Santa Clara
«Santa Canción» y las encendidas manos del recuerdo
Las palabras son atletas en una interminable carrera de relevos. Una te lleva a la otra, la segunda te conduce a una tercera. Por eso me gustarÃa empezar esta presentación con una… Bueno, ya que estamos, mejor con dos: Santa Clara. Y cuando decimos Santa Clara, decimos Longina. Cuando decimos Longina, decimos canción. Cuando decimos canción, decimos trova, que es la canción artesanal, la canción que no tiene, o al menos no deberÃa tener, condicionamientos e imposiciones.
Al hablar de trova también se está hablando de una práctica tan antigua como la literatura. Fernández Retamar solÃa establecer un paralelismo entre la llamada lÃrica y una disciplina futura que, bajo el nombre de guitárrica, estudiarÃa esta expresión en sus vertientes más contemporáneas. Para Yamil DÃaz Gómez, los movimientos trovadoresco y poético integran en Santa Clara dos caras de una misma moneda, o dos monedas de una misma cara, y muestra de esa complementación ha sido el mayor encuentro de su tipo en el paÃs: el Longina Canta a Corona.
Pensar en el Encuentro Nacional de Trovadores de Santa Clara es recordar descargas, confluencias, descubrimientos; es evocar los nombres de quienes han decidido compartir su obra con el público de la provincia (de Cuba, del mundo entero); es lamentar el manto de silencio que se extiende como un sudario sobre festivales verdaderamente valiosos. Pensar en el Longina es recordar la locura de nadar a contracorriente en tiempos que nos lanzan por el barranco de las candilejas.
Todo eso es el Longina, y mucho más, porque la unidad supera a la suma de sus partes. Juan Carlos Travieso y su muy diligente equipo de trabajo lo saben mejor que nadie. Por eso, cuando llega el encuentro, aprovechan cualquier rincón de la ciudad de Santa Clara para grabar entrevistas y conciertos que luego disfrutaremos en el imprescindible espacio televisivo Entre manos. Y quién mejor que Travieso y su equipo para romper (otra vez) la barrera del silencio, para contarnos la historia completa de un encuentro que ha sido escuela de los trovadores del paÃs.
Sucede que no todos los realizadores audiovisuales dedican parte de su obra a divulgar, investigar y hacernos entender el fenómeno de la trova cubana. Quizás por eso no existÃa, hasta hoy, un material que en una hora pudiera mostrarle al espectador la historia completa de lo que realmente ha sido el Longina. Y no el Longina como espada de Damocles que cuelga de vaya usted a saber qué techo, sino un encuentro que se ubica en un contexto determinado y, por tanto, padece muchos de los males que afectan o que son el resultado de su entorno. Un encuentro, en fin, que nos convida a creerle cuando dice futuro.
“El dÃa que se cuente con un poquito más de seriedad, el Longina va a tener que ser Patrimonio de la Cultura Cubanaâ€, dice el trovador Ariel Barreiros en la obra que intentará saldar una deuda ya histórica. Santa canción, además de repasar los momentos más significativos de esta fiesta, se propone diseccionar el presente a partir de las ideas de quienes viven, sueñan, analizan y, sobre todo, defienden la trova, en sentido particular, y la canción cubana contemporánea en sentido general.
Porque ha sido el Longina, con su intención de mejorar los vÃnculos generacionales de los trovadores de nuestro archipiélago, con su tenacidad para organizar un festival en medio del caos de la circunstancia, con su mirada amplia que abarca un paÃs, un continente, un universo de canciones; ha sido el Longina, repito, el evento que ha logrado mantenerse en pie durante más de un cuarto de siglo. No es el único, por fortuna, ni tampoco el primero. Sin embargo, nos abrió un camino.
Pues cuando se habla de trova, hay que hablar de Santa Clara, hay que hablar del Longina. Y ya que vamos a dejarnos arrastrar por las palabras, mejor será que lo hagamos con propiedad después de disfrutar Santa Canción, la historia que Juan Carlos Travieso logró arrancarnos de las oscuras manos del olvido.
Eternamente, Longina
Al recientemente fallecido trovador Pablo Milanés y los cuarenta años del centro cultural El Mejunje estará dedicada esta XXVIII edición del Encuentro Nacional de Trovadores Longina Canta a Corona, que tendrá lugar del 11 al 14 de enero en la provincia de Villa Clara. Asà lo confirmaron en la mañana del pasado viernes, 5 de enero, los miembros del comité organizador Elizabeth Casanova, escritora y actual presidenta de la Asociación Hermanos SaÃz en la provincia, y el trovador Yatsel RodrÃguez.
“Nos hemos propuesto un programa bastante acorde con los tiempos que corren… Igual va a ser un Longina como se acostumbra: bien organizado, bien pensado desde la canción de autor y los espacios más importantes que tiene la ciudadâ€, comentó Casanova en rueda de prensa.
Como ya nos tiene acostumbrados, este año el Longina contará con invitados de reconocimiento nacional como Gerardo Alfonso, William Vivanco, Inti Santana, Adrián BerazaÃn, Erick Sánchez, Ariel Barreiros y Marta Campos. Entre los jóvenes destacan los ya habituales Amaury del RÃo, Jesús Pérez y Leodanys Castellón, asà como Ernesto DÃaz, Yordano Corrales y Mario Sergio Mora. Este último presentará su espectáculo “Para despertarâ€, que incluye el acompañamiento musical del escritor y periodista JoaquÃn Borges-Triana.
En representación de los artistas del patio, participarán los integrantes del colectivo La Trovuntivitis, algunos de los cuales se presentarán individualmente en peñas y descargas, asà como Pedro O´Reilly, VÃctor MarÃn, Yeni Turiño, Yaily Orozco y Alejandra del Risco.
Serán el propio Borges-Triana y la investigadora Yorisel Andino, al decir de Yatsel RodrÃguez en la conferencia de prensa, quienes se encargarán de los espacios teóricos de esta edición del Longina. Estarán dedicados a las figuras de Pablo Milanés y Manuel Corona, aunque todavÃa no se ha precisado el tÃtulo de cada conferencia.
La exposición “Sedimentosâ€, del artista visual Andrés Castellanos, inaugurará el evento en la tarde del jueves 11 de enero. El domingo a las 9:00 p.m., poco antes del concierto de Gerardo Alfonso, se proyectará en la Luna Naranja el documental Santa canción, del realizador Juan Carlos Travieso, en el cual se abordan profunda y crÃticamente los casi treinta años de este Encuentro Nacional de Trovadores, el más importante de su tipo en el paÃs.
Sin contar a Santa Clara, el evento llegará hasta siete municipios de la provincia. Especial relevancia tiene la peregrinación a la tumba de Manuel Corona, que se realizará en Caibarién el martes, 9 de enero, a las 3:00 p.m. Poco después se develará una tarja en la casa natal de quien fuera uno de los máximos exponentes de la trova tradicional cubana, a quien el Longina rinde homenaje desde su fundación.
Entre las principales sedes de la cita en la cabecera provincial, los miembros del comité organizador mencionaron el patio de la Casa del Joven Creador, la sala Margarita Casallas (en El Mejunje), la Luna Naranja y el Museo Provincial de Artes Decorativas.
Arrancó el hip hop a todo tren en Santa Clara
Vuelve a sentirse la música, la improvisación y la descarga en Santa Clara con el inicio, ayer jueves, de la octava edición del Festival de Hip Hop «2 de 10», que se desarrollará hasta el próximo domingo 25 de junio en varios escenarios de la capital provincial.
