La Trovuntivitis


El arte, para cambiar circunstancias

Viste el color de la pureza. Lleva su cabello corto resguardado bajo un pañuelo de encaje. Tiene otra manta de la misma tela cubriendo sus hombros. Aunque el verano se adelantó, lleva una camisa de mangas largas, igual que su falda. Su blanca tez hace resaltar los tatuajes de sus brazos. Llama la atención un mangle rojo en el antebrazo que comparte con la persona que escogió para compartir su vida.

Está en casa, sentada junto a sus flores favoritas, unos girasoles tan vivos que contrastan con el frasco de pierdas que tienen a su lado. Colgados en la pared azul cielo hay pinturas y dibujos, unas de muchos colores, otras a blanco y negro, unas con guitarras, otras que parece que hablan de luz en la oscuridad.

Pareciera que todo eso es Yeni Turiño, la muchacha que describen intranquila, la “hormiga loca de El Mejunje”, la trovadora, y más que eso, porque no solo melodías y acordes habitan en ese ser, sino las artes, diversas.

Es una mujer que ríe mientras dice lo que piensa y se nota la sinceridad cuando suelta a bocajarro los pensamientos que le vinieron de pronto.

La primera guitarra que tuvo Yeni se la compraron sus padres a los nueve años después de demostrarles que había aprendido a tocar La Guantanamera. El interés por conocer y aprender del instrumento la llevaron a la casa de cultura y luego a estudiar guitarra clásica con un profesor particular de Santa Clara.

“A lo mejor no estudié todo lo que debía. Cuando hago una canción, el resultado no es lo que tenía en mi cabeza y eso pasa cuando no se estudia música. Aprender guitarra clásica me permitió ganar en cuanto a técnica, formación de acordes y otros elementos que necesito para tener más libertad a la hora de crear. Fue mi primo quien me impulsó siempre a estudiar, quien me la sugirió a pesar de que me parecía un poco aburrido”.

Graduada de Gestión sociocultural para el desarrollo, en duodécimo grado prefería estudiar Filosofía, aunque en el año que se presentó a las pruebas de ingreso no se incluyó en el programa universitario.

“Es una carrera que me ayudó muchísimo porque tiene un espectro tan amplio, que es también lo que quería hacer. A mí me cuesta estar en un solo lugar. Un error mío, pero necesito estar en varias cosas a la vez porque eso es lo que me alimenta”.

El rock fue lo primero que la atrapó: “Yo era una friki; iba todos los martes a El Mejunje a ver a Adictos, hasta que descubrí la trova, que era realmente a lo que estaba destinada”.

Su primo, Yatsel Rodríguez, fue el puente hacia el mundo de esta música de autor, el que la llevó por primera vez a peñas y luego al mayor festival de trovadores que se desarrolla en el país, el Longina. Para ese entonces aún no tenía sus propias canciones.

“Cuando llegué al Longina y vi que no hacía falta que cantara las canciones de los demás trovadores porque ellos estaban ahí para defenderlas, me di cuenta que necesitaba las mías”. De allí nacería su primer tema, “Espejismo”.

Cuando una persona emprende un nuevo rumbo tiene referentes que lo guían. Yeni tiene muchos. Habla de los trovadores de Santa Clara, de La Trovuntivitis, de su primo Yatsel, y se detiene en la única mujer que conocía implicada en el universo de este estilo musical.

“Cuando la vi con esa forma de cantar, con ese ímpetu; cuando vi ese respeto que se le tiene a Yaíma Orozco, supe que quería ser así. Es mi referente musical más cercano, a pesar de que todos los trovadores que he conocido para mí son especiales, porque cada uno me ha ayudado a su manera con acordes o consejos.

La autora de “Volar” encuentra la inspiración fuera de ese espacio, que es su casa, en festivales, lugares nuevos, con nuevas experiencias; quizás porque necesita la libertad de quien sale de su entorno para crear.

Sus canciones las escribe para ella, el público, sus amigos. Siempre que haya una persona que quiera escucharlas, a esa persona está dedicada la canción: “A veces soy un poco egoísta y la escribo para mí porque lo necesito, como terapia personal. Evidentemente desde el punto en que uno decide ser artista sabe que está trabajando para mostrar algo; tiene esa necesidad.

“Hacer música siempre es un reto porque es hacer arte. No me veo como trovadora, sino como artista. Sé que en esta ciudad lo que decida hacer lo voy a lograr. Si decido montar un caballo, lo haré, si decido montarme en un cohete, lo voy a hacer aquí, porque he logrado cosas que nunca en mi vida pensé y han salido súper naturales”.

