repentismo
«Repentista para toda la vida»
A los tres años de edad no siempre los niños son capaces de formular oraciones completas o les cuesta comunicarse adecuadamente con sus padres porque no entienden todo lo que ellos intentan expresar con su incipiente lenguaje.
Antes de los tres, en la mayoría de los casos, es más difícil aún. Sin embargo, a la edad de dos años y medio un gallito de Cienfuegos cacareó su primera décima. El Kíkiri de Cisneros lo llaman desde entonces.
Hoy, con 22 años, ya no necesita aprender de memoria las décimas que le escribía su papá o recordar con colores la estructura de cómo “pegaban” los versos octosílabos.
El Kíkiri es un joven delgado, de aproximadamente un metro con ochenta centímetros, que camina como si llevara en sus hombros el peso de cada décima que ha recitado en veinte años.
En sus recuerdos siempre fue repentista. Defiende el verso improvisado, incluso, llevado a una nueva vertiente, el neorrepentismo. Es esta una mezcla en la que, guitarra mediante, confluyen la décima y la canción trovadoresca.
Al Kíkiri de Cisneros lo conocen más por este nombre artístico que por el que su madre le puso: Marcos David Fernández Brunet. Según dice, “yo crecí siendo el Kíkiri, y me enteré que era Marcos David después.”
Fue su madre, precisamente, quien nunca dejó que el niño repentista perdiera la esencia de ser también Marquitos. La vida es mucho más que escenarios y canturías. Detrás de todo eso está la escuela, crecer, la universidad, un alquiler en La Habana. “Isabel Brunet es la persona que tengo en todos los momentos de mi vida”.
“Mi madre y mi padre se separan cuando tenía quince años y les agradezco a los dos que nunca me sentí solo en ningún sentido. Pasa algo, levanto el teléfono y, en dondequiera que esté, aparecen los dos juntos. Eso no dejará de ser así”.
Cuando niño su papá era un símbolo, esa persona a la que quería parecerse, hacer décimas como él –y lo sigue siendo–, aclara. “Cada vez que hago una presentación lejos de él y la puede ver en videollamada, me dice: Oye, por aquí y por aquí no. Se pasa la vida corrigiéndome en todo y tengo la suerte inmensa de que lo haga”.
Su padre no ha sido el único guía en el camino de la improvisación. Agradece a Jorge Sosa y Alberto Vega Falcón, los profesores del taller de repentismo al que llegó con cuatro años cuando no sabía aún leer ni escribir.
“Todavía tengo mucho que agradecerle a Lázaro García, y a los hermanos Novo, quienes fueron los encargados de empezar a echarme un poquito de trova adentro y, por supuesto, a mis otros padres Nelson Valdés y Ariel Barreiro, que han sido los encargados de que me se presente con trovadores”.
Otra de las personas importantes en la vida del Kíkiri es esa a la que físicamente se parece muchísimo, aunque sus carácteres difieran: su hermano, Daniel Alejandro Fernández Brunet, un apasionado del arte como él.
“Mi hermano y yo nos amamos con la vida, discutimos, salimos, lo hacemos todo juntos, y de verdad que es de las personas a las que más amo y cuido. Eso será siempre así”.
Daniel no aprendió a hacer décimas, pero sabe cuando un verso está bien o no. Es otro de los pilares familiares que sostiene a Marcos. Hasta en los escenarios a veces lo ayuda con un pie forzado o una idea que luego el Kíkiri lleva a versos octasílabos.
“Siempre quise ser repentista. Desde que tengo uso de razón es lo primero en mi vida. Mi papá me enseñó a rimar, que para mí en ese momento era hacer que las palabras pegaran. Llegué a aprenderme de memoria 72 décimas que él escribió para mí. Estaban en una libreta roja que aún se conserva en casa.”
Al Kíkiri hacer décimas le salía natural. Comenta que cuando empezó la escuela pasó trabajo para redactar textos en prosa, porque, en su cabeza, estaba ya arraigada la estructura de los diez versos octasílabos.
Siempre le gustó la historia y el arte. Comenzó la Universidad estudiando Historia y Marxismo, y luego se trasladó para la carrera Historia del Arte, que cursa actualmente en su segundo año.
Aunque es estudiante universitario, desde los 17 años es miembro de la empresa de la música como artista profesional. Esta profesionalización es producto del premio por ganar el concurso Eduardo Saborí de repentismo con 15 años.
“Quiero vivir haciendo repentismo. No sé si eso representará vivir o mal vivir pero creo que no le puedo fallar a lo que me enseñó mi familia. No deseo hacer algo que no me guste por tener un poco más de dinero. Es mi decisión. Entonces, ahí estaré; no tendré la mejor casa ni el mejor alquiler, pero tengo lo que puedo, hago lo que quiero, y con eso me siento superfeliz”.
Vivir sin utopías nos hace más parecido a los animales y, como humanos, tenemos la capacidad de pensar, de tener sueños, sentimientos. Un alma que no sueña divaga por la vida sin un sentido real. “Creo que el reto que siempre me he puesto es no dejar de ser el mismo que salió de Cienfuegos, aquel que nunca quiso salir. Me identifico mucho con el niño de seis o siete años que fui”.
“Quiero tener treinta, cuarenta, cincuenta años, la edad a la que pueda llegar, pero con el mismo sello del muchacho aquel que pasa por las calles, por los escenarios regalando décimas y haciendo feliz a todo el que las acepte”.
-Si no querías salir de Cienfuegos, ¿por qué lo hiciste?
“A veces la vida no es como uno quiere, y la capital representa una buena oportunidad para todo muchacho de provincia. Así tuve que salir, mochila al hombro y con los sueños cada vez un poco más lejos. A veces me duele a llegar al fin de semana y no irme para la tierra a abrazar a mis padres, pero que todo sea por el objetivo de crecer en todos los sentidos”.
Según comparte, la Asociación Hermanos Saíz le ha permitido ser un joven de su tiempo. Le enseñó que el repentismo no solo es para los escenarios de personas mayores, sino que dentro de los públicos jóvenes cabe la improvisación, ya sea en presentaciones para televisión, en festivales, cruzadas. Donde quiera que se presente puede estar el repentismo.
-¿Crees que te pareces a los jóvenes de tu tiempo?
