La joven escritora y promotora Yecenia Ramírez Sosa (Guantánamo, 1985) creó hace tres años en compañía de varios amigos el Proyecto de Promoción Literaria Grafomanía. Un proyecto que marcó el inicio de una nueva generación de escritores guantanameros nacidos a partir de 1980, con la presentación de sus primeros títulos en la 26 edición de la Feria Internacional del Libro: Coleta, corazón de papel, teatro infantil de la propia Yecenia, El Mar y la Montaña, 2016; La cantidad rosada, poesía de Roberto Carlos Fournier, Ediciones La Luz, 2016, y Se busca un nombre, cuentos para niños de Lilibeth Alfonso Martínez, también de la editorial guantanamera El Mar y la Montaña, 2016.
Cuando le pregunto por los inicios de Grafomanía, Yecenia asegura: «No recuerdo el minuto exacto en que surgió la idea de crear el proyecto, pero sí que fue después de la Feria del Libro del 2014, escenario que compartimos con importantes escritores cubanos como Marcial Gala, Geovannys Manso, Luis Yusseff, María Elena Llana, Laidi Fernández de Juan y otros tan prestigiosos de este lado de la isla».
Y añade al respecto: «El deseo inicial fue incentivar a los jóvenes hacia las actividades literarias, siempre se escuchaba decir que la literatura guantanamera estaba envejeciendo, y es cierto que no había nuevas voces, salvo los casos excepcionales de Eldys Baratute, Yordis Monteserín, Alejandro Reytor, y escasos ejemplos que emigraron del extremo oriental. La producción de autores nacidos a partir de los 80 estaba deprimida. Entonces, después del diagnóstico inicial, donde valoramos los pro y los contra de la creación de algo novedoso en nuestra aldea, decidimos comunicarlo al resto de los jóvenes que habíamos identificado como los futuros miembros y esa reunión fue concertada para el 23 de abril. La elección de la fecha fue intencional, por supuesto, quisimos homenajear al Día del Idioma, al libro, a Miguel de Cervantes, como un aporte muy particular a la defensa de la lengua española, a la creación joven, al relevo generacional de la literatura cubana y a la búsqueda constante de un escenario donde incentivar el amor por la lectura, como forma de crecimiento espiritual y humano».
Grafomanía desarrolla desde el 2014 el Concurso Internacional Abriendo Puertas, con más 600 obras recibidas y escritores de 25 países. Abriendo Puertas, uno de los logros palpables del proyecto, es el único certamen internacional que se convoca desde la oriental provincia, cuna del poeta Regino Eladio Boti. Al respecto, Yecenia asegura que «hay algunas acciones que son de notable significación, como es el caso de este concurso, en minicuentos y epigramas, el único con carácter internacional que convoca Guantánamo; gracias al cual muchos escritores noveles han publicado obras y han obtenido reconocimiento a través de los medios de comunicación masiva».
Pero, «Grafomanía es una gran familia, a la que llegas y de la que no quieres salir, porque la conexión que se establece mediante la literatura se extiende a los demás aspectos de la vida. Sus miembros creen con determinación en ella, porque les ha demostrado que desde la unidad y el deseo se pueden dar pasos agigantados que no logran por vías institucionales».
Sobre las múltiples actividades que realizan en diferentes escenarios de la ciudad de Guantánamo y varios municipios, muchos de ellos donde no existen promotores literarios, me dice: «Son muchas las actividades que hemos emprendido con el afán de incentivar a los jóvenes escritores no solo a sumarse al proyecto o colaborar con él, sino a patentizar y reafirmar su obra, publicar, superarse y creerse escritores con talento y potencialidades para la escritura, algunos casos con más posibilidades objetivas que otros, claro. El espacio ActivArte es de gran vitalidad, pues a través de su dinámica se presentan nuevos talentos e invitados importantes del país, se entremezclan creación y promoción literaria, y a la vez aporta nuevos modos de ver y hacer la literatura. Los Premios Grafomanía, uno de los pocos en el país que visualizan la labor de promotores culturales que tienen entre sus principales metas promocionar al libro y la lectura, es una iniciativa que incorporamos a finales del 2016 y que ciertamente nos motiva a realizar otras ediciones».