La música también es un refugio y un camino para llegar a otras manifestaciones del arte. Y es que, definitivamente, los encierros no aportan partituras o letras, tanto que durante los dos años de pandemia le fue imposible componer algún tema musical. Sin embargo, buscó espacios en los que, con la música que tenía, pudiera acompañar a las personas en los momentos tan complejos que se vivieron.

Los conciertos de Telegram fueron uno de estos caminos que la enlazaron con su público a la distancia. “Fue muy bueno para los que decidimos hacerlo. Entre tanta desesperación e incertidumbre, los conciertos virtuales resultaban sanadores; eran la escapatoria -por un rato- de tanto dolor y hastío.

“Jesús Pérez, de Las Tunas, y yo, decidimos hacer una peña virtual, y eso nos salvó de volvernos locos, al no poder presentarnos. Me di cuenta en ese tiempo que necesito la calle”.

Ramón Silverio, el fundador de El Mejunje, la invitó –cuando estaba despuntando en la mayoría de edad– a organizar y conducir una peña en ese sitio que tanto valor guarda para el arte villaclareño. El encuentro, que ya tiene ocho años, se llama Peña de la hormiga loca, precisamente, porque eso mismo parece Yeni; incansable va de un lugar a otro, haciendo varias cosas a la vez.

“Cada vez que pasa un año más me doy cuenta de lo difícil que es mantener un espacio porque las circunstancias son muy complicadas. A pesar de que sea una vez al mes resulta complicado ser quien canta y, además, quien debe encargarse de la producción, el sonido…

“Cuando empecé mi relación amorosa con Yasmani, ya tenía su ayuda. Hacerlo sola no es una opción, porque tengo dos que organizo. En la galería de arte tengo otra que se llama Peña sin nombre. Cada una tiene su dinámica; tienes que estar el mes entero trabajando en eso para mantener el público. No es simple.

“El Mejunje es una casa dentro de otra casa. Esa peña ha sido como mi laboratorio. Lo que se me ocurra lo hago ahí porque también es el lugar para soñar”.

Gracias a Silverio, a este refugio de todos, llegó Yeni Turiño a la actuación: “El Mejunje te lleva a hacer cosas que no te imaginas”. Es así que incursionó en el arte de las tablas. Allí se llenaba de brillos para interpretar “Cabaret”, de Liza Minnelli, y acompañar con la música el show de transformistas.

En este tipo de espectáculo Yeni es lo más parecida a ella fuera del escenario porque, paradójicamente, cuando canta y toca su guitarra suele ser su versión más tranquila.

“Luego de eso, Silverio nos invitó a Yasmani y a mí para una nueva obra titulada El Retorno del maestro, basada en la vida y obra de Raúl Ferrer, con música de Miguel Ángel de la Rosa, la cual heredé cuando él se fue para España. Así que en la obra, mientras canto, también soy la niña mala. De ahí mi interpretación en el Teatro Guiñol de Santa Clara”.

***

“El sistema de becas y premios de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) son muy necesarios porque, si bien en otros países más desarrollados es complicada la grabación de un disco o una canción, aquí encontramos más dificultades. Llegar a un estudio es costoso y también lo es hacerte de los equipos necesarios para grabarte tú mismo.

“La AHS ayuda a que los jóvenes creadores tengan la posibilidad de tener sus discos, sus videoclips. Si no fuera por la Asociación, evidentemente no iba a tener ninguno. Mi primera experiencia grabando uno fue con el proyecto Tocadiscos. Tengo la dicha de que lleve el nombre de una canción mía porque fui la primera beneficiada con ese proyecto”.

Tocadiscos ha significado mucho para la joven cantautora. A partir de entonces comenzó en el mundo audiovisual. Su primera vez en un estudio de grabación fue gracias a este proyecto, en el Guaycán de Pepe Ordaz. Ahí aprendió, con el asombro de una niña, las mañas que hay detrás de la filmación.

“Fue una experiencia lindísima de la que han surgido otros proyectos. Agradezco muchísimo todo lo que se hace en la Asociación.

“Creo que son necesarias las becas y premios. Ojalá duren mucho tiempo por el bien de los jóvenes artistas cubanos.

“En la AHS de Villa Clara aprendí lo necesario que es el arte en tiempos difíciles. Yo misma me he cuestionado si sea prudente llegar a comunidades que han sufrido desastres naturales, como el paso de un ciclón, a cantarles a personas que han perdido mucho. Así fue en Isabela de Sagua, a donde no fui, pero tengo amigos que me contaron que cuando la brigada artística llegó, los pobladores dijeron que no necesitaban artistas, sino personal para trabajar porque había muchas casas destruidas.

