Premio Rubén Martínez Villena
¡El Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena ya tiene sus ganadores!
¡Estamos emocionados de anunciar a los ganadores del Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena! Este evento, que este año contó con una edición de lujo centrada en la crítica cinematográfica y audiovisual, ha sido un verdadero éxito gracias al talento y la pasión de todos los participantes.
Después de revisar unas 200 obras y trabajos presentados, el jurado ha seleccionado a los siguientes participantes como los ganadores en sus respectivas categorías:
PERIODISMO IMPRESO:
Premio: Lorena Alemán Massip
Menciones: Nailey Vecino Pérez
Raúl Escalona Abella
Vanessa Pernía Arias
Sofía Miragaya Bacallao
PERIODISMO RADIAL
Premio: Oscar Salabarría Martínez
Menciones: Haylem Barroso Lamela
Rey Luis Correa Fonseca
PERIODISMO AUDIOVISUAL
Premio: Sergio Eguino Viera
Mención: Bernard R. Cabrera
PERIODISMO HIPERMEDIA
Premio: Rossana Maritza Rodríguez Ramos, Claudia Arias Espinosa, Donarys Cruz Cruz, Gabriela Orihuela, Félix Javier Batista Del Valle.
Menciones: Dailene Dovale de la Cruz
Talía Fuentes Puebla y Angélica Arce Montero
El jurado, compuesto por destacados profesionales del periodismo y la crítica cultural, incluye a personalidades como Joaquín Borges Triana, Sahily Tabares Hernández, Karen Brito, Yunier Riquenes García y Abel Rosales, quienes aportan su experiencia y conocimientos en sus respectivas especialidades.
«Joaco», quien preside el jurado y especializado en música, es redactor en la revista El Caimán Barbudo y colaborador en medios como La Jiribilla y Juventud Rebelde. Sahily Tabares Hernández, reconocida docente de Periodismo Impreso en la Universidad de La Habana y periodista de la revista «Bohemia» y Radio Progreso, se encarga de evaluar los trabajos en su especialidad.
La realizadora Karen Brito, conductora de «La pupila asombrada» en la Televisión Cubana, evaluará los trabajos de Periodismo Audiovisual. Por su parte, el narrador y escritor Yunier Riquenes García, cofundador de Claustrofobias Promociones Literarias, estará a cargo de evaluar las obras en la categoría de Periodismo Hipermedia.
Durante el evento, Abel Rosales, reconocido realizador radial, analizó las obras presentadas en la categoría de Radio. Rosales, conocido como «Abelito», trabaja en Radio COCO y Radio Habana Cuba, además de impartir clases en el Centro de Estudios de Radio y Televisión.
La jornada incluyó talleres e intercambios con destacados investigadores, artistas y profesionales de los medios de comunicación. Destacó la conferencia magistral de Rafael Grillo, editor de la Revista El Caimán Barbudo, así como el intercambio con el realizador audiovisual Roly Peña y el encuentro con el cineasta y guionista Alejandro Gil en la Sala Alfredo Guevara del Pabellón Cuba, donde se proyectó el largometraje de ficción Línea Roja.
Además, los participantes asistieron a un panel sobre la crítica audiovisual en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, con la participación de Mario Masvidal, Luciano Castillo y Ángel Ernesto Pérez.
En este último día destaca el taller sobre buenas prácticas en la crítica cinematográfica y audiovisual que impartirá Yuris Nórido, así como el intercambio con los miembros del jurado.
El Taller y Concurso es una oportunidad que permite visibilizar el potencial creativo de jóvenes talentosos en el ámbito del periodismo cultural, brindándoles la oportunidad de dar a conocer su trabajo y recibir reconocimiento por sus esfuerzos. Asimismo, promueve la participación activa de la juventud en la creación de contenidos culturales y en la construcción de una sociedad más informada y crítica.
En resumen, el «Rubén Martínez Villena» es una de las iniciativas más valiosas que impulsa el desarrollo de capacidades periodísticas en el ámbito cultural y promueve el enriquecimiento de la cultura y el pensamiento crítico en la sociedad.