La GalerÃa Pórtico de la Asociación Hermanos SaÃz (AHS), institución organizadora del evento, fue el punto de partida de las actividades. Una pequeña exposición de cultivadores del género dedicados al diseño y a las artes plásticas, como Luis Miguel Pérez Ibáñez y Léster Cárdenas (Qco el Gancho), amenizada con la música de Dj Dark Marx, constituyó el preámbulo del festival, dedicado en esta ocasión a la figura femenina.
Luego, los participantes, provenientes de varias partes de paÃs e invitadas de México, se reunieron en el concierto de inauguración realizado en el centro cultural Cubo de Luz, de Artex, en el que intervinieron Rafa de la Santa, Lou Muf, Briana Weapons, Dany the Killer, y las raperas mexicanas Rakeima, La Niña del Volcán y Cihua Coatl, entre otros.
La fiesta santaclareña del hip hop continuará este viernes con el taller Lab-oratoria Venga a nosotros el rap, impartido por Cihua Coatl, en la Sala Margarita Casallas, a las 2:00 de la tarde, y la presentación de la Freesh Battle League y Show Case, con Blacc Soul (Artemisa), Confidente (Isla de la Juventud) y Los Compinches, de Pinar del RÃo, en el centro cultural El Mejunje, a las 4:00 p. m.
Esta segunda jornada culminará con un concierto de Queen Anaya, de La Habana; 120, proveniente de Mayabeque, la mexicana Rakeima, y Akkila, de Santa Clara, en el patio de la Biblioteca Provincial MartÃ, desde las 9:00 de la noche, y a las 11:00 p. m., descarga y open mic en el Café Museo Revolución, con Dj Milton McDonald.Â
Homenaje en Santa Clara a las mujeres del hip hop (+ Programa)
Este 11 de agosto de 2023 se cumplirán cincuenta años del nacimiento del hip hop en los Estados Unidos de América. En Santa Clara, una de las plazas más importantes del movimiento en Cuba, sus exponentes tienen muy claro cómo quieren celebrarlo. Por eso del 22 al 25 de junio (de jueves a domingo) se desarrollará en la ciudad la VIII edición del Festival de Hip Hop 2 de 10, organizado por la filial de la Asociación Hermanos SaÃz en la provincia.
El evento estará dedicado a la labor de la mujer en el hip hop. Contará con 12 invitadas: algunas vendrán desde diferentes localidades del paÃs, otras llegarán desde México; todas compartirán su arte con la ciudad. Durante el Festival, ellas serán dueñas del micro, porque se lo merecen y porque tienen mucho que decir. También disfrutaremos de raperos provenientes de La Habana, Mayabeque, Santiago de Cuba, Granma, entre otras provincias.
“Invitamos a varias mujeres, pero no todas pudieron estar aquà con nosotros. Y estas cuatro muchachas (Cihua Coatl, Rakeima, La Niña del Volcán y SofÃa Kowo) fueron las más decididas. Incluso por su paÃs buscaron colaboración con algunas instituciones y contaron con el respaldo de organizaciones feministas en México para poder llegar hasta acáâ€, asegura a la prensa la rapera santaclareña Laura Ofarrill Muñoz, Lof.Mu.
Por su parte, Rafael Sotero Ãguila, Rafa de la Santa, rapero y responsable de la sección de Música de la filial villaclareña, además de organizador del evento, comentó sobre las dificultades que enfrentaron durante los preparativos: “Llevamos años haciendo un festival sin presupuesto, literalmente. Entonces tuvimos que empezar a tocar puertas que nunca habÃamos tocado como Artex y el Fondo Cubano de Bienes Culturalesâ€.
El programa del 2 de 10 anuncia talleres de poesÃa y oratoria, expoventa de mujeres creadoras, conciertos, descargas, exposiciones colectivas. El evento rendirá homenaje al rap, pero también al movimiento hip hop en sentido general, el cual comprende una estética y sobre todo una ética muy bien delimitada.
“Casi todos los años tratamos de que haya una dinámica de talleres, enseñanzas, porque no solo es llegar, cantar, dar tu arte, sino educar al público y que los mismos artistas se nutran de diferentes puntos de vista y diferentes aristas de un movimiento que es bastante amplioâ€, explicó el también responsable de la organización Abdel AsÃs, El Tanque, quien enfatizó que “no es tampoco que el festival margine o sea exclusivo de los raperos y los asociados: todo el que esté interesado en el movimiento puede hacer su presentaciónâ€.
Las principales plazas del evento serán el Centro Cultural El Mejunje, el Parque de las Arcadas, el cabaret El Bosque, el patio de la Biblioteca Provincial José MartÃ, el Café Museo Revolución y el Cubo de Luz.
Del jueves 22 al domingo 25 de junio, cuando empiece a sonar el background del Festival de Hip Hop 2 de 10 en Santa Clara, la ciudad demostrará que su suelo también es fértil para que nazca la amarga pero balsámica poesÃa del rap.
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                💡 FESTIVAL DE HIP HOP 2 DE 10
Villa Clara convoca al Premio Fundación de la Ciudad
Ya es un hecho la convocatoria al Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara, uno de los acontecimientos editoriales más esperados por los escritores de la provincia y un poquito más allá. En esta XXXV edición, se convocará en los géneros de poesÃa, cuento y periodismo; además, se otorgará un premio especial dedicado a Santa Clara, donde el requerimiento no será genérico, sino temático: la propia ciudad.
“No se convocó en teatro, aunque tocaba. Decidimos retirarlo de la convocatoria porque el plan editorial va a ser más reducido en relación a otros añosâ€, aseguró al Portal del Arte Joven Cubano el escritor villaclareño Idiel GarcÃa Romero, director de la Editorial Capiro.
El plazo de admisión vence a las 24:00 del 30 de mayo de 2023. Se entregará un premio único e indivisible en cada categorÃa, que consistirá en 10 000 pesos cubanos. Dicho monto no incluirá el pago por derechos de autor (según la ley vigente), una vez que la obra se publique por Capiro.
Según GarcÃa Romero: “El Premio Fundación de la Ciudad antes se convocaba para autores cubanos residentes en Cuba. Después se abrió para quienes no residÃan en el paÃs, pero muchas veces no podÃan participar en la ceremonia de premiación o en la presentación de sus libros, hecho que afectaba las actividades del programaâ€. Por tanto, se estableció que solamente podrán participar escritores cubanos residentes en Cuba durante el año en curso.
La convocatoria, divulgada el 1 de mayo por el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Villa Clara en su página de Facebook, también explica qué se deberá enviar:
Un correo electrónico con el asunto XXXV edición del Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara 2023, a este correo deberán adjuntarse dos documentos en PDF: uno con la obra, identificado con la palabra OBRA, seguido del tÃtulo y el seudónimo (este documento no debe incluir ningún dato de autor); y otro documento con la plica, identificado con la palabra PLICA, seguido del tÃtulo de la obra y el seudónimo. En la plica se consignará el nombre completo del autor, dirección, número de carné de identidad, teléfono, correo electrónico y un breve currÃculo literario, asà como una declaración de que el libro no está comprometido con ninguna editorial ni participa simultáneamente en otro concurso pendiente de resolución.
Las obras inéditas se deberán enviar al correo capiroeditorial@gmail.com. El formato del documento responderá a los siguientes requerimientos: tamaño carta, a doble espacio, con tipografÃa Arial, 12 puntos, y 3 cm de márgenes.
