Televisión Cubana
Leyber Gómez: «Ser locutor es un compromiso para toda la vida»
Ser locutor no es un juego, implica esfuerzo y muchísima preparación para poder defender una profesión tan necesaria y útil, como bella y seductora; eso bien lo sabe Leyber Gómez Caballero, un artista que desde la radio y la televisión defiende su amor por la locución.
Escuchas su voz dulce, melódica y ortográficamente correcta y reconoces en él a una persona atenta y gentil, algo que compruebas cuando tienes la suerte de conocerle e intercambiar.
Como es naturalmente de buen hablar, aunque se cataloga como tímido, es fácil descubrir a Leyber como un joven tranquilo que le gusta disfrutar del calor de la familia y los amigos, leer, escuchar música, ir al teatro y hacer ejercicios físicos; pero sus pasiones realmente se desatan cuando le preguntas por la locución.
Su historia es la de un profesional que ha luchado por crecer, un enamorado de lo que hace, un artista que sin mutar la afabilidad y naturalidad que lo caracteriza desde sus inicios, ha sabido ganarse espacios cada vez más visibles en la radio y la televisión cubana.
La génesis
“Prácticamente toda mi familia se dedica a la agricultura, mi papá es campesino y mi madre ama de casa, no había vínculo alguno con la cultura. Cuando era un niño en Gibara, mi pueblo holguinero natal, no existían la emisora de radio o el canal de televisión, que llegarían luego, ya siendo un adolescente.
“No obstante, debo admitir que mis abuelos maternos me inculcaron el amor hacia la lectura y siempre tuvimos radio en casa. Mi familia era amante de este medio y crecí escuchando a Eduardo Rosillo, Franco Carbón, Julio Alberto Casanova, Ana Margarita Gil, Gladys Gouzueta y muchas otras grandes voces. Recuerdo con nostalgia como me ponía a imitar voces y a imaginar que entrevistaba a grandes artistas o presentaba espectáculos. En ese momento solo era un sueño prácticamente imposible de cumplir. Imagino que ahí comenzó todo.
“Siento que soy un hombre muy afortunado, pues siempre he contado con el apoyo incondicional de mi familia. Imagino que al principio creerían que era solo un juego de adolescente, pero luego comprobaron que iba en serio y no pararía hasta alcanzar mis sueños”.
“Precisamente escuchado radio conocí que existía en la Uneac (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) de Holguín un taller de locución, actuación y sonido, y decidí matricular en el mismo. En ese primer encuentro tuve la suerte de contar con excelentes profesores como Alicia González Diéguez y Carlos Roseau, que motivaron aún más mi pasión por la radio y la televisión. Pero ahí solo comenzó un largo camino, pues seguidamente matriculé en todos los cursos o talleres que aparecieron. Fueron varios y con distintos profesores.
“En uno de esos cursos que ofrecía la emisora provincial Radio Angulo tuve la oportunidad de habilitarme como locutor, lo que me dio la posibilidad de comenzar como colaborador en la emisora municipal Radio Gibara. Más tarde tendría la suerte de conducir varios espacios de esta emisora como De Cuba son, Sintonía, La Clave del Mediodía y 107.9 Joven, por solo mencionar algunos.
“Poco tiempo después mediante un casting comencé en el telecentro Gibaravisión. Allí también tuve la suerte de transitar por varios espacios como Dejando Huellas, que marcaron mi vida y me permitieron crecer profesionalmente y ganarme el cariño del público televidente.
“En Radio Gibara y Gibaravisión alternaba prácticamente de lunes a lunes, lo que me permitió transitar por diferentes espacios juveniles, variados e informativos. En mi formación le debo muchísimo a estas dos instituciones. Es difícil llegar a los medios nacionales si no tienes una buena base y siento que la adquirí en mi Gibara natal. Agradezco infinitamente el apoyo de los técnicos, directores y colegas con los que trabajé en aquella etapa; recuerdo con especial interés a Lissete Piferrer, Dalgis Fonseca, Siria Díaz y Yocelis Ramírez”.
De Gibara a la capital
“Estaba a punto de cumplir los 30 años cuando sentí que allá en Gibara, desde el plano profesional, había conseguido en poco tiempo todo lo que me había propuesto. Tenía aspiraciones y sueños que quería materializar y sobre todas las cosas mucha sed de disfrutar de esos grandes espectáculos y acontecimientos culturales del país que existen en la capital y tristemente, por la fatalidad geográfica, muchas veces no vivimos en el interior. Fue así como empaqué mi mochila y salí sin mirar atrás, dispuesto a cumplir mis sueños.
“Todos los inicios son difíciles y en mi caso no fue diferente. En La Habana no tengo familia y en ese momento tenía unos pocos amigos. El tema de la vivienda y la adaptación fue tremendo. Vengo de un pueblo muy tranquilo, donde todo el mundo se conoce o es familia. Fue bien traumático llegar a la capital y verme solo en una ciudad tan cosmopolita.
“El estar lejos de mis seres queridos siempre ha sido lo más difícil. Soy muy familiar, muy apegado a mis padres y abuelos y por eso me costaba muchísimo estar alejados de ellos. Tengo que admitir que la distancia me afectó bastante y fue una etapa bien compleja para mí.
“No obstante, gracias a DIOS y a gente buena que confiaron en mí, a la semana de haber llegado a predios habaneros logré comenzar a trabajar en Radio Cadena Habana en un espacio maravilloso llamado 7 y 30 Juventud, por donde antes habían transitado otros locutores que admiro como Magdiel Pérez y Pedro Pablo Cruz. Luego llegó en esa misma emisora el programa Cantalo pero bailalo, junto a la carismática Vivian Loyola. Más tarde llegaron Visión y Sorpresa, en Radio Rebelde.
“A la Asociación Hermanos Saíz, de la cual soy miembro, y en particular a su equipo de comunicación, también le debo bastante desde el comienzo. Con esa organización he conocido y me he mantenido muy cercano a la nueva vanguardia artística del país. La AHS es una gran familia en donde todos aportamos y de la que todos nos nutrimos”.
