Con una pregunta y un cuestionamiento se ha inaugurado un nuevo espacio literario en La Habana: ¿Cómo arder en el agua? Eric Flores Taylor, su conductor, parafraseó uno de los versos del escritor estadounidense Charles Bukowski para nombrar estos encuentros con las diferentes generaciones de creadores cubanos. Su primera invitada fue la autora y editora Olga Marta Pérez quien, con la sencillez que la caracteriza, compartió con el público presente en la Sala Villena de la Unión de Escritores de Cuba (UNEAC).
El viernes 12 de enero del 2018 se alzó como un desafío de voluntades contra la lluvia. Si bien se orquestó la promoción del espacio —la cual abarcó también las redes sociales—, lo cierto es que fueron pocos los asistentes a la sala. Qué lástima, pues la conversación con Olga Marta Pérez abarcó algunos de los puntos álgidos del debate cultural, de la identidad escritural de nuestra nación, del rigor del oficio, todo esto rematado por puntuales anécdotas y experiencias de la vida de la autora.
Eric Flores Taylor pretende, con este espacio que abre sus incipientes puertas al panorama literario y cultural habanero, propiciar un diálogo entre las diferentes —y más importantes— figuras creadoras de la contemporaneidad. Desea también hacer confluir la voz de diferentes generaciones y de sus diversas miradas sobre la realidad escritural en la actualidad, de forma que se potencialice un contrapunteo necesario, una polifonía de criterios que enriquezcan las posteriores miradas y lecturas del público hacia los diferentes fenómenos de la cultura literaria.
¿Cómo arder en el agua? se presenta como un nuevo espacio habitual de la UNEAC. El riesgo siempre radicará en el hecho de conseguir que, a encuentros semejantes, acudan no solo los siempre conocidos escritores, sino también el lector interesado; para lo cual será imprescindible que exista una potente campaña de promoción, que abarque más allá de las listas de correos de los asociados y de algunos contactos aislados entre las redes.
No obstante, ¿Cómo arder en el agua? puede convertirse en un punto de encuentro, de esos que siempre escasean y son necesarios para potenciar la cultura del debate y de la polifonía. Su creador, Eric Flores Taylor —que actúa en un rol a medio camino entre el espectador y el lector especializado— mostró su capacidad de gestar preguntas coherentes y sin dudas interesantes, pero bien podría abundar más en otros asuntos capitales de la trayectoria literaria de cada invitado para, de esta manera, conducir el diálogo hacia otras zonas de interés y conocimiento. Sería necesario, también, la posibilidad de que, en posteriores encuentros, el público pueda tener también ciertos puntos de interacción con los invitados.
En febrero, luego de las largas jornadas de la Feria Internacional del Libro de La Habana, podremos disfrutar de la presencia de nuevos escritores, tanto jóvenes como consagrados, en el espacio ¿Cómo arder en el agua? Auguro que el próximo encuentro avivará ese fuego necesario, donde se cuecen la polémica inteligente, el corazón de la escritura y el alma de sus creadores.
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Estimada, crees que puedan usar la Casa de la Amistad y Fresa y Chocolate para algunos de los encuentros? Mezclarán trova en vivo con literatura o quieren mantener puro el ambiente? Mil gracias!
Fabuloso. Yo quiero arder en el agua…
Hola, me gustaría ser parte de de este proyecto como joven escritor, me gusta mucho leer buenas novelas y también escribirlas pero nunca he tenido la oportunidad de presentar alguna a un editor. De ser posible envíenme una respuesta.
Ese proyecto es de la Uneac, no de la AHS. Pensamos que puedas buscar información en esa sede. Gracias