“Los artistas fueron por su cuenta, no porque alguien los mandó. Llevaron martillos, herramientas… Durante el día se doblaban el lomo junto a los demás y, durante la noche, actuaban. Mientras pasaron los días los miembros de la brigada se convirtieron en parte de la comunidad.

“A veces nosotros vamos para las lomas. Allá la situación está muy dura, ya sea en El Escambray o en Oriente. Hemos ido como parte de las cruzadas. Son de las cosas que he aprendido con la AHS, de la realidad en distintas geografías del país y cuán necesario resulta el arte para cambiar circunstancias o, al menos, la espiritualidad de las personas”.

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Santa Clara y su bohemia costumbre de trovar

Hace más de 50 años, jóvenes influenciados por temas de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola forjaron, guitarra en mano, lo que poco a poco se convirtió en un hito de la trova cubana. Cuando ya este género era parte indisoluble de la cultura santaclareña y no resultaba extraño ver a algún aficionado entonar canciones de su propia autoría en cualquier sitio aledaño al parque Leoncio Vidal, Ramón Silverio brindó a esos artistas bohemios un lugar propicio para el intercambio y el disfrute: El Mejunje.

Fue entonces cuando, en septiembre de 1997, surgió la Trovuntivitis, un colectivo de autores que luego devino en proyecto cultural y, según ellos, hasta familia. Entre los primeros en impulsar este genuino movimiento se encuentran Raúl Marchena, Alain Garrido, Leonardo García, Diego Gutiérrez y el Trío Enserie (Roly Berrío, Raúl Cabrera y Levis Aliaga).

Según Yamila González, trovadora avileña, la trova santaclareña sobresale, entre disímiles proyectos similares, por su carácter renovador y libre. «En otras provincias de Cuba no existen tantos espacios, tanta persistencia ni tanto apoyo entre los trovadores como existe en Santa Clara».

Ese carácter desenfadado y espontáneo ha permitido que se hayan incorporado nombres a la lista: Yaíma Orozco, Yatsel Rodríguez, Yordan Romero, Irina González, Karel Fleites, Michel Portela, Yunior Navarrete, Yeni Turiño, Migue de la Rosa…

Todos los jueves del mundo

«Cuando vi una noche de Trovuntivitis me quedé loco. No podía creer que en Santa Clara ocurriera algo tan grande y que en el resto de Cuba la gente no lo supiera», cuenta Juan Pablo Palmero, camagüeyano recién graduado de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas.

Para Yatsel Rodríguez, trovador santaclareño que presidió durante varios años la Asociación Hermanos Saíz en la provincia, las noches de jueves en El Mejunje resultaban insólitas, «al punto que cambié mi forma de vida para adaptarme a eso».

En tiempos en que la crisis económica ha afectado incluso el arte, las noches de trova prevalecen, pero ya las gradas no se llenan como antes. Sin embargo, los músicos y el público entrevistados coinciden en que la razón principal que convierte a Santa Clara en una ciudad tan trovadicta es su juventud tan cambiante y apasionada, tan renovadora y tradicional.

Michel Portela, autor de canciones populares como Será ayer, Ese tequila y Todo lo que se dice, afirma que siempre le sorprende que sean los jóvenes quienes le piden muchas de sus canciones más antiguas.

Santa y clara canción

«Quizá la forma en que hemos hecho nuestra música también nos ha ayudado a prevalecer en el gusto juvenil —explica Yordan Romero, músico y compositor—, pues cultivamos una canción que no se aleja de la estética y el lirismo trovadoresco, pero que, además, ha sido disfrutable, bailable… Dentro de la misma Trovuntivitis vemos la mezcla de ritmos oriundos de nuestro país y una pizca de rock.

«Además, contamos con el Festival de Trovadores Longina. Cada enero la gente espera a los trovadores que vienen de todo el país y de distintos lugares del mundo; aunque durante el año por aquí pasan artistas de todas partes. Eso ha ayudado a cautivar un público conocedor del género, amante de la canción trovadoresca y uno de los más exigentes del país».

La caña santa

En los duros años 90, cuando escaseó todo menos las ganas de crear, en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, jóvenes de la carrera de Filología se reunían por las noches para compartir infusión de caña santa y talento.

La Caña Santa atrae a los pasillos de la Facultad de Humanidades, en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, a centenares de estudiantes y profesores universitarios (Foto: Tomada del perfil de Facebook de La Caña Santa).