“Creo que sí, por lo menos al círculo que uno se crea en el que se incluyen jóvenes del gremio, trovadores o no. Tengo amigos de todos los credos, con distintos pensamientos, y creo que el respeto es lo más importante. Algunos van a fiestas a las que no voy, y eso no quiere decir que ellos no le presten atención a lo que hago.
“Muchas veces encasillamos a las personas y sí, cada uno se desenvuelve en su entorno, que influye mucho, pero no es que no escuchen lo que está al otro lado. Aunque venga del repentismo también voy a fiestas y bailo, aunque lo haga mal -ríe-. Cuando entré al preuniversitario me chocó que venía de escuchar trova, repentismo, y ahí se escuchaba otro tipo de música”.
-¿Cómo te integras al grupo de preuniversitarios donde están los reguetoneros y reparteros?
“Es una cuestión de respeto al gusto de cada cual. Aquí todos hemos necesitado en algún momento de la vida irnos a un lugar donde te desconectes de lo tradicional”.
La décima es su vida, la que le ha permitido tener a los amigos que son también familia, a los del barrio y a los que nunca pensó conocer. Ha sido lo que lo ha salvado en momentos de su vida personal donde, a punto de estallar, encuentra en ella un refugio para desahogarse y aliviar.
También lo llevó a ganar importantes competiciones, entre ellas el concurso internacional de repentismo y controversia; y lo condujo hacia el camino de la Asociación Hermanos Saíz con 16 años.
Desde ese entonces se reconoce como otro hereje soñador que, con su voz y versos, ha dejado una parte de sí y de la AHS por todo lo largo y ancho de la geografía antillana.
“Creo que el amor a lo espiritual siempre va a existir, aunque a veces la misma sociedad y los caminos que se transitan sean complicados, aunque el arte se vaya dejando de lado por cuestiones tangibles, siempre va a hacer falta. En las mismas presentaciones veo que cuando las circunstancias no son buenas, el público disminuye.
“Pese a esto, el que asiste a una presentación que hacemos, lo agradece, y transmite a otros su experiencia. Siempre sacaremos tiempo para poner atención a las personas, a su sentir. Estaremos allí, rodilla en tierra, para regalar arte; nuestra esencia”.
Decimalex, la hora joven del repentismo
Aquella tarde noche de 2019, más de 500 personas -casi todas jóvenes-, vitoreaban eufóricas frente al escenario. Las luces, los flashes de los celulares, el ir y venir mientras se buscaba espacio para un mejor ángulo visual; todo ese conjunto y esa energía simbolizaban a la multitud que disfrutaba las décimas, las controversias, las redondillas o las improvisaciones del más auténtico repentismo nacional.
Con Cantos de Colibrí y Catauro de la Décima rinden tributo al bardo mayor El Cucalambé
Son montuno, décima declamada, tonada, pintura y otras manifestaciones, ensalzan el espacio Cantos de Colibrí en homenaje a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé) en el aniversario 191 de su natalicio, un cumpleaños virtual que pone el punto final a la edición 53 de la Jornada Cucalambeana.
Las expresiones son resultados de la labor de los talleres infantiles de repentismo y tonada, espacios en los que se logra despertar el interés en las nuevas generaciones por las tradiciones campesinas cubanas en casi todos los municipios de la provincia, con resultados relevantes en Jesús Menéndez, Majibacoa, y Las Tunas.
De ahí que el espacio Cantos de Colibrí, tradicionalmente celebrado en la finca El Cornito, inunde hoy las plataformas digitales con artistas noveles como la solista Rosailis Báez Silva, integrante del Taller de Repentismo Infantil “Viajera Peninsular” como escritora, tonadista y solista vocal de música campesina.
De la mano de profesores como Guillermo Castillo y Taymara Portillo, la Casa Iberoamericana de la Décima, en esta ciudad, es continuadora de la obra de El Cucalambé; así como también la Compañía Hormigas Rojas que realiza puestas en escena con temáticas del campo desde hace más de 20 años, gracias al liderazgo de la trovadora Iraida Williams Eugelles.
El Catauro de la Décima, convocado por las filiales tuneras de la Asociación Hermanos Saíz, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y la casa editorial provincial Sanlope, celebra su edición 31 durante la Jornada Cucalambeana, oportunidad para el encuentro entre diferentes generaciones y la actualización sobre la más reciente creación literaria.
Andrés Borrero Ricardo, director de la Sanlope, dijo a la Agencia Cubana de Noticias que desde el 29 de junio el Catauro de la Décima durante esta versión online de la Jornada, estuvo dedicado a la mujer decimista, al ya fallecido escritor tunero Antonio Borrego y a la oralidad en sus diferentes
manifestaciones.
Como colofón a la fiesta suprema del campesinado cubano, la Jornada tiene reservado un gran guateque virtual que bajo el nombre Hermanando Tradiciones, reunirá a payadores, tonadistas, decimistas, cuenteros, humoristas y otros exponentes de 18 naciones, entre las que destaca la participación de Colombia, México, Honduras, República Dominicana y Bolivia.
Escritor con alma de pez (+Fotos, video y poesía)
La literatura circula por la marea de sus venas. Desde niño se alimenta del ambiente creativo reinante en su familia, entre versos e improvisaciones. En sexto grado escribió sus primeras redondillas, coplas y cuartetas, las cuales aprendió de su madre a la luz de una vela durante un apagón. En esa etapa ya redactaba también algunos cuentos.
Licenciado en Comunicación Social, instructor de arte en la especialidad de Teatro y egresado del Centro Nacional de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, Roly Ávalos Díaz ya tiene dos libros publicados y una lista de premios como poeta y narrador. Miembro del grupo Ala Décima y de la Asociación Hermanos Saíz, es uno de los directores del grupo poético-teatral-musical RolleX.
Textos suyos de diversos géneros aparecen en revistas y antologías de países como España, Colombia, México, Argentina, Ecuador, Estados Unidos, Venezuela e Italia. Entre sus reconocimientos se incluyen el primer premio en la categoría Lengua Castellana del concurso internacional St. Paul’s School, en Barcelona (2003).
También, el premio en el certamen internacional de décima Espinela Tuineje, en Santa Cruz de Tenerife (2011); premio en el Certamen Poético de la Orden Literaria Francisco de Quevedo (España, 2014); premio Ala Décima (Cuba, 2018); el de Décima Escrita Francisco Riverón Hernández (Cuba, 2018) y el premio Toda Luz y toda mía (Cuba, 2019).