Desafíos urgentes y certezas cotidianas del periodismo cultural 2.0
Como una oportunidad para reflexionar en torno a las dinámicas del periodismo cultural en plataformas digitales calificó Yasel Toledo Garnache, periodista y vicepresidente de la AHS, el foro online “Periodismo cultural 2.0: Entre desafíos y certezas”, realizado desde el Portal del Arte Joven Cubano, sitio web de la Asociación, como parte del Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena.
Varias preguntas motivaron el diálogo entre los participantes e invitados, entre ellas: ¿Cómo aprovechar más la gramática hipermedial en función de nuestros contenidos? ¿Cómo nutrirnos mejor de las oportunidades de intercambios constantes? ¿Qué tan pertinente es el ejercicio de la crítica responsable en sitios digitales, redes sociales y otros espacios? ¿Qué elementos son indispensables para considerar el reflejo de sucesos relacionados con el arte y el ejercicio de la opinión como periodismo cultural? ¿Qué tan importante es el periodismo especializado en temática cultural a nivel internacional y particularmente en el contexto cubano?
“Los periodistas en temas culturales tenemos varios retos en cuanto a forma y contenido. Pensar el relato periodístico no solo como un texto o un material sonoro o audiovisual asilados sería un primer paso. Incluir una estrategia coherente en consonancia en las plataformas de redes sociales digitales podría ser otro. Pero no termina ahí. ¿La innovación dónde la dejamos? ¿De qué forma se sustenta ese trabajo innovador y creativo? ¿Qué recursos materiales y humanos se precisan para que los medios de prensa lleguen a audiencias y públicos sometidos a constantes estímulos y que su atención es ahora más difícil de tener?”, comentó Dailene Dovale, profesora y periodista premiada en la anterior edición del “Martínez Villena”.
“El otro gran reto que no podía faltar –añadió– es el temático. ¿De qué cultura se habla? ¿Ahí caben los podcast, los youtubers, los tiktokers y la cultura del remix en general? ¿No resultaría interesante una crítica profunda hacia estos contenidos que consumen los más jóvenes y que son precisamente los más ausentes en estos análisis? Del otro lado, alejado de las redes y de las polémicas digitales, qué mirada le dedicamos a los proyectos culturales comunitarios, a los proyectos feministas y antirracistas, a los que tienen un mensaje revolucionario y emancipador”.
La necesidad de herramientas para realizar buen periodismo cultural, la estimulación del ejercicio de la crítica cultural fundamentalmente en los espacios televisivos, el análisis coherente de los procesos culturales, el aprovechamiento al máximo de los recursos de la web, pues “se sigue pensando sobre todo en lo tradicional y volcando eso a plataformas digitales”, entre otros temas, generaron las opiniones y estimularon el diálogo en este foro online.
Paquita Armas Fonseca, reconocida periodista, crítica de televisión y miembro del jurado, subrayó: “Lo digital y estar en las redes no es hipermedia. ¿Qué es cultura o no dentro de las nuevas tecnologías? Es una pregunta que me sobrepasa. Francis Fort Coppola dijo hace 20 años que le preocupaba que con efectos especiales, cualquier mediocre podía hacer un cine popular. Ha sucedido, pero él mismo usando esas herramientas armó su espectacular Drácula. Fuera de las redes está la vida real, donde se pinta, se baila y no tiene por qué llegar a las redes. Nunca podemos olvidar esa vida de la que somos deudores y posibilita lo artificial”.
Por su parte, el joven periodista Darío Alejandro Escobar de El Caimán Barbudo destacó que “todavía se sigue reseñando poco y muy superficialmente, encontramos muy pocos textos o materiales profundos sobre los temas de cultura urbana (reggaetón, rap, música electrónica, break dance, música experimental) o de las culturas populares, digitales, religiosas o folklóricas”.
“El trabajo del crítico como curador de productos culturales es muy poco respetado no solo a nivel monetario, sino también a nivel institucional. Además, el trabajo de un crítico/creador/curador lleva mucho estudio y la relación esfuerzo-beneficios está muy desbalanceada. El problema de no tener en nuestros medios de comunicación a críticos sistemáticos y serios (hay sus excepciones, por supuesto) es que las audiencias pierden la posibilidad de conocer muestras de lo valioso de la cultura local, nacional y a nivel global”, añadió.
