Si de artes plásticas se trata, la GalerÃa Villa Manuela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) acoge hasta el próximo mes, una de las exposiciones más interesantes que por estos dÃas engalanan la ciudad. Se trata de la muestra Tocar Madera, del caricaturista, ilustrador y pintor ArÃstides Hernández Guerrero, Ares.
Con la intención de establecer una mezcla de culturas y credos, el creador realiza un discurso en el que confluyen la religión yoruba, cristiana, el budismo, el islamismo e hinduismo, para reflejar la necesidad del hombre de creer en algo superior a él, que lo trascienda en dimensiones y fronteras.
En las imágenes, como indica el tÃtulo de la exhibición, se vale de un elemento natural, la madera, un material ortótropo de dura resistencia con capacidad para ser doblada sin romperse en el sentido de sus fibras. Hace alusión al carácter universal del arte y su poder para instaurarse como reflejo personal y social de un tiempo, una época, un conocimiento que encuentra su fin último en el diálogo mÃstico de saberes ilimitados con un nexo en común: “la correlación extrema entre lo perdurable y lo contingente, lo análogo y lo incompatibleâ€, afirmó el crÃtico de arte David Mateo en las palabras del catálogo.
La Virgen de la Caridad del Cobre, Cristo y Buda comparten el escenario de Villa Manuela, en perfecto equilibrio y armonÃa, con una representación del Escudo Nacional, la Bandera cubana y José MartÃ.
Desde sus inicios Ares mostró interés en reflejar preocupaciones y tendencias imperantes de estos tiempos. Con suma astucia y un oficio que domina con creces, pone en evidencia fenómenos que merecen más de una mirada por su peso y alcance social. Pero es en Tocar madera, donde se aprecia una madurez artÃstica en su obra. Para él significa una “especie de autorretrato como ser humanoâ€.
En tanto, Habana 6:00 a.m. es un homenaje a la tierra que lo vio nacer, al concebir una conocida vista de la capital antes de comenzar el dÃa. Quienes han sido testigo de un amanecer podrán advertir el propósito de la instalación, la cual capta las esencias de una ciudad que aún duerme. El silencio ensordecedor del momento, las luces alegóricas al alumbrado público, y la prisa de la mañana por llegar, son el vehÃculo perfecto para atrapar al espectador de principio a fin.
Asimismo en Santa Pasta y Sweet Dream recrea una práctica que ha llegado para quedarse en Cuba: el cuentapropismo. Con un impresionante poder de sÃntesis y humor, habilidades inherentes a su quehacer, el artista invita esta vez a abrir puertas, ya sea desde la historia o la fe, y fraguar nuestro propio camino.
“Ya soy un hombre de cincuenta y tantos años, y necesitaba hacer una revisión del lugar donde vivo. Comienzo con la recuperación de las cosas que la gente tira a la basura, las puertas, los muebles. La primera pieza que hice fue la Bandera cubana para Fuerza y Sangre, en la que estrella es sustituida por una albaba, con el objetivo de llamar, querer entrar. Es una revisión de todo lo espiritual, dÃgase la religión, las convicciones ideológicas, la Patria, el paÃs… sobre eso versa la muestraâ€, comento el también vicepresidente de la Uneac, en entrevista exclusiva para este medio.
 ¿Por qué utilizar madera y no otro elemento en la exposición?
A través de la madera intento decir: tú botaste esto, sin embargo tiene valor. Es una forma afincarse de nuevo al lugar donde uno viene, parte indisoluble del futuro. Aquà la aldaba tiene un punto de vista ideológico y sociocultural. Este objeto me sirve para revisitarnos en alguna medida.
¿Cómo dialoga el Ares psiquiatra con el creador?
El primero es un tipo preocupado por la gente y su manera de pensar. El creador hace lo mismo, o sea, discursamos con las personas haciendo una sÃntesis de lo que piensa un individuo o la sociedad en general.
Varias piezas poseen una peculiaridad en común: una mano con un anillo que porta una empuñadura. ¿Qué pretendes expresar con esta alegorÃa?
Representa una aldaba tÃpica de La Habana. Para muchos ese anillo tiene que ver con la masonerÃa. Sabemos que en las guerras contra el colonialismo español, el espacio de la masonerÃa se convirtió en el sitio donde se reunieron lÃderes independentistas. Ahà se fraguaron ideas importantes. Los sÃmbolos patrios también están presentes, porque quiero recuperar muchas cosas de la historia nacional. Después se hallan las grandes religiones del mundo y un acercamiento a las cubanas.
Actualmente eres el caricaturista con más premios en certámenes humorÃsticos. ¿Qué placer encuentra Ares en este arte?
El humor es un mecanismo que te permite comunicarte con facilidad. Si te paras y das un discurso serio, la gente se aburre, pero mediante la risa trasmites disÃmiles ideas, buenas y malas. Pretendo que las mÃas sean buenas.
En el 2015 obtuviste el Premio Lourie de la ONU con una caricatura que significa un alegato contra el terrorismo. Han pasado tres años. ¿Cómo la interpretas ahora?Â
No es una caricatura cualquiera. La hice cuando asesinaron a mis colegas y amigos de la publicación Charlie Hebdo. Wolinski vino muchas veces a Cuba y trajo donaciones en el momento más difÃcil para los caricaturistas cubanos. Charb (el entonces director del semanario francés hasta el 2015), organizó una exposición mÃa en ParÃs, en el 2007. No fueron simples conocidos. Puedo no coincidir en la manera que hacen el humor, pero me parece que no se puede asesinar a nadie por hacer caricaturas. Me enteré de la noticia e hice el dibujo en…30 minutos.
Has ilustrado más de 90 libros. ¿Algún consejo a las nuevas generaciones?
La ilustración es un espacio que busco para divertirme, donde cada texto me pide cosas diferentes. Lo primero que hago es el leerlo de punta a cabo y hacer anotaciones. Después busco toda la libertad posible para que no sea un calco exacto del libro, sino la obra de un artista.
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