Yuseff


El impulso impetuoso de la claridad avanzada

En 1943 Virgilio Piñera publica La isla en peso y ese mismo año nace en Holguín, Reinaldo Arenas. Apenas dos meses separan ambos momentos: en mayo, con edición del propio Virgilio, llega a la imprenta uno de nuestros poemas más auténticos y hermosos, un alarido en el mediodía del trópico insular. Y en julio, Arenas lanza su primer grito, un grito que va a labrarse en el tronco del árbol más cercano. El mismo árbol que resguarda durante el día a la luciérnaga, al cocuyo que carga su luz. Con La isla en peso hay un quiebre, una fisura luminosa en la cosmogonía de lo cubano y de lo insular. Virgilio Piñera trajo un ciclón, escribió Lorenzo García Vega; una intensa bocanada de aire fresco e irreverencia. La maldita circunstancia del agua por todas partes sigue obligando a Virgilio a sentarse en la mesa del café. Décadas después, Reinaldo Arenas escribe en un poema: Absolutamente cerrados / acorazados por las aguas / amurallados de sol y agua… expandiendo así las ondas (y ecos) de aquella piedra lanzada en un país demasiado joven que no sabe definir, un país que no sabe ordenar. Allí, mientras los hombres comen fragmentos de la isla, persiste la claridad avanzada.

En este 2023 —cuando celebramos el 80 aniversario del nacimiento de Reinaldo y de la publicación de La isla en peso—, Ediciones La Luz abraza nuevamente —porque ambas han estado estrechamente vinculadas a estos 25 años de recorrido editorial— la fuerza de dos poéticas arborescentes y fecundas… La de Virgilio y la de Arenas y su Celestino antes del alba. Quiso el azar lezamiano y la perspicacia de su equipo creativo (incansable como pocos) que ambas den cuerpo a las formas de la luz, tanto en la campaña de promoción del libro y la lectura del 2024, como en la serie documental que nos acerca al primer cuarto de siglo del sello: La claridad avanzada (Gerardo Perdomo y Luis Yuseff, 2023). Esta serie, como el génesis bíblico, empieza con los inicios de la luz: de los primeros pasos y el anhelo de contar con una editorial en la AHS holguinera, a la presentación del primer cuaderno de un joven e inédito poeta, José Luis Serrano, hoy una de las voces más reconocidas de su generación y quien abrió, casi proféticamente, con su Bufón de Dios, la prístina luz y el destello de lo que años después sería uno de los hitos de la editorial: la recuperación para la memoria de la Nación de la poesía y la ensayística de Gastón Baquero, ese otro poeta holguinero con caudal arbóreo y luminoso. Incluye —como un momento significativo de este primer capítulo, “La joven luzâ€, un verso de ese origenista patriarcal que es Eliseo Diego— la creación en 1999 del Premio Celestino de Cuentos, homenaje a Celestino antes del alba, la primera novela de Reinaldo. Recorrer 25 años —y no 25 años de reposo, sino de efervescencia, de voluntad agradecida por continuar viendo la luz del sol y no las manchas en su superficie— es una tarea ardua que La Luz sigue soñando. Este primer capítulo, del que sus realizadores podrán darnos detalles del proceso creativo, posee un amplio valor testimonial y una cuidada realización artística; y nos reafirma que la literatura, como la vida, persiste a pesar de todo. Y como la luz, crece en su fuerza. Este primer material de la serie que presentamos hoy —con testimonios de Luis Yuseff, Alexis Triana, Erian Peña, Rubén Rodríguez, Adalberto Santos, Katherine Perzant, Rafael Inza, Marvelis Marrero y Rafael González— nos demuestra como la claridad avanzada desborda la memoria y la poesía en un acto de creación y fe de vida; y como sigue, a través de diferentes plataformas digitales, expandiendo la luz para nuevos públicos.

Virgilio y Reinaldo están ahora sentados sobre una gran piedra que parpadea como si fuera un cocuyo. Como si fuera un cocuyo de noche… La claridad avanzada, perpendicular y oblicua de Piñera, y el cocuyo mágico y portador de almas de Arenas… Ambos nos miran e interrogan, mientras llevan sobre sus espaldas el peso de la isla. Desgarbado e irónico, con algo de sátiro provocador, Piñera lanza piedras candentes con su escritura poblada de un humor corrosivo. Frente a ellos las nubes caen y matan en avalanchas; las lluvias se convierten en tormentas de nieve y las personas se transforman en pájaros, insectos y árboles, pero ellos no se baja de la piedra que parpadea como si fuera un cocuyo. Los duendes, brujas y espíritus de los primos muertos les hablan, los tientan como las sirenas a Ulises. El hacha del abuelo les rodea, tirando al suelo cada árbol escrito, hasta convertir en una gran sabana al viejo bosque, pero ellos siguen allí, sin bajarse de la piedra que parpadea como si fuera un cocuyo, un cocuyo de noche. Ambos, desde aquí, labran la claridad avanzada y lo cubano como un ritmo ondulante, tenue, leve, ingrávido, desolado y cambiante… Con el oído y los ojos en un rumor, un grito, una yagua pudriéndose al sol, una piedra a la intemperie, una matriz, un aleteo al oscurecer… Frente al pozo, pero sin flores. El reverso. Lo grotesco. Una manera singular de anotar sus visiones, de abrazar el miedo, la furia, el desencanto y la memoria.

