero. Eran queridos estos muchachos en su pueblo pinareño.
Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, despertaron el odio de la tiranía batistiana. La rebeldía de estos muchachos de apenas 18 y 17 años de edad, puso en ridículo al régimen dictatorial, el cual intentó con sangre, matar las ideas de estos dos jóvenes. Pero no pudieron como dijo en una de sus últimas entrevistas Esther —la madre de los Hermanos Saíz—, una mujer que entre el dolor y el recuerdo habló del legado de sus hijos.
“Creo que hasta el momento en que ellos vivieron, tuvieron una vida que pudiera servir de ejemplo a la juventud, y de ahí seguirse guiando para el futuro. La juventud cubana ha de ser un ejemplo, y este lo buscan en los de atrás, no solo en el presente”, afirmó. Por ello en San Juan y Martínez, pueblo natal de los Hermanos Saíz, cada 13 de agosto es un reencuentro con la historia. Y entre conversatorios, talleres y buena literatura, se recuerda la impronta de estos jóvenes.
Según Yusuam Palacios Ortega, presidente del Movimiento Juvenil Martiano, “los Hermanos Saíz les transmitieron a los jóvenes cubanos las circunstancias de su tiempo, porque fueron jóvenes de su tiempo. Cuando se declaran martianos, antimperialistas, nos están dando las herramientas teóricas e ideológicas, para entender por qué hacemos Revolución y por qué tenemos que luchar”.
Asimismo, en palabras del presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, Raúl Alejandro Palmero Fernández, “Sergio y Luis fueron ejemplo digno de la vanguardia juvenil revolucionaria que ha existido en todas las épocas, de ahí la importancia de honrar su memoria, porque hoy su espíritu se multiplica en cada revolucionario. No es momento de acobardarse y quedarse al lado del camino, sino de continuar la Revolución, de hacer lo que nos toca. Como dijeran los Hermanos Saíz, «en esa creemos, de esa somos, por ella, moriremos»”.
Este 13 de agosto se cumplen 61 años del vil asesinato de Luis y Sergio. La muerte intentó matar su ejemplo, pero ellos se multiplican en cada joven cubano. Como dijera Yanny Jesús Muñoz Labrador, estudiante de la Universidad pinareña —que se honra el nombre de los dos luchadores— la impronta de los Hermanos Saíz ha sido más que un legado, un ejemplo a seguir y a ser mucho más de lo que nos toca en nuestro momento.
Los jóvenes como ellos son ejemplo, guía, bandera que debemos multiplicar y llevar presente todos los días, no solamente el 13 de agosto, sino el año entero en el accionar en cada una de las cosas que hagamos”, expresó Carlos Rafael Gómez Iglesia, especialista principal de Electromecánica, en el Taller Provincial de Electromedicina.
Es un honor haber nacido en la tierra de los Hermanos Saíz. Su actitud revolucionaria y madurez política e intelectual los prolongan más allá de su muerte y los convierte en paradigmas de inspiración patriótica para las nuevas generaciones de hoy. Con firmeza nos comprometemos a estar a la altura de sus sueños y de quienes luchan por un mundo mejor, asevera la joven Yenira Povea Bustamante, instructora de arte de la Brigada José Martí.
Y como ella no tenemos dudas que el ejemplo de Luis y Sergio perdura en cada joven comprometido con su patria.
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