Asomarse al mundo de las abstracciones implica descifrar enigmas, derroteros, complejidades… Mas, si se pretende palpar a ciegas, solo con los sentidos, ese cosmos insondable de percepciones sensoriales, se abandona el alma a un estado de éxtasis, goce único, placer vívido, el de un evento que este año arriba a su quinta edición aquilatando signos del arte contemporáneo cubano.
FORMART es un evento de arte abstracto que se desarrolla anualmente en la ciudad de los coches. Su fundadora, Danelys Gómez Pompa, especialista del Centro Provincial de Artes Plásticas de Bayamo, concibió el nacimiento del proyecto como un espacio de dinamismo e intercambio cultural entre artistas de todo el país que se mueven en esta línea de creación del arte no figurativo. El 2014 fue la fecha de inicio del evento, y este 2018 ya celebra su V edición.
El programa de actividades del FORMART incluye muestras expositivas tanto personales como colectivas, conversatorios con artistas invitados, conferencias por parte de críticos, especialistas y teóricos, presentación de libros y una descarga plástica con los participantes en la última jornada.
Hasta finales del mes de marzo podrá el público bayamés acercarse a disfrutar de las propuestas que este encuentro de arte abstracto pone a nuestra disposición. Los invitados esta vez son artistas de la propia localidad, además de otros de la ciudad de Manzanillo, Río Cauto, la provincia Las Tunas, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y La Habana.
La UNEAC exhibe la exposición “Re-formas” del laureado escultor, ceramista, fotógrafo, grabador, pintor y dibujante Juan Luis Maceo Núñez. “Letanías” es el nombre de la muestra personal de Santiago Ferrer Rodríguez (Kender) en el Centro Provincial de Artes Plásticas. Por otra parte, el Registro del Fondo Cubano de Bienes Culturales acoge la expo “En la ciudad del fuego, una llama” del habanero Agustín Calviño Insúa, conocido en el ámbito artístico como Gólgota. La AHS exhibe “Teoremas”, del artista espirituano miembro de dicha asociación, Raúl Cué Echemendía. El Salón de Protocolo de la Plaza de la Patria ampara la exposición central del evento, integrada por más de 40 obras, todas de diferentes creadores integradas en fusión pictórica y escultórica, unos, herederos de Kandinsky y la abstracción lírica, otros, epígonos del suprematismo de Malevich y el neoplasticismo de Mondrian, añadiendo giros y nuevas concepciones al geometrismo o como yuxtaposición de objetos reales al lienzo.
De modo que una vez más FORMART realza su adeudo con el ensalzamiento de la abstracción contemporánea, esa que se respira sin saciedad por estos días en la Ciudad Monumento y hace de la urbe una fiesta de texturas y cromatismos, de luces y formas contorneadas.
La mixtura ecléctica de los estilos acrecienta la multiplicidad de lecturas, y presos de esa naturaleza metafórica nos aproximamos al arte desde la clave incisiva del meditarse. La subjetividad da paso a una riqueza conceptual evocadora de un universo onírico, a veces efusivo.
No cabe dudas, asimilar la fuerza expresiva de la idea, es sentir sobre sí el efecto abrasador de lo intangible. Hay un mudo sumergido tras esas líneas amorfas, donde el color es un personaje y lo etéreo se vuelve asible. FORMART 2018 apunta en esa dirección.
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