Las entidades convocantes de la XXXV edición del premio son el Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) de Villa Clara, la Editorial Capiro, la filial de escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de la provincia, la Asociación Hermanos SaÃz y la Casa de Cultura Juan Marinello.
El 15 de julio de 2023 se realizará la premiación durante la celebración por el 334 aniversario de la fundación de la ciudad de Santa Clara.
Convocatoria al Plan Editorial 2024:
Junto a la noticia de la convocatoria al Premio Fundación, el Portal del Arte Joven Cubano supo que la Editorial Capiro convoca, desde el 25 de abril de este año hasta el 30 de mayo, al Plan Editorial 2024 a todos los escritores cubanos residentes en Cuba que deseen participar en el proceso evaluativo con textos inéditos de cualquier género y temática.
Explica Idiel GarcÃa, quien antes de dirigir Capiro estuvo al frente de la editorial Sed de Belleza: “La convocatoria se limitará a autores cubanos residentes en Cuba. ¿Con qué objetivo? Ya nos ha pasado que algunos mandan a evaluar y, después que el libro está listo para imprimir, lo retiran del plan porque quieren publicarlo fuera de Cuba. Eso no quiere decir que renunciemos a publicar a autores que vivan en el extranjero, sino que este tipo de publicación la vamos a hacer por solicitud. Eso nos va a permitir contar con los textos de escritores que no viven aquÃ, pero tienen una obra de valÃa. Sobre todo los villaclareños, que son la razón de ser de la editorialâ€.
Se recibirán originales de los escritores que hayan publicado al menos un libro, no necesariamente en la propia editorial convocante. Los autores inéditos deberán presentar sus obras con una autorización de su Consejo Editorial Municipal.
La convocatoria explica:
Se enviará un correo electrónico con el asunto PARA VALORACIÓN (PLAN EDITORIAL 2024 EDITORIAL CAPIRO), a este correo deberán adjuntarse dos documentos en PDF, uno con la obra, identificado con la palabra OBRA, seguido del tÃtulo y un seudónimo (en la página 1 de la obra aparecerán el tÃtulo, el género, el seudónimo y una sinopsis no mayor de 350 palabras, este documento no debe incluir ningún dato de autor); y otro documento con la plica, identificado con la palabra PLICA, seguido del tÃtulo de la obra y el seudónimo. / En la plica se consignará el nombre completo del autor, dirección, número de carné de identidad, teléfono, correo electrónico y un breve currÃculo literario, asà como una declaración de que el libro no está comprometido con ninguna editorial ni participa simultáneamente en otro concurso pendiente de resolución.
Este año Capiro se compromete a la publicación del libro en formato digital, con el correspondiente pago del derecho de autor en caso de que sea aprobado.
“Este es un plan atÃpico. En 2024 se convoca solo para libros digitales, debido a la situación que hay con el papel. Con esto pretendemos mantener el trabajo editorial, no estancarnos y buscar un alcance más nacional, aprovechando las potencialidades de los libros digitales para la promociónâ€, comenta GarcÃa Romero.
Los originales deberán enviarse al correo capiroeditorial@gmail.com. Los requerimientos de formato son los mismos que anteriormente se mencionaron para la convocatoria al Premio Fundación.
Sobre Capiro y el Premio Fundación
El Premio de la Ciudad (asà se llamó al principio) surgió en 1989 con el objetivo de celebrar los 300 años de la fundación de la urbe villaclareña. Niurka Toledo, Clara Beltrán y Karlowa López —quienes se ocupaban entonces de los talleres literarios— fueron sus principales impulsoras. Los miembros del jurado de la primera edición fueron Félix Luis Viera, Norge Espinosa y Ricardo Riverón. Solamente se convocó en poesÃa.
En su libro 5350 dÃas en la vida de un(a) editor(ial) (Capiro, 2020), cuenta Riverón que los ganadores de ese año fueron los cuadernos Algunas elegÃas por Huck Finn, de Frank Abel Dopico, y Relaciones de Osaida, de Jorge Ãngel Hernández Pérez. “A raÃz de aquel suceso — escribe quien al año siguiente fundará la Editorial Capiro— las autoridades que dirigÃan o atendÃan cultura decidieron darle carta blanca a nuestra petición de crear una editorial para un movimiento que ya rebasaba el estatus aficionadoâ€.
Más de tres décadas después, tanto el Premio Literario Fundación de la Ciudad de Santa Clara como la Editorial Capiro (con el apoyo del CPLL de la provincia, además de otras instituciones) insisten en apostar por la literatura contra viento, marea y falta de papel.
Parafraseando al poeta, esperemos que en el futuro puedan tener mejor suerte imprimiendo.
Santa, clarÃsima canción
Pensar en el Encuentro Nacional de Trovadores Longina Canta a Corona es recordar descargas, confluencias, descubrimientos; es evocar los nombres de quienes han decidido compartir su obra con el público de Villa Clara (quiero decir: del mundo entero); es lamentar el manto de silencio que se extiende como un sudario sobre festivales verdaderamente valiosos. Pensar en el Longina es recordar la locura de nadar a contracorriente en tiempos que nos lanzan por el barranco de las candilejas.
Juan Carlos Travieso y su muy diligente equipo de trabajo lo saben mejor que nadie. Por eso, cuando llega el Longina, aprovechan cualquier rincón de la ciudad de Santa Clara para grabar entrevistas y conciertos que luego disfrutaremos en el nunca suficientemente bien ponderado espacio televisivo Entre manos. Y quién mejor que Travieso y su equipo para romper (otra vez) la barrera del silencio, para contarnos la historia completa de un encuentro que ha sido escuela de casi todos los trovadores del paÃs.
“El dÃa que se cuente con un poquito de más seriedad, el Longina va a tener que ser Patrimonio de la Cultura Cubanaâ€, dice el trovador Ariel Barreiros en Santa canción, el documental que intentará saldar esa deuda ya histórica. La obra, además de repasar los momentos más significativos de esta fiesta, se propone diseccionar el presente a partir de las ideas de quienes viven, sueñan, analizan y, sobre todo, defienden la trova, en sentido particular, y la canción cubana contemporánea (el término es de JoaquÃn Borges-Triana), en sentido general. Cuestión de tiempo para que se anuncie su estreno.
A propósito de Santa canción, las historias que narra y los temas que aborda, el Portal del Arte Joven Cubano conversa con su director, Juan Carlos Travieso.
¿Cuándo empiezas a interesarte por la trova?
“Desde la infancia, pero los dos momentos más importantes en mi vÃnculo con la trova tienen que ver con Argentina: el primero fue cuando vi la pelÃcula Darse cuenta [Alejandro Doria, 1984], que terminaba con la canción `La masa´, de Silvio RodrÃguez. El segundo fue cuando Silvio dio un concierto multitudinario en Buenos Aires, en los 80. Entonces me digo: ¿qué pasa con esta música?, ¿qué tan importante es? y ¿por qué no la conozco? A partir de ahà empezó una motivación por conocer a Silvio y a todos los trovadores de Cuba. Fue tan fuerte que, años más tarde, cuando a partir del 87 comencé a trabajar en una emisora de radio como guionista y director de programas, difundà la trova en mis espacios. HacÃa programas de hit parade, donde colocaba temas de trova aunque no estuvieran en la preferencia generalizada.