Cuentan que la poesía, la narrativa y la música hacían tan atractivos esos encuentros que, poco a poco, se volvieron costumbre. La peña, que tuvo sus altas y bajas durante estos casi 30 años, adquirió el nombre del brebaje, y hoy constituye un importante espacio para el intercambio entre artistas aficionados de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

Juan Pablo Palmero cuenta: «Pedrito O’Reilly era el encargado de organizar la Caña Santa, pero no tenía mucho tiempo para dedicarle. Nosotros teníamos más y el contacto directo con la juventud universitaria, y sabíamos bien lo que querían y necesitaban para divertirse. «Empezamos a crear. Tomamos ideas de otras peñas y buscamos alternativas para comunicarnos más con el público. Al inicio, no contábamos con más de diez personas, muchos de ellos eran amigos nuestros; pero los esfuerzos no fueron en vano».

Dagmar Albelo, estudiante de segundo año de Comunicación Social, asegura que en la Caña Santa encontró el lugar perfecto para desempeñarse como cantante aficionada: «Al principio pensé que tendría que enfrentarme a alguna prueba, pero lo que encontré fue algo totalmente libre. Me dijeron: “Ven a la peña y canta, que esto es para disfrutar”.

«Esas influencias trovadorescas de la Caña Santa, de los muchachos tocando guitarra en el afamado Parque de las Mentiras, de la Trovuntivitis y de tantos otros espacios en toda la ciudad forman parte de la identidad de Santa Clara».

La trova seguirá inundando los espacios santaclareños, porque tanto para Yatsel Rodríguez, como para otros trovadores de todas las edades, el desafío consiste en «cantar, luchar por estas burbujas donde podemos respirar un poquito de arte, que es nuestro aire limpio».


Cantar su libertad: ese es ahora el sueño de Yaíma Orozco

Esta es la segunda vez que tengo la dicha de entrevistar a esta mujer-música, sí, porque Yaíma Orozco es una mujer con unas alas enormes que andan siempre volando sobre la libertad que es crear. No hay cansancio mientras se escucha su obra que mezcla tangos, guajiras, trova, habaneras; mezcla a Cuba y Latinoamérica, mezcla pasión, tristeza, alegría y muchos deseos de vivir. Y de todo eso viene cargado su último disco, Mi Libertad. A propósito cuenta al Portal del Arte Joven Cubano:

Un gran proyecto casi ve la luz. Cuéntanos de esa Libertad que casi escuchamos, ¿qué nos trae de sorpresas?

Foto cortesía de la entrevistada. Autor María Isabel Campos

Mi Libertad trae 10 canciones, todas de mi autoría. Algunas  antiguas y otras inéditas, quise intentar un recorrido desde mis inicios hasta ahora teniendo en cuenta que es el primer fonograma con un sello oficial. Mis discos anteriores son de producción independiente. Además, quería darme el gusto de escuchar canciones viejas con arreglos nuevos y verlas renovadas.

Es un disco muy variado: hay habanera, son, changüí, guaguancó, aires de bolero, tango, coqueteo con la música afrocubana y la brasileña. Es un viaje sonoro que me dejé vivir y la sorpresa ha sido para mí misma.

Desde el comienzo imaginaba los instrumentos que sonarían hasta el momento en el estudio en el que vas día tras día poniendo capas, timbres, y se va moldeando de a poquito hasta lograr lo que te suena dentro. Es maravilloso el proceso de creación.

Alfred Artigas, el productor musical, y yo trabajamos juntos desde el principio, despacio, y él fue armando todo el proyecto, los nuevos arreglos. Él es el productor musical y arreglista de la mayoría de los temas, por segunda vez. El resultado nos encanta.

El 2020 fue un año complicado a nivel mundial, pero a ti no solo te trajo Mi Libertad, también la libertad de ser madre. Cuéntanos de ese binomio de hijos.

Mi Libertad y Lua llegaron a la vez. Durante el 2020 estuve mezclando el disco mientras crecía mi panza a reventar, encerrada en casa por la pandemia, tenía todo el tiempo para cuidarnos. Así que disfruté mucho ambos proyectos. También me desesperé porque hubo etapas de estancamiento en el proceso de masterización del disco. Todos los involucrados estábamos en países diferentes viviendo lo horrendo que generaba la enfermedad y nos afectó anímicamente, eso nos atrasó. Ahora solo espero que pase todo y podamos irnos de gira y presentarlo. Me entristece no poder hacer conciertos, hay que esperar. Cantar Mi Libertad, ese el sueño ahora. Abrazar a los amigos y sacar a pasear a Lua también.

