Las Tunas
Jesús Ricardo Pérez Cecilia ofrecerá su primer concierto en la capital
El joven cantautor Jesús Ricardo Pérez Cecilia ofrecerá próximamente su primer concierto en la capital de todos los cubanos, el día 12 de este mes, invitado por la prestigiosa Casa del Alba Cultural y el apoyo del Proyecto Canto de Todos.
«Significa una gran oportunidad como artista», comenta el también vicepresidente de la Asociación Hermanos Saíz en Las Tunas. «Es mi primera presentación oficial en La Habana y, sin dudas, un escenario importante para dar visibilidad a mi trabajo. Compartir mi obra en un lugar de esta índole es toda una responsabilidad que intentaré asumir de la mejor manera posible, pues ofrezco siempre al público el corazón a través de mi arte».
Interpretando temas musicales de su autoría, desde sus comienzos hasta el presente, pretende plasmar diferentes vivencias a través de canciones como Pedazo de lluvia, Horizontes blancos, Despertar, Complicidad y otras. Él busca mostrarse «sincero y auténtico ante el espectador, y ambientar el espacio con melodías agradables».
En diálogo con 26 informó, además, que está en proceso de creación de un videoclip para su sencillo Pedazo de lluvia, labor en la que interviene la realizadora Waldina Almaguer. Ese proyecto se desarrolla de manera simultánea con Luna Creciente, espacio habitual donde se presenta en la Casa del Joven Creador de Las Tunas, los terceros viernes de cada mes.
Jesús Ricardo Pérez Cecilia es un joven martiano, apasionado a su trabajo, afable e incansable, que ha hecho de la trova una filosofía de vida, una manera de ser útil a la sociedad.
Abierta convocatoria al Salón de artes plásticas Guernica 2024
La filial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia de Las Tunas convoca al Salón de artes plásticas Guernica 2024, evento que sucederá del 15 al 17 de agosto de este año.
Pueden participar los artistas visuales de todas las regiones del país menores de 35 años, sean o no miembros de la AHS. La temática es libre y se pueden presentar obras en todas las manifestaciones de las artes visuales, con preferencia bidimensionales.
Cada artista puede presentar un máximo de tres obras. El plazo de inscripción es hasta el próximo 5 de agosto a través del correo electrónico ahslastunas@gmail.com o a través del número de teléfono por Whatsapp 54-443972.
Se enviará una imagen de cada obra con resolución o calidad suficiente para poder valorarla en formato jpg con un peso de hasta cinco megas. Las obras se presentarán acompañadas de una ficha con los datos del autor y la pieza.
El jurado estará integrado por prestigiosas personalidades de las artes visuales, se entregarán tres premios principales consistentes en diplomas acreditativos, exposición personal en la Galería Guernica y un monto de 6.000, 3.000 y 2.000 pesos para el primer, segundo y tercer premios, en ese orden; se entregarán cuantas menciones el jurado considere necesarias y varios premios colaterales.
Luego del proceso de selección de las obras enviadas, se informará el resultado de la misma, para su recepción en la Casa del Joven Creador que radica en Lorenzo Ortiz, número 65, esquina Joaquín Agüero. La exposición principal del Salón Guernica se inaugurará el 16 de agosto de 2024.
«Antología de poesía argentina actual»: ensayar una pequeña magia
Leer poesía es ensayar una pequeña magia. Intentar definirla es tropezar con las mismas dificultades que se nos plantean como cuando tenemos que definir un color, un sonido, el significado de la ira o el amor. ¿Cómo describir entonces la magia que entraña este libro? ¿Explicarlo, presentarlo? No hay otra forma de hacerlo que dejándose llevar por esa misma magia, por la maravilla.
Antología de poesía argentina actual, un libro que desde el propio título se nos revela ambicioso, abarcador, y cuando lo leemos descubrimos que sí, lo es. Casi cien años de poesía argentina encontramos en sus páginas. Nicolás Antonioli, el antologador, nos presenta 12 poetas que desde la polisemia de sus estilos dibujan un cosmos poético singular que permite leer, disfrutar y hasta analizar la poesía de Argentina de gran parte del siglo XX y las dos primeras décadas del XXI. Pero, si de poesía se trata, no se precisa más que el sentimiento como único pasaje para esta aventura literaria.