Añade: «Epicentro, la versión digital, es una revista que circulamos por las redes y subimos al blog: www.grafomanía.cubava.cu, una publicación alternativa netamente promocional y representativa de nuestros intereses, que son los intereses de la comunidad grafómana de Cuba, y en la que pueden colaborar todos los interesados con trabajos de diferentes géneros, sobre todo autores no publicados. Y, aunque es de las cosas más recientes, Epicentro, la revista radial que replica las secciones de la digital, incorpora nuevos contenidos, nos permite llegar a la radioaudiencia guantanamera con un espacio transmitido todas las semanas durante una hora, que se extiende a algunos municipios santiagueros y más. La Ruta Tras la huella de Boti, es una forma de homenajear a este insigne poeta guantanamero y, a la vez, mostrar a un público, muchas veces desconocedor, elementos distintivos de la historia local y sitios relevantes en la historia de la literatura, como es el caso de la casa donde nació y murió Regino Eladio Boti, el Centro La Luz, lugar donde llegaron a Cuba los primeros ejemplares de La Edad de Oro.
»Habría que mencionar, además, los concursos que hacemos para homenajear a la ciudad, los dirigidos al público infantil, el Día del Idioma y fechas afines. Las presentaciones en comunidades, escuelas, centros laborales, espacios, eventos culturales y otros, con el fin de llevar la literatura como manifestación artística protagonizada por los jóvenes creadores».
Y, por si fuera poco, las acciones de los grafómanos guantanameros no se detienen, pues tienen objetivos muy precisos: «La creación de una biblioteca comunitaria, entrega de premios colaterales en concursos, dentro y fuera de la urbe; el trabajo promocional en los medios y otras acciones puntuales contribuyen a que se cumplan nuestros objetivos, que son: incentivar la creación de jóvenes escritores a partir de novedosas estrategias de promoción literaria que les permitan el fortalecimiento de sus valores sociales y culturales; promover espacios participativos de creación y apreciación literaria; lograr un mayor acercamiento del movimiento literario a la comunidad propiciando el fomento del hábito de la lectura y la gestión participativa en el desarrollo comunitario y estimular el uso de las nuevas tecnologías a través de productos comunicativos que enriquezcan las capacidades de expresión de niños, adolescentes y jóvenes».
Cuando le pregunto qué nuevas ideas rondan a los integrantes de Grafomanía, no vacila en responderme: «Estar en constante acción y renovación de nuestros proyectos es lo que nos mantiene con vida y disposición de seguir haciendo más y mejores cosas por la literatura. El 2017 es un año que promete, hemos recibido dos premios y una mención especial que delatan nuestro accionar; reconocimientos que nos obligan a apuntalar la casa. Pero lo más inmediato y en lo que trabajamos ya, es en una selección de minicuentos finalistas y premiados de las tres ediciones del Concurso Abriendo Puertas, que será esa especie de consolidación de nuestro principal evento; la culminación de un libro de literatura infantil de una grafómana inédita y trabajos para incluir en publicaciones nacionales y extranjeras. Por primera vez, en la 26 edición de la Feria del Libro, se presentaron títulos de nuestros miembros, creo ha sido el mayor premio a tres años de dedicación».
Recientemente, el Proyecto de Promoción Literaria Grafomanía recibió el Premio que otorga el Consejo Provincial de las Ciencias Sociales y Humanísticas del CITMA en Holguín, por su impacto sociocultural en la comunidad, durante el Congreso de Pensamiento y Concurso de Jóvenes Investigadores Memoria Nuestra, realizado en las XXIV Romerías de Mayo, 2017.
«Siempre es una dicha que se reconozca lo que hacemos, es el medidor de cómo nos valoran y ven los demás, más cuando es fuera del contexto en el que habitualmente nos enmarcamos. El mayor premio fue presentar a Grafomanía en otro escenario, dentro del evento más importante de las Romerías de Mayo, que es, además, un evento imprescindible para la cultura cubana. En mi caso particular, fue una experiencia memorable, pues no solo estuve en las actividades del Congreso, sino en las de literatura. Fue la primera vez que participé en las Romerías, compartí con poetas de otras latitudes y me inserté en un evento que no solo aporta, sino que es incentivo para nuevos proyectos».
