…lo que pasa es que tanto te quiero que con la mentira no voy a engañarte.
Buena Fe. Gracias por el Fuego. CD Presagios 2006
Alma está a punto de asistir al preescolar y aunque a algunos las cuentas no le den, Alma presenció, en el año 2013, el II Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Su mami, con una barriga hermosa de cinco meses, fue parte del grupo de jóvenes que se reunieron entonces para, desde el autoexamen acucioso, mirar hacia la Cuba del momento. ¿Ella?: Yanetsy León González, reportera del periódico camagüeyano Adelante, autora premiada y publicada, miembro de la AHS por la sección de crítica e investigación y en consecuencia, una de las imprescindibles a entrevistar ahora que se acerca la tercera magna cita de los jóvenes creadores.
Yanetsy califica la experiencia del 2013 como “muy buena porque lo que más se respiró fue el espíritu del debate, de la polémica, del intercambio, y sobretodo el de enaltecer el pensamiento”.
En estos días en los que tanto se habla, se escribe y se publica sobre la necesidad de fomentar una cultura del debate, sin que, paradójicamente, dicha cultura acabe de germinar, vale preguntar: ¿qué debería discutirse en el próximo Congreso?
“Lo primero sería una revisión de lo que se debatió y se acordó en el Congreso anterior, de cuánto se ha podido avanzar, resolver, trascender de todas las urgencias relacionadas con los jóvenes creadores y, fundamentalmente, de lo que influye en el ser nacional y de lo que distorsiona nuestra cultura. Urge un autoexamen acerca de cuán cerca o lejos estamos de lo que significa e implica hoy ser artista de vanguardia. Hace falta que el Congreso se asuma de verdad como un proceso de diálogo extendido en el tiempo, que alcance su clímax en la base, en esas discusiones candentes a nivel de las secciones”.
El tema de la promoción y la circulación de la obra es uno de los más recurrentes que aflora en las entrevistas con los asociados y que, por consiguiente, se aspira a discutir.
“Sigue siendo la promoción un asunto que ocupa y preocupa a la Asociación, porque es una de sus esencias. Siento que no la hemos logrado articular con mayor coherencia y eficiencia porque todavía no se está al tanto de cada asociado. El presidente anterior, Luis Morlotte, insistió en Camagüey en el trabajo individualizado, en función de que trascienda cada logro. Por ejemplo, un joven gana un premio y es noticia (en los medios no lo es siempre), pero falta el seguimiento de la AHS para hacer circular su trabajo por las filiales y las células. La clave radica en estar más cerca del quehacer de los creadores. Eso estimulará su mayor acompañamiento a la Asociación”.
La filial camagüeyana de la AHS se reconoce, por justo mérito avalado con la condición de Vanguardia Nacional, merecida por cinco años consecutivos, como la mejor del país. En cambio aquí, como en el resto de las provincias de la Isla, no todo está resuelto. Precisamente son los análisis sin conformismos ni pedanterías, sin chovinismos ni paños tibios, como los de Yanetsy León, los que mueven a los agramontinos al crecimiento.
“Otro asunto que no se acaba de resolver es el de la Casa del Joven Creador, sede de la AHS. Este lugar debe ser el espacio de creación donde los asociados nos reunamos para construir. La mayoría de los que van no son asociados. Los miembros de la organización asisten a eventos puntuales, pero no tienen una convivencia que es tan necesaria. La AHS debe crear mecanismos para hacerlo el lugar más atractivo para sus asociados, pero cuando te digo la AHS, no lo hago desde la acera de enfrente, sino desde el corazón de la Casa, porque de su funcionamiento somos responsables los cientos de jóvenes de la membresía, como el ejecutivo al que confiamos el mandato. Debemos ser propositivos para con la Asociación, en abstracto y en concreto”.
Y como para no dejar lugar a dudas sobre su visión nada paternalista, la creadora, premio Calendario valora así a su propia sección: “La sección de crítica e investigación es la más crítica. En cuanto a miembros somos pocos. Muchos han tenido que ‘jubilarse’ y salir al cumplir sus 35 años, pero no ha habido un trabajo sistemático de búsqueda de potencial, aunque tengamos una fuente valiosa en las universidades: profesores, investigadores, gente vinculada a la cultura que pudiera estar respaldando y contribuyendo a la Asociación desde su ejercicio intelectual. Nos falta esa gestión”.
Una vez ubicadas, entrevistadoras y entrevistada, en este terreno del ejercicio del criterio, no podíamos cerrar el interrogatorio sin conocer sus opiniones al respecto, opiniones autorizadas con las cuales, dicho sea de paso, encontramos esa coincidencia total que le hacen a una legitimar las suyas propias.
“El tema de la crítica es un punto llevado y traído porque se intenta ubicar un problema en una persona cuando la solución entraña la colectividad. En la sociedad cubana falta la crítica como un ejercicio profesional que depende de tres elementos básicos: personas capacitadas para ejercerlo, un público numeroso que no sea solo el especializado, y un ambiente favorable a la crítica, el cual no se encuentra en la cotidianidad. Todo el mundo pide que se critique, pero solo se recibe bien la benevolencia y la apología; entonces cuando se señala algo negativo, sobre esa persona llueven las maldiciones”.
Del III Congreso de la AHS cabe esperar, entonces, que sea lo que ha sido esta entrevista: un ejercicio de honestidad intelectual, de valoración imparcial, de destierro de indulgencias; un ejercicio de crítica fundamentada que demuestre, en definitiva, amor y sentido de pertenencia por la organización de los jóvenes artistas cubanos.
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muy buen punto de vista. Acuscioso sobre todo…