El salto a la pantalla chica
“Una gran amiga y colega a quien también le debo mis inicios en Gibaravisión, Yanela Bauza, me avisó de un casting en el Canal Educativo para un programa nuevo que saldría en el verano y que buscaba homenajear al canal en su aniversario 17. Allí me presenté y así comencé a trabajar bajo las órdenes de un ser increíble y maravilloso como Rafael González en el programa Tres Veces Más.
“Son muchas las oportunidades que he recibo en este canal, desde Tres Veces Más hasta el curricular Ciencia y Vida, sin olvidar Desde el lugar, que regresó este verano gracias a la buena aceptación del público. Y para completar mi alegría ahora estoy en De Tarde en Casa, junto a la inigualable Raquel Mayedo; un espacio con más de 17 años en pantalla”.
De todo se aprende
“Cada espacio de Radio Rebelde es diferente y en cada uno de ellos he podido aprender y crecer profesionalmente. En Visión y Sorpresa tengo la suerte de trabajar con un equipo maravilloso que dirige Luis Ríos Vega. En tanto, en MB Caribe estoy bajo las órdenes de Ramón Espigul, un maestro de la radio y quien me ha ayudado muchísimo.
En la radio actualmente tengo la dicha también de formar parte de los equipos de Parada de éxitos, Todo Música y En Clave, este último gestado y coordinado por la Asociación Hermanos Saíz. En el Noticiero Nacional de Radio y Música Viva he alternado en algunas ocasiones cuando ha faltado algún colega.
Por su parte, en televisión Conexión Cuba me ha permitido conocer más de cerca el proceso de informatización que vive Cuba, incluso a manejar mejor mis redes sociales, que ahora mismo son vitales para las personas que trabajamos en los medios. Por su parte, De Tarde en Casa es mi primera experiencia en un programa de televisión en vivo y estar al lado de Rakel Mayedo, una excelente profesional que siempre he admirado, es un sueño convertido en realidad que agradezco sobre todo a su director Yeidel Hernández.
“Además, en el caso de la televisión, ahora mismo tengo la oportunidad de conducir Sorpresa XL, por Cubavisión, y Estación Caribe, del Canal Caribe.
“Estos espacios me han hecho merecedor del cariño del público y permitido crecer profesionalmente al tener la oportunidad de coincidir con colegas que admiro y con directores increíbles que se han convertido en mis maestros y más que eso, en mi familia.
“No sabría escoger entre un medio y otro. Comencé en la radio, donde actualmente estoy de lunes a lunes, y es lo que más hago. ¡Por algo será! Ahí comenzó todo; en una cabina de radio espero estar por el resto de mi vida. La televisión tiene su magia y encanto, te hace más popular y se disfruta muchísimo también.
“En el caso de la conducción de eventos, es un momento de mucha adrenalina donde tienes que tratar de complacer al público que tienes delante. Sabes que no puedes cometer un error y lo tratas de hacer bien todo el tiempo porque si te equivocas no lo puedes repetir.
“Me costó mucho trabajo al inicio, pues aunque parezca raro, soy bastante tímido. No obstante, he logrado transitar también por esta modalidad. Gracias al maestro Efraín Sabás he podido conducir eventos muy importantes en vivo como los Premios Esperanza, los Carnavales de La Habana y el Jazz Plaza, por solo mencionar algunos”.
El arte de hablar
“Creo que como locutor me define la naturalidad y el respeto; no me gusta fingir quien no soy, lo que ves es lo que soy y me gusta mucho respetar al público que me ve o escucha. Estos dos aspectos siempre están presentes en mi desempeño profesional. Trato también de cuidar mucho la dicción y la técnica, que siempre son importantes.
“De la locución me gusta todo, desde la constante superación a la que prácticamente estas obligado, hasta la adrenalina que sientes en el momento en que sabes que te están escuchando o viendo miles de personas, pasando por la satisfacción que se siente cuando sabes que lo que haces resulta útil para mucha gente.
“El público viene siendo para mí el mejor aliado y el más exigente juez. Es el que está ahí para aplaudirte cuando siente que lo has hecho bien y para juzgarte cuando te equivocas. Me nutro mucho de las opiniones que recibo mediante las redes sociales y también en la calle, porque el público cubano es muy sincero y directo. Una de las cosas que más valoro de mi profesión es ese vínculo que se logra entre el artista y su público”.
“Tristemente no tuve la dicha de conocer a Cepero Brito, Germán Pinelli o Consuelito Vidal, pero sí de nutrirme del ejemplo y la profesionalidad de grandes referentes de la locución como Franco Carbón, Luis Alberto Casanova, Eduardo Rosillo y otros colegas más cercanos en el tiempo como Marino Luzardo, Raquel Mayedo, Edith Massola, Eduardo Ferrer, Magdiel Pérez, Pedro Martínez Arcos y Jorge Luis Ríos, por solo mencionar algunos.
“Una escuela de locución en Cuba sería un sueño hecho realidad para colegas y profesionales del medio; muchos somos los que consideramos que debería existir desde hace rato. Como carrera sería lo ideal, porque la gran mayoría de los locutores somos graduados de otras especialidades, aun sabiendo que lo que nos gusta o interesa profesionalmente es la locución. Es un reclamo de muchas voces que lamentablemente aún no termina de concretarse.
«Sin duda son muchos los retos de la locución en Cuba, comenzando porque debe parecerse más a las nuevas generaciones sin abandonar a las anteriores. Es necesario que nuestro trabajo se convierta en plataforma para la participación ciudadana, donde todos se vean reflejados. Las nuevas tecnologías han abierto una gran brecha entre los medios de comunicación digitales y los tradicionales. Es importante intentar ir a la par si no queremos perder a los nuevos públicos; no obstante, soy del criterio de que cada medio tiene su público y en el caso de la radio siempre ha tenido seguidores fieles.
“Algo que considero afecta actualmente al gremio es el gran intrusismo profesional que existe. Locutor no es cualquiera. Considero que se ha ido desvalorizando poco a poco nuestro trabajo. Algo que me entristece mucho.
