«Los de una cultura particular»

Mundos extraños que se mezclan con la realidad cubana, relatos extravagantes como hilvanados por jóvenes que desean darle un sentido a sus vidas, criaturas disparatadas que dialogan entre sí, todo ello, parte de la literatura de ciencia ficción que, a pesar de ser en muchas ocasiones marginada, cada vez se vuelve más diversa entre los lectores de la isla, ávidos por consumirla.

Partiendo de las tradiciones y a la vez siendo originales con cada texto, los nuevos escritores del género intentan posicionarse entre la preferencia de sus públicos. El escritor, profesor e investigador cubano, Raúl Aguiar, explicó en entrevista el desarrollo de la ciencia ficción en el país y las intenciones e influencias de quienes escriben acerca de ello.

¿Hacia dónde cree que va la ciencia ficción en Cuba?

Pienso que la ciencia ficción (CF) en Cuba va desarrollándose en diferentes subgéneros y mezclas de los mismos. Ya es difícil encontrar alguna modalidad «químicamente» pura. Por un lado se toman temáticas novedosas para nuestro país como es la ucronía o el steampunk; por el otro, las fronteras intergenéricas se borran y aparecen cosas como la ciencia ficción mágica, o el ciber orisha, entre otras. De todas formas, creo que la mayor incidencia sigue estando en la ciencia ficción biológica, sobre aquellas basadas en las ciencias puras o la tecnología.

¿Cómo valora el papel de los nuevos escritores del género?

Lo importante de los nuevos escritores es que, después de un periodo inicial, donde intentan mimetizar con lo ya conocido y tradicional, es que se lanzan a descubrir nuevas tendencias y a tratar de desarrollar regiones todavía poco exploradas dentro del género en la isla como la ucronía, el biopunk, el steampunk, la ciencia ficción mágica y otras mezclas o puntos de vista muy interesantes.

¿… y sus espacios de socialización?

Hay períodos de auge de talleres, publicaciones y eventos, seguidos de otros de desgaste y agotamiento, y se puede especular que esto sucede debido a que los integrantes originales comienzan a desarrollar su escritura de manera individual, comienzan a publicar sus primeros libros y ya no sienten la atracción que antes tenían por estos espacios. Después de algunos años, los coordinadores de estos espacios también se van agotando hasta que el grupo o el taller llega a su fin. La suerte es que dentro del género fantástico no pasa un año sin que surja entonces otro relevo, que con nuevo nombre y creadores deciden recomenzar la experiencia. Esos espacios de socialización existen y son necesarios porque aúnan a creadores y fandom que buscan la hermandad de aquellos con sus mismos intereses y los hacen diferenciarse de otros grupos del campo cultural o social.

¿Cree que deba existir mayor divulgación del género entre los consumidores de literatura cubana y no quedarse entre los mismos escritores?

Por supuesto. La promoción de las obras y autores del género, y la mirada crítica sobre estos en la actualidad dejan mucho que desear.

¿Qué modelos de ciencia ficción internacionales adoptan nuestros escritores del género?

Son múltiples, aunque la mayoría se enclavan dentro de la ciencia ficción de habla inglesa y muy poco de lo que se produce en español. Hay una gran influencia del ciberpunk (Gibson, Sterling, Neal Stephenson), de la ópera espacial o la CF «militar» (Tropas del espacio, de Heinlein), de la fantasía heroica (Tolkien, Guerra de tronos) pero la mayor influencia se recibe de los productos audiovisuales (manga japonés, comics norteamericanos, filmes o series televisadas)

¿Qué de cubaneidad tiene nuestra ciencia ficción?

Este es un concepto que ha traído muchas discusiones a lo largo de la historia del género en nuestro país. Por un lado, están los textos al estilo de «Se alquila un planeta», del Yoss, donde los referentes a las problemáticas de la sociedad cubana se hacen patentes desde una mirada futurista; por otro lado, están algunos cuentos o novelas ucrónicos que se dedican a imaginar variantes alternativas, contrafactuales, para la historia de Cuba. Otra variante serían aquellos relatos que transcurren en nuestra Cuba actual, o en una Cuba futura, la mayoría de las veces distópica, ciberpunk o postapocalíptica.

¿Cuáles cree que sean las motivaciones de los jóvenes escritores del género?

Algunos desean ser originales y por lo mismo legitimarse como creadores, con el sueño de ser reconocidos primero a escala nacional, y luego internacional. Otros solamente desean el éxito comercial y su mayor motivación es conseguir el éxito en best sellers que le aporten fama y dinero.

Aparte de estas consideraciones pragmáticas, escribir ciencia ficción es pertenecer a una especie muy particular de escritores, menospreciados por el canon de la «alta literatura» y sin embargo sentirse poseedores de una cultura particular, que les brinda el dominio de variados conocimientos científicos a la par que literarios, e imagino que de alguna manera, esto los hace sentirse especiales con respecto al resto de los que se insertan en el mainstream.

Nota: Raúl Aguiar es profesor de técnicas narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Ha ganado numerosas menciones y premios literarios, entre los que se encuentran: Mención en la categoría de Ciencia-Ficción en el Concurso David de 1984; 2do. Premio en el Concurso de Ciencia-Ficción de la Revista Juventud Técnica, 1986; Premio Pinos Nuevos 1994; Premio Luis Rogelio Nogueras 1993; Premio Abril 1994, y el Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar 2003, con su cuento «Figuras». Entre sus libros publicados se encuentran: La hora fantasma de cada cual, Ediciones Unión, 1995; Mata, en la colección Pinos Nuevos de la Editorial Letras Cubanas, 1995; Realidad Virtual y Cultura Ciberpunk, por la Editorial Abril, 1995. También, Daleth, en Ediciones Extramuros, 1996; La estrella bocarriba, (novela) en Letras Cubanas, 1999  y Qubit: antología de la nueva ciencia ficción latinoamericana, Editorial Casa de las Américas, 2011.