México
Nuevamente en México La Caja Negra
Luego de una primera gira en el mes de junio, el Grupo de Experimentación Escénica La Caja Negra del catálogo del Consejo Provincial de las Artes Escénicas y la AHS en Santiago de Cuba, se encuentra desde el pasado 30 de septiembre en México, logrando así materializar la segunda gira internacional en menos de tres meses.
En este periplo por la hermana nación azteca repiten con la obra «Cartografía para elefantes sin manada», un texto de la escritora Laura Liz Gil y cuyo montaje fue merecedor de la Beca «El Reino de este mundo».
A esta incorporan «Bonsái» y «Leviatán», ambas con guion y puesta en escena de Juan Edilberto Sosa Torres, director de La Caja Negra, quien comentó que hasta el momento se han extendido por los estados de Yucatán, Ciudad México y Jalisco, en este último han llegado a las ciudades de Zapopan, Guadalajara, Tonalá y Autlán de Navarro, con presentaciones en los Centros Culturales «Moreno americano» y «Libertad», en la Casa de Cultura «Autlán de Navarro» y en el Teatro «Constitución».
Al decir de Sosa Torres, los espectáculos han sido bien acogidos por el público, la crítica y los programadores, y a pesar de la posibilidad de otras presentaciones, el poco tiempo les impide efectuarlas. «Este es el comienzo de la proyección internacional de La Caja Negra, que tendrá próximamente nuevas giras por otros países con la perspectiva de seguir promoviendo un arte de vanguardia y representativo de nuestra generación», manifestó.
En otro momento de la entrevista el también presidente de la filial provincial de la Asociación Hermanos Saíz en Santiago de Cuba, dijo que además de la programación de las presentaciones, regresaron a la tierra mexicana con una cargada agenda que incluye talleres de creación y apreciación teatral, de música y danza; una muestra del alto nivel de los integrantes del Grupo de Experimentación Escénica santiaguero, reconocido por los profesionales del gremio mexicano. Entre los talleres impartidos destaca «Teatro y memoria. El actor en tiempo presente», recibido por artistas profesionales y aficionados, psicólogos, estudiantes de la Universidad de las Artes de Jalisco y artistas de circo.
Como parte del intercambio entre las culturas cubana y mexicana, comentó Juan Edilberto que por estos días participa en el Festival La Muerte 2022, en Guadalajara, como coordinador del evento, junto a la mexicana Adriana Abundis, en el cual estrenó «Las Catrinas» por la Compañía Fariano Producciones, bajo su dirección artística y puesta en escena con texto de Abundis.
«La obra recrea los siete pecados capitales y se rinde especial homenaje a la cultura mexicana, con la que también me siento identificado», aseguró al Portal del Arte Joven Cubano.
Sin lugar a dudas, en esta segunda gira por México del Grupo de Experimentación Escénica La Caja Negra que se extenderá hasta el 14 de noviembre próximo, nos acercamos al quehacer de un grupo de jóvenes versátiles que mediante una transdisciplinariedad logran llevar a la tablas las artes visuales, la música y el performance como práctica de lo real; reflejo de un teatro muy honesto, de ahí su gran aceptación más allá de la geografía cubana.
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Prosigue en Cuba III Jornada Habana Titiritera (+Audio)
La III Jornada Habana Titiritera: figuras entre adoquines, que organiza Teatro La Proa, continúa hasta el domingo 8 en las redes sociales, debido a la situación epidemiológica que vive el país.
Dedicada a los programas televisivos donde intervienen títeres y marionetas, la presente edición recuerda espacios y figuras que hicieron historia en la pequeña pantalla, comentó Edwin Masa, director de La Proa.
L”a jornada contempla espectáculos titiriteros para toda la familia y series creadas durante la pandemia por diferentes agrupaciones”, expresó.
Según explicó el titiritero, la programación se proyecta desde la página de Facebook y el Canal de YouTube del conjunto teatral y en los perfiles del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
“Acompañan a los grupos cubanos exponentes de Suiza y México en calidad de invitados, y cada día la programación termina con una entrevista realizada a destacadas personalidades de la televisión para niños en Cuba”, agregó.