Los integrantes de Grafomanía obtuvieron la Beca El reino de este mundo, que otorga la Asociación Hermanos Saíz (AHS), con un proyecto de multimedia para promover la obra de jóvenes escritores cubanos: «Esta es una de las iniciativas gestadas en los primeros años de Grafomanía, pero necesitaba de un financiamiento del que no disponíamos para su materialización. Ya estábamos necesitando un espacio donde promocionar lo que hacíamos y socializarlo, no solo como proyecto, sino como obra individual e iniciativas, pero cuando llega la opción de presentar el proyecto a la Beca, otros eran nuestros intereses y aspiraciones. Recuerdo que escribí el proyecto a finales del 2015 y, cuando me avisan que debía enviarlo, estaba en Santiago de Cuba con mi hijo ingresado y desde un sillón de hospital en una madrugada de febrero lo terminé y envié a través del email de mi teléfono al presidente de la AHS en Guantánamo. Pasaron los meses y nadie me decía nada, hasta que un buen día, me comunicaron que el proyecto había sido aprobado.
«Es, en sí, una multimedia de promoción literaria, que contiene materiales audiovisuales, la obra de 37 jóvenes escritores cubanos publicados e inéditos, miembros de la AHS o no, más de 100 libros digitales, la información sobre proyectos que promueven nuevas iniciativas para promocionar el libro y los autores, concursos, premios y espacios literarios».
La multimedia se titula Leer es el comienzo y cuenta con «una presentación del destacado periodista y promotor cultural Fernando Rodríguez Sosa». Allí, además, «se pueden acceder a interesantes materiales, artículos y entrevistas que visualizan el panorama actual de la promoción literaria en Cuba. Es este, casi sin proponérselo, el aporte de la multimedia, pues tenemos además, la campaña promocional con el mismo nombre, el hecho de aunar materiales referentes al tema desde la perspectiva de sus protagonistas y actualizar la visión que sobre esta temática poseemos. Una vez se realice el lanzamiento veremos cuáles polémicas genera y el impacto que tiene en su público objetivo, que no dejan de ser esos jóvenes que Grafomanía defiende en todos los escenarios. Sé que será una experiencia gratificante, amén de las sugerencias y nuevas ideas que pudieran surgir», comenta.
Aunque dedica buena parte de su tiempo a la promoción de otros autores jóvenes y a incentivar la lectura como experiencia de crecimiento espiritual, Yecenia recientemente publicó el libro Coleta, corazón de papel, y obtuvo el Premio Autor Novel en el V Concurso Caridad Pineda In Memoriam de Promoción de la Lectura, Santiago de Cuba 2016, con el texto «El libro que me tocó vivir».
«Tengo muchos proyectos y planes futuros, trabajo constantemente en mi obra, pero lo que más me ocupa es impulsar a los miembros de Grafomanía para que en el futuro publiquen sus libros, esa es la meta de todo joven con talento para la escritura, aunque estoy convencida que solo lo harán aquellos con mayor y empeño y dedicación», me dice en los momentos finales de la conversación.
«El 2016 fue un año de reconocimientos y reafirmación, no estaba convencida de una realidad latente: la literatura había llegado a mi vida para no dejarme nunca; lo supe al vivir mi mayor pesadilla, de la que surgió el relato con el que obtuve varios premios del Caridad Pineda in Memoriam, pues de la amarga experiencia de estar lejos de mi tierra por varios meses con mi hijo enfermo, surgió la inquebrantable conexión con ese mundo que me salvó de la depresión y el desgano», asegura.
«Creo que para todo escritor es un orgullo hablar de su primer libro, que es a la vez, la materialización de un sueño. Coleta, corazón de papel (El Mar y la Montaña, 2016) ha sido una alegría inmensa y a la vez un compromiso de superación. Te confieso que nunca imaginé escribir y publicar teatro infantil, es el último de los géneros que descubrí y, sin embargo, con el que me siento más cómoda. La obtención de la Beca de Creación Sigifredo Álvarez Conesa 2016, del Consejo Nacional de Casas de Cultura, fue la inspiración para culminar un segundo libro, esta vez de poesía infanto-juvenil; hoy en una editorial cubana fuera de Guantánamo, uno tiene que tocar y abrir puertas, si no quiere ser un escritor condenado por la fatalidad geográfica, pues vivir en este extremo de la isla tiene sus pro y sus contra», añade esta joven escritora que padece, según la psiquiatría, un «delirio crónico» llamado grafomanía: esa afición vehemente por la escritura y la literatura, y además, por la promoción de esta y sus más jóvenes representantes.
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