“Existe una mala selección de profesionales del lenguaje para programas de televisión y de radio, responsabilidad que recae en los directores. No siempre, por ejemplo, los mejores actores o cantantes conocen las técnicas de la locución o el cómo proyectarse en un espectáculo. Ser locutor va más allá de la buena imagen y está muy lejos de aquellas grandes voces que nuestros abuelos disfrutaron en los años cuarenta y cincuenta.
“Ser locutor es un gran compromiso para toda la vida, por tanto debe valorarse un poco más nuestro trabajo. Muchas veces ante un suceso extraordinario mientras todos están con su familia, somos nosotros los que estamos ahí en una cabina o estudio informando o entreteniendo al pueblo. Eso tiene un valor agregado que casi nunca se reconoce. Falta mucho aún por hacer desde y para el gremio”.
Horizontes
“Mi meta siempre será ser feliz haciendo lo que disfruto y estando al lado de las personas que más amo. En eso se resume todo. Retos tengo muchos: quiero seguir superándome, poder ayudar un poco más a mi familia y crecer profesionalmente en el medio. Me gustaría realizar un gran proyecto televisivo o radial y quiero estudiar más idiomas, tener más tiempo para poder hacer yoga, en fin son muchos los retos que ahora mismo rondan mi cabeza, pero casi todos tienen a la locución como base; es lo que amo”.
Agradezco a mi familia, colegas y amigos, a los directores que han confiado en mi trabajo y al público maravilloso que me sigue y me apoya en cada uno de los proyectos que asumo. Les debo lo que soy actualmente.
Homero Saker (Maykel en Calendario): «Yo soy la manifestación de algo especial»
“Cuando vengan a buscarme para ir al baile de los cojos, diré que no uso muletas, que mis piernas están intactas. Trataré de que no se note la diferencia entre la izquierda y la derecha, de que soy diferente, de que una pierna se quedó a medio camino entre mi rodilla y el suelo, que la izquierda, la del mismo lado del corazón, vive en el aire sin aterrizar. Y así, con una pierna en el aire y otra en la tierra, me juntaré con otros que como yo son imperfectos”.
El poema de Maykel, el del 9no 3 de Calendario, dejó atónitos no solo a sus compañeros de aula, a Carlos y Amalia, sino también a buena parte de los espectadores, quienes quedaron boquiabiertos y atrapados con sus versos libres. Maykel, el imperfecto, muestra en realidad que todos lo somos. Más allá de eso apuesta por el respeto a la diferencia y a las decisiones de cada cual.
Si Maykel ha cautivado a los cubanos se debe en buena parte a la interpretación del joven actor de 27 años Homero Saker. Homero no solo hizo suyo el personaje, sino que en sus propias palabras llegó a identificar el dolor de la diferencia, de la discriminación, en una sociedad con signos arraigados de machismo.
Saker comenzó en la actuación en la secundaria. ¿La responsable?, una muchacha que le gustaba mucho. “Por ella hice las pruebas de la Escuela Nacional de Arte (ENA)”, confiesa.
A pesar de que en esa ocasión no aprobó los exámenes de aptitud, uno de los directivos del jurado le aconsejó entrar al grupo de teatro Olga Alonso, de la Casa de Cultura del municipio Plaza, y así comenzó todo.
¿Cuándo debutaste en la televisión?
–Unos años después, decidido a entrar en el Instituto Superior de Arte (ISA), pues nunca aprobé la ENA, comencé a recibir clases en un taller que impartía la actriz Ketty de la Iglesia, a quien le debo mis avances. Ella fue quien me dio la confianza de seguir adelante, y bajo su dirección hice mi debut profesional en una obra de teatro y mi primer casting para la televisión, bajo la dirección de Armando Toledo, en la novela Playa Leonora.
¿Cómo llegas al personaje Maykel?
–El proceso de casting para el personaje de Maykel creo que, si no fue el más largo, fue uno de ellos. Estuve en tres rondas, con escenas diferentes. En el primer encuentro me di cuenta de que por el guion era uno de los personajes más claros. Pensé: Si yo solo he leído dos escenas y tengo una fotografía de Maykel en mi mente, Magda González Grau, Alfredo Felipe y los demás que estaban presentes deben tener un video clip de Maykel en sus cabezas.
“A pesar de que había otros actores que daban un perfil cercano al personaje, por edad y cualidades físicas, decidí entrarle con todo. Recuerdo que fui al casting vestido como Maykel, con el cinto largo que cuelga, el bolso negro, las sandalias y la camisa abotonada hasta arriba, justo como en la serie. Me dejé llevar mucho por la información que nos había dado Magda. Luego de la última prueba, que fue con Eddy Driggs (Israel), no estaba seguro de que yo fuera el seleccionado para Maykel, pero sí de que el personaje del nawe lo iba a hacer ese muchacho que en aquel momento no conocía”.
¿Qué retos trajo consigo la interpretación de Maykel?
–Interpretar a Maykel fue un reto por tener 11 años más que el personaje. Intenté adelgazar lo más que pude, no por verme débil, ya que Maykel no lo es, sino por estar lo más cercano posible a un físico de un muchacho de 15 años. A la hora de caracterizarlo busqué cómo vestirlo en cada momento, ir al detalle en cada cosa externa que me pudiera ayudar a que mi interpretación evidenciara la sensibilidad y lo especial de este personaje.
“Magda me recomendó que utilizara todo aquello que pudiera ser de alguna manera simpático o en tono de comedia, todos los pequeños momentos que hicieran que el espectador quedara atrapado de la manera de ser de este muchacho, para que, en el momento del poema, el público se sintiera parte de lo que mi personaje estaba sufriendo, y lo viviera con él.
“Por otro lado, intenté a toda costa ser lo más natural posible y que nada de lo que hiciera, ni lo más mínimo, estuviera fuera del personaje. Quería estar fuera del cliché. Luché para que cada gesto o cada palabra que saliera de mi boca estuviera lo más fiel posible a lo que Amílcar Salatti (guionista) había planteado”.
¿Qué huella dejó en ti Maykel?
–Lo más importante y significativo que me llevo de Maykel son las personas que han dedicado un tiempo de su vida para hacerme llegar sus felicitaciones y mensajes con mucho cariño, al hablar de mi trabajo y el de todos mis compañeros.