Masa explicó que se entregará por tercera ocasión el Premio Timonel, concedido por La Proa y el Centro de Teatro de La Habana para reconocer la labor de artistas y colectivos titiriteros.
Como novedad, el certamen respalda la realización de un concurso de participación a cargo de la Editorial Tablas Alarcos junto a la muestra fotográfica “Alegría que compartí”, la cual reseñará las jornadas a través de la página digital Habana Titiritera.
Esta tercera edición de Habana Titiritera: figuras entre adoquines, cuenta con el auspicio del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, el Centro de Teatro de La Habana y la Asociación Hermanos Saíz.
Alonso Ruizpalacios: «El cine tiene que ser muchos cines» (+ Tráiler)
Alfonso Ruizpalacios no aparenta las cuatro décadas casi recién cumplidas. Trasmite cierto aire juvenil y por momentos desenfadado, quizá porque la juventud y sus preocupaciones, dudas y certezas, han rondado sus filmes, sobre todo Güeros (2014) y Museo (2018). “Me conmueve mucho y me siento identificando con la juventud y las incertidumbres que conlleva. Doy clases en la escuela de cine y me gusta el contacto con los alumnos, escuchar sus historias y ver las posturas que tienen, pues hay algo en la juventud, el no tener certezas, que me parece inspirador. Mis películas son, de alguna manera, un homenaje a eso, al no tener certezas. México, además, es un país que es un perpetuo adolescente. Como toda Latinoamérica, su identidad está formándose y además, tiene una historia que no está asentada, construida, conocida”.
Ruizpalacios es considerado por la crítica especializada y el público uno los directores más interesantes del cine contemporáneo mexicano. A diferencia de otros, como Alfonso Cuarón o Alejandro González Iñárritu, ha realizado su obra en el país donde nació en 1978. Allí estudió Dirección y Actuación en el Foro Teatro Contemporáneo, y después en el Royal Academy of Dramatic Art, de Londres, pasiones que no ha abandonado del todo, pues continúa realizando teatro.
Aunque ha dirigido varios cortos, entre ellos Café Paraíso (2008), El último canto del pájaro Cú (2010) y Verde (2016), Ruizpalacios es más reconocido por sus largometrajes: Güeros ganó cuatro Ariel, premio otorgado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas a lo mejor del cine mexicano, incluyendo Mejor director y Mejor película, y mereció, además, el Coral de ópera prima en el 36 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana; el Oso dorado a la mejor ópera prima del Festival Internacional de Cine de Berlín en la sección Panorama, y fue nominada a los Premios Platino 2016 en la categoría de Mejor Dirección.
Su más reciente película, Museo, cuenta con las actuaciones de Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, y recrea una histórica verídica ocurrida en la Navidad mexicana de 1985, cuando dos estudiantes roban varias piezas inapreciables del Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México e intentan venderlas en otras partes del país; mientras aborda, entre otros tópicos, el rescate de la memoria histórica nacional, y como esta se relaciona con las jóvenes generaciones.
Con guion del propio Ruizpalacios y Manuel Alcalá, fotografía de Damián García, y actuación, además, de Alfredo Castro, Simón Russell Beale, Bernardo Velazco, Leticia Bérdice, Ilse Salas y Lisa Owen, Museo se ha presentado en el Festival de Berlín, donde obtuvo el Oso de plata al Mejor guion; recibió seis nominaciones al Premio Iberoamericano de Cine Fénix, incluidas Mejor película y Director; y en el 40 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el Premio colateral entregado por la Muestra Joven Icaic en esta importante cita del cine continental.
Después de esto, Alonso Ruizpalacios regresó a La Habana, invitado precisamente por la más reciente Muestra Joven, espacio donde se reunió e intercambió con los jóvenes realizadores de la isla. De ese intercambio, realizado en el Centro Cultural Fresa y chocolate, queda este resumen, donde aborda varios temas de su cine, para los lectores del Portal del Arte Joven Cubano.
