Por: Ismael Francisco
El Premio Nacional de Danza 2018 fue entregado a Miguel Iglesias, director de Danza Contemporánea de Cuba (DCC), como reconocimiento a su labor al frente de una compañía de vanguardia en esa manifestación a escala mundial. Este galardón le fue concedido la víspera, en concordancia con la celebración hoy del Día Internacional de la Danza.
En entrevista realizada por Cubasí, Iglesias confesó: “Llevo en Danza más de 40 años. Acabo de cumplir 49 años de carrera artística. Llevo más de 30 años como director de la compañía. Estoy seguro que con toda esa trayectoria nunca voy a ser más importante que Ramiro Guerra. Ramiro es el fundador de esta compañía. Sin él, no se pudiera hablar de esta compañía. A lo mejor la hubiera fundado otro, pero no sería la compañía que es hoy.”
El acto de entrega del premio, el Teatro Mella de La Habana, tuvo además la presentación de dos obras danzarias de la autoria de dos hijos de Miguel Iglesias: El Cristal, de Julio César Iglesias y Matria Etnocentra, de George Céspedes, ésta última mereció Premio Iberoamericano de Coreografía 2002.
Según informa Prensa Latina, cuando DCC estrenó El Cristal, en 2014, el público sucumbió ante las demandas técnicas y teatrales, la ironía y el carácter lúdico, el entramado de metáforas que conectan épocas, sentimientos y tensiones.
Céspedes concibió para DCC una versión de Carmina Burana, que le valió a la compañía en 2009 el Premio Luna, en México, así como el Premio Villanueva de la Crítica en Cuba y el del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, más recientemente.
La pieza Mambo 3XXI, del propio coreógrafo George Céspedes, obtuvo nominaciones a los tres principales galardones del Reino Unido para danza: el TMA (Theatre Award), el Laurence Olivier y el Premio del Círculo Nacional de Críticos de Danza.
El grupo Danza Contemporánea de Cuba tiene una amplia proyección internacional gracias a proyectos de colaboración con renombrados coreógrafos extranjeros como Jan Linkens, Kenneth Kuanstrom, Luca Bruni, Rafael Bonachela, Carlos Acosta, Annabelle López Ochoa y Mats Ek.
En todas esas empresas ha sido vital la voluntad, el esfuerzo y la labor del director Iglesias, quien fuera primer bailarín del conjunto fundado en 1959.
Con su habilidad para apabullar cual ejército de artistas, DCC el pasado año protagonizó 18 espectáculos en Reino Unido, con una gran acogida del público y la prensa europea.
Esta agrupación participó además en el Festival Internacional Dance Inversion de Moscú, en Rusia; y se presentó en el City Center de Nueva York, en Estados Unidos; y en el Auditorio Nacional de México.
En estos momentos, los coreógrafos franceses Christophe Béranger y Jonathan Pranlas-Descours montan a DCC una nueva obra bajo el título de Consagración, cuyo estreno está previto para el 11 de mayo, en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
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