Temas que discurren sobre el amor, la muerte, la soledad, en un tono intimista que resalta la belleza de las imágenes. Igualmente la antología poetiza sobre temas sociales y políticos, sin perder esa belleza pero resaltando la fuerza expresiva década línea. Como en estos versos de Cristina Molina: La boca de Angelina Jolie en la pantalla/ y sus ojos plásticos cuando se los cambia/ le mataron a Él en un país comunista// se lo mataron/ y todos sufrimos/ cuando las mariposas vuelan entre las telarañas de la selva/ ella y él /y un beso/ que sufrimos…
A pesar de la multiplicidad de estilos y temas se respira equilibrio y armonía. Las voces poéticas logran una unidad estilística en léxicos cercanos y códigos estéticos parecidos. Sobre todo en la generación de poetas nacidos en los años 80 y que son los que priman; en ellos se siente ese lenguaje depurado y directo, desenfadado en la construcción y estructura de los versos, prescindiendo de signos de puntuación.
El escritor argentino Cesar Melis expresó: Existe en el mundo de hoy, pero principalmente en un país abaratado y atérmico en lo cultural como Argentina, cierto desprecio de los editores en general por publicar y divulgar poesía. Por suerte aquí seguimos apostando por difundir lo verdaderamente valioso. Y gracias a la Editorial Sanlope en Las Tunas y a su compilador Nicolás Antonioli (uno de los poetas que aparecen) podemos disfrutar de este libro, que fue editado por el escritor Antonio Gutiérrez Rodríguez y cuta corrección fue de la mano de Maritza Batista.
Toda selección entraña el peligro de decantar, olvidar, apostar por unos. Esta antología no escapa de ese peligro, pero sale airosa gracias a la calidad de sus textos. Me place profundamente ver en esta muestra representativa de 12 poetas, de ellos nueve sean mujeres. No podría quizás ser de otra manera, Argentina es la tierra de Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik, y la grandeza e influencia de su legado se siente en esas voces femeninas. Este es otro de los méritos del libro, de la selección.
La poesía es brasa y fuente, asidero y revoluciones, respuestas y muchas interrogantes. Su idioma, como el del sentimiento, es universal, por eso más que descubrir a poetas argentinos nos autodescubrimos en una imagen, un verso, una metáfora. Ahí está la esencia, la maravilla. Basta eso para ensayar la magia de leer este libro.
Convoca AHS Las Tunas a la XV edición de La Pupila Archivada
La filial de la Asociación Hermanos Saíz en Las Tunas convoca a la XV edición de la Jornada de intervenciones urbanas y performance La Pupila Archivada 2024.
En el certamen que se desarrollará del 11 al 13 de abril del año en curso, podrán participar artistas y aficionados residentes en esta provincia.
Según convocatoria lanzada en redes sociales a través de los perfiles institucionales de la organización, se podrán incluir proyectos de intervenciones urbanas o performance.
Cada propuesta deberá ser presentada con su fundamentación, objetivos, diseño y necesidades de producción.
Los proyectos deben entregarse antes del viernes 22 de marzo en la Casa del Joven Creador, sede de la AHS en Las Tunas, ubicada en la calle Lorenzo Ortiz # 65, Reparto Primero, detrás de la Plaza Martiana.
Una comisión técnico artística evaluará cada propuesta y aprobará las que estime conveniente. Oportunidad de lujo para todos los creadores que se desempeñan en el difícil arte del performance y las intervenciones urbanas.
«Mujer y una ciudad de arena», no a la violencia desde la plástica
La expo Mujer y una ciudad de arena, que exhibe la filial tunera de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), es un grito desde la plástica por la No Violencia hacia la mujer, desde la mirada de varias creadoras del territorio.
Yamila Coma, Gitzy López, Liset Gutiérrez, Saimy K. Torres, Niurka Casanova y otras artistas visuales, a través de expresiones como la pintura y la fotografía, comparten con los espectadores obras que hablan, desde sus cosmovisiones, sobre la violencia doméstica, física, económica, psicológica… En algunos casos, símbolos como una navaja, una jaula o un billete se utilizan para complementar mensajes. En otros, se habla desde el color y las formas.