En un debate que continuó en el grupo de WhatsApp del propio evento, Darío Alejandro recomendó lo que bien puede ser una premisa cada día en el complejo pero al mismo tiempo edificante ejercicio del periodismo cultural y la crítica: “Hay que romper el cascarón y mirar hacia afuera, no importa si vivimos en Baracoa, La Fe, Nuevitas o Santo Suárez y consumir materiales del paquete, de YouTube, aprovechar los bots de descargas gratis de Telegram y llenarnos de cultura latinoamericana, cubana y mundial. Creo que pasamos demasiado tiempo en redes sociales y sin leer a los clásicos. Hay mucho material ahí listo para crear reseñar y criticar. Es cierto que deberían pagar mucho mejor las críticas, pero el respeto a la crítica, al crítico, al creador, hay que ganárselo con bastante trabajo y bien hecho. Nadie lo va a regalar”.
Una necesidad de bien público, retos del periodismo cultural ante la Covid-19
Con la Covid-19 el periodismo se enfrenta a nuevos retos justo cuando el mundo más lo necesita. Este contexto sanitario ha obligado a los profesionales de la prensa a modificar sus rutinas productivas, las maneras de hacer en todos los ámbitos –tanto en los medios tradicionales como en las plataformas digitales–, incluso su contacto con las diferentes fuentes.
El periodismo cultural, por su parte, ha sido una de los sectores que se ha visto afectado por la suspensión de eventos públicos y cierta “paralización” cultural en varias partes del mundo, imponiendo nuevos retos a los periodistas culturales, que por encima de todas las circunstancias deben comunicar y gestionar contenido con inteligencia, creatividad y espíritu crítico.
Muchas de estas temáticas fueron abordadas en la segunda sesión del Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena vía online, bajo el título “Retos de la radio en tiempos de Covid”, con la Dra. Ciencias de la Comunicación y periodista de Radio Sancti Spíritus, Lisandra Gómez Guerra.
El diálogo partió de una interrogante: “¿A un año de presentarse la Covid-19 cuánto ha transformado la actividad periodística en Cuba, y la forma en que nosotros, sus profesionales, nos planteamos la realización de nuestros trabajos?”. “Creo que en un primer momento fuimos más osados. Después nos hemos acomodados a hacer básicamente lo mismo, con algún que otro matiz diferente”, comentó Yusley Izquierdo, realizador de Radio Guamá, Pinar del Río.
“Algo ha cambiado, pero no demasiado como deberíamos. O sea, que ¿nos hemos quedado en la comodidad de informar? Creo que todavía hay mucho temor a la hora de asumir otras maneras de hacer. Tenemos la tecnología pero hay mucho por explorar para sacarle partido. Recordemos que la Covid-19 nos obligó a que los protagonistas de nuestros materiales: artistas, promotores, intelectuales y directivos de la red institucional del sector cultural, asumieran el escenario virtual como el único posible para continuar con sus creaciones”, añadió Gómez Guerra.
En medio del debate preguntó: “¿Ha estado la prensa cultural cubana en el mismo nivel de esas acciones? ¿Hemos sido capaces de transgredir los límites de la promoción e información y hemos analizado, u opinado pensando a la cultura en un contexto atípico?”. Por su parte, Gianny López Brito, de TunasVisión, precisó que desde su experiencia fue complejo pero impuso retos, sobre todo la necesidad de ser creativos. “Necesitábamos informar y la era digital ayudó con buenos ejemplos que se palparon”.
Lo cierto es que cada vez más abundan los trabajos promocionales e informativos, y en medio de esta situación, aunque ha habido ejemplos muy buenos, ha sido escaso el ejercicio de la crítica, así como cada vez más se sustituyen en las parrillas radiales los programas y las revistas culturales, considerando este tipo de periodismo un hermano menor de otras ramas de la profesión.
“Existen aspectos esenciales que no dependerán únicamente de cambios de contexto o readaptaciones en las maneras de hacer”, añadió Yasel Toledo, periodista y vicepresidente de AHS.
La superación profesional fue uno de los aspectos más comentados, pues precisamente la especialización, o al menos, el análisis de obras desde la profesionalidad y el conocimiento, requieren de preparaciones profundas en el tema a tratar, así como la investigación pertinente y el contraste de fuentes. Y en todo esto influyen muchos factores, incluida la formación de las universidades, las competencias profesionales y las rutinas de los medios de prensa.