“Además, he recibido mensajes de muchos que, como Maykel, son “la manifestación de algo especial”, y de amigos y familiares que han tenido a un Maykel en su vida. El hecho de que todas esas personas se sientan identificados conmigo o que vean en mi trabajo el reflejo de algo que para ellos significa más que una simple interpretación, para mí ya lo es todo. A todos y a todas les doy las gracias”.
¿Cómo calificarías tu experiencia en Calendario?
–Mi experiencia en Calendario fue especial, la salvación para muchos de nosotros que estábamos cansados de una monotonía, de la angustia que creaba vivir de una manera diferente debido a los protocolos a seguir por cuidar nuestra salud.
“Volver a grabar, aunque fuera con todas las medidas de seguridad, daba un respiro. Sentías que regresabas de alguna forma a la normalidad. Por otro lado, conocí a grandes profesionales, tanto actores como parte del equipo técnico, que admiro mucho. Como en todo proceso de rodaje encuentras personas que te enseñan y te ofrecen herramientas para ser mejor en tu trabajo.
“Formar parte de este elenco para mí fue como cumplir una especie de sueño; no sé a mis compañeros, pero yo siempre tuve la ilusión, desde que empecé a actuar, de trabajar en una serie como esta, en la que los problemas e inquietudes de la juventud son los protagonistas. La experiencia de trabajar con todos los chicos de 9no 3 y en especial con Clarita va a ser inolvidable”.
A Homero Saker le gusta la comida criolla e italiana. En su tiempo libre disfruta salir con amigos y admira la música de Pancho Céspedes, Pablo Milanés y David Torrens, y actualmente estudia un máster en interpretación audiovisual en la Universidad de las Artes TAI, en España.
Al preguntarle sobre su posible participación en la segunda temporada de la serie Calendario, aseguró sin titubear: “No te lo puedo decir (entre risas), no me lo tienen permitido”.
“El amor tiene formas y colores; porque en silencio somos muchos; en esta vida cabe más que un solo reino y un solo discurso; yo soy la manifestación de algo especial y así de especial es mi orgullo y lo que siento.”(ALH)
Autora : Lorena Acosta Díaz (Tomado de TV Yumurì)
Piña Colada, otra vez, desde las redes sociales
Desde que en marzo de 2020 la pandemia por Covid-19 hizo presencia en Cuba, los eventos culturales de carácter nacional e internacional se vieron interrumpidos.
Las inicitivas del Ministerio de Cultura y los gestores de los certámenes los mantienen vivios desde las redes sociales, como es el caso del Festival de Música Fusión Piña Colada, que este año organiza un programa por partida doble desde la virtualidad.
La XVIII edición llegará a través de plataformas virtuales, para rendir homanje al 4 de abril, a la juventud cubana, y al 35 aniversario de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
Dos intensas temporadas de música cubana y de contenidos habituales y novedosos alista el comité organizador para este año, según información de Arnaldo Rodríguez, gestor del certamen.
Del 2 al 4 de abril, tendrá lugar la jornada Piña Colada Spring, que combinará propuestas a través de las redes sociales, la radio y la televisión cubanas, con transmisiones de la memoria visual del evento.
Conciertos, documentales, entrevistas y encuentros teóricos vividos en ediciones anteriores, desde la sede habitual Ciego de Ávila, llegarán a estos espacios, como ya se hizo en agosto del pasado año con la edición del Piña Colada Flashback, como alternativa para no detener a una de las cita culturales de la música más importantes de Cuba.
Arnaldo Rodríguez, aseguró a los principales medios de prensa del país, que en el segundo semestre del año se pretende realizar una segunda temporada, que colme los espacios en las redes sociales, pero también permita hacer conciertos presenciales de pequeño formato, en teatros o centros pequeños sin multitud de público, en dependencia de la situación epidemiológica del país.
Culmina Festival de la Trova Pepe Sánchez entre bardos y arpegios
La edición 58 del Festival de la Trova Pepe Sánchez, que comenzó el miércoles último de manera online, conectando el mejor quehacer trovadoresco de su sede habitual, Santiago de Cuba, culmina este viernes con los bardos del resto del país y más allá de fronteras.
Yura López: «El teatro me permite desnudar el alma»
El amor por el arte y especialmente por la actuación la acompaña desde pequeña. Sus padres le leían cuentos, interpretaban canciones y le proyectaban películas en la pared. Poco a poco, la pequeña fue desarrollando una imaginación inusual, y se inventaba sus propias historias y personajes. Con apenas 12 años de edad esta villaclareña se incorporó a un proyecto teatral infantil, y todavía sueña y crece desde la actuación.
Juraysi López Angulo, Yura López, ya es uno de los rostros reconocidos dentro de la televisión cubana. La hemos visto en dramatizados, como Tras la huella, la telenovela Cuando el amor no alcanza, U.N.O, Conciencia, De amor y esperanza, y las películas Ernesto y Red avispa. En 2020 sobresalió por su rol en la serie Lucha contra bandidos: La otra guerra. Su papel de la bandida Ana Luisa impresionó por la fuerza y expresividad. Fueron muchos los aplausos de espectadores y especialistas, incluido el Premio Adolfo Llauradó, que otorga cada año la Asociación Hermanos Saíz.
Graduada de Actuación en la Escuela de Arte Samuel Feijó, de Santa Clara, y más tarde en el Instituto Superior de Arte, en La Habana, esta carismática joven no olvida la influencia de su tía Tatatata (Floralba) para comenzar los pasos en la creación, pues fue ella quien descubrió sus dotes histriónicos y la llevo a la captación de lo que sería el grupo de teatro Soles de Sueño, bajo la dirección de Margot Albares.
“Ella y el escritor Luis Cabrera Delgado me enseñaron el respeto, la disciplina y el amor por el teatro. Con ese conjunto vinieron mis obras iniciales y mi primer premio con el personaje de Tia Julita. Sin darme cuenta, me fui enamorando de la profesión de mi vida”, expresa quien anhela actuar mientras tenga fuerzas para hacerlo.