Ambos comparten una ética, una manera de enfrentar a los bárbaros. Y se sacuden el envilecimiento. La vida es riesgo o abstinencia, escribe Arenas en su poema Autoepitafio, con la convicción de que el lenguaje no solo es algo que damos sino algo que hacemos y que nos hace. Virgilio inclinado sobre los manuscritos de El mundo alucinante; Arenas llamándolo su mentor más preciado y dedicándole Leprosorio. Virgilio, personaje en El color del verano, inmerso en “El Jardín de las delicias†de El Bosco, como un “acto de resistencia†del escritor. Ambos comparten una soledad intransferible. Yo estoy solo. Es de noche, son las palabras finales de la autobiografía de Arenas. Irradian trasnochados rayos de luz, ese animal extraño que enceguece. Arenas gritando en Nueva York. Virgilio gritando (para sí) en La Habana. Frente a una foto suya, Reinaldo trama una venganza literaria y bajo “su protección†escribe El color del verano, un libro satírico y carnavalesco que cierra una de las obras más imaginativas de la literatura hispanoamericana. Escarbando en el horror es como Arenas encuentra una amoral y chispeante felicidad, repentina y sonora como una carcajada. La santidad se desinfla en una carcajada, dice Piñera con un cigarro lánguido olvidado entre los labios. Ambos escriben para que no se desmoronen las descascaradas paredes de sus cuerpos. Escriben porque escribir es vivir y ellos tienen una fuertísima voluntad de seguir manifestándose. Hasta hoy, aquí y ahora. Yo he visto, yo he visto, repite Arenas como una letanía, hay que decir, hay que decir. No hay escape: son las letras. Marcan, hunden, salvan. No hay escape: es la luz. Escribiendo. Escribiendo. Y cuando no queda ni una hoja de maguey para enmarañar. Ni el lomo de una yagua. Ni las libretas de anotaciones del abuelo: Celestino comienza a escribir entonces en los troncos de las matas, anota en su novela, con la que da un giro audaz hacia los terrenos de la fantasía y el antirrealismo, común en la siguiente década. Porque: ¿Qué puede salvarnos o al menos servir de instrumento para dejar constancia de que hemos existido, si no es la invención?, se pregunta Reinaldo. Ahí están ellos desatados, furiosos y estallando, como el mar. Como la luz, en su claridad avanzada. Sentados sobre la piedra enorme que parpadea como si fuera un cocuyo, como un cocuyo de noche, están Virgilio Piñera y Reinaldo Arenas. Sobre sus espaldas, mientras la claridad mueve los brazos y empieza a parir claridad, levantan el peso de la isla en el amor de un pueblo.

 

Palabras de presentación del documental La claridad avanzada, dirigido por Gerardo Perdomo y Luis Yuseff (Ediciones La Luz y Wildesigner Productions, 2023), el 28 de diciembre de 2023, con el apoyo de la Beca de Creación “El reino de este mundo†de la AHS.


Retoños de almendros en animados

Los Estudios Anima de Holguín en coproducción con Ediciones La Luz, sello de la AHS en esta provincia, prepara una serie de cortos de animación inspirados en el audiolibro Retoños de almendros. Cuentos para niños de jóvenes escritores cubanos, publicado por el sello.

Rosell Morales, a cargo del proyecto junto a José Calzadilla Fernández, comentó que actualmente se han producido seis de los animados en proyecto: “Tristánâ€, de Mariene Lufriú; “La ventanaâ€, de Marcia Rodríguez; “Lazaritaâ€, de Yamil Díaz; “Funfúnâ€, de Teresa Cárdenas; “El mago Prosococoffâ€, de Yohan Balón; y “Llegó septiembreâ€, de Yanira Marimón. Historias de Legna Rodríguez, Sigrid Victoria, Ronel González y Eric Adrian Pérez completan la propuesta de esta serie que Anima pondrá a disposición del público de todas las edades.

Lazarita-Yamil Díaz

Los materiales, que utilizan las técnicas de animación vectorial y escenografía en 3D, abordan temas como el amor a los animales, la discriminación racial, las relaciones interpersonales y familiares, y las leyendas tradicionales.

Jóvenes realizadores como Orlando Díaz, Ramón Jesús de la Peña, José Calzadilla, Carlos González y Jean Fernández Figueredo, tienen el reto de realizar los cortos, añadió Rosell, estudiante de la Facultad de Artes de Medios Audiovisuales (FAMCA) de la filial de la Universidad de las Artes en Holguín.

El mago Prosococoff-Yohan Balón

El audiolibro Retoños de almendro. Cuentos para niños de jóvenes escritores cubanos, merecedor en 2014 de la Beca de Creación El Reino de Este Mundo que otorga la AHS, contiene varios de los cuentos de la antología homónima publicada por Ediciones La Luz en 2012.

Dicho material estuvo dirigido, de manera especial en esa ocasión, a un público infantil minoritario por sus limitaciones visuales: invidentes y débiles visuales, y contó con las voces de los actores de la compañía de Narración Oral Palabras al Viento.

Tristán-Mariene Lufriú

“Fue un regalo de La Luz a los niños y los amantes de la literatura infantil, que permitió escuchar estos cuentos dramatizados y musicalizados; y que ahora llegarán en formato más amplio a partir de estos cortos animados abarcando la mayoría del públicoâ€, dice Luis Yuseff, editor jefe del sello.

Durante los últimos años Estudios Anima ha trabajado en varias producciones, especialmente dedicadas a las guerras de independencia, como la serie de cortos de animación Campanas de fuego, el mediometraje Forja de Cubanía y un largometraje sobre la vida de Carlos Manuel de Céspedes.

La ventana-Marcia Rodríguez

Se prevé convertir este estudio en una productora transmedia, que ofrezca una amplia cartera de productos y servicios que favorezcan el desarrollo del mismo y el autofinanciamiento de las propias producciones, añadió Rosell Morales.

Funfún-Teresa Cárdenas