Autor de los libros Mundo pañuelo y Boca de lobo, este joven inquieto recuerda con agrado su infancia en Alamar y Guanabacoa, en La Habana, cuando jugaba ajedrez y béisbol. Sin embargo, sus mejores travesuras fueron imaginarias, según narra. Se disfrazaba de personajes célebres, y le fascinaba leer.
«Sabía que tenía un tío poeta y famoso, quien cantaba unas vertiginosas seguidillas y enseñaba a improvisar décimas, Alexis Díaz-Pimienta. En las visitas a su casa, siempre aprendía algo junto a mi primo Axel, su hijo mayor. Hasta las rifas en los cumpleaños había que ganarlas mediante juegos de rimas. Recuerdo la explosión de creatividad, las ocurrencias, la alegría y el ingenio constantes, que solían terminar en guateques y controversias entre mis tíos», rememora quien también se desempeña como editor y corrector.
—¿Cómo asumes el proceso creativo?
—Busco siempre el equilibrio. Jugar mientras creas es un acto muy serio. Me exijo la consagración a esa ambivalencia. En mi opinión, un creador llega a la verdadera madurez cuando se integra tanto al proceso creativo que, incluso en las horas de mayor incertidumbre o angustia, escribe sin pensar demasiado, pinta, baila, canta, graba, le improvisa a la posteridad un destello, un rasguño de luz.
—¿Cuánto de tus vivencias hay en las historias?
—Casi todo (por la biografía que autorizo cuando me desnudo o se desnudan a través de mí los personajes), y casi nada (porque también hay distancia y fría inteligencia). Igualmente robo ademanes y sicologías a las vidas de los otros. La realidad puede ser más ancha y más ajena que la imaginación. Preferiría que mi estilo y mi voz mutaran de libro en libro, aun cuando el cambio sea leve. Lo contrario se parece al estancamiento y la mediocridad.
—¿Todavía se puede aspirar a lo verdaderamente nuevo en la literatura o los autores deben conformarse con dominios de técnicas y abordajes de historias de alguna manera reflejadas por otros?
—Lo verdaderamente innovador suele ser un enigma. Y en los tiempos actuales todo parece ya escrito, refrito… No obstante, nunca debemos conformarnos, a no ser que rendirse sea también una acción poética, un acto creativo. Mientras vivamos debemos explorar nuevos abismos, leer y estudiar con atención el arte que se gesta en otras latitudes, alimentarnos de otras miradas, darle otra vuelta a la búsqueda.
«Aun cuando parezca que vivimos en permanente fase de alarma apocalíptica, cada autor puede traer un nuevo universo, el suyo, por muy minimalista que parezca, y defenderlo con las fuerzas de su talento y audacia. Toda aldea puede volverse un cosmos».
—¿Cómo surgió la idea de RolleX? ¿Cuáles son sus dinámicas y sueños?
—Mi primo Alex Díaz Jr. y yo somos amantes y defensores del repentismo, por convicción, por necesidad y tradición familiar. Lo consideramos una riqueza siempre en peligro de extinción, y no de extensión, como debería ser. Muchos no valoran la fuerza de la oralidad y la improvisación poética, que tan vitales son para el alma de la humanidad.
«RolleX surgió por el deseo de revertir esa realidad, y oxigenar, a través de vías frescas, joviales, dinámicas y espectaculares, ese arte que en cierta medida se ha empolvado, por infinitas razones, en todos los niveles, desde algunos repentistas hasta las instituciones.
«Favorecemos la transmisión de décimas a través de puestas en escena, acompañadas por géneros musicales, poemaciones, performances y diversas modalidades de la improvisación. Insistimos en el término neorrepentismo y sus múltiples usos, para potenciar un sistema poético que debe llegar a las mayorías. Pretendemos maximizar su alcance, mediante shows y también a través de métodos más docentes: conferencias y talleres intensivos, por ejemplo».
—¿Te preocupa el futuro de la poesía improvisada en Cuba?
—Hay buena salud en la poesía improvisada aquí, pero necesitamos expandirnos y potenciar eventos como Oralitura, realizado por primera vez en el año 2019 con el apoyo de la AHS y de diversas instituciones. Necesitamos más iniciativas que consigan el cambio de percepciones erróneamente incrustadas, por prejuicios, en el imaginario popular. Es imprescindible la convivencia entre artistas de varias manifestaciones en una gran fiesta del idioma y a favor del buen gusto.
—Algunos consideran que la literatura cubana no vive un buen momento. ¿Comparan a los autores actuales con los de otras generaciones? ¿Qué piensas?
—Los problemas de la literatura cubana son otros, y muy diversos. Las comparaciones existen para bien y para mal. Resulta esencial una crítica más abundante, más ética y profunda, así como la edición o reedición de algunos autores cubanos y extranjeros, cuyas lecturas fomentarían bases más enriquecedoras.
«Necesitamos incrementar los intercambios y un plus más atractivo en los espacios literarios. Una tertulia no tiene por qué ser solo para minorías muy interesadas: periodistas, poetas, editores, narradores, ensayistas, dramaturgos… Debemos preguntarnos por qué no predominan más lectores comunes, ajenos a la intelectualidad. ¿Es demasiado utópico aspirar a eso?
«En ese sentido se asemeja al repentismo. Parece que hay un desdén social ante el arte, pero sabemos que no es así. Somos muchas voces abriéndose paso e inaugurando caminos y mundos que a veces se entrecruzan y otras veces ni siquiera llegan a conocerse. Hay grupos, subgrupos, sectas, saraos, exclusiones, electrones sueltos, una flora y una fauna, y en general el mundillo literario, o artístico, puede llegar a ser competitivo, selvático, un auténtico nido de serpientes.
«Pese a ello, el panorama tiene aspectos positivos, ciertas alianzas, eventos, festivales, editoriales (aun con crisis de papel), concursos, pocos lectores pero fieles, creadores de pura raza, de talento indiscutible y oportunidades para crecer. De esos asideros nos sostenemos desde dentro. Con innumerables escollos (tangibles y subjetivos) crece y se construye el corpus de nuestra literatura. Y hay zonas salvables, recomendables. Lo peor que veo es cierta imposibilidad de darnos a conocer a un gran público, y no digo internacional, sino primeramente nacional».
