En el marco de la 39 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, llega la muestra “Clásicos Restaurados”, un proyecto que viene a rescatar obras icónicas de la cinematografía de la región. Esta vez, quince diseñadores cubanos asumieron el reto de re-interpretar los carteles que acompañaron a estos “clásicos” en el momento de su exhibición.
Esta exposición de 30 carteles, impresos en serigrafía, en formato 50 x 70cm, fue inaugurada este sábado en la Casa del Festival. La muestra colectiva es, al decir de la asesora Sara Vegas, “una mirada más inteligente hacia el contenido, pues el mensaje gráfico nos llega por diversas vías y no esquemáticamente como interpretación burda de la esencia de los filmes”.
El Proyecto CartelON, ideado por Yumey Besú con la asesoría de la especialista de la Cinemateca de Cuba, Sara Vega, asumió esta exposición como un ejercicio de diseño e intercambio profesional, donde diseñadores cubanos hacen “un homenaje desde la gráfica a estos clásicos de la región”.
La plataforma del Festival invita al público a acompañar el visionado de los filmes con los nuevos carteles y los “clásicos”. Vega explica que han “querido poner a dialogar las obras: la que está debajo es la que se hizo en el momento del estreno en su país de origen y la de arriba es la versión nueva de un diseñador cubano”.
En entrevista a Cubadebate, Sara comentó que “el tema de la restauración y la conservación está cobrando mucha importancia en el mundo entero porque a partir de la pérdida de estos materiales y la conciencia de la necesidad de poseerlos, se han empezado a restaurar.”
“En el festival se abrió un espacio desde la edición pasada para exhibir clásicos restaurados. Entonces el público emergente tiene la posibilidad de ver estas películas que fueron hechas décadas atrás y ahora verlas restauradas, como fueron en el origen y mejor. Estamos hablando de otros referentes, de una historia, de temas que están ahí y pueden recolocarse nuevamente en la actualidad”, cuenta Vega.
CartelON, proyecto alternativo encargado de la muestra, asumió el reto porque, según afirma Vega, “el Taller del ICAIC, donde se hicieron muchas obras desde la fundación de la institución, ahora mismo no tiene materia prima. Yo atiendo la gráfica desde hace un montón de tiempo y siempre he querido seguir y que esta historia continúe. Sé que estoy a contracorriente, que lamentablemente el destino final de estos carteles no es la promoción en la calle para traer público a las salas. Momentáneamente, el destino final es una galería.”
Sara alberga la esperanza de encontrar en “el ejercicio y en la permanencia del diseño cubano y la importancia de este” la posibilidad de recuperar la producción y salvar el cartel cubano. “Puede haber maneras desde la institución, con un poquito más de interés, para que se sigan haciendo carteles en el ICAIC”, afirma.
Este espacio abierto incluye la participación de diseñadores como Nelson Ponce, Fabián Muñoz, Idania del Río, Edel Rodríguez (Mola), Michele Miyares y Liz Capote, estudiante del Instituto Superior de Diseño (ISDI), entre otros.
Para Raúl Valdés (Raupa), artista expositor en la muestra, es un enorme placer que lo hayan invitado a compartir con jóvenes diseñadores. Valdés explica que en esta sección de Clásicos Restaurados “la película vuelve a renacer”.
“Este año decidieron hacerle nuevos carteles a los filmes restaurados. La película cobra un nuevo significado, las personas pueden ir a verla sin rozaduras. Mientras más se restaura, otras personas, incluso público más joven puede ir a verla.”
Raupa tuvo a su cargo la reinterpretación de “Se permuta”, del realizador cubano Juan Carlos Tabío, cuyo cartel original fue concebido por Eduardo Muñoz Bachs.
“En mi caso, es una película que admiro y quiero mucho, que he visto más de quince veces. Me sigo riendo como si fuera un niño. Fue para mí una suerte espectacular. Quien había hecho el cartel de la película era Bachs, un cartelista de este país que siempre admiré, admiro y admiraré toda mi vida. También es un homenaje a él, con la imagen de Rosita Fornés”, quien “despliega modos de actuar que mantienen la película viva”, afirma Raupa.
Al indagar sobre cómo lograron un diálogo entre las obras pasadas y actuales, Raupa comentó que “la coherencia la da simplemente que seamos alumnos de esas tradiciones de los cartelistas que vinieron aquí. Los cartelistas de esta exposición son diseñadores. El cartel cubano es una tradición, y como tradición, lleva siempre un estudio de los que nos precedieron pero también lleva poner la bomba en eso, poner el corazón en esto.”
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social.