Dialogar sobre una relación no es terapia siempre

Para Elier Ramírez, investigador e historiador, anfitrión del espacio Dialogar dialogar, que recién tuvo su última edición en el Salón de Mayo, de la sede nacional de la AHS, la relación entre Cuba y Estados Unidos todavía es noticia, no deja de preocuparnos. Fue así como varios intelectuales se reunieron para discursar entorno a nuestra resistencia cultural frente a la guerra constante del gigante norteamericano.

El tema que motivó el debate fue: Cuba-EEUU ¿Continúa vigente la resistencia cubana contra la guerra cultural estadounidense? Sobre el mismo discursaron los ponentes del panel que fuera programado para la edición del congreso de LASA, celebrado en Lima, Perú, de este año. El anfitrión explicó que tras haber movido el espacio por universidades y demás lugares con la participación de jóvenes, regresaban al Salón… para reunirse con su público habitual.

En la participación de Arnold August, máster en ciencias políticas de la Universidad McGill, de Montreal, Canadá, y que recientemente recibiera la medalla de la amistad, en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) de Cuba; se trataron los temas generados a partir de sus experiencias en el contacto con los productos norteamericanos de propaganda, contrastándolo con nuestro país y las personas que visten prendas con la bandera, vehículos de transporte y souvernires con tal imagen. Comentó, además, su asombro al percatarse de ocurrir un aumento a partir del pasado 17 de diciembre.

Por su parte, Luis Toledo Sande, doctor en Ciencias Filológicas, quien publica sus textos en Cubadebate y Bohemia, hablaría sobre las diferencias entre las personas que habitan EE UU y no usan tanto la insignia de su país como nosotros, de la posición que defienden quienes llevan tales imágenes y caminan por nuestras calles, y de las características de los cubanos y caribeños como juventudes bajo el embullo de la influencia extranjera. De igual manera, se refirió a la presencia de vocablos en inglés como Photo service, parking y Bismusic; quienes son reflejo de asumir aquel idioma como «lingua franca imperial», en vez de fortalecer el español como ocurre en Italia o España. Avizoró la necesidad de asumir la realidad con una perspectiva cultural frente a imágenes contradictorias como las banderas de Cuba y EE UU juntas en medios de transporte u otros artículos utilitarios, que pudiesen referir el triunfo económico y cultural de la nación norteña.   

La última presencia del panel estaría en la voz de Raynier Pellón Azopardo, máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales. El investigador comenzó aludiendo a la utilidad de discutir sobre resistencia cultural en momentos como los actuales donde se conjugan los elementos de persuasión y dominación, tras verificar que se mantienen muchos de los acuerdos firmados por Obama aún con las medidas que implementa Donald Trump. Señaló que es imprescindible convertir la sapiencia cultural de nuestra nación en arma para mantener una posición importante en la guerra cultural que vivimos. Otras de las ideas que definen su posición sería el consejo de no abandonar la mira en la política de los EE UU hacia Cuba, pues no está al margen de una arista de persuasión cultural.

Como ha sido evidente se trataron temas álgidos que no separan nuestra realidad de lo vivido hace un tiempo como parte del tratamiento que recibe nuestro país en la agenda norteamericana. Detalle que mantiene nuestra vigilia  actualizada para no asistir a terapia con el fin de sanar una dolencia, sino de evitarla.