Sean muchachos de su tiempo

En otras ocasiones he conversado con el poeta Reynaldo García Blanco (Venegas, Santi Spíritus, 1962) de talleres literarios, periodos de escrituras y promoción cultural. Él, quien ha sabido ser para muchos jóvenes, amigo y maestro, fue miembro de la Asociación Hermanos Saíz y actualmente es Miembro de Honor de la organización. García Blanco sigue apostando por los jóvenes, los ayuda y promueve. Tampoco puede olvidarse que en el año 1998 García Blanco ganó el Premio Calendario de poesía con su cuaderno, Reverso de foto & dossier, publicado por la Casa Editora Abril en el 2000. También ha sido jurado de este certamen.

Integro la Brigada Hermanos Saíz…

A inicios de los ochenta me integro al Movimiento de Talleres Literarios en Sancti Spíritus. Ahí, de manera paralela integro la Brigada Hermanos Saíz. En los noventa llego a Santiago de Cuba y solo fue una cuestión burocrática eso de volver a hacer una solicitud y entregar cinco o seis textos.

Todo era posible, había sueños…

En los ochenta la Brigada Hermanos Saíz realizó muchas acciones literarias. Una de las mejores de esa década fue precisamente en Santiago de Cuba. Fue en septiembre del 87. Un festival de poesía que logró aglutinar a muchos integrantes de la llamada generación de los cincuenta, con los que en el tiempo se han venido a llamar la Generación del Ochenta. León Estrada, Odette Alonso, Alfredo Quintana, y otros, desde esta ciudad elevaron la parada en este tipo de evento. Ediciones artesanales como Hoguera Roja, demostraban que todo era posible, que había sueños, deseos de hacer cosas…

¿Qué significa ser miembro de la Asociación Hermanos Saíz…?

Me resulta un poco complicado responder a lo que significa para mí ser miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). En un primer momento uno agradece ese reconocimiento, pues mira hacia atrás y uno ha estado en la vorágine de muchos acontecimientos que han hecho creer en las AHS. Luego uno se aleja. Se acercan, te invitan, no te invitan, te piden opiniones, te ignoran… pero uno sigue en ese diálogo que unas veces es mudo y otras pletórico. Me gustaría no ser miembro de Honor de archivo. Me gustaría ser más participativo.

Lo que no se haga ahora…

Es un lugar común repetir que la AHS en la Cuba de hoy es la vanguardia. Lo que no se haga ahora no se hará en otro momento. Cuba y el mundo asisten a cambios vertiginosos, y es a ese vértigo que la AHS está llamada a montarse. No importa que se mareen, no importa que tropiecen. Lo importante es que no se autocensuren, que sean auténticos, que sean muchachos de su tiempo.

Ser dialéctico y plural…

De los jóvenes siempre se aprende. Dan lecciones. Te dan otros horizontes. Te descubren caminos. A veces son desobedientes, parricidas. Yo también lo fui. Es ser dialéctico y plural. Hasta que no me borren seguiré con ellos.

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