Respecto a su participación en Lucha contra bandidos…,asegura que ya había soñado interpretar un personaje como el de Ana Luisa. “Cuando fui al casting de la serie no imaginaba su existencia, ni tenía esperanzas de ser seleccionada, porque eran pocos roles femeninos. Me sorprendí cuando supe la buena noticia. Agradeceré siempre a Roly Peña y a Miguel Sosa por la oportunidad.
“Ana Luisa fue un gran reto. Entrené fuerte, a la par de los actores. Eran locaciones complejas, tuve que grabar de noche, cargar un arma casi todo el tiempo y dispararla…, situaciones que me sacaban de mi zona de confort, pero a la vez me hacían disfrutar”, refiere quien adora bailar música de casino y pasar tiempo con su niña.
Según narra, una de las escenas más difíciles para ella fue la que incluyó atravesar un río, “más bien era un pantano, todo el tiempo pensaba en el peligro de quedarme atascada con el fango, pero por suerte lo conseguí en la primera toma”, dice y suelta una carcajada.
Agrega que el equipo logró una buena armonía. “Estábamos a la expectativa, pero confiábamos en el resultado, porque todos en las distintas especialidades hacían un trabajo espectacular, había buenos actores, buen guion, buenos directores…, gran parte de la pelea estaba ganada desde el principio”.
Ahora luce serena, sonriente, en total contraste con aquella bandida que se escurría entre matorrales, que disparaba y hasta mataba. Yura, amante de las pastas, la comida criolla y las excursiones, se define como una persona tímida, tranquila, pero divertida con sus amigos y familiares. “No me gusta llamar la atención en mi vida cotidiana. Siempre digo gracias a Dios que existe el teatro, porque me permite canalizar mis emociones más allá de un personaje, puedo desnudar el alma y sentirme libre.
“Me gustan los papeles que me den la posibilidad de cambiar totalmente, ricos en matices, con un buen conflicto e interesantes por pequeños que puedan parecer, los que me quiten el sueño y me obliguen a superarme como actriz”, refiere esta soñadora.
Devela que se siente muy nerviosa antes de comenzar cualquier actuación, pero luego todo se vuelve mágico, “siempre doy lo mejor de mí y me dejo llevar por las sensaciones, disfruto cada sentimiento, lo vivo al máximo. He aprendido de otros actores, de cada compañero de estudio y los maestros. Entre mis mayores referentes se incluyen Laurita de la Uz, Isabel Santos y Alina Rodríguez.
“La actuación es pasión y reto constante. Trabajo para que ningún personaje se parezca al otro, investigo, me preparo, me esfuerzo, entreno mi cuerpo según el rol que corresponde, pero me siento realmente lista después de haberlo interpretado por primera vez. Me nutro de mis experiencias y las personas cercanas. Soy muy observadora y aprendo de todo para después usarlo. Incluso así, luego de ver el resultado, siento que pudo ser mejor”.
Los gestos reflejan su naturalidad, sonríe, y habla de retos. “En Cuba hay mucho talento joven que se pudiera aprovechar más. Nuestro mayor desafío es hacer un arte entretenido, divertido, visceral e inteligente que también haga reflexionar, y nos conecte de manera más fuerte con el público amante de productos extranjeros”.
Añade que la AHS es muy importante, pues brinda la oportunidad a los jóvenes de hacer realidad sus anhelos y sirve de punto de partida y apoyo, pero debería darse a conocer más, especialmente entre los amantes de la creación”, refiere quien le concede un valor especial al premio Adolfo Llauradó, motivo para seguir en el camino de los sueños.
Casi al final de la conversación comparte su propósito de “actuar hasta ser una viejita y que no me falte el amor del público, ser una gran actriz, trabajar con directores nacionales e internacionales, hacer mucho cine”.
Lisandra Duran: «A veces siento como si las imágenes me hablaran» (+Videos)
Apenas se graduó con Título de Oro en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas en 2013, y ya esta joven comenzaba debutaba en el escenario del audiovisual cubano, con propuestas documentales de gran madurez estética y conceptual. La frescura propia de su edad y un sentido de la elegancia aprehendido entre pasarlas; oxigenan, sin embargo, su obra.
Lisandra Duran Gutiérrez comenzó su carrera como radialista para adentrarse también en el mundo televisivo, vocación que actualmente ejerce dentro del colectivo del Noticiero Cultural de la Televisión Cubana, pero que ha tenido momentos de gran esplendor como reportera, conductora y directora de programas en el canal Telecubanacán en Villa Clara.
“Cuando estaba estudiando la carrera supe que había elegido bien, porque me seguía gustando mucho el periodismo; pero no tenía claro en qué medio quería desempeñarme. Aunque en mi etapa estudiantil realicé en conjunto con algunos compañeros, una serie de cortos que fueron llevados además al lenguaje radial, los cuales abordaron temas como la moda, y el humor en Cuba.
“Al graduarme me ubicaron en la FM Estereocentro en Santa Clara, un medio donde crecí mucho. Recién graduada trabajé como presentadora para una serie de documentales sobre deportes extremos. Me involucré mucho en el proceso postproducción, lo cual me acercó al mundo de la imagen. ¡Y también enfrenté el miedo a las cámaras!, pues durante mi etapa de estudiante me veía a mí misma como una joven introvertida.
“Después de esta experiencia tuve la oportunidad de dirigir un documental sobre el concierto de los Rolling Stone en Cuba, y más tarde presenté otro proyecto a la AHS que obtuvo la Beca El Reino de Este Mundo.”
Estos productos audiovisuales recibieron lauros en eventos importantes de la UNEAC y de la Asociación Hermanos Saíz. ¿Cómo llegas a esos escenarios y qué significan en tu formación como realizadora?
Debido a mi inexperiencia como productora, el documental de los Rolling lo tuve engavetado casi un año. Hasta que en noviembre de 2016 una amiga que trabaja en la UNEAC en Villa Clara me comentó acerca del Festival Santamariare, en la ciudad de Caibarién. A los pocos días me llamó Jorge Gómez, presidente de la sección de audiovisuales de la UNEAC, para comunicarme que había obtenido el premio en Dirección de Programas en la categoría de documentales. Me sorprendí mucho.
