Luis y Sergio


Hermanos Saíz, vivos 67 años después

«(…) No tenemos más que nuestras vidas, avaladas con la honradez de un pensamiento justo y una obra inmensa que realizar y como ofrenda de devoción y desprendimiento las hemos depositado en los brazos de la Revolución Cubana -justa, grande, renovadora, honrada, socialista-, sin más esperanzas que ver cumplidos estos sueños».

Idea contenida en el documento ¿Por qué luchamos?, considerado el testamento político de Sergio y Luis Saíz Montes de Oca, asesinados hace 67 años en su San Juan y Martínez, y una de las evidencias más claras de sus convicciones.

Aquel 13 de agosto de 1957 no dejaron de latir sus corazones aunque esbirros de la tiranía de Fulgencio Batista arrebataran sus vidas, pues perduran en cada cubano digno que como ellos ame a su Patria.

Los hermanos aprendieron a querer la libertad de Cuba, pisoteada por gobiernos de turno al servicio de Estados Unidos, y murieron en defensa de sus ideales.

Ese día la policía se empeñaba en no permitir ninguna acción de los revolucionarios, teniendo en cuenta que se celebraba el cumpleaños del líder Fidel Castro Ruz, quien suponía un riesgo para los intereses de la dictadura en el poder.

Pero Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, combatientes clandestinos de 18 y 17 años, respectivamente, estaban dispuestos a romper esa tranquilidad y “burlar” las órdenes de los altos mandos de los cuerpos represivos.

Las vidas cercenadas no los llevaron al olvido por parte de un pueblo agradecido, ese que a pesar de los años recuerda con orgullo la obra de los Saíz Montes de Oca.

«No temas, algún día te sentirás orgullosa de nosotros», constituyen las últimas palabras pronunciadas a su madre Esther antes de salir de casa esa tarde, convencidos de que la jornada no pasaría inadvertida para los esbirros, y cual premonición de un desenlace fatal.

Luis integró el Directorio Revolucionario en La Habana, junto a José Antonio Echeverría y Fructuoso Rodríguez, y al cierre de la Universidad volvió a San Juan y Martínez y se incorporó al Movimiento 26 de Julio, del que fue nombrado Coordinador Municipal, de acuerdo con fuentes históricas.

Su hermano contaba con una trayectoria similar, iniciada en la Segunda Enseñanza y desde entonces participaba junto a Luis en todas las actividades conspirativas. Era quizás el responsable de Acción y Sabotaje más joven en ese entonces en el país.

Denuncias a la discriminación racial en aquellos tiempos y el señalamiento del papel de la enseñanza en la formación de valores revolucionarios, sobresalen en el pensamiento y acción de ambos; además de la organización de una cátedra martiana en su localidad para impartir Política agraria, Política educacional y Martí y la filosofía, entre otros temas, iniciativa reprimida por la policía.

Habitantes de la mayor isla de las Antillas actualmente mantienen vivo su legado político y literario; como es el caso de la Asociación Hermanos Saíz que agrupa a la vanguardia artística e intelectual de la nación.


La épica de los hermanos Saíz es la épica de la nación cubana

Dijo José Martí que “la sangre de los buenos no se vierte nunca en vano”, y en vano no brotó del pecho de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca un agosto de 1957, cuando un verdugo intentó acallar a un pueblo y hacer que los jóvenes durmieran el sueño eterno del olvido.

Este agosto, San Juan y Martínez, su tierra, amanece diferente… El homenaje trasciende el sencillo acto de la flor en el sepulcro, del verbo enardecido y la canción comprometida; el homenaje llega de un pueblo y hacia él regresa convertido en obra realizada.

“La épica de la Asociación Hermanos Saíz es, indudablemente, la épica de la nación cubana; y lo digo porque son enormes los desafíos, porque son enormes los retos que hay en la actualidad. Pero nosotros confiamos tremendamente en la inteligencia colectiva, confiamos tremendamente en que saldremos adelante.

“En el futuro, los libros tendrán que hablar de lo que estamos haciendo, tendrán que hablar del pueblo cubano de hoy, del sacrificio, pero sobre todo de cómo saldremos adelante. Indudablemente ese será uno de los mejores poemas de nuestras vidas como nación, y en los textos de Luis y Sergio, en sus ejemplos, en sus ideas, hay muchas luces, hay muchas ideas a las que debemos volver una y otra vez”.

Yasel Toledo Garnache. Presidente nacional de la Asociación Hermanos Saíz

Luis y Sergio no yacen como dos cuerpos dormidos, abrazados al asfalto. No, un grupo de jóvenes artistas se niega a ello.

Desde hace más de tres décadas una organización abrazó su historia y la defiende en estos tiempos.

“Con mucha frecuencia los sentimos junto a nosotros. Uno los imagina escribiendo, hablando, soñando, criticando; los imagina con esa capacidad tremenda que tenían de enamorar, de convertir en realidad la poesía y, además, aplicar la poesía a su vida cotidiana, que es cuando más útil es”.

Hoy Luis y Sergio son talento multiplicado, son arte que alegra y hace soñar, son voluntad de escalar las cimas más altas con guitarra a cuestas, son semilla y fruto, corazón del cantor.

Luis y Sergio reclamaban un despertar de conciencias. Disparos tristemente certeros dieron más fuerza a su ejemplo. Con su muerte, despertaron a la vida; despertaron a la historia.