Liset Gutiérrez, con varias piezas relacionadas con el universo femenino, comentó a 26: «En mis series abordo la maternidad, la gestación y otros tópicos. Por medio de la fotografía artística expongo determinados procesos o problemáticas. Trato de no usar la totalidad del cuerpo humano para hacer referencia a las féminas, sino determinados recursos que den una visión general de la protagonista y lo que quiero transmitir, partiendo -por ejemplo- de solo una parte de la anatomía. En general, no solo me refiero a la mujer cuando es violentada, sino también cuando se empodera y busca nuevos caminos».
Por su parte, Saimy K. Torres expresó: «Las obras que aquí muestro forman parte de mi expo Binum acies, que en latín significa ‘filo doble’. Quise reflejar la concepción errónea de mirar a la mujer como un objeto, como alguien que espera que el hombre decida algo».
Ella considera que, «aunque hay mucha gente tratando de comunicar estas problemáticas, aún nos falta lograr mucho a nivel institucional y de pensamiento. Qué bonito sería, por ejemplo, que también los varones vislumbraran el asunto, que se sumaran a esta batalla por la igualdad, no por la supremacía de algún sexo o género».
Niurka Casanova, otra de las autoras, destacó: «Mis dibujos, en la técnica de la plumilla, aluden a la libertad de expresión con relación a la figura femenina. También recreo el tema de la flora y rejuego con las líneas para que no queden solo atrapadas en el concepto, sino que comuniquen desde un tratamiento más surrealista. Aunque existen varias personas que se acercan a estas temáticas, aún -a nivel social- debemos superar muchos tabúes y estereotipos».
Varios son los desafíos que tenemos para lograr cada día una mayor equidad social. El arte, con la belleza y poder inherentes, es una excelente plataforma para conminar a la reflexión, el autoexamen y la proliferación de buenas prácticas en torno a la perspectiva de género.
Artes visuales tuneras: ¿Cerrando ciclos?
En los últimos meses del ya pasado 2023 las artes visuales tuneras estuvieron en el centro de las noticias culturales: exposiciones, salones, reapertura de galerías, proyectos colectivos que empiezan a materializarse y hasta críticas en las redes sociales. Muchas miradas apuntaron hacia allí, miradas que por tiempo se tornaban esquivas. Un repaso por esas muestras, gran parte de ellas todavía abiertas al público, permiten visualizar un camino, que no exento de tropiezos, parece al fin encontrarse.
El mes de octubre traía la esperada reapertura de la galería Fayad Jamís del Fondo Cubano de Bienes Culturales, luego de dos años de cerrada al público; para ello se reservó una expo que suscitó varios análisis y opiniones de artistas y especialistas. Aquí Estamos fue el nombre elegido, como para reafirmar que los artistas tuneros están haciendo arte en medio de un panorama galerístico que se vislumbraba desalentador. Unos días antes el Salón UNEAC, quizás sin saberlo, nos daba una pequeña muestra de lo que sería.
Más de una veintena de artistas de diferentes generaciones se reunieron en la citada galería. Conceptos vanguardistas afianzados en el paisaje artístico tunero, desde Jesús Vega Faura, Yamila Coma, Alexis Roselló o Rogelio Ricard,o acompañados de una generación pujante que revierte códigos y hace de la posmodernidad su bandera. Luis Antonio González, Liset Gutiérrez o Jarol Rodríguez demuestran el talento y empuje de los más jóvenes que apuestan por la experimentación sin abandonar las técnicas tradicionales. Diversidad de estilos y lenguajes en grabados, esculturas y fotografías coexisten en la Fayad Jamís. Sinergia que se siente a ratos forzada y en la que se respira cierto ahogo por la cantidad de obras en un espacio que les quedó pequeño. Solo gracias a la curaduría y disposición oportuna de tantas piezas se logró atraer y dialogar con los visitantes, que felizmente no han sido pocos. Y ese es otro de los méritos de la exposición, la capacidad de convocatoria y promoción que tuvo al incentivar a los críticos a emitir análisis en torno a la muestra.