—¿Cuán difícil o fácil es publicar hoy en Cuba para los jóvenes, más allá de la falta de papel?
—Depende del vaivén de muchos factores. En teoría parece fácil, en la práctica puede suponer un jeroglífico, salvo para unos pocos privilegiados que obtienen los premios en los certámenes que incluyen la publicación. Gracias a que gané un concurso pude publicar mi primer libro en Cuba. La vía de enviar a los planes editoriales es sencilla: la espera del dictamen y la impresión es un poco más engorrosa y una carrera de obstáculos. Requiere de armarse de una paciencia, en ocasiones, sobrehumana.
—¿Cómo te defines como escritor y persona?
—Pez de ciudad, ratón de biblioteca y librerías, animal civil, soñador impenitente, «letraherido». Soy un curioso ávido de sensaciones, rincones y destellos, un aprendiz eterno en busca de la palabra exacta, alguien que quiere continuamente mejorar como persona y escritor.
—¿Referentes en la literatura, cubanos y extranjeros…?
—Los menciono en el orden caótico de los recuerdos y las nostalgias de sus lecturas: José Martí, César Vallejo, Eliseo Diego, Alejandra Pizarnik, Jorge Luis Borges, Cervantes, Rainer María Rilke, Hemingway, García Márquez, Carpentier, Pessoa, Cortázar, Lorca, Vargas Llosa, Oscar Hahn, Ricardo Piglia, Roberto Juarroz, Enrique Vila-Matas, José Emilio Pacheco, Luis García Montero, Anne Carson, Alexis Díaz-Pimienta, David Mitrani, Alberto Guerra, Andrés Neuman, Natalia Litvínova…
—¿Sueños en el mundo creativo?
—Que mis textos sean buscados, leídos. Terminar mis novelas, los libros de cuentos, mis proyectos de otros géneros. Viajar por varios escenarios. Sorprenderme, superarme, consagrarme en cuerpo y alma, aprender siempre.
Afrorretrato
Yo
poeta negro
con 1,81 de estatura
62,5 kilogramos de peso
con ojos negros
manos negras
pies negros
espalda negra
de abuelos y padres negros
hermanos negros
novia y exnovias negras
yo
negrito
negrón
pasudo
bembón
tinto
retinto
nigger
black
yo
vestido de negro
soy un papel en blanco
Para cambiar estereotipos desde la décima improvisada
Novedosas formas de creatividad artística y de promoción cultural prueban la ingeniosidad del cubano en la actual contigencia epidemiológica.
El programa Al Medidodía en TV, de la Televisión Cubana, puso el pie forzado para que decimistas y repentitas jóvenes de todo el país mostraran su talento y quehacer, a través de la pequeña pantalla.
Rainer Nodal, uno de los exponentes más reconocidos del repentismo de Ciego de Ávila, respondió a la convocatoria del concurso de Cibercontroversias, que organizó Oralitura Habana, el propio espacio televisivo, el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
El resultado: un premio, que el público cubano le otorgó, luego de valorar sus presentaciones diarias, en los duelos controversiales.
Como miembro activo de la vanguardia artística de Ciego de Ávila, Nodal se colocó como uno de los 8 competidores, que durante una semana, elaboraron sus propios vídeos en casa, a partir del pie forzado que el programa les ofrecía.
Midió su capacidad de improvisación con jóvenes talentosos de todo el país, y la suerte le enfrentó también con su hermano Reiber Nodal, que a decir de él es uno de los repentistas de Cuba que más público tiene, ya que es el ganador de todos los concursos de improvisación del país. Ambos ya tenían la experiencia de compartir escenarios en eventos reconocidos de la especialidad como son el Pedro Marrero de Cumanayagua, en Sancti Spiritus, en el certamen que rinde tributo Al maestro Justo Vega, en la provincia Las Tunas, en esta ocasión trataron de aprovechar la experiencia para divertirse como hermanos y artistas de la improvisación cubana.
Rainer confieza que su ascendencia tiene mucho que ver con lo que es él hoy dentro del universo de la décima improvisada, pues proviene de una familia de repentistas, su padre y sus abuelos dedicaron su vida al género y la décima y la improvisación vienen intrínsecas en sus venas.
El joven agradece en su formación al taller de repentismo Raúl Rondón, bajo la égida del profesor Armando López Rondón, quien le suministró las herramientas para sus inicios en el universo de la décima improvisada, también confiesa que cada uno de los repentistas de la provinciatuvo le aportó, pues las experiencias vividas con ellos tributó a su formación como exponente de la especialidad.
Luego de su participación en Mediodía en TV, Nodal asegura que: “…ahora el mayor reto para difundir y compartir el género con los públicos está en cambiar estereotipos, pues la décima en Cuba siempre ha sido valorada como un fenómeno social expresada en zonas rurales y campestres, que solo puede ser cultivada por “guajiros”. La joven generación de decimistas y poetas del país, la mayoría son citadinos, al menos la gran mayoría, y estamos reformulando las propuestas que le lleguen con frescura al público, para despertar interés en el género…”
Rainer Nodal: Necesito armas para defender la tradición
El repentismo se alza en la actualidad en nuestro país como lo que realmente nació para ser: una expresión de la poesía popular. Varios jóvenes se han dado a la tarea de vitalizar esta tradición, pues para rescatarla se debe vitalizar y encontrar los mecanismos para hacerla nuevamente de gusto popular.
Daniel Cundari: una vida entre poesía y teatro
La poesía, en medio de todas las coincidencias, es siempre un terreno fértil al descubrimiento. Los eventos culturales gestan intercambios y diálogos necesarios. Así nos conocimos, en la pasada Feria Internacional del Libro de La Habana, entre el ajetreo de las lecturas y conferencias. Lo primero que atrapó mi atención fueron aquellas palabras en calabrés, arrojadas al viento con la misma intensidad que un hombre lanza su último suspiro, con la pasión de quien rebusca en su interior hasta sacar la verdad, algo que solo sucede cuando el artista logra fundirse en cuerpo y alma con su obra. La palabra en él es una suerte de escudo, impulso, energía, yo diría que es su oxígeno.