“Luego estudié en el Instituto Superior de Arte. Mi tesis fue un documental sobre Frank Delgado, trovador que habÃa descubierto en mis andanzas por la radio, en una época en que su obra no se difundÃa en ningún medio masivo de comunicación. Me fascinaron sus canciones underground, conecté con su discurso, y por eso me propuse hacer ese trabajo. De ahà en lo adelante, mi amor por la trova ha sido totalmente declarado.Â
“Un poco después de que se funda Canal Habana, comienzo a dirigir Entre manos. El programa nació —por cierto— en El Mejunje de Santa Clara. Visité la ciudad, invitado por Yamil DÃaz, para hacer un documental sobre El Mejunje. Pasé como una semana conociendo el lugar, fascinado con todo ese mundo… Por muchas razones, el proyecto no se realizó. Sin embargo, estando en la descarga del jueves de La Trovuntivitis, le digo a Yamil: `no voy a parar hasta hacer en la televisión eso que estoy viendo aquÃ. Me encantarÃa llevar ese espÃritu de descarga a la televisión´. Y asà surge Entre manos, que va a cumplir 15 años al aire y ahora finalmente está realizando el objetivo de llegar a la pantalla de Cubavisión. En eso estamos.
“Bueno, con 15 años haciendo un programa de trova, es muy difÃcil que no conozca a un trovador en la Isla, su obra, su nombre y muchas de sus canciones. Lo mejor es que la trova es una fuente inagotable: cada dÃa aparecen nuevos, cada dÃa aparecen mejores. Una fuente inagotable de la que siempre estoy bebiendoâ€.
¿Cuándo empezaste a asistir al Encuentro Nacional de Trovadores Longina canta a Corona?
“Creo que en 2016 o 2017 nos invitan por primera vez al evento. Incluso, Raúl Marchena y el resto del piquete proponen que hagamos un programa con público. Descubrir el Longina, vivir tantos dÃas de actividades y, a la vez, tener la posibilidad de hacer ese programa, fue una novedad para nosotros. Espectacular, la verdad.
“Desde ese momento aproveché para grabar muchos de los conciertos con la colaboración de sonidistas y realizadores de la provincia. Todo lo que nos ha hecho falta, siempre lo hemos encontrado en esos amigos y colaboradoresâ€.
¿Qué importancia tiene la ciudad de Santa Clara para la trova cubana?
“Bueno, creo que hoy la ciudad es, sin dudas, la cuna de la trova joven. La trova transgresora, que intenta romper esquemas, que busca estéticas nuevas y vÃnculos con referentes de la cultura cubana y universal. En Santa Clara hay un diapasón muy amplio: se pasean por el jazz, el blues, el rap, incluso hasta por el reggaetón. Es un lugar donde todo el tiempo están creando, compartiendo y consultando sus canciones. No viven en una burbuja: siempre se están inyectando vitaminas nuevas al invitar al Longina a creadores de todo el paÃs. Hay eventos en otras provincias que son más parcializados, pero el Longina ha intentado romper esa barrera, con la ventaja de estar en el medio de la Isla, donde el viaje a nadie le resulta demasiado largoâ€.
¿Cómo surge la idea de hacer un documental sobre el Longina?
“Nace de los propios realizadores del festival. En algún momento Yordan Romero y Marchena se sientan conmigo y me hacen la propuesta. Ciertamente, yo tenÃa una buena colección de archivos que me permitÃan ya hacer un balance del evento y no quedarme en las vivencias de un solo año. Cada vez que voy, grabo muchos conciertos y hago muchos programas. Eso me ha permitido hacer un documental lo más equilibrado posible. Después he tenido que acudir a los mismos trovadores, a periodistas de Villa Clara como Hilda Cárdenas Conyedo, quienes me han facilitado materiales de archivo para el trabajoâ€.
En Santa canción prescindes del narrador tradicional y la voz en off para que los protagonistas cuenten su propia historia. ¿Cómo viviste el proceso de montaje?
“Me gusta recurrir a esa estética. Pocas veces, cuando me ha sido estrictamente necesario, he utilizado el narrador. Fundamentalmente trato de que los personajes cuenten su historia. En este caso tenÃa muchas entrevistas: cuando las unÃ, sumaban siete horas. HabÃa para escoger, y eso me permitió darme cuenta de todo lo que me faltaba. También influyeron otros factores en su realización: el hecho de no hacer el trabajo con apuro, el que viniera la pandemia de Covid 19, la posibilidad de entrevistar a algunas de las grandes figuras que habÃan participado en el festival para que me hablaran especÃficamente del Longina… Todo eso llevó a que el documental tuviera testimoniantes de peso como Silvio RodrÃguez, Silvia Pérez Cruz, Pedro Pastor. Pude filmar a muchos trovadores, tanto cubanos como extranjerosâ€.
El documental, además de hablar del Longina, aborda la canción cubana contemporánea y la propia sociedad en la que se desarrolla. ¿DesearÃas que Santa canción propiciara un debate sobre las maneras de optimizar los procesos de promoción y comercialización que giran en torno a la trova cubana?
“Mi propósito no fue nunca hacer un documental que recogiera solamente la historia del evento. Me interesa mucho el porvenir, el futuro, y todo lo que pasa hoy con la trova, que es Patrimonio, pero todavÃa no está lo suficientemente cuidada. Falta mucho para que haya un trabajo consecuente a favor de su promoción y la preservación. Hoy en dÃa los problemas tecnológicos y materiales nos ocupan y complican demasiado el tema de patrimoniar algo. Llevo 15 años realizando Entre manos, y todos los programas que se conservan del espacio es porque los tengo guardados en mi casa o los subà a YouTube. Algunos que se guardaron en el Canal Habana, por ejemplo, se borraron porque dio problemas un servidor. De esos no me quedé con ninguna copia.
“Creo que no ha sido coherente el sistema de conservación de los materiales fÃlmicos. Si hoy uno hace un levantamiento de los documentales que se han hecho sobre la trova, puede que te encuentres cinco o seis, siete, ocho. Y yo estoy seguro de que hay muchÃsimos más. Pero no existe una preocupación por saber dónde están esos materiales, a quién se les dedicó, cuál es el archivo. Todo eso tiene un valor inigualable, y se pierde porque no se le brinda la atención que deberÃa tener. Es lamentable.
“Hoy declaramos a la trova Patrimonio Cultural de la Nación, y puede que existan algunas acciones en las disqueras, en el Icaic [Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos]; pero a nivel de telecentros y trabajadores independientes faltan muchas puertas por tocar. Falta un trabajo sistemático. No puede ser que hoy sÃ, y mañana no. Tiene que ser todos los dÃas y a toda horaâ€.
Una pregunta casi obligatoria: ¿Te sientes satisfecho con el documental?
“Siempre uno se queda con la idea de que serÃa bueno que la gente conectara con la obra. Ahora que estoy terminando el documental —viene un proceso de posproducción; de sonido, sobre todo—, mi sueño es estrenarlo en Santa Clara, por supuesto. No hay sitio mejor para exhibirlo. Lo más importante es que quede como registro, como testimonio, como provocación, incluso, para entender lo que ha venido pasando con la trova y lo que puede significar a nivel internacional.
“Cuando pienso en trova, pienso en la canción de autor: un movimiento que trasciende nuestras fronteras. En esa internacionalización tiene que proyectarse el festival Longina, y cualquier otra cosa que intente mostrar la trova como un fenómeno cultural. Hacia ahà me gustarÃa que apuntara el documental: hacia la idea de que la trova es, como dice uno de mis entrevistados, un suceso que atrae a muchos públicos; y culturalmente deberÃa potenciarse también para el turismo, para lo que de Cuba se enseña al mundo. Generalmente no es asÃ: desde las altas esferas en ocasiones se piensa a los trovadores solo para eventos polÃticos. Sin embargo, existe un trasfondo cultural muy fuerte y muy desaprovechado. Nos hace falta traer gente a la Isla, y la cultura tiene que ser un puente para establecer esos vÃnculos».