“Lamentablemente sucede que cuando hay que reducir espacios o diseñar programaciones especiales, la cultura es la primera que queda en el olvido. Algunos colegas opinan que dedicarse al periodismo cultural es algo fácil y que no requiere esfuerzo. Y pensemos, ¿por qué la prensa cultural cubana no ha estado en todos los casos al mismo nivel de los creadores que han aprovechado Internet y tecnologías para crear?”
“Aún queda mucho camino por transitar para cumplir con el rol fundamental para el periodismo en un momento donde las tecnologías son esenciales: servir de mediadores para que entre tanto cúmulo de información conducir a los internautas hacia nuestros intereses editoriales (la función de la vigilancia o canalización de la atención). Por ello, nos corresponde más allá de buscar lo que en algunos libros se da como uno de los méritos del periodismo, el llamado palo periodístico, de dar sentido a lo que es de interés para nuestras agendas”, comentó.
Hacer un buen periodismo cultural depende de muchos factores, no solo cambiar rutinas productivas. Necesitamos más que informaciones. Son muy necesarios la crítica, el análisis y la investigación, que ayudarían a los creadores y a la formación de los públicos. Otro de los retos planteados en el Taller fue que en medio de este escenario, ¿cómo llegar los protagonistas, si estar en casa y cumplir con el aislamiento físico es la palabra de orden para evitar contagios?, pues el no estar presencialmente no justifica hacer un periodismo sin calidad.
Una potencialidad del uso de las tecnologías en nuestro trabajo diario está en aprovechar el cambio del modelo de comunicación. “Adiós le hemos dicho a la unidireccionalidad, pero ¿cuánto nos beneficia aprovechar la hipertextualidad, interactividad y multimedialidad?, ¿cuántos de nosotros usamos los adelantos tecnológicos para generar procesos de comunicación horizontal de doble vía, nosotros los periodistas al mismo tiempo ser emisores y receptores?”.
Un aspecto importantísimo que resaltó es que debemos pensar que ya la radio no es la que escuchaban nuestros abuelos, pues en la actualidad las audiencias prefieren dar un clic para oírnos, vernos y leernos. También se abordó otro tema vital, que en ocasiones perdemos de vista en el uso de las tecnologías y el espacio virtual, “la ética”. La también corresponsal del Periódico Juventud Rebelde explicó, además, que es importante nunca olvidar nuestra responsabilidad social y no perder la idea de identificar los valores periodísticos universales y comprender la información como propiedad colectiva y de bien público.
Como parte de la ética periodística es necesario buscar información y dar seguimiento a los hechos, utilizar motores de búsqueda y fortalecer la interacción con las fuentes, sobre todo las más activas en redes. Negarnos a la era de Internet es negar oportunidades que refuerzan nuestro trabajo: inmediatez, acceso a mayor número de fuentes de información, ampliación de oportunidades laborales, sin olvidar que en estos espacios se pierde el contacto directo con la realidad y las fuentes, por eso tenemos que exigirnos la creatividad. Igual debemos desterrar la comodidad de transmitir la información y no analizar, así como el no contrastar fuentes.
“Por tanto no perdamos el amor por el periodismo cultural, ni tan siquiera en tiempos de Covid. Los retos impuestos por la pandemia deberán incorporarse a nuestras rutinas para hacer un periodismo que trascienda lo informativo y que analice su contexto”, finalizó Lisandra.
“El mejor de los premios: la emoción del televidente”
Cada historia simula un hallazgo en su camino, ese donde el aprendizaje es una escalera sin fin que lo ha llevado a escalar altos peldaños en materia de Periodismo, a pesar de haberse graduado hace pocos calendarios en la Universidad de Camagüey.
Con sensibilidad y pericia ha vencido, desde los pasillos de TunasVisión, en las más importantes lides del sector en Cuba. Pero no hay secreto detrás de ello, sino un “vicio” necesario que lo lleva a descubrir rostros e historias, lo mismo durante las coberturas que en cualquier otro lugar. Luego se esfuerza para transmitir a la teleaudiencia, con ingeniosidad y belleza, lo mejor de cada ser humano.