Noviembre nos sorprendía con la grata noticia de que se retomaría el Salón de Pequeño Formato José Antonio Díaz Peláez, en el Centro de Desarrollo para las Artes Visuales. Tras varios años de ausencia llegó nuevamente para revitalizar esta manifestación en una provincia en la que, más allá de un epíteto, el arte escultórico echó raíces.
Mucho se extraña la escultura en la mayoría de las exposiciones y amén de conceptos reiterativos e inacabados, el Salón demostró que al convocar y motivar a los artistas, unido al aprovechamiento de recursos no convencionales, se pueden lograr trabajos dignos y provocadores. Paralelo se realizaron otras iniciativas como conversatorios y espacios teóricos que, sin tener el alcance de antaño, dio indicios de un interés por reanudar las inolvidables Bienales de Escultura.
Por su parte la expo colectiva Año Cero sorprendió con su lenguaje provocativo, arrollador. Las instalaciones artísticas, propias del arte contemporáneo conceptual, proponen la intervención de espacios mediante la utilización de diversos materiales, medios físicos visuales o sonoros. Sin dudas el espectador tunero estaba ávido de disfrutar este tipo de propuestas.
En la galería del Consejo de las Artes Plásticas encontramos siete artistas, siete voces, a veces gritos que invitan al diálogo más que a la contemplación. Llega como parte del proyecto Zona Creativa, que bajo la guía del artista Leonardo Fuentes Caballín pretende incentivar la creación al apostar por espacios y recursos alternativos.
Por último se nos presenta Selfie como ese espejo donde nos autodescubrimos y revelamos nuestra esencia. Veintisiete autorretratos de varios creadores que desde sus particulares estilos dibujaron más que al artista al ser humano que son. Pinturas, fotografías y dibujos componen la exhibición tan atrevida como sugerente y que dio espacio a varias voces que llevaban tiempo fuera de las galerías, en la que se recogen nombres como Yamila Coma, Alexander Lecusay, Damayanty Mena, Gustavo Polanco.
Aunque cada obra posee el encanto de atrapar el gesto del artista desde su propia mirada e introspección, vale resaltar el trabajo de dos mujeres cuyos lenguajes van ganando fuerza en el circuito galerístico. Daimí Silva con la belleza y pureza de sus trazos nos revela la mujer-artista desde una visión hedónica en la que se sabe libre y talentosa, gustosa de su condición. Y Liset Gutiérrez, quien prefiere desdibujar el rostro, presentarlo como un todo en el que cada mujer puede pintarse y encontrarse a sí misma. Su obra se alza como denuncia por tantas veces que a las mujeres les ha tocado esconderse, callar. Todavía está a tiempo de visitar esta exposición en la sede de la Fundación Nicolás Guillén y disfrutar de una muestra original y convincente.
Me gustaría pensar que más que cerrar, los últimos meses del año abrieron ciclos creativos, de dinamización, en los que finalmente los artistas y públicos se encontraron, se generaron debates profundos y analíticos sobre los procesos creativos, donde las instituciones cumplieron su objeto social y convocaron a sus artistas, convirtiéndose las galerías en ese espacio vital que necesita hace mucho el arte tunero.
Tomás Escobar: «Médico y escritor por vocación»
Su voz enérgica y una mirada intuitiva captan rápidamente la atención. Mas, sabemos que las primeras impresiones son importantes pero no definitivas. Por eso de su voz nacen versos pujantes que laceran o cicatrizan. Porque Tomás habla del hombre, de su dolor y sus heridas, pero también habla de salvación y auxilio. Médico y escritor por vocación, como se define, no puede ser de otra forma. La suya es una voz profundamente humanista, que va a las esencias y de ahí su inexorable fuerza.
Tomás Eugenio Escobar Avila (Jesús Menéndez, Las Tunas, 1997) es un joven poeta y narrador, miembro de la AHS. Ha publicado Una línea de mercurio, Editorial Primigenios, Poesía, 2023. Poemas suyos aparecen en la antología Conteo Regresivo: antología poética de jóvenes tuneros. Recibió en 2023 menciones en el Concurso David de poesía y una especial en el Eliecer Lazo. Fue además finalista en el evento literario Mangle Rojo del pasado año, y ganador de la XXIII edición de “El Árbol que Silba y Canta”.