Daniel Cundari (Rogliano, 1983) es poeta, narrador, traductor, intérprete y performer multilingüe. Ha viajado y actuado en varios países del mundo. Inventor del repentismo cutise, es el ganador más joven en la historia de los premios Lerici Pea, Pericle d’Oro y Genil de Literatura, este último normalmente otorgado a escritores españoles e hispanoamericanos. Ha vivido en China y México. Ahora reside en Barcelona. Entre otros títulos, ha publicado Il dolore dell´acqua, Geografía feroz, Nell´incendio e oltre, Poesie contro me stesso, Istruzioni per distruggere il vento, e Il silenzio dopo l´amore.
Un poeta transmite la palabra, su cultura, sus ideas, pero no siempre se entrega en el acto. Con una vida dedicada a la palabra y un montón de sueños apretados en el corazón, este muchacho observa el mundo, desde sus lentes oscuros, desde el silencio, como quien se observa a sí mismo y, mientras, sonríe.
En un mundo globalizado en el que pareciese que las identidades locales comienzan a desaparecer, defender su cultura y lengua originaria debería más que un deber, ser una necesidad para todo escritor. ¿Qué rasgos arman la esencia del repentismo cutise?
Para mí el idioma es un instrumento. Podría ser un violín, un contrabajo, un sax. Yo escribo en dialecto como un inglés, un japonés o un nigeriano hacen en sus propios idiomas. No hay diferencia. Mi obra se edifica con tres instrumentos. Alejandro Pedregosa, presentando Geografía feroz en 2011, dijo que mi poesía es tridimensional. El dialecto (en mi caso es el calabrés, pero en Italia tenemos cientos de variedades y hablas) es la lengua de los abuelos: me amparaba siempre en sus casas cuando mi madre me regañaba durante la infancia. El italiano es la lengua de los padres: asignada por el Estado, pedagógica, diría institucional. El español es la lengua de los hijos (aloglota): la aprendí viajando y experimentando, me enamoré de ella, es mi novia eterna. Debo añadir que en Calabria coexisten muchos lenguajes. Entre estos destacan el griego antiguo del enclave de Roghudi, el arbereshe preotomano de la minoría albanesa y el occitano de los valdenses. Es un volcán de culturas, un cruce de etnias. Bendigo haber nacido en una tierra ancestral, la más salvaje de Europa, con dos mares mitológicos, tres parques naturales, una hora entre el nadar y el esquiar. La tierra de Gioacchino da Fiore, Bernardino Telesio y Tommaso Campanella, tres figuras claves del pensamiento universal.
Al volver de Granada, en donde me situé para estudiar como autodidacta el arte flamenco, decidí aportar mi energía y mis conocimientos al cante improvisado de los pastores y pescadores de Calabria. Fundé el Repentismo Cutise. He dado la vuelta al mundo gracias a él: Serbia, Francia, China, Mónaco, México, Eslovaquia, Alemania y, por último, Cuba, que, con su tradición repentista sobre la décima espinela, para mí representa el culmen, el punto más alto.
El repentismo cutise es una ciencia/espectáculo suscitada por las raíces del poeta/performer en la que cuerpo y alma se mezclan en un cante jondo y espontáneo. Más vale verlo y escucharlo que contarlo. Cuti es el barrio del pequeño pueblo en que nací, Rogliano, en la provincia de Cosenza.
Por lo general, improviso en la estructura del endecasílabo o la octava sobre una temática amorosa o existencial. El movimiento entre la palabra y el gesto produce una danza telúrica, llena de energía. Fundé el repentismo cutise en 2012, pero empecé a masticar las técnicas teatrales espontáneas ya desde niño. Hasta la fecha he tenido la oportunidad de enseñarlo en distintas universidades y centros educativos.
Tras haber estudiado en Siena, una parte importante de tu formación artística tuvo lugar en Roma, en España, especialmente en Granada y Andalucía, en China y México. En estos momentos resides en Barcelona. ¿Cuánto ha aportado el idioma español a la forma de apreciar y construir tu literatura?
Es un idioma que me permite dialogar con artistas procedentes de todos los continentes. México, por ejemplo, ha influido mucho en mi formación y búsqueda de un lenguaje propio. Un poeta, un artista sin voz no tiene sentido. Mi arte se alimenta mucho de otras culturas como la maya, también de la música, el arte figurativo y literatura de otros países.
Tu poesía se articula en gran medida a partir de la mixtura artística de los lugares en los que has vivido y las culturas que han tocado tu sensibilidad. Actualmente, cuáles podrías decir que han sido los principales referentes en tu creación.
Mis referentes se llaman faros: Antonin Artaud, Elias Canetti, Carmelo Bene, Yukio Mishima, Catulo, Tirteo, Dante, Baudelaire. Admiro mucho a David Lynch y Jan Fabre, de los contemporáneos. Toda mi poesía se refleja en el teatro. He sido y soy un lector omnívoro.
Háblame de Geografía feroz.
Geografía feroz fue publicado en el ámbito del Premio Genil de Literatura de Granada, que normalmente otorgan a un poeta español o latinoamericano. Mi nombre fue una sorpresa. Era el 2011. Llevaba ya varios años en la ciudad de Lorca y de Falla. El sello Genil es una colección prestigiosa, universitaria. El libro, en particular, es un viaje alrededor de mi poética y del mito, con un aparato de “alucinaciones” sobre autores como Dino Campana, Niccolò Paganini, Julio Cortázar y António Lobo Antunes. Este último, el rey de la prosa lusitana junto a Saramago y Pessoa, lo he conocido en Barcelona el pasado mes de noviembre. Fue un encuentro fulgurante porque me conectó con el recuerdo de uno de mis maestros, Antonio Tabucchi.
Además de escribir en dialecto calabrés, en italiano y español, dominas otras lenguas, lo cual te ha permitido traducir y readaptar un conjunto de obras de autores como Roberto Bolaño, Aresti, Celan, Mandelstam, Casariego, Alberti, Kavafis, Trakl, entre otros. Desde tu experiencia, cuáles son los principales retos a los que se enfrenta un traductor en la actualidad.
¿El traductor es un traidor? ¿Traducir es traicionar? No creo. La traducción es un reto como bien dices: hace falta presunción y humildad. Podríamos añadir que es una forma de escritura. El traductor es un barquero irreverente, una especie de Ulises, un Caronte que transporta al lector a la otra orilla de la vida.