Este hijo adoptivo de Las Tunas (nació en Guáimaro, Camagüey) es, a pesar de su corta edad, el corresponsal nacional del Sistema Informativo de la Televisión Cubana y en innumerables ocasiones el galardón del Festival del medio ha terminado en sus manos, gracias al dominio de géneros como el reportaje, la entrevista y el testimonio.
Gianny López Brito, con solo ocho años de quehacer, ha obtenido lauros como el Premio Caracol de la Uneac, el de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena, así como los también nacionales “26 de Julio”, “Miguel Ángel de la Torre” (de crónica) y “Juan Gualberto Gómez” (de Periodismo).
A propósito de su excelente desempeño y las múltiples guirnaldas que avalan ese camino, decidimos conversar con este joven, devenido también realizador, mientras desentrañamos las vivencias y significados acumulados desde su llegada al canal territorial del Balcón de Oriente.
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¿Qué significado ha tenido en tu vida el telecentro TunasVisión?
Desde el tercer año de la carrera de Periodismo tuve claro que quería trabajar en la televisión. Así llegué aquí y enseguida me enamoró la unidad y el amor con que se labora. Gracias al telecentro he tocado el corazón de la gente al contar historias como la de Marina, la sepulturera; u Orestes, anciano de 80 años que trepaba palmas para cortar el palmiche. He realizado crítica social, acercándome a problemas latentes.
Pero mis premios siempre están unidos a otros colegas, no me canso de repetirlo. Desde que era estudiante y hacía las prácticas en TunasVisión fui eligiendo el personal con que trabajaría a menudo, porque considero que cuando las personas se conocen bien, a la hora de laborar todo fluye mejor.
Además, tuve suerte desde que llegué, pues me pusieron por tutora a Anybis Labarta, que me dio libertad para realizar los trabajos que quería y pude ir perfilando un equipo de trabajo que hoy es prácticamente inseparable. Aun así, a veces me impresiono de lo que he logrado en poco tiempo.
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Cuando descubres una historia, ¿qué elementos te vienen a la mente? ¿Cómo organizas el trabajo para lograr tus objetivos?
Siempre trato primero de conversar con todos, contarles lo que quiero narrar, cómo quiero narrarlo, qué sensaciones deseo trasmitir…, para que el camarógrafo y el editor capten esa esencia y la puedan materializar. Busco que se enamoren de ese sueño como yo.
Si importante es tener la historia, también lo es narrarla de manera atractiva y en ello la fotografía es vital. Después que tienes esos elementos de tu lado, otro paso fundamental es la edición y el montaje, luego llega la música y los efectos.
Me interesan mucho las historias de la gente común, de las mismas personas que comparten conmigo su tiempo cada día en las guaguas, en las calles. Siempre estoy atento a los individuos que tengo a mi alrededor porque en su transitar quizás habita una anécdota interesante para llevar a la pantalla. Las mejores vivencias que he contado llegaron por accidente, precisamente de seres humanos maravillosos que se han cruzado en mi camino
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Posees un apego especial por la temática cultural, ¿por qué?
Sí, siempre he sentido mucha atracción por el periodismo cultural, y aunque oficialmente no ha sido de los sectores que he atendido, me he mantenido cercano a él. Como estamos llamados a hacer un periodismo diferente, que vaya más a la esencia de lo humano para contar historias que conmuevan, llamen la atención y obliguen al espectador a sentarse y disfrutar del material, busco inspiración en esta vertiente aunque esté tratando un tema totalmente distinto. Esa atracción me ha ayudado a encontrar el lado humano y bello de otros aspectos de la vida.
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¿Qué recomiendas al panorama cultural tunero?
Por la cultura en Las Tunas se puede hacer mucho más. A pesar de que tenemos eventos importantes, todavía no se les da la connotación que merecen. En ocasiones, por factores externos, como el Sistema Informativo, donde apartan un poco los materiales enviados desde acá, por ejemplo, los de la Jornada Cucalambeana, cuando debería ser todo lo contrario, porque en este caso hablamos de una de las citas más defensoras de la cubanía.
