Entregan premios Calendario 2017 en XXVI Feria Internacional del Libro

Tomado de Cubadebate
 
Ya fueron entregados los premios Calendario correspondientes a la edición de 2017. Los lauros, que otorga la Asociación Hermanos Saíz (AHS), destacan desde hace varios años entre los galardones más importantes dentro del país.

Marta Acosta Ãlvarez, con el libro Paraísos perdidos, obtuvo la distinción en narrativa; en la categoría de poesía, el premio fue para Yonnier Torres por el cuaderno Dios no me tiene en cuenta; Paisaje de vida interior. Especializaciones en la poesía de Juana Borrero, de Natalie Roque Vega fue el mejor texto en la especialidad de ensayo; Las peregrinaciones de los dioses, de Malena Salazar se alzó como ganador en ciencia ficción y La isla iluminada, escrito por Maikel José Rodríguez fue el texto seleccionado en el acápite de literatura para niños y jóvenes. El premio en la modalidad de teatro fue declarado desierto.

Eduardo Heras León, presidente del jurado de narrativa, destacó la variedad de temas y estilos presentes en las obras enviadas al concurso pese a que, en la mayoría de los casos, no alcanzasen la madurez requerida al igual que los “aguacates madurados con apretones que ofertan los carretillerosâ€.

El autor de Los pasos en la hierba consideró que Paraísos perdidos era un texto orgánico, con una acertada disposición de los relatos. “Se sostiene en personajes vitales, muy particulares y excelentemente construidos. El desarrollo de los conflictos en que se sustentan los cuentos, llenan de vitalidad y verosimilitud estas historiasâ€

En dicha categoría se decidió otorgar una mención a Roberto Viñas, por el texto, Finis Terrae, debido a su “sólido manejo del lenguaje y las tramas, la habilidad escritural y el uso de herramientas narrativas para lograr las progresiones desde una vozâ€.

Por su parte, Edel Morales, presidente del jurado de poesía, resaltó que Dios no me tiene en cuenta, “nos hace penetrar, casi sin sentirlo, en algunas de las formas de manifestarse de lo cubano: la historia, la inocencia, el pueblo, la familia, la alegría, los desafíos, las frustraciones y los entornos de nuestras vidas cotidianasâ€. El también vicepresidente del Instituto Cubano del Libro, se refirió, además, a la dignidad estética y humana presente en la obra de Yonnier Torres.

“Por sus búsquedas diversas y los valores parciales conseguidos en esta manifestación artísticaâ€, fueron mencionados los textos El Crematorio, de Juan Edilberto Sosa, La muda perspectiva, de Daniel Duarte y Eterno consorte de mi alma, escrito por Ismaray Pozo.

Rafael González, vicepresidente de la AHS, leyó el acta del jurado en la categoría de teatro y declaró que el premio quedaba desierto, “teniendo en cuenta que ninguna de las obras enviadas a la convocatoria hacen justicia a un galardón que debe considerarse la referencia del teatro escrito por los jóvenes dramaturgos cubanosâ€. Advirtió, además, sobre la necesidad de incentivar entre los más bisoños, “talleres de dramaturgia que ayuden a conformar una mejor escritura escénica, disímil en su manera de plasmar las historias y no mediante modelos únicos, como se aprecia en la generalidad de las obras enviadas.

Paisaje de vida interior. Especializaciones en la poesía de Juana Borrero, de Natalie Roque Vega, es un “estudio abarcador de la expresión lírica de esta reconocida escritora cubana finisecular, cuya vida, casi siempre convertida en verdadero mito, se ha sobrepuesto a los valores de su obra, sesgando o marginando sus méritos como poetisaâ€, expresó Cira Romero.

“En el texto premiado se realiza una valoración integral de las creaciones de la bien llamada adolescente atormentada, mediante una estructura dispuesta con originalidad y expresada mediante una prosa que logra apresar la sensibilidad de la estudiadaâ€, sentenció la investigadora villaclareña.

Solo cinco libros de ciencia ficción entraron en la competencia por el Calendario, comentó José Miguel Sánchez, Yoss, quien también aludió a la alta calidad de los trabajos presentados.

Según el informe del jurado, Las peregrinaciones de los dioses, de Malena Salazar, destacó por la “bien trazada trama de historias entrecruzadas que dan una sólida impresión de universo post-apocalíptico cuidadosamente pensado y el imaginativo uso de los puntos de vista, así como su erudita referencia a la clásica mitología egipciaâ€.

Lo mejor es soñar, del matancero Raúl Piard, obtuvo mención en este acápite.

