Un negocio de sentimientos

El investigador y ensayista Ernesto Limia se siente responsable de contar la Historia a las nuevas generaciones. Por los caminos del cómo hacerlo se inventó varias fórmulas que hasta hoy prueban una efectividad tremenda. La última de esas recetas lo tiene recorriendo el país junto al cantautor Raúl Paz, quien, para sorpresa de la comunidad académica, es el presentador oficial del último texto del intelectual bayamés: Cuba ¿fin de la Historia?

Junto a Israel Rojas, líder del dúo Buena Fe, inició en La Habana esa experiencia de entregarles a los jóvenes el libro de ensayos desde la mirada polisémica de un artista popular. Ahora las ambiciones han crecido y el proyecto de Limia y Raúl Paz trasborda las fronteras de la capital y de la sola presentación del libro para, como dice el cantante, «armar lío en todas las provincias con un Diálogo Itinerante Pa´ conectar los sentimientos.»

Así vinieron desde Guantánamo, con el siguiente orden del día: presentación del libro, encuentro con los jóvenes creadores y gran concierto de Raúl Paz. En cada territorio ha sucedido de forma distinta, y el pasado 16 de mayo en Camagüey tomó colores de voluntad.

Alrededor de una hora y media aguardaron los jóvenes creadores la llegada de los dos invitados a la sede de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia. El intercambio que sostuvieron antes con los estudiantes universitarios se extendió más de lo previsto, pero una vez que arribaron a la casa de la vanguardia artística, los asociados de la AHS sacaron tal provecho de la conversación, que hizo valer cualquier espera.

Al principio se olía cierta timidez en el aire. Raúl y Ernesto habían venido sin alboroto de estrellas, con un saludo campechano para cada uno de los asistentes. Les habían pedido sentarse en un círculo alrededor de ellos para romper la fría distancia que separa al escenario de la audiencia; pero, aún con ese ambiente fraternal, nadie se atrevía a romper el hielo. De modo que ellos decidieron calentar la atmósfera hasta hacer sentir cómodos a los espectadores. En tal sentido, hablaron de su amistad, de su estancia en Camagüey, de lo que había sucedido en las otras provincias…

Al fin, la primera en pedir la palabra fue la escritora Evelyn Queipo, quien asaltó a Limia con varias preguntas sobre su libro y su nueva fórmula para presentarlo. Luego el autor de Carnaval anunció que para su concierto de la noche, necesitaría la colaboración de los artistas jóvenes e invitó a Dj Chapa X3MO, que hacía las veces de operador de audio, a compartir la escena del teatro Avellaneda de esta ciudad. Con esa acción recordó sus inicios en Europa y su primer disco Contigo -poco conocido en la Isla- que estaba muy vinculado a los Dj.

Y entonces sí, los jóvenes vieron que la cosa iba en serio: músicos, realizadores audiovisuales, bailarines, cantantes, la propia Evelyn…todos se brindaron para participar. Mezclar las distintas manifestaciones del arte en un espectáculo único, armar, más que armar, improvisar ese espectáculo en apenas una tarde, resultó al cabo la tarea del momento.

Se discutieron también otros asuntos: las actividades que realiza la AHS en Camagüey, el cómo lograr no encerrarse en una élite cultural y llegar a las masas, los problemas de promoción, la vulgaridad de ciertos fenómenos pseudoartísticos que pululan por ahí…Dos horas y media duró el diálogo amenizado con piña colada y risas, porque como dice Limia «ni el Socialismo ni las cosas serias pueden ser aburridas.»

Sin formalismos, Ernesto Limia y Raúl Paz pusieron de moda la inteligencia y el pensamiento crítico, esa tarde en la AHS. Con naturalidad lograron su propósito de romper los esquemas y la brecha que separa a artistas de intelectuales. Lo demostraron con su propio ejemplo al presentarse como dos hombres que crean desde diferentes disciplinas -no tan distantes-, como dos amigos que, desde la amistad, encontraron una mejor manera de presentar un libro, porque al final «este es un negocio que pasa por los sentimientos.»