Istruzioni per distruggere il vento, publicado en 2013, es tu primer libro de narrativa, del cual se ha dicho tiene una marcada huella autobiográfica. ¿Cuánto hay de verdad en ello? ¿Qué puede encontrar el lector en estas páginas?
Más que un libro es un codazo o el cañón de un revólver en la sien con el gatillo apretado, como afirmó Gioacchino Criaco, que en la misma colección, “Velvet”, editó sus afortunadas novelas negras, junto al “Boxeador polaco” de Eduardo Halfón. El lector encuentra un puzzle, un rompecabezas absurdo en una tierra imaginaria del sur. Es mi homenaje a la memoria y al Alzheimer, esta enfermedad mezquina que lo destruye todo. Siendo un libro muy peculiar en cuanto a estructura y elementos narrativos, su huella se notará en varios años.
Nell´incendio e oltre es uno de tus libros más intensos, en el cual pudiésemos comprender mejor la expresión del repentismo cutise. Háblanos un poco sobre la estructura y esencia de esta obra.
Fue el primer libro de poesía en Italia con QR code. El lector tiene la posibilidad de escuchar el poema y el repentismo con la melodía del músico Sasà Calabrese. Está dedicado a un amigo que falleció por Esclerosis Lateral Amiotrófica. Nació como un volumen epistolar entre los dos. Cuando ya empezó a comunicarse solo con los ojos, cerré este trabajo que me concedió uno de los premios literarios más importante del país, el Lerici Pea como mejor poeta. La obra es un buceo dentro del territorio de la enfermedad y de la esperanza.
Il silenzio dopo l’amore es tu último libro, publicado en 2019 bajo el sello FerrariEditore, escrito en italiano. La obra es una metáfora de la mente humana, un diálogo interior que afronta las contradicciones de sí misma. ¿Cuáles impulsos y confesiones se esconden en ese silencio?
Antinovela o contranovela, Il silenzio dopo l’amore es una obra en prosa que se desarrolla a lo largo de una noche interminable. Está compuesta de una sola frase de cien páginas. Se trata de un proyecto a largo plazo que llevaré a teatro bajo la producción Lyriks de Nino Cannatà. Un primer estudio lo realicé el pasado verano acompañado por un contrabajo y un alquimista que incursionó con una evocación del fuego.
La vida un artista está siempre en constante transformación y movimiento, y parte de ese movimiento te ha permitido atravesar el límite de la palabra escrita, asumirla desde la mirada teatral y performática. ¿Qué significa para ti la poesía, lo poético, en el sentido más amplio de la creación?
La poesía es mi vida. Intento siempre proyectar el sentimiento poético en mi existencia diaria. Durante esa época de cambios he viajado mucho y trabajé en muchos sitios, como watchmaker en Shanghai, bartender en México, sommelier y gourmet en Barcelona. Además, abrí dos locales. Sin embargo, el teatro poético es mi presente y será mi inminente futuro.
Has colaborado con diversos artistas a lo largo de tu carrera, ¿eres de los que crees el oficio del escritor es uno de los más solitarios del mundo o consideras que la palabra, y en especial la poesía, contribuyen a crear lazos y hace que resurjan inevitablemente los rasgos más humanos?
El arte es contaminación. La soledad está en el proceso creativo, pero la palabra hay que compartirla con el mundo entero y, si es posible, intentar cambiarlo juntos.
Recientemente estuviste por primera vez en Cuba, para participar en la Feria Internacional del Libro de La Habana y en el X Encuentro de Jóvenes Escritores de Iberoamérica y el Caribe (EJEIC), que tuvo lugar en el mes de febrero. Coméntanos sobre esta experiencia.
Cuba y su pueblo me encantaron. La música, la cultura, el duende de las personas. En la Feria, además, hice amistad con artistas procedentes de otras esquinas del mundo, de Turquía, Francia, México, Chile, Colombia, Argentina y los estupendos artistas cubanos. Tuve la oportunidad de conocer un poco sobre la décima improvisada y visitar sitios emblemáticos como Casa de las Américas, la Universidad de La Habana o el Centro Dulce María Loynaz. También estuve presentando mi último libro. Fue una experiencia artística maravillosa.
Me atrevería a decir que más que un dialecto, una cultura, una vivencia, un sueño… tu idioma es el de la poesía, la poesía come l´unico partito che rimane. A tu juicio qué cuestiones deberían ocupar la labor de los poetas en este mundo.
Poesía es enigma, luz y oscuridad, vacío. Política y sangre. Vida y muerte animan la escritura y la existencia del ser humano.
“Campesino de la pluma. Escribo para arar mi corazón. No hago otra cosa que salvar algunos brotes de una tierra infestada por plagas. La verdad es que el campesino es siempre un bandolero, un poeta”, dijiste en cierta ocasión. Hoy, qué rasgos crees que definan a Daniel Cundari.
Cada uno de nosotros posee y protege su geografía feroz hecha por lejanías, ausencias, oportunidades perdidas, pero existe también una poesía de la alegría y del porvenir. Por esto, dije que un idioma, una lengua, es un instrumento y nada más. Yo puedo escribir en dialecto calabrés o en swahili: lo que importa es el mensaje que transmito. Te digo más, yo casi siempre me esfuerzo para “olvidar la Calabria” mientras que utilizo el instrumento del dialecto.
El teatro resurge siempre en tus impulsos creativos. El teatro es la poesía que se levanta del libro y se hace humana, como dijese Federico García Lorca. El escritor se desnuda siempre sobre el papel, el actor se viste siempre con sus instintos, el que improvisa se desnuda y se viste al mismo tiempo. ¿Qué rumbos te planteas seguir con el teatro en el futuro?
Sueño con un teatro nuevo. Un teatro de locuras, inteligencia y ternura. Mi idea es sencilla, pero muy intensa y honda. Requiere mucho sacrificio y un estudio escénico/corporal penetrante. Hasta hoy he interpretado sobre todo textos de otros autores. Ya es tiempo de cambios.
AHS avileña, ¡quemando los datos!
Como se había acordado, la tarde del viernes 4 abril, precisamente a las 2 de la tarde, en el Café Barquito de la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila, hacían presencia un grupo de asociados en representación de la vanguardia artística avileña. En transmisión en cadena con el resto de las células del país, vía Skype, brindaban su arte, estos jóvenes creadores, desde Cuba para el mundo con Celia Molina Sánchez, comunicadora de la sede avileña, y representante de la sección de crítica e investigación, como conductora en el espacio avileño.