Por último, se dio a conocer la obra ganadora dentro de la literatura para niños y jóvenes. La escritora holguinera, Magali Sánchez, dijo que La isla iluminada poseía un riguroso trazado narrativo donde se mezclaban realidad y fantasía con dinamismo, ingenio y humor. Mientras, el cuaderno Un regalo de cumpleaños, de la autoría de Evelyn Queipo recibió una mención.

Presentan premios Calendario 2016

La sala Nicolás Guillén de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña acogió, además, la presentación de los libros galardonados en el año anterior: Chunga Maya, de Alejandro Rojas Medina en la modalidad de ciencia ficción; Plantas invasoras, poemario de Antonio Herrada Hidalgo; Rapsodia Bohemia (narrativa), de Yeney de Armas García; No hay tiempo para festejar, de Diana Castaños González (literatura para niños y jóvenes) y Rehabilitación de la memoria histórica. Lunes de Revolución en el campo intelectual cubano (ensayo), de la autoría de Grethel Domenech Hernández.

El narrador, ensayista y profesor, Francisco López Sacha, a cargo del panel, destacó que este último texto “es otro esfuerzo intelectual por situar otra vez el polémico semanario que el periódico Revolución produjo entre 1959 y 1961â€

“El libro está enfocando varias cuestiones que hasta ese momento no se habían dado con toda su claridad; en primer término, el descubrimiento de que es necesario una nueva cultura en la Revolución cubana. El semanario se propone esa tarea: darle salida a las manifestaciones de la cultura moderna cubana, que es la primera herencia que recibe la revolución después de 1959. En segundo lugar, establecer el compromiso intelectual ante la Revolución, un fenómeno que está marcado por diversidades ideológicas en el seno del propio magazineâ€, reflexionó Sacha.

“El texto esclarece muy bien cuál fue el papel de Lunes en aquel instante un tanto caótico, en el que muchas fuerzas culturales estaban luchando por la hegemonía culturalâ€, sentenció.

Sobre Rapsodia bohemia, dijo que estábamos en presencia de “relatos cuya conclusión es inconclusa, valga el oxímoron, es decir, que el relato no pretende un final. Yeney de Armas ha suprimido ya, definitivamente, el concepto dramático del cuento, algo que empezó a manifestarse en los años 90 en escritores como Atilio Caballero, Alberto Garrandés, Jesús David Curbelo y que ahora ya es lo natural, lo que ingresó a la sangre del cuento cubanoâ€.

“El punto de partida del relato es un suceso cualquiera, las cosas más cotidianas se van convirtiendo en una atmosfera, se van creando en una especie de pequeña suite. Estamos en presencia de relatos que exploran la mente de los personajes, exploran su condición existencial. Están hechos con una claridad diáfana, no hay un rebuscamiento lingüístico, el discurso del narrador está muy cerca de la voz del personajeâ€, acotó.

Por otro lado, en palabras de Sacha, con Plantas invasoras, Antonio Herrada ha logrado una poesía post-coloquial. Subordina la imagen al concepto. “El sujeto lírico no está trabajando con el sentido de la construcción metafórica antigua sino con una construcción metafórica mucho más cerrada, más dialógica. Estamos viajando del coloquio a la meditación. Podría llamársele poesía posconceptual, poscoloquial, meditativa, que le da mucho más fuerza, más atención a la meditación sobre la existenciaâ€.

Chunga Maya y otros relatos “está proyectando una especie de sociedad del período especial, como si el período especial se hubiera prolongado ad infinitumâ€, insistió el escritor nacido en Manzanillo en 1950. “Lo que está proyectando el autor hacia un futuro es una especie de necesidad de incrementar la sintetización de los alimentos, porque no van a alcanzar los brazos en la agricultura para producir alimentos naturalesâ€.

Ternura extraordinaria y sensibilidad depurada fueron frases que, para el presentador de estos libros, podrían resumir el texto de Diana Castaños, No hay tiempo para festejos.

“Está pensando en proyectar la vida de un muchacho que deja de ir a la escuela, que vive en condiciones un poco incómodas en el campo, con una situación familiar distinta y que va a entregarle todo su amor a una vaca que le regalan debido a que logró salvarla en un parto. Este muchacho va pasando por muchos obstáculos hasta hacerse hombre. Aquí hay una mini novela de aprendizajeâ€, comentó López Sacha.

Yonnier Torres se llevó la distinción en Poesía. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Yonnier Torres se llevó la distinción en Poesía. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

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Malena Salazar, Premio Calendario 2017 en ciencia ficción. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

 

Maikel José Rodríguez fue el ganador en el acápite de literatura para niños y jóvenes. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Maikel José Rodríguez fue el ganador en el acápite de literatura para niños y jóvenes. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.


El galardón en ensayo fue para Natalie Roque Vega. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
El galardón en ensayo fue para Natalie Roque Vega. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

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