Esencia de Yoel González

Después de mucho tiempo, se escucha nuevamente la música desde el tabloncillo de la Casa del Joven Creador de Guantánamo. La danza recorre las maderas recién pulidas con el movimiento troquelado de los bailarines. Comienzan los ensayos en este anónimo escenario. Es como si el espacio se hubiese restaurado y reservado para ellos. El sueño anhelado, luego de tantas vicisitudes, se hace realidad.

A pocos días de iniciar la primera temporada de Médula, compañía danzaria más joven de la ciudad, se visualiza, una vez más, en el ir y venir de sus bailarines, el empeño por el triunfo. Sinónimos de empeño pueden ser constancia, perseverancia, firmeza, obstinación, obsesión, terquedad, tenacidad, persistencia. Sustantivos que muy bien pueden adherirse a la personalidad de Yoel González, joven coreógrafo multipremiado en algunos de los más importantes eventos realizados en el país.

Su formación y desempeño en compañías como Danza Libre, decana de las de su tipo en Guantánamo, le han nutrido para regocijarse con lo que hoy experimenta como director de su propia agrupación, constituida en junio del 2014, sumándose a las tres compañías profesionales de la provincia.

Posee la perspicacia de crear, desde la versatilidad de sus coreografías, obras para ser interpretadas por personas involucradas en géneros tan exclusivos como el changüí, o por estudiantes de las escuelas de enseñanza artística y hasta por jóvenes talentosos con escasa formación académica.

Una de las primeras parejas insertadas en el proyecto, Aleida RobertSan y René Milanés, adultos de la tercera edad y ganadores del Gran Premio del VII Festival Nacional del Changüí, lograron en el concurso Danzan Dos de Matanzas los premios Sauto y Veinte Años con la obra Cédulas. Sus alumnos de nivel elemental y medio de la Escuela Vocacional de Arte (EVA), también han sido premiados en la últimas cuatro ediciones del concurso Ernestina Quintana para los estudiantes de danza.  

Cuenta entre sus bailarines, con Inés Preval, ex integrante de la compañía Danza Fragmentada, quien posee condiciones excelentes para interpretar cualquier rol. Antonio Lázaro Sevila, cultor de la música electrónica, desdoblado como exponente danzario, incursiona además como productor y creador de obras musicales propicias para alguna que otra coreografía.

Estos, junto a Amauris Arguelles y llevados de la mano por Yoel, conforman un cuarteto privilegiado, la Compañía Danzaria Médula. A pesar del poco tiempo de fundada son capaces de enfrentarse a cualquier escenario. Quienes los conocemos, y hemos seguido de cerca, al verlos desdoblarse, nos damos cuenta de que estamos asistiendo a un acto logrado desde la perseverancia.

Así llegan al inicio de la temporada que tuvo lugar del 23 al 26 de abril en la ciudad de Guantánamo. La Asociación Hermanos Saíz, institución cómplice, cuna, madrina, guía y protectora de sus locuras, ha visto crecer a Yoel con proyectos de música como Piercing del alma y otros como un premio de literatura en los Juegos Florales. La Casa ha sido su refugio, el espacio para hacer realidad lo que parecía imposible, el lugar para compartir con amigos e invitados.

El segundo día, en la mañana, tuvieron lugar dos talleres previstos para la ocasión fueron impartidos por la primera bailarina y profesora Marveyis Martínez y el actor y dramaturgo Ariel Hernández, en la Casa del Joven Creador.

«Ahora estamos a las Romerías de Mayo, en Holguín. Nos ha llegado una invitación para participar en el Festicultura 2015 en Colombia, auspiciado por varias instituciones culturales y gubernamentales de ese país, pero está pendiente el Malakhov en septiembre. Vamos a conquistarlo todo, lo que estamos haciendo este año es para competir y presentarnos como compañía, para eso nos estamos preparando».  

Así nos comentó este incansable bailarín, devenido en uno de los más importantes coreógrafos guantanameros de la actualidad. Hace muy pocos días, fue galardonado con el Premio Guamo, reconocimiento que otorga la UNEAC en la provincia a la mejor labor creativa del año. Llegue desde estas páginas a Yoel González Rodríguez nuestra felicitación por la entrega y la buena cosecha, en un surco donde todavía quedan muchos frutos por recoger.