Pero no son solo cuestiones desde afuera, sino también desde dentro. Se aprecian con frecuencia problemas organizativos, que tienen relación con el trabajo de las personas y el apoyo institucional.
Y como periodistas debemos aportar más. Aunque no resolvemos problemas, sí podemos ponerlos en la realidad, denunciarlos de cierta manera y hacerles comprender a los responsables de esos eventos que la cultura, como sostén de la nación, merece cualquier esfuerzo.
–Los géneros testimonio, entrevista, reportaje y comentario evidentemente te atrapan, con qué palabra los definirías…
Testimonio: Sentimientos
Entrevista: Vida
Reportaje: Esencias
Comentario: Reflexión
–Entre tus más recientes guirnaldas se encuentran los premios nacionales “Juan Gualberto Gómez” (Periodismo) y “Rubén Martínez Villena” (Periodismo Cultural). Coméntame un poco de la muestra con que participaste en ambos certámenes.
En el “Juan Gualberto Gómez” presenté materiales de diferentes géneros; documentales, testimonios, informaciones, historias de vidas… Entre ellos estuvo la crónica Acompañarte, la cual se acerca a la humanidad del cubano que, a pesar de las circunstancias, acompaña a los familiares hospitalizados hasta el último momento, y un reportaje sobre el tiburón ballena aparecido en la costa norte de Las Tunas. También participé con Encajo, un audiovisual sobre el bullying, realizado junto a la realizadora Waldina Almaguer Medina.
En el caso del “Rubén Martínez Villena” competí con un conjunto de obras consumadas junto a Waldina. Por un lado, el reportaje Petit Dancé, que refleja elementos de la cultura haitiana que permanecen vivos y enriquecen el patrimonio de la nación. Por otro, el documental Raíz, inspirado en el grupo portador de tradiciones Raíces Soneras, del municipio de Majibacoa; y Espírita Sesión, un testimonio sobre la dirección en un centro espiritual que funciona en la carretera que lleva hacia el municipio de Jobabo.
-¿Más allá de los premios, qué gratificaciones te ha ofrecido el Periodismo?
A los tres años de desempeño en el canal me llegó la responsabilidad de ser el corresponsal del Sistema Informativo y ha sido un reto hermoso. Pero confieso que al principio sentí mucho miedo, pues Robiel Proenza realizó antes una faena brillante. Sin embargo, me ha ayudado a crecerme y ahí están los resultados.
Me satisface, además, cuando realizo un reportaje crítico, con el que se denuncia una problemática y este contribuye de cierta manera a su solución. También al sentir que mis reportes han alegrado o sobrecogido corazones. Ese es el mejor de los premios: la emoción del televidente.
Y es que al final, más relevante que cualquier lauro, es que cuando vas apretado en la guagua o caminando muy temprano por la calle, un niño, un adolescente o un adulto te diga: “Oiga periodista, cómo me gustó su trabajo”, o “Yo estaba esperando que trataran ese asunto así, que se acercaran a ese tema”. He vivido eso, he tenido tal suerte y es, sin dudas, el premio más importante.
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Si tuvieras que resumir las lecciones que has adquirido con esta profesión, ¿cuáles serían?
Que tienes que superar los miedos, enfrentar los comentarios negativos, tomar siempre lo positivo, lo que consideres útil y constructivo, y seguir adelante. En mi caso, he aprendido a ser cada día más sensible y a entender que no importan los obstáculos; si perseveras puedes lograr las metas y ser feliz.
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Entonces, ¿cuáles consideras que son los ingredientes primordiales para ser un buen periodista?
Ser honrado ante todo, siempre apostar por la verdad y superarse constantemente, pues el reportero que crea saberlo todo y pierda su humildad, también torcerá sus esencias.
…
Así es él, todo entregado y profundo, por eso no extraña nada que sea hoy uno de los periodistas cubanos con más aplausos ganados en tan poco tiempo. Gianny López Brito es, sin dudas, un nombre para recordar.
AHS entrega los premios de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena
Hoy, a las dos de la tarde, fueron entregados los premios del segundo Taller y Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez, que convoca la Asociación Hermanos Saíz. En esta ocasión se presentaron más de 100 obras periodísticas, de autores de casi todas las provincias.