Esa experiencia me permitió el intercambio con otros realizadores del país, además me motivó para poner el documental a consideración de la Muestra Joven del ICAIC y el Festival Internacional de Gibara. Para mi sorpresa resultó seleccionado para una exhibición paralela en estos festivales y, además, recibí la invitación de la AHS para presentarlo en Sancti Spíritus, Guantánamo y Baracoa.
Fue una experiencia enriquecedora. Me permitió mostrar mi obra en un espacio de lujo y para un público diverso, pero con gran representación de especialistas y productores del audiovisual. También participé del evento «Voces Cruzadas» en Sancti Spíritus. Pero guardo con mucho cariño una exhibición que tuvo lugar en las ciudades de Guantánamo y en Baracoa. Fue lindo ver la acogida que tuvo entre los seguidores de este género musical, además del intercambio con un público conocedor y ávido de estos temas. ¡Hasta me regalaron un pulóver de los Rolling!
Por aquella época también me entrevistaron para el programa Lente Joven, pero solo se trasmitió en su versión online; y no fue hasta el año 2019 que el Canal Clave lo estrenó en la televisión nacional. De cualquier modo, fue el documental con que me di a conocer como realizadora, y lo agradezco mucho, me dio mucho placer.
Cuéntanos, por favor, acerca de la experiencia de rodaje del corto «Los Rolling en Cuba».
Llegamos a las dos de la tarde a la Ciudad Deportiva dos camarógrafos, un sonidista y yo, con el objetivo de entrevistar la mayor cantidad de personas posibles. Esto no fue difícil pues la gente estaba eufórica con el concierto y recogimos criterios muy diversos, de jóvenes y ancianos, extranjeros y nacionales, figuras públicas como el Guille Vilar – una autoridad–… como medio centenar de entrevistas representativas del público que estuvo allí aquella tarde noche. Para el día siguiente teníamos coordinadas las entrevistas a Frank Delgado y a Juanito Camacho; y como ellos son los especialistas, los escogí como hilo conductor del reportaje. Muchas personas lloraban emocionadas.
Me han hecho críticas, como, por ejemplo, algunos realizadores que trabajan más la experimentación consideran que es un reportaje ampliado; pero considero que lo más importante fue captar la energía del momento, ¿cómo lo ve mi generación?, pero sobre todo, llevar el concierto a las personas que no pudieron disfrutarlo.
Obtienes la Beca de creación El Reino de este Mundo con un proyecto diferente, sustentado en un solo testimoniante y con una estética de lo conceptual ¿Por qué este giro en tu obra?
Evidentemente la formación académica a uno lo marca. Y aunque es algo que a mí me parece muy bien, en algún modo quise asumir el reto de hacer un producto artístico en el que no fuera tan evidente que es un periodista quien está detrás de las cámaras.
Hacía tiempo que tenía en mente realizar un documental sobre el racismo, pero no tenía claro cómo abordarlo, por la complejidad del tema. Había pedido al cantautor Yuri Giralt Barrios sus canciones para la banda sonora del documental que estaba soñando. Pero un día, conversando con él, tuve claro que lo necesitaba como protagonista, porque tiene una obra muy seria al respecto. Se identifica, por supuesto, con la lucha antirracial, porque él mismo y su familia son de raza negra. Además, Yuri Giralt es una persona que constantemente le sale al paso a las actitudes racista que se manifiestan en la sociedad, consciente o inconscientemente. Narrar esta historia de vida, desde su punto de vista, fue muy interesante.
“Cimarrón”, que más tarde obtuvo mención en Concurso Rubén Martínez Villena de Periodismo Cultural, desborda poética y espiritualidad…
Es que cada documental y cada audiovisual, a modo general, tiene su tempo; y yo tenía que hacer un documental que tuviera que ver con su protagonista. Yuri es una persona muy práctica, pero a la vez con un pensamiento profundo, con toda una filosofía de vida y de comportamiento. Todo esto lo expresó en ese conjunto de canciones sobre la temática racial, que, a mi modo de ver, tienen mucho temple, mucha energía. Me esforcé por conjugar la estética, con la música y con el discurso del entrevistado. Por ejemplo, utilizo colores sobrios, planos de detalle.
Hoy día ambos documentales se han transmitido varias veces por el Canal Clave de la TV Cubana.
¿Por qué te interesa el tratamiento de nuestro panorama cultural y, específicamente, temas como la moda, el rock and roll y el racismo, que responden al interés de un público minoritario?
Siempre me ha gustado abordar el mundo cultural porque es muy polisémico, además de que me permite abordar las realidades de mi país de formas muy diversas.
Por otro lado pienso que si voy a emplear recursos y tiempo en la realización de un producto complejo como es el documental, pues lo mejor es abordar temas que tienen menos cobertura en el diarismo de nuestros medios. Además, porque existen hoy día muchos prejuicios, por ejemplo, alrededor de los roqueros, del antirracismo, y del mundo de la moda; y siento que puedo darles la oportunidad a estas personas de hacerse escuchar.
En el mundo del audiovisual te desempeñas, además, como reportera de diferentes medios, conductora y locutora de programas, y guionista de tus propios documentales. En entrevistas anteriores has manifestado que tu trabajo como modelo tributa al resto de tus vocaciones. ¿Te gustaría comentarnos sobre todas estas vocaciones que confluyen en ti?
Lidiar con diseñadores, con fotógrafos y con la industria de la moda en general contribuye al desarrollo del gusto estético, sin lugar a dudas. Que es necesario lo mismo para diseñar ropa, el interior de una casa o un audiovisual. ¡Es crear un ambiente armónico! A esto se suma, por ejemplo, que desde que era estudiante, cuando me hacían fotos a mí o a otra modelo, ponía atención al lenguaje técnico que se utilizaba, el uso de la luz, los encuadres y locaciones.
Todo esto es algo que tú puedes estudiar, pero que con el tiempo lo llevas innato, como una segunda piel. Uno tiene los conocimientos técnicos, pero a veces siento como si las imágenes me hablaran. En un momento determinado me piden cierta música, ciertos planos, determinado tiempo al aire (risas).
