Estudiantes del Conservatorio de Música José White y músicos pertenecientes al Catálogo del Centro Provincial de la Música y los Espectáculos (CPME) de Camagüey, rinden homenaje al Director de orquestas y bandas militares, José Marín Varona, compositor de zarzuelas, canciones y obras para piano. La jornada de Conciertos In Memorian al excelso músico promueve lo mejor de la música de concierto de este territorio y revitaliza sus tradiciones.
Así lo dio a conocer Reina García Díaz, directora del CPME en la provincia, durante el anuncio del acontecimiento cultural que se extenderá hasta el 19 de mayo para deleitar los gustos más exigentes por la música de concierto, de gran arraigo en esta región cubana. La licenciada García Díaz expresó que los cerca de 100 artistas participantes más los noveles talentos rememoran la impronta musical de Marín Varona, quien legó páginas criollas bellísimas, rebosantes de pasión y delicadeza.
La IV Jornada de Concierto José Marín In Memorian está dedicada a los aniversarios 15 y 10 de la fundación de los cuartetos Tersonoro y Unión, respectivamente. Ambas unidades artísticas han mantenido resultados relevantes durante sus trayectorias.
Entre los invitados destacan el Dúo A Piacere y el Dúo de Oboes del Conservatorio José White (CJW), los cuartetos Matices, Unión, Tersonoro y el de saxofones del CJW, así como el Quinteto Santa Cecilia, el Octeto de Clarinetes del CJW y el Coro Provincial de Camagüey. Se desarrollarán presentaciones en teatros, parques e instituciones de la provincia, en las que intervendrán la Banda Provincial de Conciertos y la Orquesta de Cámara dirigida por el Maestro Juan Orol Ramón. Estarán presentes también la concertista Yadira Petit y el saxofonista Henry Hernández, así como la Orquesta Sinfónica de Camagüey, bajo la dirección de Eduardo Campos Reíd.
El músico cubano José Marín Varona dejó una profunda impronta musical. En sus canciones puede apreciarse una notable relación entre los elementos propios de la música popular y el quehacer de concierto. El destacado compositor abordó distintos géneros, pues escribió obras para canto y piano, banda, zarzuelas y operetas; desde el alegre pasacalle, de origen español, y la melancólica canción cubana, hasta la obertura militar para gran banda. No obstante, fueron los cantos populares de nuestra tierra los que cultivó con mayores éxitos.
En el género romántico y entre los compositores hispanoamericanos, Marín Varona ocupa por derecho propio un puesto de honor. Fundó además la revista Cuba Musical, donde ejerció la crítica de música. Sus crónicas y reseñas cubrieron con fidelidad el ambiente musical habanero de los primeros años del siglo XX. Fue también profesor del Conservatorio Municipal de La Habana, miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras y presidente durante varios años de su Sección de Música. Escribió asimismo, un Tratado completo de Teoría Musical.
Marín Varona dio a conocer en el Teatro Martí varias de sus obras, interpretadas por la Compañía de bufos que lideraba el actor Gonzalo Hernández. Entre las más significativas se cuentan Concha o Los tres magos, De Guanabacoa a La Habana, La ganzúa de Juan José y Ábreme la puerta. En 1896 estrenó con éxito, en el teatro Albisu, su zarzuela El brujo, a la cual pertenecen guajiras que alcanzaron notoriedad, aún celebradas por numerosos musicólogos de diferentes épocas.
José Marín Varona nació el 10 de marzo de 1859 en Camagüey, e inició sus estudios musicales en la ciudad legendaria con el profesor Mariano Agüero. Luego residió en La Habana, y junto al maestro Modesto Julián dirigió la orquesta del Teatro Albisu, uno de los principales escenarios habaneros de la época.
Compuso con fines didácticos un Álbum infantil de seis piezas. Su música fue editada por Anselmo López, a excepción de las obras para teatro, de las que solo se imprimieron comercialmente, las piezas más difundidas.
Poco después del estreno de El brujo, Marín Varona se vio obligado a viajar a Cayo Hueso, Estados Unidos, pues era un decidido partidario de la causa independentista y debido a ello recibió amenazas del gobierno colonial español. En sus años de exilio continuó sus actividades musicales ofreciendo funciones a favor de la causa independentista. En Cayo Hueso colaboró con varias publicaciones locales a través del periodismo y la crítica de música.
Su gran vals de concierto, Esperanza fue premiado en 1901, en la Exposición Panamericana de Buffalo, Estados Unidos, y sus Tropicales –danzas para piano– le valieron un premio en la Exposición Universal de París, en 1900. Marín falleció en la capital cubana el 17 de septiembre de 1912. Durante su sepelio la Banda de Infantería interpretó su canción Acuérdate de mí.
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