Uno de los lores que regentan, en Villa Clara, el territorio de la trova reciente…
Tomado de Cuba Ahora
Uno de los lores que regentan, en Villa Clara, el territorio de la trova reciente, es Leo García. Integra La Trovuntivitis, grupo de cantautores y cantautoras que desde hace una veintena de años defienden a la capital de la provincia como plaza segura para esa manera de interpretar al país.
Él es cantante e instrumentista notable con estudios de guitarra clásica, e inspirado compositor. Como trovador, todas esas dimensiones se imbrican en el acto creativo para construir piezas de imaginativas líneas melódicas y estimulantes letras, defendidas por su autor en el escenario con ejemplar dedicación.
¿Cuándo y cómo llegaste a la Trovuntivitis?
Canté mis primeros temas, que no eran buenos, en la descarga inicial que se realizó en septiembre de 1997, así que estuve siempre.
¿Qué los caracteriza, como espacio y colectivo musical?
Justamente eso: el colectivismo. También la relación con el público de cada jueves en el Mejunje. Son nuestros amigos y pasan una parte de su vida yendo a escuchar y a aprender nuestras canciones. Luego se las llevan a otras regiones y vuelven de cuando en cuando a revivirlas en nuestro espacio.
¿Qué piensas del Mejunje, ese espacio que erigió Ramón Silverio, y donde los acogieron?
El Mejunje es y será por varios años más, un lugar donde se puede encontrar un mundo mejor, como lo soñaron Martí, el Ché, Fidel, y todos los que quisieron y queremos una sociedad más justa, que no exista discriminación por raza, sexo o religión. Es esa la obra enorme de Silverio y todos lo que ayudaron a construirla.
¿De cuál de los integrantes de la Trovuntivitis te sientes deudor?
De todos aprendo siempre, de los últimos que llegan también, porque los artistas deben andar preguntándose todo el tiempo hacia dónde ir, para construir cosas nuevas y ser auténticos, de la manera de enfrentar el arte y la vida. Sigo el camino de Roly Berrío, Diego Gutiérrez, Karel Fleites y Alain Garrido. Pero de todos mis compañeros saco enseñanzas muy valiosas.
¿En Cuba se protege suficientemente la Trova?
En Santa Clara sí, tenemos mucho respaldo institucional desde todos los ámbitos, nos lo hemos ganado con la persistencia y la entrega, aún debemos encontrar caminos para los nuevos que surgen, que son muy buenos también.
“Es muy difícil responder por todo el país, pero falta más de manera general. Creo que no se necesita proteger, lo que se necesita es apoyar en trabajo que deberá ser siempre creciente”.
¿Hasta cuándo durará la Trovuntivitis?
Como no soy profeta me es difícil acertar, pero estaremos aportando a la sociedad mientras nos sintamos necesarios.
Conversemos ahora de tu obra ¿Qué crees que la caracterice?
Eso es difícil de saber, desde mi visión. Intento hacer lo mejor que puedo con ella, dignificarla y repararla siempre que encuentro fisuras. Pero sobre cómo se observa mi obra no puedo hablar, no sé hablar”.
Ni falta hace. Hay muchas canciones que susurran en nuestros oídos el valor de Leonardo García para la canción cubana actual. Pongo el reproductor y escucho Entre la luna y yo:
“La luna marca un rastro lento con su recorrido,
igual estuvo ayer bajando por detrás de tu conversación.
Abro las puertas al amor y no basta mirarte,
saltan mis manos fuera de control, mensaje divino.
Vuelvo a los astros y soy natural,
qué menos puedo hacer
si la vida nos canta”.
Si indagamos sobre su discografía descubrimos referencias a Acabo de soñar (donde varios cantautores musicalizaron textos de José Martí); De paso por el sol, registro de un concierto suyo en el Centro Pablo de la Torriente, ganador del Premio Cubadisco 2008; Detrás del tilo, grabado en el 2008 y nominado en el 2015 al de nuevo al galardón más importante de la industria musical cubana.
Su más reciente CD en solitario es Cara o cruz (2016), producido de manera independiente con la colaboración de Israel Rojas, compositor e intérprete del grupo Buena Fe. El disco fue cedido en licencia exclusiva para su distribución a la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) y está a la venta en tiendas.
Reminiscencias del filin, el rock, el rap, el guaguancó… varios estilos y ritmos sirven a este juglar para comunicar sus puntos de vistas, siempre profundos y evocadores.
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