El 2018 parece ser un año de éxitos literarios para el poeta holguinero Moisés Mayán Fernández: primero obtuvo el Calendario con El factor discriminante, después el Regino Boti en Guantánamo con Carga al machete y ahora recibe el Navarro Luna con el cuaderno Años de plomo.
El acta del jurado del Premio Nacional de Poesía Manuel Navarro Luna, presidido por el poeta y narrador tunero Carlos Esquivel Guerra, subraya que el libro de Mayán Fernández (1983) “asienta un mapa de confluencia simbólica, de un alto nivel de referencialidad histórica, empleando de modo acertado y atractivo el recurso de la prosa poética”.
Fueron entregadas menciones, en ese mismo orden, a los libros: Como quien busca una isla, de Julio César Pérez Verdecia, del municipio granmense de Pilón; Voy a parir un país, de la manzanillera Roselia López Saborit; Tránsito a la nada, de Niurbis Soler Gómez, de Las Tunas, y Un haz de tiempo y regreso, de Mariela Barrera Ramírez, también de Manzanillo.
El teatro Miguel Benavides acogió la clausura de una jornada que este año rindió homenaje al aniversario 52 de la muerte de Navarro Luna (1894–1966), al mecenas manzanillero Juan Francisco Sariol, y los 150 años del inicio de nuestras luchas por la independencia.
Con anterioridad, los poetas y escritores participantes en el evento, entre ellos, Juventina Soler Palomino, Diusmel Machado y Ronel González, fueron hasta la tumba de Manuel Navarro Luna, en el cementerio de la ciudad del Golfo, y colocaron una ofrenda floral al autor de Surco (1928), Cartas de la Ciénaga (1932) y Pulso y Onda (1936).
El historiador Delio Orozco González aseguró: “Navarro es un autor que se va reformulando con el tiempo y crece; escribe íntimamente con quebraderos en el alma, debilidades en el espíritu, porque era un hombre de la Revolución. El fúsil de Manuel era la palabra, el canto que entonaba, exaltando el sentimiento de la nueva hora; entonces es lícito decir, como José Martí: Algo nace, poeta, cuando mueres”.
Con el Navarro Luna, Mayán —miembro de la Asociación Hermanos Saíz y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba—, suma otro galardón a la lista de los obtenidos este año, que lo reafirman como una de las principales voces de la poesía contemporánea cubana.
El autor de los poemarios Fábula del cazador tardío, El monte de los transfigurados, Cuando septiembre acabe, El cielo intemporal, Raíz de yerba mate y Estética de la derrota, ha obtenido, entre otros, los premios Ciudad del Che (2007 y 2013), Premio Especial Regino Boti (2008), I Premio Gastón Baquero (2010), Premio X Juegos Florales (Matanzas, 2011), Premio de la Ciudad de Holguín (2012) y Premio Mangle Rojo (2016).
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