Por una pluralidad en el cine mexicano
Me gusta la pluralidad del cine contemporáneo, pues no debe haber un solo tipo de cine. Yo mismo disfruto las películas frívolas y de entretenimiento. El cine tiene que ser muchos cines. Cuarón, Iñárritu y Del Toro no hacen cine mexicano. Cuarón, a excepción de su reciente Roma, no había filmado en México desde hace veinte años. Sus películas no tratan problemas mexicanos, no tienen dinero de nuestro país. La gran fortaleza del cine mexicano es que permite que existan todas estas expresiones. Estoy a favor de que no exista una línea, sino pluralidad.
El arte se define mientras lo haces
No trato de hacer un cine que dialogue con críticos y festivales. A uno, como director, le corresponde perseguir sus inquietudes, sus filias y fobias, y después que la gente decida dónde se acomoda eso, qué tipo de cine es. Lo mejor que puedes hacer como director es no determinar la postura de la película antes de hacerla, pues, para mí, va en contra del arte. El arte se define mientras lo haces, no es decir: voy a hacer cine anti establishment y festivalero que toque este sector, antes de hacerlo. Creo en tratar de dialogar con el público mexicano. Me gustaría pensar que la gente ve en mis películas algo de mi país. Ahí es cuando ocurre la catarsis.
Me procuré mi propia escuela
No fui a escuelas de cine, pero me procuré mi propia escuela. Por eso les digo a mis alumnos: lean, estudien y pónganse a hacer cine. Eso es lo importante. Aunque no estar en una escuela de cine te pone en un lugar más vulnerable, digamos inseguro, y tratas de compensar eso, como yo hice, viendo cine. Fui muy disciplinado haciendo ciclos de cine como por tres años; vi todo Kurosawa, por ejemplo, mientras leía su autobiografía, para mí uno de los mejores escritos sobre cine. Él atravesó un arco muy completo, hizo todos los géneros y encontró su voz.
La literatura es una desnudez que me asusta
Me considero, además, un guionista, pues escribo mis filmes y por mucho tiempo escribí series y otros productos, pero pienso que la literatura es una desnudez que me asusta y me genera muchísimo respeto. Uno de los libros que más me marcó, y al cual siempre regreso, es El guardián en el centeno, de D. J. Salinger, y también Los detectives salvajes, del chileno Roberto Bolaño. Primero escribí el guion de Güeros y un amigo me dijo que debía leerme Los detectives…
Güeros, una ópera prima más que exitosa
La premisa de Güeros desde el principio fue hacer un road movie en la Ciudad de México. Es tan basta que, para mí, ameritaba este género; es como un país que cuando vas de un lugar a otro cambia la geografía, incluso el ecosistema. Cuando hacía Güeros pensaba mucho en eso. Durante el proceso vimos muchísimo road movie; es una forma por naturaleza libre, antiaristotélica, episódica, pues su punto son las paradas y lo que encuentras en las paradas… También vimos La dolce vitta, de Federico Fellini. Güeros es, además, un homenaje a la nueva ola francesa, pero es más Fellini en el espíritu juguetón. Me gustan mucho los directores que tienen sentido del humor. De los contemporáneos, Paul Thomas Anderson me parece el último gran maestro.
Museo y la memoria histórica mexicana
Museo no era originalmente así, no tenía este componente de road movie, pero descubrimos que, en la historia real del robo de las piezas, sí había un viaje de estos chicos hasta Palenque; encontramos unas fotos de ellos en las ruinas mayas, y después acabaron en Acapulco. Dijimos ahí hay un viaje. Hay algo de esa estructura de road movie que me atrae, en tanto es una estructura episódica, un viaje de regreso a casa, pues todos son un viaje yéndose o regresando al hogar.
La película no se amarraba bien a las expectativas de los inversionistas extranjeros. Ellos decían: dónde está el policía, el interés romántico; pero es que esta historia no los tiene, si no quieren invertir en esta película así pues… Era parte de la idea, al principio, meter en Museo el género de las películas de robo, después pervertir eso y que la película se descarrilara y se fuera por la libre. Para mí esa era la estructura más honesta para la película. Vemos el robo, seguimos a los protagonistas, pero después no saben que chingadas hacer con las piezas, cómo deshacerse de ellas.