Para cambiar estereotipos desde la décima improvisada
Novedosas formas de creatividad artística y de promoción cultural prueban la ingeniosidad del cubano en la actual contigencia epidemiológica.
El programa Al Medidodía en TV, de la Televisión Cubana, puso el pie forzado para que decimistas y repentitas jóvenes de todo el país mostraran su talento y quehacer, a través de la pequeña pantalla.
Rainer Nodal, uno de los exponentes más reconocidos del repentismo de Ciego de Ávila, respondió a la convocatoria del concurso de Cibercontroversias, que organizó Oralitura Habana, el propio espacio televisivo, el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
El resultado: un premio, que el público cubano le otorgó, luego de valorar sus presentaciones diarias, en los duelos controversiales.
Como miembro activo de la vanguardia artística de Ciego de Ávila, Nodal se colocó como uno de los 8 competidores, que durante una semana, elaboraron sus propios vídeos en casa, a partir del pie forzado que el programa les ofrecía.
Midió su capacidad de improvisación con jóvenes talentosos de todo el país, y la suerte le enfrentó también con su hermano Reiber Nodal, que a decir de él es uno de los repentistas de Cuba que más público tiene, ya que es el ganador de todos los concursos de improvisación del país. Ambos ya tenían la experiencia de compartir escenarios en eventos reconocidos de la especialidad como son el Pedro Marrero de Cumanayagua, en Sancti Spiritus, en el certamen que rinde tributo Al maestro Justo Vega, en la provincia Las Tunas, en esta ocasión trataron de aprovechar la experiencia para divertirse como hermanos y artistas de la improvisación cubana.
Rainer confieza que su ascendencia tiene mucho que ver con lo que es él hoy dentro del universo de la décima improvisada, pues proviene de una familia de repentistas, su padre y sus abuelos dedicaron su vida al género y la décima y la improvisación vienen intrínsecas en sus venas.
El joven agradece en su formación al taller de repentismo Raúl Rondón, bajo la égida del profesor Armando López Rondón, quien le suministró las herramientas para sus inicios en el universo de la décima improvisada, también confiesa que cada uno de los repentistas de la provinciatuvo le aportó, pues las experiencias vividas con ellos tributó a su formación como exponente de la especialidad.
Luego de su participación en Mediodía en TV, Nodal asegura que: “…ahora el mayor reto para difundir y compartir el género con los públicos está en cambiar estereotipos, pues la décima en Cuba siempre ha sido valorada como un fenómeno social expresada en zonas rurales y campestres, que solo puede ser cultivada por “guajiros”. La joven generación de decimistas y poetas del país, la mayoría son citadinos, al menos la gran mayoría, y estamos reformulando las propuestas que le lleguen con frescura al público, para despertar interés en el género…”
“El mejor de los premios: la emoción del televidente”
Cada historia simula un hallazgo en su camino, ese donde el aprendizaje es una escalera sin fin que lo ha llevado a escalar altos peldaños en materia de Periodismo, a pesar de haberse graduado hace pocos calendarios en la Universidad de Camagüey.
Con sensibilidad y pericia ha vencido, desde los pasillos de TunasVisión, en las más importantes lides del sector en Cuba. Pero no hay secreto detrás de ello, sino un “vicio” necesario que lo lleva a descubrir rostros e historias, lo mismo durante las coberturas que en cualquier otro lugar. Luego se esfuerza para transmitir a la teleaudiencia, con ingeniosidad y belleza, lo mejor de cada ser humano.
Este hijo adoptivo de Las Tunas (nació en Guáimaro, Camagüey) es, a pesar de su corta edad, el corresponsal nacional del Sistema Informativo de la Televisión Cubana y en innumerables ocasiones el galardón del Festival del medio ha terminado en sus manos, gracias al dominio de géneros como el reportaje, la entrevista y el testimonio.
Gianny López Brito, con solo ocho años de quehacer, ha obtenido lauros como el Premio Caracol de la Uneac, el de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena, así como los también nacionales “26 de Julio”, “Miguel Ángel de la Torre” (de crónica) y “Juan Gualberto Gómez” (de Periodismo).
A propósito de su excelente desempeño y las múltiples guirnaldas que avalan ese camino, decidimos conversar con este joven, devenido también realizador, mientras desentrañamos las vivencias y significados acumulados desde su llegada al canal territorial del Balcón de Oriente.
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¿Qué significado ha tenido en tu vida el telecentro TunasVisión?
Desde el tercer año de la carrera de Periodismo tuve claro que quería trabajar en la televisión. Así llegué aquí y enseguida me enamoró la unidad y el amor con que se labora. Gracias al telecentro he tocado el corazón de la gente al contar historias como la de Marina, la sepulturera; u Orestes, anciano de 80 años que trepaba palmas para cortar el palmiche. He realizado crítica social, acercándome a problemas latentes.
Pero mis premios siempre están unidos a otros colegas, no me canso de repetirlo. Desde que era estudiante y hacía las prácticas en TunasVisión fui eligiendo el personal con que trabajaría a menudo, porque considero que cuando las personas se conocen bien, a la hora de laborar todo fluye mejor.
Además, tuve suerte desde que llegué, pues me pusieron por tutora a Anybis Labarta, que me dio libertad para realizar los trabajos que quería y pude ir perfilando un equipo de trabajo que hoy es prácticamente inseparable. Aun así, a veces me impresiono de lo que he logrado en poco tiempo.
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Cuando descubres una historia, ¿qué elementos te vienen a la mente? ¿Cómo organizas el trabajo para lograr tus objetivos?
Siempre trato primero de conversar con todos, contarles lo que quiero narrar, cómo quiero narrarlo, qué sensaciones deseo trasmitir…, para que el camarógrafo y el editor capten esa esencia y la puedan materializar. Busco que se enamoren de ese sueño como yo.
Si importante es tener la historia, también lo es narrarla de manera atractiva y en ello la fotografía es vital. Después que tienes esos elementos de tu lado, otro paso fundamental es la edición y el montaje, luego llega la música y los efectos.