Leerlo es la certeza de que sus versos empiezan un camino en el que ha de cosechar muchos frutos, pues como lo definiría el también escritor Armando López este autor, en pleno apogeo creativo, en plena ascensión, en pleno dibujo de una cosmogonía de reconocimiento, imprime a sus textos la frescura de un oleaje tácito, pero a la vez la gota desafiante de los huracanes que cobran vida desde el trópico.
Médico de profesión, escritor por vocación, ¿cuánto hay de un oficio en el otro?
Médico y escritor por vocación. No podría hacer algo que no me apasione, que no me motive. Han sido los caminos en los que he hallado mi esencia y que mantengo a pesar de ciertas separaciones. Visión común, en las que se complementan y mantienen la premisa de salvar (me). Respondiendo cómo influye uno en el otro, diría que es un proceso inconsciente. A la hora de crear (que puede ser en cualquier momento) suelen venir imágenes propias de la Medicina, lo que equivale a decir: humano, dolor, cura. Mirando entonces desde el otro extremo no he podido dejar de contemplar al paciente con la sensibilidad añadida del arte. Incluso el arte como parte de la terapia.
Eres un escritor joven de los más recientes crecimientos de nuestra Asociación. Sin embargo, tus resultados en los eventos literarios son evidentes en este año.
Tuve la sorpresa de ingresar a la Asociación a inicios de este 2024. Cuestión que agradezco al escritor y amigo Armando López, quien me apoyó a lo largo de este tiempo y fue de los primeros en creer en mi obra. Ingresar en la AHS, por su parte, me ha posibilitado acceder a un torrente de voces a las que he ido incorporándome, poco a poco. Creo que el mejor resultado ha sido ese.
Cómo valoras el sistema de promoción de eventos y premios literarios de la organización?
Creo que son una ventana para exponer las nuevas voces, los nuevos rostros de creación literaria. Existe mucho talento dentro y fuera de la misma, pienso siempre en esto. Los premios lo impulsan, lo validan.
Recientemente ganaste el evento “El árbol que Silva y Canta”, impulsado por la AHS de Báguanos. Coméntanos sobre el poemario ganador.
Concursé con “Los límites de la cicatriz”, un cuadernillo con 13 poemas. Extracto de uno más amplio, en el que hago un recorrido por eventos que han dejado marcas, heridas, separaciones. Un intento por delimitar el dolor, dejarlo fuera o interiorizarlo. Sobreponerme.
Vives en una provincia de una tradición y vida literaria notable. ¿Encuentra Tomás sus referentes literarios en Las Tunas?
En el preuniversitario descubrí a escritores tuneros como María Liliana Celorrio y Nuvia Estévez Machado. Y mucho antes a Mayda Elena Arias. El deslumbramiento que produjeron en mí me ha llevado a vivir de una manera más poética. Sus obras me indujeron a buscar un camino, a expresar mi propia voz. Luego fui conociendo a otros autores. Su lectura ha sido tremendamente necesaria.
¿Cuáles son los proyectos futuros?
Pues vivir para crear, espero… Me mantengo trabajando en algunos poemarios inconclusos. Siempre dándole un significado o propósito a este tiempo que compartimos.
Cultura, la remembranza (+fotos y video)
Termina el calendario y qué mejor festejo que recordar algunas de sus páginas más significativas. Atrás quedaron los tiempos de la pandemia que moldearon realidades, y la cultura, al igual que otros sectores, bebió de la fuente del renacimiento. Eso no quita que queden muchos desafíos porque, ya lo dijo Martí, «el arte, como la sal a los alimentos, preserva a las naciones».
Las artes visuales, en general, mostraron una resurrección con el rescate de eventos que desde hace años no se realizaban como Confluencia, La Plástica en Abril y el Salón José Antonio Díaz Peláez. También nacieron los proyectos Zona Creativa y Selfie, para juntar a los artistas de la plástica e incentivar la creación a través de varias acciones. Las exposiciones vislumbraron un florecimiento en calidad y variedad, alentadas, en alguna medida, por la crítica especializada. Además, reabrió la galería Fayad Jamís, de las más confortables de su tipo en la provincia, y se apreció un renacer de la instalación, una expresión poco trabajada aquí en los últimos años.