Viaje imaginario al centro de la Tierra
Cada vez que escucho el disco, no dejo de imaginar cómo será el concierto de presentación en Santa Clara.
Frente al Centro Cultural El Mejunje, imagino que a las nueve de la noche nos impiden el paso mientras la lluvia nos bendice con una debilidad que no atenúa la impaciencia de los potenciales espectadores.
De repente, silencio: por la puerta aparece uno de los artÃfices del milagro. Dicen —a mà no me crean— que Diego Gutiérrez vino por el placer de regresar al centro de la Tierra. Dicen que en el concierto lo acompañarán Merlin Lorenzo, Rolando Morales, Armando Osuna y Raulito Prieto, además de miembros de La Trovuntivitis y algunos de los autores de los poemas musicalizados en el disco.
Casi a las 10 de la noche entramos a la Sala Margarita Casallas. La lluvia amenaza con volver, pero ahora tenemos un techo para protegernos. En asientos frente al escenario se ubican Edelmis Anoceto, Alexis Castañeda, Ricardo Riverón, Yamil DÃaz y ArÃstides Vega Chapú. Por algún lugar del público vemos a Alain Garrido, YaÃma Orozco, Roly BerrÃo y Leonardo GarcÃa.
Los poetas, que ya no son los veinteañeros o treintañeros de cuando Diego erraba elegantemente por Santa Clara, matando el tiempo y componiendo algunas de las canciones más eminentes de su generación; los poetas, que ya no son los de entonces, comienzan a manifestar la incomodidad y el cansancio de quien hace tiempo desacostumbró su cuerpo a estos lances. Por aquÃ, por allá, se mueven los encargados de ajustar los recién trasladados equipos de audio. Y justo cuando parece que el concierto va a terminar sin haber empezado, aparecen Diego Gutiérrez (nariz de águila, pelo largo recogido en un moño) y su banda.
Para presentar el acto surge de entre la multitud nada menos que Samuel Feijóo, quien vino “de un paÃs lejano […] / con bellas noches / y árboles […] / amigos, / vocesâ€.
Y asà comienza, al menos en mi imaginación, lo que será la presentación del disco Viaje al Centro de la Tierra, musicalización de textos de poetas villaclareños, que tiene como antecedente el concierto Comité Central, realizado en junio de 2008 en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.[1]
Avanza la noche, y Diego invita al escenario a ArÃstides Vega Chapú, quien lee un poema desgarrador, de ritmo diluviano, que pone a todos a sufrir el gran dolor que últimamente nos visita con la insistencia de los malos presentimientos. Acto seguido, Diego canta “Definición del cariñoâ€: “La suerte de tus manos / me está cubriendo el pecho de vicarias, / me está cubriendo el pecho de vicariasâ€.
Asà va recorriendo autores, desde Yamil DÃaz hasta Pedro Llanes, desde Alexis Castañeda hasta Ricardo Riverón, desde Carlos Galindo hasta Edelmis Anoceto. Entonces los poetas por fin entienden, o vuelven a entender, que un dÃa, “sin sospecharlo siquieraâ€, escribieron la melodÃa misteriosa que jamás planificaron para acompañar sus versos.
Y al mismo tiempo que Diego evoca un Ulises que ya no es el de Homero ni el de Dante, porque es el de Edelmis y viene desde la mirada aleccionadora de Penélope, asegura que “nadie te mata, sino la propia gloriaâ€.
“Tu risa de entonces era, / casi anuncio de un conviteâ€, canta Diego, y enseguida pienso en ti, “mi novia primera / —casi alondra, casi beso—â€. Y también pienso en el amigo sincero / que me dio su mano franca.
Luego “pasa flotando en las aguas la casa de la muerteâ€, e imagino que junto a Feijóo (arrinconado en una de las gradas de la sala) se sientan Carlos Galindo, Sigfredo Ariel y Frank Abel Dopico. Este último un poco más cerca de Roly.
En mi imaginación, la incomodidad inicial se trasmuta en calma. La voz de Merlin es un embrujo que de a poco se apodera del ambiente. Armando Ozuna marca el ritmo con una precisión carente de estridencias. Raulito Prieto se muestra seguro tras el bajo a la par que se deleita con cada verso de los poetas homenajeados. Mención aparte merecen los riffs de Rolando Morales, sobre todo cuando interpreta “A many splendored thingâ€, de Sigfredo Ariel. Quiero decir, cuando Diego canta:
Que has sido o eres el amor
el gran amor de dos o tres personas
te lo han dicho en momentos
suficientemente graves
esas dos o tres personas.
Entonces despierto. Entonces descubro que en realidad viajo al centro de la Tierra en el ómnibus que me conduce a Santa Clara. Miro por la ventana. Los campos de mango, las lomas del camino y las pequeñas casitas aisladas se trasmutan en el escenario donde imagino que ocurrirá la presentación del más reciente álbum del autor de “Sabor saladoâ€.
Asà lo imagino todo mientras escucho Viaje al Centro de la Tierra. Asà lo imagino mientras los acordes se apoderan, se van apoderando de esta voluntad de imaginarlo todo. Asà lo imagino mientras deseo secretamente que algún dÃa Diego vuelva a presentarlo en Santa Clara. Quiero decir, que vaya a presentarlo en ese lugar que lo vio nacer por segunda vez. Ese lugar que nos une a todos en procesión milagrosa, en un viaje que va desde la raÃz hasta el mismÃsimo centro de la Tierra.
***
[1] Asà como antecedente de este texto es “Diego Gutiérrez, por el centroâ€, del poeta y ensayista santaclareño Yamil DÃaz Gómez, Presidente de Honor de la 31 Feria Internacional del Libro en Villa Clara.
No importa, otra vez
Ãtaca te dio el bello viaje.
Sin ella no habrÃas emprendido el camino.
Pero no tiene más que darte.
Constantino Cavafis
Jorge Luis Borges —lo ha contado Eduardo Galeano— impartió una conferencia sobre la inmortalidad el mismo dÃa y a la misma hora en que la selección argentina de fútbol jugó su primer partido en el Mundial del 78. En Santa Clara, más de cuarenta años después, al programador de la Jornada “Teatro de la Resistencia o La UtopÃa Cierta†le salió una broma parecida: A la vez que No importa, de la CompañÃa Teatral Mejunje, hacÃa de las suyas en el centro cultural homónimo, el grupo Estudio Teatral representaba al otro lado del parque una obra inspirada en un cuento de Borges.
El tema es que el patio de El Mejunje vibró con el latido de quienes se amontonaron para ver la puesta de No importa, un espectáculo estrenado a finales de 2021, con dirección artÃstica de Adrián Hernández y general de Ramón Silverio.
Porque jamás he simpatizado con las columnas agrupadas en el libro que inspiró la obra (¿Quién le pone el cascabel al látigo?, de Rodolfo Romero Reyes, Nemo), decidà no asistir al estreno. Pero al terminar aquella función, sucedió que mis amigos comenzaron a compartir fotos, videos, mensajes de “No importa†en sus estados de WhatsApp. La obra recibió palabras de elogio en medios provinciales y nacionales, algo que puede— aunque no necesariamente— ser sinónimo de calidad. La CompañÃa Teatral Mejunje la representó en La Habana, Ciego de Ãvila, Bayamo, HolguÃn… Y asà llegamos a la noche del lunes, cuando la Jornada “Teatro de la Resistencia o La UtopÃa Cierta†irrumpió en Santa Clara con la fuerza de lo inesperado.