Me interesan mucho las historias de la gente común, de las mismas personas que comparten conmigo su tiempo cada día en las guaguas, en las calles. Siempre estoy atento a los individuos que tengo a mi alrededor porque en su transitar quizás habita una anécdota interesante para llevar a la pantalla. Las mejores vivencias que he contado llegaron por accidente, precisamente de seres humanos maravillosos que se han cruzado en mi camino
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Posees un apego especial por la temática cultural, ¿por qué?
Sí, siempre he sentido mucha atracción por el periodismo cultural, y aunque oficialmente no ha sido de los sectores que he atendido, me he mantenido cercano a él. Como estamos llamados a hacer un periodismo diferente, que vaya más a la esencia de lo humano para contar historias que conmuevan, llamen la atención y obliguen al espectador a sentarse y disfrutar del material, busco inspiración en esta vertiente aunque esté tratando un tema totalmente distinto. Esa atracción me ha ayudado a encontrar el lado humano y bello de otros aspectos de la vida.
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¿Qué recomiendas al panorama cultural tunero?
Por la cultura en Las Tunas se puede hacer mucho más. A pesar de que tenemos eventos importantes, todavía no se les da la connotación que merecen. En ocasiones, por factores externos, como el Sistema Informativo, donde apartan un poco los materiales enviados desde acá, por ejemplo, los de la Jornada Cucalambeana, cuando debería ser todo lo contrario, porque en este caso hablamos de una de las citas más defensoras de la cubanía.
Pero no son solo cuestiones desde afuera, sino también desde dentro. Se aprecian con frecuencia problemas organizativos, que tienen relación con el trabajo de las personas y el apoyo institucional.
Y como periodistas debemos aportar más. Aunque no resolvemos problemas, sí podemos ponerlos en la realidad, denunciarlos de cierta manera y hacerles comprender a los responsables de esos eventos que la cultura, como sostén de la nación, merece cualquier esfuerzo.
–Los géneros testimonio, entrevista, reportaje y comentario evidentemente te atrapan, con qué palabra los definirías…
Testimonio: Sentimientos
Entrevista: Vida
Reportaje: Esencias
Comentario: Reflexión
–Entre tus más recientes guirnaldas se encuentran los premios nacionales “Juan Gualberto Gómez” (Periodismo) y “Rubén Martínez Villena” (Periodismo Cultural). Coméntame un poco de la muestra con que participaste en ambos certámenes.
En el “Juan Gualberto Gómez” presenté materiales de diferentes géneros; documentales, testimonios, informaciones, historias de vidas… Entre ellos estuvo la crónica Acompañarte, la cual se acerca a la humanidad del cubano que, a pesar de las circunstancias, acompaña a los familiares hospitalizados hasta el último momento, y un reportaje sobre el tiburón ballena aparecido en la costa norte de Las Tunas. También participé con Encajo, un audiovisual sobre el bullying, realizado junto a la realizadora Waldina Almaguer Medina.
En el caso del “Rubén Martínez Villena” competí con un conjunto de obras consumadas junto a Waldina. Por un lado, el reportaje Petit Dancé, que refleja elementos de la cultura haitiana que permanecen vivos y enriquecen el patrimonio de la nación. Por otro, el documental Raíz, inspirado en el grupo portador de tradiciones Raíces Soneras, del municipio de Majibacoa; y Espírita Sesión, un testimonio sobre la dirección en un centro espiritual que funciona en la carretera que lleva hacia el municipio de Jobabo.
-¿Más allá de los premios, qué gratificaciones te ha ofrecido el Periodismo?
A los tres años de desempeño en el canal me llegó la responsabilidad de ser el corresponsal del Sistema Informativo y ha sido un reto hermoso. Pero confieso que al principio sentí mucho miedo, pues Robiel Proenza realizó antes una faena brillante. Sin embargo, me ha ayudado a crecerme y ahí están los resultados.
Me satisface, además, cuando realizo un reportaje crítico, con el que se denuncia una problemática y este contribuye de cierta manera a su solución. También al sentir que mis reportes han alegrado o sobrecogido corazones. Ese es el mejor de los premios: la emoción del televidente.
Y es que al final, más relevante que cualquier lauro, es que cuando vas apretado en la guagua o caminando muy temprano por la calle, un niño, un adolescente o un adulto te diga: “Oiga periodista, cómo me gustó su trabajo”, o “Yo estaba esperando que trataran ese asunto así, que se acercaran a ese tema”. He vivido eso, he tenido tal suerte y es, sin dudas, el premio más importante.
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Si tuvieras que resumir las lecciones que has adquirido con esta profesión, ¿cuáles serían?
Que tienes que superar los miedos, enfrentar los comentarios negativos, tomar siempre lo positivo, lo que consideres útil y constructivo, y seguir adelante. En mi caso, he aprendido a ser cada día más sensible y a entender que no importan los obstáculos; si perseveras puedes lograr las metas y ser feliz.
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Entonces, ¿cuáles consideras que son los ingredientes primordiales para ser un buen periodista?
Ser honrado ante todo, siempre apostar por la verdad y superarse constantemente, pues el reportero que crea saberlo todo y pierda su humildad, también torcerá sus esencias.
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Así es él, todo entregado y profundo, por eso no extraña nada que sea hoy uno de los periodistas cubanos con más aplausos ganados en tan poco tiempo. Gianny López Brito es, sin dudas, un nombre para recordar.
Mesa Redonda: Asociación Hermanos Saíz rumbo a su III Congreso (Video)
El respeto a los espacios públicos culturales y la necesidad de mayor vínculo de la vanguardia creativa con las academias de arte, son algunas de las ideas a debate en el Tercer Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) a celebrarse del 16 al 18 del presente mes, en La Habana.
El espacio televisivo Mesa Redonda, dedicó su emisión del viernes 12 de octubre de 2018 a la organización de los jóvenes escritores, artistas y promotores culturales cubanos, próxima a la celebración de su 32 aniversario.
Cuando las letras recompensan a los jóvenes
Participar en un concurso siempre constituye una vivencia desde la individualidad. Pero luego, los buenos resultados pasan a ser parte del imaginario colectivo. Así sucede con quienes conquistaron este año el Premio David, principal galardón concedido por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) a jóvenes que incursionan en las letras.