En el apartado de las letras, numerosos lauros en concursos nacionales reafirmaron el potencial literario existente en nuestra tierra, destacando los premios Nicolás Guillén (poesía) e Ítalo Calvino (novela), obtenidos por Carlos Esquivel Guerra. Varios jóvenes integrantes de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) obtuvieron, igualmente, guirnaldas en certámenes nacionales, nombres como Raúl Leyva, Eduardo Rosell, Tomás Escobar, Sandro Leyva y Armando López Carralero.
La Feria del Libro en la provincia mostró más calidad y variedad que en otros años, y especialmente resaltaron sus espacios teóricos. El taller literario Cucalambé festejó medio siglo de existencia como cantera de exponentes que hoy poseen un prestigio nacional e internacional. Asimismo, nacieron espacios literarios para homenajear a escritores que ya no están físicamente como el concurso nacional Renael González y La eternidad no basta para todos. Nos sobrecogió el fallecimiento de Antonio Gutiérrez, escritor, editor, crítico e investigador que, además de legarnos varios libros, se preocupó por formar editores, promover la cultura y capacitar a nuevos talentos.
En el mundo del pentagrama, se celebró la presencia centenaria del órgano oriental en la provincia y la comparsa Estampas Tuneras (Zabala) arribó a sus siete décadas en defensa de la tradición. Por su parte, el fonograma Mujer que sueña guitarras obtuvo una nominación al Cubadisco, en la categoría instrumental, y la XL Jornada de Concierto regaló melodías dedicadas a aniversarios de notorios colectivos, entre ellos el coro Euterpe, en su cumpleaños 30. Además, el Festival Entre Música, de la AHS, propició la confluencia artística, con presencia de prestigiosas figuras como Anabell López, Tony Ávila e Inti Santana.
En cuanto al arte de las tablas, la obra Clowncierto, de Teatro Tuyo, obtuvo el Gran Premio Aquelarre y Mejor Espectáculo Teatral en el Festival Nacional del Humor. Sin embargo, la partida hacia la capital de la compañía nos dejó un halo de tristeza, por perder -también- una Escuela Nacional de Clown y mucho más. En cambio, nos alientan el arreglo de las salas teatrales Blanca Becerra y Raúl Gómez García, así como que se continúa trabajando en el teatro Tunas, con vistas a que reabra con mayor confort y carácter polivalente.
Otra alegría fue el rescate de la jornada de performance e intervenciones públicas La Pupila Archivada, gracias al empeño de la filial provincial de la AHS. Asimismo, el Festival Nacional de Magia Ánfora retomó su carácter competitivo, con la participación de prestidigitadores de varias provincias cubanas e invitados mexicanos y -además- la compañía tunera Huracán Mágico se alzó con el Gran Premio.
Esta vez la Jornada Cucalambeana amplió su diapasón al llegar hasta La Villa Azul y comunidades intrincadas; mostró nuevos certámenes y espacios como el Concurso Vestido de guayabera y el primer Salón Fotográfico Esencias de Mujer.
También festejamos con varias actividades el cumpleaños 45 del Sistema de casas de Cultura y se reconoció la labor del Movimiento de Artistas Aficionados, responsable de más del 90 por ciento de la programación cultural de la provincia y acreedor de resultados en festivales nacionales y otras citas. La Brigada de Instructores de Arte José Martí, por su parte, eligió nueva presidencia, encabezada por el instructor de teatro Héctor Luis Bolmey Ochoa.
En cuanto al patrimonio, aunque algunas instituciones museables continúan cerradas, otras han dado pasos como encaminar una sala egipcia en el museo provincial Mayor General Vicente García y el desarrollo de eventos con la presencia de diplomáticos al estilo de los excelentísimos señores Maher El-Adawy y Hirata Kenji, embajadores de Egipto y Japón en Cuba, respectivamente.
En la escuela profesional de arte El Cucalambé se trabajó en cuatro objetos de obra y, a pesar de las vicisitudes, este centro obtuvo resultados como ser la provincia más premiada en el tercer concurso de piano Amado Touza, desarrollado en Santa Clara.