Poco antes de las 9:00 p. m., la cola para entrar a El Mejunje parecÃa la versión a escala teatral de una feria de fin de año. En el público, lo suficientemente variado como para juntar rostros de pepillas y pepillos con los de esa comunidad “sapinga†a la que orgullosamente pertenezco, habÃa lo mismo trovadores, ensayistas, periodistas, actores, que personal completamente ajeno al mundillo artÃstico de la ciudad. De todo en la casa del señor Ramón. Y fue precisamente Silverio quien leyó, justo antes de presentar la obra, las palabras que saludaron el comienzo de la Jornada.
No importa —sospecho que inspirada en referentes de tan variada calidad como Regreso a Ãtaca, del cineasta Laurent Cantet; No tengo saldo, del grupo Teatro del Viento y el libro (en este caso, referencia declarada) ¿Quién le pone el cascabel al látigo?, de Nemo— se vale del pastiche para entregarnos un producto acabado, equilibrado, hilarante. Una función que no subvalora la inteligencia del espectador ni busca forzar su emotividad con un sentimentalismo porno.
Para no meterme en el terreno pantanoso y por mà desconocido de la crÃtica teatral, mejor les diré que No importa forma parte de las representaciones artÃsticas que está generando un contexto signado por el hierro candente de la emigración. Cuando se lea este presente como pasado, habrá que analizar producciones tan disÃmiles como reggaetones, sones, boleros, rocanroles, novelas, cuentos, poemas, documentales. Y habrá que detenerse obligatoriamente en la aplastante popularidad de No importa, asà como en su incisivo abordaje de la crisis migratoria.
Dice el escritor argentino MartÃn Caparrós: “Un migrante es alguien que se escapa: se desespera, se va a buscar sus esperanzas a otra parte. Nadie deja su lugar si su lugar lo satisface. No hay mejor evidencia del fracaso; no hay peorâ€. Soy de los que considera que la emigración responde a una determinación polÃtica, como también su contrario: la permanencia (voluntaria o involuntaria) en el espacio concreto del lugar de origen. No importa recoge estos debates, los procesa y devuelve a un espectador quizás por primera vez consciente de la realidad que está sufriendo.
Y lo hace con el tono cabaretero, carnavalesco, que tanto éxito de público (y de crÃtica, dicho sea) está alcanzando en grupos de teatro como El Portazo. Se apoya, además, en parlamentos correctamente seleccionados del libro de Romero Reyes. Las columnas que no lograron sacarme una sonrisa en mi condición de lector, se vuelven carcajada explosiva gracias a la actuación de Leisy DomÃnguez, Lizandra MartÃn, Yuniesky Bermúdez y Adrián Hernández.
Su estreno ocurrió justo antes de que empezara este nuevo éxodo masivo, que ha potenciado el impacto de la puesta en la medida en que se han ido sumando números frÃos a la estadÃstica del desastre. El espectáculo analiza el conflicto entre arraigo y desarraigo, asà como la necesidad que sienten los jóvenes por abandonar la idea de un proyecto colectivo para buscar un escape individual. Su fuerza radica en el descarnado tratamiento de la actualidad cubana, sin caer en el panfletarismo, la barricada, el mensaje extremadamente directo, el post de Facebook escrito en mayúsculas y con errores de ortografÃa. Su debilidad, en el frecuente manejo de códigos cerrados, que limitan el alcance de un mensaje universal.
Excepto el juego de La Botellita, que me pareció extenso e innecesario, asimilé con fortuna cada escena. No importa se vale de pocos recursos, pero los aprovecha inteligentemente. Todo el tiempo el espectador (¿deberÃa hablar por mÃ?) se mantiene en estado de tensión, pues no sabe por qué camino lo conducirá el siguiente diálogo. A fin de cuentas, hoy casi cualquiera puede mirarse en el espejo de una obra como esta. Y es un espejo afilado, no recomendable para quienes utilizan máscaras fuera del teatro.
“Los jóvenes admiradores de Cavafis —lo ha contado Margarite Yourcenar— se desilusionaron al descubrir que los gustos literarios del poeta eran más atrasados que los de ellosâ€, escribe Jorge Fornet en Salvar el fuego. Y aunque estamos, o podamos estar, en presencia de un caso similar con esta función y algunos de sus referentes (salvando, más que el fuego, las distancias), pienso que la desilusión podrÃa nublarnos el disfrute de un trabajo valioso, donde la carcajada y el llanto se alternan para removernos la imagen que hasta entonces habÃamos tenido de Cuba, del mundo. En fin, de todo aquello que verdaderamente importa.
Indagaciones al olvido
En Santa Clara, ciudad sin mar, todos los dÃas se multiplican los acontecimientos artÃsticos. Cada mañana, cada tarde y cada noche tropezamos con avalanchas de informes que demuestran la efervescencia creativa de una urbe que se desvive por las artes. Las noticias de hoy sustituyen a las de ayer, como las de ayer sustituyeron a las de antier y las de mañana lo harán con las de hoy. Pero, ¿dónde encontrar un periodismo cultural que articule elementos, historias, fuentes en apariencia inconexos?, ¿dónde uno que rescate el pasado? Hasta con eso cuenta la más letrada de las ciudades del centro del paÃs.
Villa Clara, especÃficamente Santa Clara, acoge revistas que abordan lo cultural desde concepciones nada superficiales o limitadas. También puedo nombrar una interesante página de la editora Vanguardia donde jóvenes periodistas intentan, con audacia y rigor, la crÃtica de arte; asà como el periodismo que se publica en libros, aunque más bien debo decir: los libros que reúnen textos de género periodÃstico.
Los premios Fundación de la Ciudad de Santa Clara en el apartado de Periodismo dan buena cuenta de la salud de esta modalidad literaria (sÃ, dije literaria) en la provincia. Hace poco leà uno (otro) de ellos: Introspección detrás del olvido (Editorial Capiro, 2019), del poeta, crÃtico y ensayista Alexis Castañeda Pérez de Alejo y, como agradecimiento al buen rato que pasé consultando sus casi 130 páginas, me propuse escribir esta reseña.
Castañeda, graduado de Historia y Ciencias Sociales por el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, se ha dedicado a historiar los pequeños grandes acontecimientos de la Villa Clara de otros tiempos, y un poquito más acá. Su trabajo como promotor del Centro Cultural El Mejunje le ha permitido convertirse en una suerte de cronista del lugar y sus alrededores. Asà lo demuestra en Yo simplemente hago o La Aventura de El Mejunje (Sed de Belleza, 2001) y La vena del centro. Trova santaclareña (Sed de Belleza, 2010).
Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara en 2018, Introspección detrás del olvido llama la atención desde la cubierta. Y lo hace con una obra de Susana Trueba VeitÃa que recrea el centro neurálgico de la urbe santaclareña: el parque Leoncio Vidal. Aunque difÃcilmente podrÃa pensarse en una ilustración más apropiada si se pretende reflejar la cultura santaclareña en todo su dinamismo, hay que decir que la idea no es del todo original, pues ya existe un tÃtulo (al menos, que yo conozca) con similar diseño de cubierta: Después del huracán (Sed de Belleza, 2007), de Yamil DÃaz Gómez.
