«Cirquísima» es el nombre del libro ganador en la edición número 18 del Premio Reina del Mar Editores, y es de la autoría de Jessica Pérez Quesada (La Habana, 1989). La decisión se dio a conocer durante la clausura del evento, este domingo, en el patio de la UNEAC de Cienfuegos como es ya costumbre.
El jurado, integrado por los poetas Carlos Esquivel, Serguei Martínez y Reynaldo García Blanco, acordó por unanimidad cada uno de los resultados. Sobre el cuaderno ganador escribieron en el acta que se trataba de un «texto donde el juego intertextual no opaca de algún modo esa fibra humana que palpita en un cuerpo que de repente deja caer sus brazos, tuerce las vértebras, vira al revés los ojos y saca las alas por la boca para no dejarse vencer por la vanidad, pues es alguien que se asoma al enigma y escribe por ósmosis».
Del resto de los 10 poemarios presentados, el jurado entregó, además, cuatro menciones para los autores: Ángel E. Meliáns García (Cienfuegos, 1991 por «Nocturno mecánico»), Milho Montenegro (La Habana 1982 por «Umbral de las zonas detestables»), Dallyn S. Lage Barroso (Cienfuegos, 1983 por «160 kractrs») y María Karla Águila (Cienguegos, 1995 por «Punto rojo»). Una mención especial recayó en las manos de Ricardo López Lorente, de la ciudad de La Habana por el cuaderno «Pasaporte».
Antes de dar el punto final a esta celebración de la palabra poética, Frank Pérez Aguayo, presidente de la filial cienfueguera de jóvenes creadores, entregó otros premios: el sello 30 aniversario de la Asociación a varios artistas de la ciudad, un reconocimiento a la editorial Reina del Mar por sus 20 años de creación y su actual coordinador, Ian Rodríguez Pérez, quien pasó a ser parte de los miembros de honor de la AHS.
Esta nueva edición del evento concluyó y todos los participantes quedamos como bebés satisfechos. Las sesiones teóricas y de lecturas fueron provechosas y dinamizadoras, de igual manera las presentaciones de libros, los espacios de debate y socialización. Fue una jornada distendida y excelente para remover cimientos y reflexionar sobre la poesía que hoy escriben los jóvenes en Cuba.
Reina del Mar se movió —desde el 17 y hasta el 20 de noviembre— por disímiles puntos de Cienfuegos, y eso fue bueno, intentando incluir al público ausente del que adolece la ciudad. El penúltimo día, en el Muelle Real, lo logró. Un auditorio que no estaba allí del todo por los poetas que leyeron esa noche o por los excelentes músicos que tocaron después, escucharon y gozaron de la poesía, quizá la perfecta escogida para este espacio, de Carlos Esquivel (sobre todo sus Epigramas Malditos), Reynaldo García y Rigoberto Rodríguez Entenza.
El pequeño concierto que ofreció el día 19 Leonardo García fue esencial, un lujo y una lección poética como pocas, escuchar sus canciones y disfrutar de la interpretación, solo con guitarra, de temas como Témpano azul, Entre la luna y yo o La telaraña. Luis Alberto Barbería, quien descargó a continuación, corroboró la grandeza de Leo, y cantaron juntos algunos de sus temas donde se unieron también Nelson Valdés y Rolo Rivera.
Abierta quedó la convocatoria para el evento del próximo año, donde los jóvenes creadores se competirán con un cuaderno de narrativa.
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Mis felicitaciones para el grupo completo, pero me hinco de rodillas ante la reina.
Felicidades Jéssica.
Felicidades a Jessica, pero también especialmente a Maria Karla y a Angel!, chicos los quiero!