Caracterizó al gremio central, la jocosidad entres sus participantes con sobresalientes risas. Entre los presentes se encontraban representantes de las secciones Artes Escénicas, Música, Literatura y Crítica e Investigación, tales eran los casos de Alejandro Quiñones, el grupo de trova femenino Motivos Personales, Raynel Nodal, repentista de reconocimiento nacional, y en las letras Iracema Díaz, Daniel Cruzata y Gabriel Montero en voz de Celia Molina con su poema “Yo tuve un sueño…
…Era un sueño ahogado en sangre y sudor ruidoso que me espantaba.
Millones de no-muertos entonaban en orgullo sus balidos de guerra,
y lo derrumbaban todo con balbuceante ardor.
Yo tuve un sueño…
Pero ya no creo en los berrinches de la jauría.
Aunque de vez en cuando
me pregunte qué es la lucha.
Da igual cuántas palabras inventen.
Son demasiados los libros
en los que no se menciona la palabra amor.
Yo tuve un sueño…
Oh, era solo mi sueño: reinterpretémoslo a mi antojo.
Yo soñé que en el fondo y a pesar de todos
somos todos más tiernos que mil fusiles,
que mil antorchas,
que mil espasmos fingidos.”
La representación de la provincia más al centro de la isla tomó partida a continuación de Guantánamo con las lecturas, en voz de sus propios autores, de los poemas «Apocalipsis 4.0» de Iracema …
«Si cayeran las paredes que sostienen
Flotaríamos en un limbo,
Mancharías la memoria en lo ingrato de encarnar
Mienten los ojos, no haya palabras que calmen mi infortunio
Solo la paz
Incontables besos morirán en el Olimpo
No están los detalles que aplaquen lo que hiere
Si cayeran las paredes obsoletas
Al menos, miraríamos cómo se derriban los muros ajenos
El preludio, las sienes, huestes tropezando sobre sí mismas
Sin las paredes no fuéramos más que seres de la aurora y el crepúsculo,
Calcomanías del paisaje
La intemperie fragua, la carne débil con que habitamos, si estamos dentro»
… Daniel le siguió con su creación «Muerte»:
«Profusa tendencia que nutre la ausencia de una muerte postergada
Torrente de sentimientos que demandan las emotivas marcas de nuestro argot
Abrazo eufórico de subterfugio que aplasta las ineludibles ironías de heraldos cegadores
Liviandad de seres resurgen de este mundo apenas discernible
padeciendo la agónica repetición de la existencia…»
De igual forma, el repentismo y la improvisación total de parte de Raynel trajo versos inspirados en la actual situación social. La apertura y cierre corrió por parte de la agrupación trovadoresca, con la interpretación de canciones de su propia autoría.
Transmisión en Vivo de las presentaciones de Jóvenes por la Vida, creadores de la Asociación Hermanos Saíz brindan su arte.#CubaSalva#EstamosContigo#StreamingCuba#QuedatenCasa#CubacontraCovid19#CubaPorLaSalud#AHSCuba#LaSaludTocaATuPuerta#JovenesporlaVida#ElArteSalva#MantenteInspirado
Publicada por Asociación Hermanos Saíz en Viernes, 3 de abril de 2020
La Asociación de la sede avileña ya se destacaba en su quehacer en las redes con su serie conformada por videos caseros, en el perfil de AHS Ciego de Ávila, donde los propios asociados regalan piezas de su autoría mediante la oratoria o la interpretación musical, así como pequeños spots teatrales del guiñol avileño que comparte integrantes comunes con la institución. Todo a favor de la campaña #QuedateEnCasa.
#consumearte #artejoven #cubasalva #siguecreativo #elartesalva #nopuedoparar #quedateencasa #nopuedoparar #AHSCA
Publicada por Henry Godínez Rodríguez en Sábado, 28 de marzo de 2020
«Es el momento que Santiago de Cuba tenga un movimiento de repentistas»
Un viaje tras la décima santiaguera, un viaje que desentraña los misterios del repentismo en esta región trajo por primera vez al joven poeta y repentista Alex Díaz Hernández para remover desde los cimientos una tradición quizás débil en estos parajes. De ahí surge la idea de ofrecer clases de repentismo y espectáculos para reanimar esta manifestación de origen campesino pero que involucra a no pocos citadinos.
–¿Cómo tan joven cultivas el repentismo y viniendo de La Habana quieres reanimar esa tradición en Santiago?
Ser repentista viene por tradición familiar, creo que es el principal eslabón de la décima oral improvisada. Mi abuela es improvisadora, mi padre es improvisador, mis hermanos, tíos y primos también lo son; es decir, que en mi familia corre por la sangre.
Comencé en la escuela de repentismo, tengo una formación de la Cátedra que creó mi padre Alexis Díaz Pimienta y nací dentro del mundo de la improvisación en el mundo de las controversias y los guateques. Soy resultado de eso.
Entonces después de Oralitura Habana y de conocer un poco la realidad del repentismo en Cuba, nos hemos dado a la tarea de hacer varias investigaciones y una de ellas es en la zona oriental, específicamente Santiago de Cuba, que es totalmente desconocido.
El repentismo en esta ciudad, según estuve indagando desde La Habana y preguntándole a personas que habían venido varias veces, conocían muy poco de repentistas y de músicos tradicionales campesinos que tuvieran actividades periódicas en la provincia.
Luego de una intensa búsqueda pudimos encontrar a los primeros repentistas que tuvimos a la mano y esto nos ha llevado a otros más y hemos descubierto que el movimiento es bastante débil. Hay muy pocos improvisadores pero tienen un mérito increíble que se debe reconocer y es parte del trabajo que hemos hecho en Santiago de Cuba. Estamos haciendo un bosquejo general de los principales improvisadores y darlos a conocer.
–Planteas que lo que has encontrado en cuanto al movimiento del repentismo es débil. ¿Pudieras darnos una evaluación del por qué es débil?