“De todos los libros que ha escrito Alexis Castañeda, tal vez este sea el más Ãntimo, el más enfebrecidoâ€, asegura el poeta y narrador Geovanny Manso en su reseña “Memoria y más memoria en Introspección detrás del olvidoâ€. Se trata de un volumen asimétrico, con una primera parte breve, personal, integrada por crónicas que funcionan como cuchillas que van abriendo la carne donde habita el olvido, y otra de carácter testimonial, más extensa, que podemos identificar como la esencia de las intenciones del volumen.
Sobre la primera parte, “Historias de pasión y credoâ€, diré que me impresionaron las crónicas “Elena Burke en El Mejunje cantando, cantandoâ€, “Alcides y Silverio cabalgan en un caballo de palo†y “Meme SolÃs: la dicha de poder soñar y amarâ€. Los textos que menciono tienen en común —además de la batalla contra la desmemoria, presente en todo el volumen— la capacidad de concentrar la energÃa evocadora en un pequeño punto del recuerdo, para de esa manera transmitirnos un relato con sabor a bolero de victrola, copa rota y mucha, muchÃsima nostalgia.
La curva de intensidad dramática de la primera sección está correctamente diseñada: va subiendo en “Los villareños siempre cumplen su parte†y “El valor de una mañanita de eneroâ€, llega a un pre-estribillo/pre-clÃmax con el trabajo sobre Luis Carbonell, explota en un coro integrado por Elena Burke, Rafael Alcides y Ramón Silverio, desciende con el trabajo sobre el Centro Experimental de Teatro de Las Villas y vuelve a ascender con El Pamperito y Meme SolÃs, para entonces terminar arriba, muy arriba:
Perdona este destilar, pero aquà en Santa Clara las mañanas de domingo son demoledoramente lentas, y nos vamos arrimando a ese rinconcito llamado nostalgia. Espéranos, Meme, que con muchos otros nos encontraremos en un “nuevo amanecer†y tendremos “otra vida para darla nuevamenteâ€, pues a mà también “me ha crecido el corazón para anidar las ilusiones que anhelaba†y no dejaremos que muera “la dicha de poder soñar y amarâ€.
La segunda sección de la obra se me antoja fácil de entender y difÃcil de explicar. Intentaré aproximarme diciendo que se trata de la historia de alguien o algo a partir de la voz de un testigo privilegiado. En el caso de “Juanito Sarmiento. Pasiones en la arenaâ€, el entrevistado narra únicamente su vida, pero en realidad está hablando de lo mismo que todos los testimoniantes del libro: de las injusticias del olvido.Â
Qué, si no eso, nos revela Osiris Aguiar Valdés cuando recuerda al invisibilizado Meme SolÃs; MarÃa de los Ãngeles GarcÃa cuando evoca al maestro Raúl Ferrer; Juan Campos cuando nos refiere los pormenores de un tiempo en que Fernando Borrego todavÃa no era Polo Montañez; Juan Manuel O´Farril cuando extraña sus tragos compartidos con grandes de la música cubana; Eusebio Guerra cuando rescata los años perdidos del cabaret Venecia; Roberto Pérez Elesgaray cuando dibuja el boceto de lo que fue y pudo ser el grupo RaÃces Nuevas, de Pucho López; Elena O´Farril cuando dice, justo al final del libro: “Doris [de la Torre] era mi hermanaâ€; ValentÃn DÃaz Contreras, El Diablo, cuando asegura que “en el entierro del Benny, el 20 de febrero de 1963†hizo un compromiso “allà en su tumba, que iba a seguir su legado, cantando sus cancionesâ€, y eso lo ha cumplido.
No creo que pueda ser justamente valorado en el breve espacio de una reseña cuánto contribuye al rescate de la historia cultural de Santa Clara un libro como Introspección detrás del olvido. “Quizás la motivación de fondo sea intentar corregir un error del pasado, hacer justicia. Acaso una pulsión justiciera sea lo más caracterÃstico de estos textos diversosâ€, explica en el prólogo el crÃtico Dean Luis Reyes.
Por eso agradezco esta obra, que transita silenciosa, sin llamar la atención sobre sà misma, por una autopista de eventos culturales que seguramente olvidaremos mañana. Una autopista que espera por que los Alexis Castañeda del futuro realicen el trabajo que hoy algunos (no los suficientes) se deciden a emprender: el de rescatar el pasado con nuevas e imprescindibles indagaciones al olvido.
«Longina»: Hasta pronto diosa de lira e inspiración
Durante cinco dÃas Santa Clara celebró la reciente edición del Encuentro Nacional de Trovadores Longina canta a Corona, en esta ocasión dedicada a Lázaro GarcÃa, a los 50 años del Movimiento de la Nueva Trova y los 25 de La Trovuntivitis. De todas las regiones del paÃs llegaron cantautores a celebrar un estilo de vida único, una idea del mundo fundamentada en la canción como elemento esencial de todo lo que nos rodea, una corriente ideo estética, un sentimiento.
El dÃa 5 se abrÃan las puertas a los invitados del “Longina†en la Casa del Joven Creador de Villa Clara. De las paredes del patio colgaban los cuadros de la exposición del cantautor Leodanys Castellón, quien realizó y agrupó un conjunto de retratos digitales a exponentes de la trova cubana de todos los tiempos. Yasmany González, escritor y actor “pinaclareñoâ€, dijo las palabras de presentación e invitó luego al propio Castellón para que compartiera su obra musical con los presentes. Cantaron, además, Jesús Pérez y Pedro Zapata, como estaba previsto en el programa; sin embargo, las ganas de trovar subieron al escenario a Nelson Valdés, Amaury del RÃo, Ariel Barreiros, Freddy Laffita, Alain Garrido, asà como al poeta y repentista Marcos David Fernández, el QuÃquiri de Cisneros.
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Desde el inicio, el Centro Cultural El Mejunje estuvo a la altura de sus mejores tiempos. En los últimos meses la peña La Trovuntivitis habÃa vivido algún que otro momento de declive. La ausencia temporal de trovadores importantes, los problemas con el audio y la energÃa eléctrica, por solo mencionar las razones que conozco, amenazaban con pasarle la cuenta a un espacio icónico de la ciudad. Pero La Trovuntivitis, ya lo sabemos, retrocede únicamente para coger impulso. En esta ocasión la presencia de YaÃma Orozco, Yordan Romero, Leonardo GarcÃa, Roly BerrÃo, Yatsel RodrÃguez, Alain Garrido, Michel Portela y Migue de la Rosa, regaló a los presentes una peña para el recuerdo. Y entre canciones, risas, bailes, invitados, más canciones, improvisaciones, controversias, nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres, y juntos al amanecer nos encontró la Luna.
Uno de los periodistas culturales más importantes de Villa Clara, Alexis Castañeda Pérez de Alejo, fue el responsable —en la tarde del viernes 6 de enero— de presentar la ponencia “La Trovuntivitis: algo más que 25 años de historia de cancionesâ€, en la sala Margarita Casallas del propio Mejunje. Como aseguró Castañeda, actualmente existe una necesidad ineludible de estudiar en profundidad un fenómeno tan peculiar como La Trovuntivitis, extraña cofradÃa de cantautores que durante un cuarto de siglo no han dejado morir el fuego de la canción de autor cubana. El responsable de libros como La vena del centro. Trova santaclareña (Sed de Belleza, 2010) e Introspección detrás del olvido (Editorial Capiro, 2019) se refirió también a la importancia de la relación estrecha que existe entre poetas y trovadores en la ciudad de Santa Clara, un fenómeno que funciona, al decir de Yamil DÃaz, como dos caras de una misma moneda o dos monedas de una misma cara.