Con varias iniciativas a lo largo de todo el año, Radio Victoria y la Casa de la Décima celebraron sus aniversarios 70 y 30, respectivamente. Asimismo, el Festival Guarachando Compay Gallo y la Peña Prodigiosa festejaron sus 15 primaveras.
La gira Una Mejor Juventud despertó varias emociones y, específicamente el concierto de Karamba, Buena Fe y el dúo Iris, desarrollado en la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García, tuvo récord de público, en comparación con los cuatro sucedidos anteriormente en el oriente.
A pesar de la difícil situación socioeconómica del país, instituciones como las filiales de la AHS, la Fundación Nicolás Guillén y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) defendieron un arte de vanguardia. Esta última, por ejemplo, realizó la asamblea de balance correspondiente al período 2019-2022 y creó la comisión organizadora de su X Congreso.
En general, el sector no dejó de defender buena parte de lo mejor de nuestras expresiones artístico literarias. Sin embargo, siempre quedan retos y proyecciones. Entre las directrices enunciadas por Darlenis Urquiola, directora provincial de Cultura, en diálogo con el periodista Gianny López Brito, figuran: la implementación adecuada de la política cultural cubana, el diálogo constante con escritores y artistas, así como una mejor atención a instructores de arte y público, en general.
Artes visuales: Entre ciertas manzanas de discordia
En ese complejo laberinto de significados, cosmovisiones, estilos y técnicas que distinguen a las artes visuales y que, a su vez, reflejan en gran medida elementos de la realidad, opinar puede volverse terreno escabroso si los receptores no entienden que la crítica, siempre que sea bien intencionada y se realice desde la ética y los argumentos, puede aportar cambios transformadores para una persona, gremio, institución o sociedad en general.
Como manifestaciones que se expresan a través de imágenes que percibimos, siempre entrará en juego la subjetividad. Pero, partiendo del respeto que debe sentirse por los artistas, capaces de hacer algo que nosotros no, hablemos de algunos derroteros por tener en cuenta para que el resultado sea mejor.
Desde hace meses he apreciado un renacer de la opinión especializada en torno a las artes plásticas en esta ciudad. Eso ha traído consigo una inyección en la creación y, como expresó la crítica de arte Iris Cruz en la peña La Última Palabra (de la Asociación Hermanos Saíz, AHS), “los artistas se preocupan más por presentar una obra mejor elaborada. Eso lo hemos visto en las últimas exposiciones”.
Sin embargo, no basta con que una pieza sea digna cualitativamente hablando, también son importantes los parámetros para su presentación y socialización. ¿Cuántas veces hemos observado propuestas meritorias en áreas poco favorecidas desde su ubicación e iluminación? Eso atenta contra los productos artísticos, pues pudieran pasar inadvertidos (y lo hacen), y -como es sabido- es el espectador quien -a través de su interpretación- culmina el proceso.
Es cierto que Las Tunas no posee suficientes galerías con condiciones técnicas necesarias, dígase espacio apropiado, buena iluminación, elementos de marquetería… La más completa es la “Fayad Jamís”, en la calle Francisco Varona, número 194, esquina Ángel Guardia, reabierta en octubre pasado, luego de dos años cerrada por restauración. Pero otras, como la galería taller de escultura Rita Longa, única de su tipo en Cuba, que atesora una colección en pequeño formato de prestigiosos artistas cubanos, no dispone de luces, el local destinado a las exposiciones es reducido y ya amerita de mejoras constructivas que permitan al público disfrutar de más de un centenar de piezas de alto valor.
Exposiciones exhibidas actualmente en instituciones como el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), la AHS, la Casa de la Décima, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y la Fundación Nicolás Guillén demuestran que la creación aquí sigue viva, solo hay que motivarla más y mejor desde el apoyo, la promoción, la sumatoria de talentos y otras cuestiones, que competen en gran medida a instituciones y autoridades culturales.
Debería repensarse lo provechoso que sería rescatar ciertos concursos que estimulaban a la creación artística y devenían garantes de calidad y sana competencia. Además, porque estaban respaldados por un premio en metálico. Esto caracterizaba, por ejemplo, al Salón Uneac, pero -luego- se perdió.
