Durante 15 años el Ballet Contemporáneo Endedans le ha ofrecido al público camagüeyano maravillosas presentaciones, siempre renovándose e impresionando a su público con cada paso, con cada giro, haciendo suyo cada código del lenguaje danzario contemporáneo.
En otros escenarios del país gana cada más seguidores; incluso en el extranjero ya son esperados desde aquella vez cuando el Fire Island Festival, en New York, devino también escenario para Endedans en los pasos de Jesús Arias y Armando Gómez, con la obra Abrazo Perdurable, del prestigioso coreógrafo cubanoamericano Pedro Ruiz, quien desde febrero de 2014 confiesa haberse enamorado de Camagüey y haber quedado atrapado por enorme potencial artístico de la compañía que vio en su primer encuentro.
«Llego a Camagüey gracias a Luciano Castillo, quien me dice que él quiere que yo conozca a Endedans, para él una de las mejores compañía de ballet contemporáneo de Cuba, y que de paso apreciara el excelente trabajo que estaban haciendo. Yo nunca había estado aquí, pero le expresé que me encantaría y de veras fue amor a primera vista», confiesa Pedro Ruiz
¿Y sobre esa primera vez?
«Desde que los vi por primera vez supe que había grandes perspectivas. La mayoría de los bailarines tenían entrenamiento clásico, lo cual era muy bueno, pero a la vez tenían un desarrollo contemporáneo muy fuerte que me iba muy bien, a pesar de que yo trabajo una línea muy diferente. Al principio, como todo, había que hacer un taller para ver qué posibilidades había, qué iba a hacer en esa primera visita, pero vi mucho entusiasmo; los bailarines muy abiertos y a la directora Tania Vergara le interesó mucho. Entonces me dije: “hay que hacerlo”».
Pero en tres años de trabajo, ¿cuánto ha crecido la compañía bajo los códigos y trabajo de Pedro Ruiz?
«Yo diría que muchísimo, pues he tenido la dicha de trabajar con bailarines como Lizandra Gómez, como Siuchién Ávila, Jesús Arias, Armando Gómez… bailarines muy fuertes de la compañía que asumieron muy rápido mi estilo, lo cual para mí es muy importante, pues como todo coreógrafo, necesito que los bailarines entiendan mi tipo de trabajo. Además, para que ellos también puedan improvisar y así enriquecer cada obra, hacerla más fresca al mismo tiempo. En estos tres años tengo nueve obras en repertorio con la Compañía, lo cual demuestra cuán intenso y fértil ha sido el período, demuestra que hay química y que existe una constante inspiración en ambos lados».
Pero siempre entre una obra y otra se percibe un crecimiento, una renovación…
«Cada vez que regreso trato de hacer algo diferente, lo cual es un reto para mí y para los bailarines. Cuando veo que ellos dan un paso hacia adelante los insto a que den otro más, y creo que eso ayuda mucho a la compañía y al bailarín a seguir creciendo como artistas, a seguir buscando, y a mí también como coreógrafo para arriesgarme a enfrentar nuevas creaciones».
Y un ejemplo de ello es su última creación: Paseando mi alma…
«La obra que estoy haciendo ahora es completamente distinta a trabajos anteriores, pues uso por vez primera el jazz para una coreografía. Se trata de algo muy diferente a la música y estilo que he trabajado con ellos. Va a ser un reto muy fuerte para Endedans. Este trabajo se estrenará en La Habana en el Teatro Martí en la primera semana de agosto, y en septiembre se llevará a Nueva York; un reto aún mayor de mostrar lo que hemos hecho y logrado en tan poco tiempo. Es un meta muy alta para mí y para la compañía. Se trata de presentar internacionalmente a la compañía completa en la ciudad de Nueva York, que es la ciudad de la danza».
Pero con Abrazo perdurable quedó trazado el camino hacia los escenarios internacionales…
«Abrazo perdurable fue una prueba de fuego en escenarios internacionales, con Jesús y y Armando, en el Fire Island Festival, al lado de grandes estrellas de la danza internacional. Fue un reto vencido para orgullo nuestro que bailarines cubanos y camagüeyanos se presentaran ahí junto a bailarines del New York City Ballet y otras compañías. Eso abrió puertas y preparó el terreno para otras compañías como será en el verano de este año la Compañía Acosta Danza».
¿La presentación de Endedans en New York con Paseando mi alma abrirá nuevas oportunidades de colaboración?
«Las obra se presentará en el teatro del Hunter College. en Manhattan, de donde soy profesor en el curso de los máster. Ahí no solo bailarán, sino recibirán clases magistrales y compartirán experiencias sobre la técnica cubana. Es muy importante la parte colaborativa del Hunter College para Cuba y Camagüey. Mi mayor interés es crear un programa educativo entre la Universidad de Nueva York y Camagüey para que así continúe siendo la danza ese lenguaje universal y seguir uniendo a los pueblos de esa manera».
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