Pianista cubano promete «detener el tiempo» en la clausura de Jazz Plaza

«X Alfonso es un artista excepcional y la fusión que haremos desde el punto de vista musical con la presencia en la escena como invitado especial del primer bailarín de ballet Carlos Acosta será un acontecimiento que detendrá el tiempo», reiteró el artista e integrante 
del Comité Organizador del acontecimiento cultural. 
 
Añadió Fonseca que ese espectáculo será un reflejo de su vinculación de siempre con la música urbana, con la peculiaridad de que el momento actual resulta idóneo para profundizar en ese tipo de fusiones. 
 
Estrella que deslumbró a los melómanos desde que a los 15 años se presentó en 1990 por primera vez en los escenarios del Festival de Jazz de La Habana, el músico y compositor ha mantenido un ascenso continuo en su carrera, hoy consolidada dentro de la isla del Caribe y a escala mundial. 
 
Egresado de la Universidad de las Artes o Instituto Superior de Arte (ISA), su amplio perfil polifacético quedó confirmado cuando sustituyó a Rubén González como pianista de Buena Vista Social Club, instrumento que asumió también en más de 400 conciertos en todos los continentes en las giras mundiales del fallecido cantante Ibrahím Ferrer. 
 
De Fonseca, el intérprete que cautivó al mundo con la canción «Dos Gardenias» solía decir que es un joven lleno de genialidad y pasión que arrastra con su música. 
 
Un músico de jazz 
 
La admiración fue mutua, y el pianista seleccionado como arreglista y coproductor del único disco íntegramente de boleros (Mi Sueño, a la larga presentado póstumamente) del ídolo de Buena Vista Social Club, escribió para Ferrer El Niejo (el niño y el viejo) instrumental que 
refleja la relación filial que se estableció entre ambos en el largo periplo por todo el mundo y en las sesiones de trabajo en los estudios de grabación. 
 
Al retomar en diálogo con Sputnik su nexo con la música urbana, Fonseca recordó que a finales de los años 1990 trabajó con agrupaciones raperas cubanas como Justicia, Doble Filo y Obsesión. 
 
«Hacían muchas cosas interesantes y me vinculé a ellos, pues siempre he estado muy ligado a la música urbana y lo seguiré haciendo, de hecho, esa será la muestra del programa que haremos en la clausura del Jazz Plaza y que esperamos sorprenda y guste al público», señaló. 
 
El músico de 42 años confesó que tiene la intención de introducir en su país todas las buenas experiencias adquiridas en los escenarios internacionales en apoyo a este festival porque siempre ha creído que Cuba es una fábrica de grandes músicos que merecen mayor visibilidad internacional. 
 
Sobre su presencia en el Comité Organizador, subrayó que trata de ser un punte de comunicación entre la parte cubana y los artistas del resto del mundo para que el Jazz Plaza esté a la misma altura de los festivales de Estados Unidos, Francia y otros países desarrollados, «el pueblo de Cuba lo merece», expresó. 
 
Respecto a la subsede de Santiago de Cuba, fundada por él y de la cual es el director artístico, Fonseca comentó que la primera vez que visitó esa provincia del este de la Isla le impresionó tanto la atención que presta todo el mundo a la cultura y las tradiciones, que le pareció «muy bonito que tuvieran un festival de jazz». 
 
«Aclaro que para nada queremos competir y desde allá queremos brindar un apoyo a lo que surgió en 1980 en la Casa de la Cultura del municipio Plaza de la Revolución, en La Habana», subrayó el artista. 
 
Con gran capacidad de convocatoria en sus presentaciones nacionales y en los escenarios extranjeros como solista o con su agrupación Temperamento, Roberto Fonseca deslumbró al público y la crítica en 2017 en los más importantes escenarios del jazz de Reino Unido, Austria, Alemania, Francia, Países Bajos, Italia, Marruecos, Cabo Verde, Estados Unidos, Canadá, Turquía, España, Dinamarca, Túnez, Líbano, Colombia, Japón, Suiza y Portugal. 
 
Simultáneamente, su octavo fonograma en solitario y primero con el sello discográfico Impulse!, ABUC (Cuba en reverso), mantuvo la línea ascendente que inició desde el punto de vista discográfico con En el Comienzo (Premio Album de Jazz en Cubadisco 1999). 
 
ABUC nos revela al maestro que domina géneros tan diversos como la contradanza, el danzón, el mambo, el cha cha chá y el bolero, al igual que la descarga jam, el hip hop y la música electrónica o diseñada en ordenadores, para reflejar a través de los sonidos en el tiempo lo atemporal y lo contemporáneo. 
 
Una muestra del éxito alcanzado en la gira mundial para promover este trabajo fue la calificación excepcional de cinco estrellas obtenida en el Ronnie Scott Jazz Club de Londres luego de tres días consecutivos de presentaciones con todas las capacidades vendidas y cierre por capacidad. 
 
En Estados Unidos, The New York Times denominó a Fonseca como el Keith Jarret cubano, mientras que otras publicaciones coinciden en mencionarlo como uno de los más interesantes y sorprendentes tecladistas antillanos de las últimas décadas. 
 
Sin incluir la saga de Buena Vista Social Club, además de En el Comienzo y ABUC, Fonseca ha grabado Tiene que ver (Premio Trimalca de la Unesco en 1999), No Limit (JVC, 2000), Elengó y Zamazú (mezcla en el jazz de la música clásica, la tradicional cubana y la de raíz africana), Akokán y Yo, donde el artista también incursiona en los elementos electrónicos y el diseño sonoro. 
 
Al concluir la plática con Sputnik, Roberto Fonseca reiteró que se siente muy honrado de ser parte del Comité Organizador del Festival Internacional Jazz Plaza 2018, y expresó la esperanza de que el público se haya sentido feliz con la diversidad de los conciertos, el coloquio y las clases magistrales impartidas por músicos relevantes.