El por qué el repentismo en Santiago de Cuba es débil tiene que ver con su propia historia. La décima oral improvisada viene de Canarias, España. Su asentamiento fundamental fue en el Occidente del país en la periferia de La Habana, Mayabeque, Matanzas. En Sancti Spíritus y Camaguey tuvo su florecer. En Las Tunas alcanzó fuerza con la figura de El Cucalambé, aunque en esta provincia el movimiento es un poco más reconocido. Ahora la zona más oriental, Guantánamo, Santiago de Cuba ha disminuido muchísimo.
Tenemos conocimiento de que hay improvisadores en estas zonas pero es aun débil. Santiago que es tierra de son, del bolero, tiene el repentismo casi muerto.Y yo creo que es la hora de levantar eso. Creo que es el momento que este territorio tenga un movimiento de repentistas que se pueda contar con ellos pero para eso hay que trabajar. Es un proyecto del futuro cercano, tenemos que tenerlo en cuenta y darle prioridad tanto con los improvisadores que quedan como con las instituciones culturales.
–¿Cómo piensas rescatar el movimiento de repentistas en Santiago de Cuba y en la zona oriental?
Creo que lo fundamental es unir a los propios improvisadores que existen, que no se qué tan unidos estén. Se que no hay peñas de repentismo, hay que rescatar eso. Una de las cosas más importantes es crear talleres y escuelas de repentismo en Santiago de Cuba. Creo que la juventud debe imponerse en ese sentido. Debemos crear una especie de conciencia de lo que es el fenómeno del repentismo que es bastante desconocido.
Entonces aquí en el Oriente del país hay que potenciarlo de alguna manera. La base está en crear talleres, escuelas y al mismo tiempo generar espacios donde la décima y los improvisadores estén presentes. Hay que invitar a repentistas de otras provincias a que vengan acá. Habría que ver a cuántos eventos importantes que se hacen en la provincia participan repentistas. Es necesario darle un mayor protagonismo al punto cubano.
–Santiago es una ciudad muy musical, tierra del son, del bolero, de la trova. ¿Consideras que el punto cubano pudiera reavivarse?
Yo pienso que sí. El punto cubano puede reavivarse ciento por ciento. Es solo proponérselo tanto a nivel institucional como a nivel personal por parte de los propios improvisadores y los promotores culturales.
Es una manifestación que a la vez que siembras la semilla empieza a florecer y luego es incontrolable. Ha pasado en el Occidente que hay un movimiento de repentistas joven muy fuerte y eso se puede hacer en Santiago y en el Oriente en general.
Hay que proponérselo y tener conciencia de quererlo hacer. Creo que se puede reavivar y se puede convocar a jóvenes que les interese y eso es parte del objetivo principal de Oralitura Habana.
–¿Cómo lograr que se elimine ese estereotipo de que la décima, el repentismo, es cosa de guajiros?
Eso es bastante complejo, el repentismo nació en el campo. Pero tiene una dosis citadina y por ser del campo no es una manifestación menor que las demás. La importancia del repentismo está dada por lo que genera en las personas que lo llegan a conocer de verdad.
Es muy dúctil, se puede mezclar con muchas manifestaciones artísticas que se hace muy poco y que tratamos de hacer con Rolex y Oralitura Habana. Lo importante es demostrarle a la gente que la décima puede ser moderna, contemporánea, que el término neorrepentismo no le hace la competencia al repentismo tradicional.
Es hacer el trabajo paralelo de estas maneras de hacer y pensarlo desde esa perspectiva. Llegar a los jóvenes con la décima mezclada con el teatro, con las artes plásticas, con la música y otras manifestaciones.
El repentismo, una voz que crece robusta (+ videos y fotos)
Cuando los soñadores se juntan inevitablemente nace un nuevo mundo. No podrán parar de crear y cada idea loca será la semilla para un nuevo proyecto. Oralitura Habana, primer Encuentro de Improvisación Poética que tuvo lugar entre el 25 y el 29 de septiembre en esta ciudad, ha sido una de esas semillas que ya se vislumbra como un robusto árbol.
“Vinimos con las expectativas muy altas y Oralitura Habana las superó todo el tiempo”, asegura la argentina Eugenia Andreani, una de los 35 participantes extranjeros que asistieron al evento.
“La creatividad constante, la emoción del guateque en Madruga, la calidad de los repentistas y raperos cubanos… todo contribuyó a crear un clima de colaboración que ha provocado incluso el nacimiento de proyectos conjuntos a largo plazo”, añadió.
“Los talleres fueron increíbles y no podía ser de otra manera si tuvimos delante a maestros como Digna Guerra, Osvaldo Doimeadiós, Virgilio López Lemus y Alexis Díaz-Pimienta, todos son como gigantes y uno aprende y se va cargado de conocimientos. Lo más curioso fue que en las clases se trabajó de acuerdo con las problemáticas de cada uno y eso es invaluable”, dijo.
“No tenía idea de la popularidad que tenía el repentismo en Cuba”, asegura Lina Beltrén, actriz dominicana residente en Nueva York. “Fue muy interesante el trabajo en los talleres para la formación de los repentistas, y sobre todo ver cómo los niños y jóvenes participan y mantienen la tradición, yo incluso tomé notas para poner en práctica lo aprendido acá.”
La italiana Katerina Kamastra resaltó el alto nivel del evento que además de la calidad en los contenidos logró ser divertido y con una excelente organización. “Tenemos que tratar de enriquecer el arte nuestro con las otras manifestaciones artísticas y todos hemos salido de Oralitura con muchísimos aportes y herramientas para fortalecer lo que hacemos”.
Leonardo Nin, escritor y antropólogo dominicano, resaltó el trabajo de instituciones como la Asociación Hermanos Saíz y el Ministerio de Cultura que se congregan para rescatar desde los jóvenes una tradición tan cubana como lo es el repentismo.
“Cuba juega un rol muy importante en la vida cultural de Latinoamérica, por eso todos le debemos mucho a esta Isla culturalmente, y es muy bueno que podamos venir y apreciar desde dentro esta cara de nuestra cultura”, resaltó.
La hermandad que se creó entre participantes cubanos y extranjeros cumplió con creces el objetivo de realizar un viaje sideral por el uniVERSO improvisado, como había soñado Alexis Díaz-Pimienta, presidente de honor del Encuentro.
Oralitura Habana fue un homenaje al Punto Cubano, al aniversario 500 de la fundación de la Villa San Cristóbal de La Habana, y al centenario del natalicio de Benny Moré.