Ese dÃa se desarrollaron, respectivamente, los conciertos del Dúo Fábula y Maikel Mora, en la Sala Margarita Casallas, y el de la peña La Caña Santa junto al grupo D´Cuba, en la Casa del Joven Creador. Me gustarÃa que en próximas ediciones La Caña Santa pudiera disponer —porque desde hace años lo merece— de un concierto programado para alguno de los horarios estelares del Longina.
El Parque de Las Arcadas se hizo eco, a las 9:00 pm, de las voces de Eduardo Sosa y José Aquiles. El primero, con sus excelentes cualidades interpretativas, recordó muchas de las grandes canciones de la Trova Cubana, recientemente declarada Patrimonio Cultural de la Nación. El segundo, con una obra no muy conocida por el más joven público santaclareño, aunque muy admirada por los creadores de la ciudad, dejó en los asistentes las ganas de buscar y disfrutar un repertorio que espera, escondido pero vibrante, un más que necesario redescubrimiento futuro.
Junto al aprovechamiento de la todavÃa inconclusa Luna Naranja, uno de los mayores aciertos de la presente edición del Encuentro Nacional de Trovadores Longina canta a Corona fue, sin duda, el haber traÃdo a escenarios santaclareños a varias generaciones de creadores de las provincias orientales del paÃs. La noche del viernes, por ejemplo, se iluminó con un concierto de artistas mayoritariamente tuneros: Amaury del RÃo, que además de su proyección escénica, su aprovechamiento de códigos y estilos de la música rock y una voz que lo distingue de entre todos los intérpretes de su generación, cuenta ya con un repertorio sólido, maduro y atrevido; Jesús Pérez, una de las voces más dulces de la reciente hornada de cantautores cubanos; Richard Gómez, trovador de una amplia carrera, pero no tan conocido por estos lares; el manzanillero José Alberto Sánchez, con una obra que ya despierta respeto entre los grandes exponentes de la canción cubana contemporánea y, para finalizar, el inefable Freddy Laffita, creador que desde hace años se ha convertido en imán para trovadictos de todo el paÃs a fuerza de parir canciones que no se parecen en nada a nadie, pero que tienen mucho de Vallejo y mucho del rock que tanto influyó a lo mejor de la trova cubana desde los años 60 hasta la actualidad.
El sábado 7 de enero, la sala Margarita Casallas de El Mejunje acogió la conferencia sobre el trovador cienfueguero Lázaro GarcÃa a cargo del crÃtico e investigador musical JoaquÃn Borges-Triana, quien se valió de su amplio y profundo conocimiento de la canción de autor en la Isla para situar a Lázaro en el lugar que merece: junto a los grandes de nuestra riquÃsima historia musical. En poco más de una hora, Borges-Triana demostró cuán justificado es el respeto que sintieron y sienten por este trovador sus compañeros de generación, integrada nada menos que por Silvio RodrÃguez, Pablo Milanés, Vicente Feliú, Sara González y Augusto Blanca, entre otros.
La celebración por la declaración de la Trova Cubana como Patrimonio Cultural de la Nación ocurrió en el patio de la sede provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. El acto contó con la participación—y perdonen mi estilo notarial— del TrÃo Palabras, Juan Campos, Yudi Herrera, La Trovuntivitis, Augusto Blanca, entre otros. La Trovuntivitis recibió, casi al finalizar la actividad, la importante distinción El Zarapico.
A las once de la noche vivimos, como en la edición pasada, el concierto de los cienfuegueros Ariel Barreiros, Nelson Valdés y el QuÃquiri de Cisneros. La presentación compensó la falta de novedad con un espectáculo bien estructurado. Esas joyas de la canción cubana que son los temas de Ariel Barreiros, la fuerza interpretativa y calidad compositiva de Nelson Valdés, asà como las décimas del prodigio de veinte años que todos conocemos como “El QuÃquiri de Cisnerosâ€, sin duda uno de los grandes repentistas de Cuba, brillaron en un concierto que reunió a un público numeroso en La Luna Naranja.
Asimismo, el evento llegó hasta el Museo de Artes Decorativas, y allà se pudo disfrutar de la explosión artÃstica incontenible que identifica la peña del trovador Rolando BerrÃo. La argentina Adriana MartÃnez y el holguinero y fundador del Movimiento de la Nueva Trova Augusto Blanca, artistas invitados al espacio, regalaron una muestra de sus repertorios. “Amenazo con volverâ€, bromeó Augusto Blanca al despedirse.
Roly BerrÃo compartió, mientras lo permitió la lluvia, algunas de sus excelentes creaciones. Su espectáculo es uno de los más atrayentes, como se reafirmó en esta edición XXVII del festival. En uno de los momentos finales de la actividad, varios trovadores cantaron “Gracias a la vidaâ€, de Violeta Parra, como una manera de decir también: “¡Gracias a la trova!â€.
La Luna Naranja, frente al Parque de Las Arcadas, fue el lugar de cierre del Longina canta a Corona. En esta ocasión, como en la edición pasada, fue Polito Ibáñez el encargado de abrir las primeras horas de la clausura. Los temas de Polito forman parte de lo mejor de la canción cubana contemporánea. Sin hacer concesiones de ningún tipo, el cienfueguero de nacimiento logró que muchas de sus creaciones se volvieran hits todavÃa coreados y venerados por cubanos de todas las edades, como se pudo ratificar esa noche.
Tanto él como Hansel Arrocha, la guitarra prima, se encontraban mal de salud desde antes de empezar el concierto. En esas condiciones iniciaron y terminaron su sencilla pero genial presentación.
El cierre estuvo a cargo del trovador Yatsel RodrÃguez, presidente de la Asociación Hermanos SaÃz en Villa Clara, junto a Yeni Turiño, una de la figuras más prometedoras de la actual generación de trovadores cubanos. Luego comenzaron a sumarse intérpretes como Leodanys Castellón, Ernesto González Choy, Juan Pablo Palmero, el CÃrculo de Tiza, entre otros, para asà articular una descarga final que supo estar a la altura de un evento decoroso, aunque discreto, si tenemos en cuenta factores como: la situación económica del paÃs, el poco o nulo apoyo de organizaciones que antaño habÃan acompañado más al “Longinaâ€, el pobre trabajo de difusión en plataformas digitales y la no realización de un concierto homenaje a Lázaro GarcÃa en el que todos los trovadores participaran, como acertadamente se hizo el año pasado con MarÃa Elena Walsh.
También se aprovechó la ocasión para homenajear a destacados cantautores con la entrega de la Moneda conmemorativa Aniversario 50 del Movimiento de la Nueva Trova cubana.
En la última jornada un grupo de artistas viajó hasta el municipio Caibarién, para rendirles merecido tributo a Manuel Corona y Longina O´Farrill. La peregrinación es uno de los momentos más significativos, además de una tradición que, en la medida de lo posible, siempre se ha tratado de respetar.
Parafraseando a Yordan Romero: “Los trovadores son mortales, pero la trova cubana es eternaâ€. El mejor ejemplo de ello sigue siendo este legendario Encuentro de los artistas de la pluma y la guitarra, porque si algo pudo demostrar la actual edición es que sigue estando en la cima de los festivales de trova del paÃs, ¿o no?