Hablamos de una provincia con tradición en el cultivo de las artes visuales, cuna de grandes maestros de la manifestación, donde existió un movimiento que nos permitió ostentar el epíteto de Capital de la Escultura Cubana; donde tristemente perdimos una Academia Profesional de Artes Plásticas, más una larga lista de razones dignas de valorarse.
Por eso, y por respeto al público, debemos cuidar cada parte del proceso entre el nacimiento de una obra y su visualización. Salvo que haya una intencionalidad o se trate de una cita itinerante, no debería exhibirse en una institución algún cuadro o escultura recientemente compartida en otra entidad. Es imprescindible la limpieza en las curadurías, para que la presentación final de los productos artísticos se realice sobre la base del equilibrio y la calidad.
Me refiero a cuidar que las creaciones no se apilen unas con otras, que haya variedad sin perder el leitmotiv del conjunto, que sean ubicadas en sitios idóneos para su visualización…, o sea, pensar el montaje.
Un modelo bien logrado, desde su concepción hasta su presentación, es Aquí estamos, que acoge la galería Fayad Jamís. Allí se tuvo en cuenta el necesario intercambio previo con los creadores, el impecable diseño del cartel, la correcta ubicación de las piezas, la variedad en nombres y estilos, la simbiosis entre experiencia y juventud, además de todos los parámetros que garantizaron una agradable velada durante la inauguración.
Los autores, buscando alternativas ante la escasez de materiales, insuficientes mecanismos de comercialización y otros escollos, muestran una efervescencia que debemos alentar, pero no mecánicamente, sino desde el sentimiento real y las alianzas. Ese es el camino. Así lo demuestran las últimas exposiciones, pero también la calidad de varias obras y la reaparición de expresiones como la instalación, un tanto desaparecida aquí en los últimos tiempos. Como dijo el cineasta francés Robert Bresson: “No hay arte sin transformación”.
Entre Música, el valor de la confluencia (+fotos y video)
Una descarga de hip hop en la Casa del Joven Creador cerró la XVII edición del Festival Entre Música, evento que -en general- permitió la confluencia de varios intérpretes y sonoridades, al estilo de Anabell López, Tony Ávila, Freddy Laffita, Leodanys Castellón, Inti Santana y otros.
La sede de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) se dedicó, cada noche, a un género musical diferente, desde la música concertante hasta el rock y el hip hop. Durante la víspera, por ejemplo, se presentaron allí autores como Marcos Rafael García Valera, más conocido por Mason, que -además del efervescente ritmo que lo caracteriza- asombró con temas de una melodía más suave, como un susurro al oído. También se presentaron otros como DJ Whisper (Holguín), con su proyecto Electro Zona.
Noches previas, esa institución había abrazado hermosas interpretaciones, protagonizadas por figuras como Anabell López y Elvira Skourtis, además de la orquesta de guitarras Isaac Nicola, el cuarteto de guitarras Sultasto y la Sinfónica de Las Tunas.
Por su parte, el centro cultural Luanda arropó este viernes y sábado a los cantautores Tony Ávila e Inti Santana, respectivamente. En un ambiente más familiar, los trovadores compartieron con artistas locales, entre los que figuró Elvira Skourtis, Rodolfo González, Amaury del Río y Jesús Ricardo Pérez Cecilia.
Asimismo, El Patio de Pepe cada tarde recibió la confluencia de trovadores y poetas, que nos deleitaron con sus profundas creaciones. Además de los exponentes foráneos de esa expresión musical, hasta allí llegaron los talentos del patio para regalarnos versos hechos poesía, hechos canción. Nombres como Marlian Berenice Pérez Rodríguez, Sandro Leyva, Eduardo Rosell, Jessica González Smith y otros.
El programa del «Entre Música» también comprendió la inauguración, en la AHS, de la exposición Mujer y una ciudad de arena, con fotografías, pinturas y otras creaciones de artistas del territorio, al estilo de Yamila Coma y Gitzy López. Iniciativa que se suma a la Jornada por la No Violencia Hacia la Mujer.
Este Festival es uno de los eventos que se ha mantenido por más tiempo, con prestigio nacional, dentro del quehacer de la AHS tunera, pues tradicionalmente reúne a prestigiosos intérpretes, alcanza gran convocatoria y potencia la interacción con el público y entre las manifestaciones del arte.