De Occidente a Oriente. Dos pilares de la trova femenina confluyen en la Jornada de la Canción Política.

En los últimos tiempos, la poesía hecha música: la trova, ha marcado el quehacer de muchos que se inspiran en la cotidianidad para recrear y expresar acontecimientos a nivel personal o en el plano de la vida colectiva. Desde el surgimiento de la trova como manifestación de la cultura musical cubana, estuvo ligada a enunciar temas románticos, políticos y humorísticos, haciendo énfasis, cada uno de ellos, en el desarrollo cronológico de las modalidades de la canción cubana. Es decir, canción tradicional, bolero, feeling, nueva trova, hasta llegar a la realización de la trova contemporánea en la que se desempeñan muchos que conjugan las diferentes maneras de hacer la canción, con algo distintivo que los ubica evidentemente en otra época.

Mucho hay para contar de la trova, sucesos, anécdotas y comentarios nacieron de ese movimiento que estampó desde el siglo xix y se extiende a lo largo y ancho de la isla para convertirse no solo, en un discurso de protesta u otra índole, sino como constructor de identidades culturales. Uno de los puntos que ha devenido centro nodal en la práctica de esta manifestación en el occidente es Santa Clara, y precisamente es el proyecto la Trovuntivitis, quien provee una de las canteras más fuertes en la consolidación de este arte en Cuba. No obstante, la presencia de la trova en oriente, es señalada también como una de las maneras de hacer en la música cubana. Y cada año, llegan hasta el escenario guantanamero una muestra del quehacer musical trovadoresco en la Isla. En la 41 edición de la Canción Política, confluyen dos de las cantantes del ámbito de la  trova femenina.

Yaima Orozco, desde Santa Clara, después de haber transcurrido 10 años regresa a Guantánamo. Con temas en los que se funde la música con el texto, propone reflexiones de la cotidianidad, el amor, y esas condiciones vocales le dan un rasgo distintivo con un timbre claro y de amplias posibilidades en el manejo de su voz.  Apoyándose en las tensiones armónicas que complejizan el discurso texto y música, con el acompañamiento de su guitarra, como si evocara a la trova tradicional. Yaima repasó algunos de los temas que incluyó en su disco Gracia producido en el 2013. Entre ellos, Desde mí, Regalo, Gracias; temas que rememoran pasajes de su vida, a través de comportamientos melódicos con frases largas, en ocasiones entrecortadas, abruptas que llevan al clímax en sus canciones. Influencias de la canción latinoamericana, la canción española, desde los giros andaluces, propios de esta manera de construcción musical, se perciben tanto en su interpretación como en el movimiento de sus obras. Además, propone el tango Callejón, que funciona como descripción del contexto social santaclareño y la visión que desde lo individual percibe de su ciudad.

Por otro lado, nos llega la voz de Iraida Williams, enmarcada en ese creciente movimiento de la canción hecha por mujeres. Desde la perspectiva de lo sentimental, amoroso, experiencias de la vida; la Williams recrea sus habilidades creativas con ese timbre de voz potente, sin complejizar los comportamientos musicales en el acompañamiento de sus canciones, sus textos son el reflejo de su inclinación hacia esta manifestación.

A guitarra sola propone temas como Soy manantial, Mujer, Pedradas al espejo; que enfrentan ese carácter filosófico por el que atraviesa todo autor en determinadas circunstancias de la vida, generalmente con un corte urbano en su tratamiento. Otras como Pura ronquera, El bichito mío, y Prepárate que va a llover, se concretan en géneros como guaracha, sones, para mostrar el interés de esta tunera hacia las músicas autóctonas de su región, sin abandonar los códigos de la canción trovadoresca, siempre con la intención de trasmitir un mensaje coherente.

Quizás, no se propongan componer de la manera en que lo hacen, tras un proceso consciente en el que no participan la mayoría de los creadores. Quizás sí se establezca ese proceso creativo en sus obras. Lo cierto es que cobra fuerza en nuestro contexto, cuando escuchamos las canciones de fuertes críticas, emociones, sentimientos e inquietudes que renuevan el escenario musical y que alcanzan la dimensión de lo íntimo para extenderse también a lo social.

Sus propuestas estéticas desde la visión de Yaima e Iraida se diversifican, maneras de hacer distintas en el contexto de la canción cubana, y también en el contexto de la Canción Política, pero que aúnan temáticas y códigos de la trova contemporánea. Espacios como estos reconocen y aprecian lo que de verdad es bueno, y en correspondencia con ello, les brinda la posibilidad de crecer.