En Televisión:
Premio a Gianny López Brito, por su obra Petit Dancé.
En Radio:
Premio a Lisandra Pérez, por el radioducumental La hayaca de San Luis.
Mención: Lys Máriam Alfonso Bergantiño, por su obra Confesiones de un capellán.
En Prensa Escrita:
Premio a Daylene Dovale, por la entrevista Sabiduría de bruja.
Mención a Susana Rodríguez Ortega, por el conjunto de entrevistas presentado.
En Periodismo Hipermedia:
Premio a Rosana Rivero Ricardo, por la serie dedicada al Teatro Eddy Suñol en su aniversario 80.
Mención a Loraine Bosch Taquechel y Eliécer Alexis Torres Batista, por el dossier multimedia Alicia Alonso: La eterna dama del ballet.
ACTA DEL CONCURSO DE PERIODISMO CULTURAL RUBÉN MARTÍNEZ VILLENA
El jurado del Concurso de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena, después de analizar todos los materiales recibidos, ha acordado por unanimidad otorgar los siguientes premios y menciones:
En la categoría de Televisión, por la indagación en elementos de la cultura haitiana que permanecen vivos y han enriquecido el patrimonio de la nación, por la fuerza del testimonio y la emotividad de su expresión, se entrega el Premio al reportaje Petit Dancé, de Gianny López Brito, codirigido por Waldina Almaguer, de Tunas Visión.
En la categoría de Radio se entrega una Mención a Confesiones de un capellán, de Lys Máriam Alfonso Bergantiño, publicado en Habana Radio, por la calidad de un montaje que resalta el alto valor testimonial de la entrevista realizada.
Por la profundidad de la investigación, que aquilata los valores de un plato tradicional y lo ubica en su contexto, en diálogo con la contemporaneidad; por la vivacidad y la coherencia de la realización, que usa con efectividad varios recursos del medio, se otorga el Premio al radiodocumental La hayaca de San Luis, de Lisandra Pérez, de Radio Majaguabo.
En Prensa escrita, se le entrega una mención al conjunto de entrevistas de Susana Rodríguez Ortega, publicado en el semanario Guerrillero, por la singular vocación estilística y la empatía que consigue con los entrevistados.
Por la atmósfera conseguida, por la contundencia de la narración, por el ejemplar ejercicio de síntesis, que logra aprehender una vida pletórica de peripecias y tan influyente en el entramado cultural cubana, se otorga el Premio a Sabiduría de bruja, entrevista a Natalia Bolívar realizada por Daylene Dovale, publicada en El caimán barbudo.
En la categoría de Periodismo Hipermedia, se entrega una mención al dossier multimedia sobre Alicia Alonso, publicado en el sitio de Juventud Rebelde, por la acuciosa recopilación de materiales, que se articulan para ofrecer un amplio panorama de la vida y obra de la prima ballerina assoluta.
Por el serio trabajo de investigación, que reúne historias de vida y periodiza hitos en el devenir de una institución emblemática de la cultura holguinera y nacional, por el uso efectivo de recursos multimediales que se insertan coherentemente en la línea narrativa, por los aportes concretos a la promoción del patrimonio de una ciudad, se le otorga el Premio al conjunto de trabajos de Rosana Rivero, del periódico Ahora.
El jurado destaca la presencia de trabajos de la mayoría de las provincias del país, que habla de una mayor socialización de las bases y del prestigio del premio.
En La Habana, a los 10 días del mes de marzo, firman el acta,
Magda Resik
Presidenta
José Luis Estrada Betancourt
Miembro
Reinaldo Cedeño
Miembro
Leslie Salgado
Miembro
Yuris Nórido
Miembro
No sólo dominio de la técnica sino también mayor creatividad
Hace solo unas horas concluyó en La Habana, el primer taller y premio de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena, organizado por la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Por vez primera, la cita se convirtió en un espacio de reflexión para pensar y cr-ear entre todos, más allá de la crítica que impone la propia competición de las obras. Para quienes tuvieron la oportunidad de participar en él, este también fue un escenario para procesar, transformar, desarrollar herramientas y debates en pos de lograr un periodismo que se parezca a nuestra gente y a las nuevas posibilidades que brinda esta era digital. [+]
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