Foto cortesía de la entrevistada. Autor Lurdes R. Basoli

En las redes sociales has publicado unas portadas artesanales muy atractivas, nos cuentas…

Las portadas artesanales son para la confección de 10 discos manufacturados como parte de las recompensas a los mecenas que apoyaron el disco. Estamos haciendo una pequeña tirada especial de 10 ejemplares únicos, personalizados y con todo el amor, para regalar a estos amigos. Este trabajo está en manos de Kenia Bandomo García, una artista que conocí gracias a las redes sociales. Kenia trabaja el bordado, lo borda todo: tela, hojas secas, fotos. El trabajo con las fotos fue el que me flechó: sencillo, colorido, delicado, creativo, de mucho detalle. En esta línea estamos trabajando. Haremos las cajas de los discos de cartón con un diseño pensado por Kenia y luego trabajará las portadas usando puntos y diseños diferentes en cada disco. Los bocetos ya son hermosos. Estoy muy ilusionada con esta unión.

Foto cortesía de la entrevistada. Autor Andrés Castellanos

Callejón es el video clip que grabaste con Zaida del Río y bajo la dirección de Mauricio Figueiral, a vivas voces se nota la espectacularidad de este trabajo que aún no hemos visto.  Adelantos sobre el proceso creativo y el resultado.

El video clip aún está en proceso de edición, Mauricio Figueiral es el realizador. Ya habíamos trabajado juntos antes y esta vez volví a convocarlo. Somos viejos amigos, compañeros de canciones y de viajes. Estoy deseosa de ver el resultado y sé que me encantará porque fue muy hermoso el día de la filmación. Había coordenadas ya pensadas por Mauro, habíamos trabajado por teléfono, pensando juntos, Mauro es muy respetuoso y muy creativo, te pregunta todo el tiempo qué quieres hacer, cómo lo sueñas. Transmite mucha confianza, escucha. En una de las largas conversaciones se nos ocurrió usar las pinturas de Zaida del Río y al minuto siguiente dijimos: ¿y por qué no la invitamos? Me parecía imposible pero lo logramos. Grabamos el clip a mediados de noviembre cuando el país empezaba a abrirse un poco después de largos meses de confinamiento.

Foto Cortesía de la entrevistada. Autor María Isabel Campos

Zaida vino a Santa Clara y se armó un lindo equipo de trabajo al que también se unió mi familia porque Lua tenía sólo dos meses de nacida, así que organizamos de tal manera que yo pudiera filmar y dar la teta cada dos horas. Fue todo un día de filmación, muy emocionante e intenso, viendo a Zaida pintar y a Mauricio dejarse llevar e improvisar tomas que se le ocurrían al momento. La canción del vídeo se llama Callejón, es un tango, tocado a dos guitarras, contrabajo y bandoneón. Terminamos de filmar y arrancó a llover a cántaros. Yo nunca voy a olvidar ese día.

¿Mi Libertad te ha hecho una mujer más libre? ¿Cuándo podremos ser libres nosotros escuchándolo?

La música me hace una mujer libre, mis canciones son mis alas. Cuando canto soy simplemente yo, y ahí empieza mi vuelo. Este disco me dejó batir esas alas, me dejó soñar, crear, compartir, trabajar hasta lograrlo, con impulso de mil amigos, instituciones y el apoyo de la familia. Ya está listo y entregado a Bis Music y presentado además a Cubadisco 2021. Veremos cuándo podremos presentarlo. En este tiempo raro que vivimos es difícil proyectar. Yo me muero de ganas pero aún no hay nada definido. Lo ideal sería poder hacer conciertos. Si así pudiera ser más temprano que tarde, las primeras plazas serán Santa Clara, en el Teatro La Caridad, y La Habana, en Bellas Artes.

Foto cortesía de la entrevistada. Autor Andrés Castellanos

Yaíma Orozco ha redimensionado la música complementándola con audiovisual, pintura, artesanía y un poco de magia. ¿Por qué?  

Me gusta compartir, unirme a gente, invitar y que me inviten, colaborar. De la Trovuntivitis aprendí el poder del colectivo y cuando defiendo mi carrera en solitario no me desprendo de esas enseñanzas. Todo son ventajas cuando compartes: el proyecto crece, se enriquece, se transforma. Se cunde y se disfruta muchísimo más. Trabajar en equipo siempre trae lindos resultados y casi siempre después de una unión florecen otros proyectos. Entonces se vuelve un camino sin fin muy deseado por mí.

¿Qué andas planeando para el futuro?

Presentar Mi Libertad, sin dudas, en Cuba, en México y en España. Hay eventos pendientes, festivales que fueron aplazados por la pandemia pero que se retomarán. Y en Argentina hay muchos amigos que me harán volver para cantar este disco. Cantar y viajar, después de tanto tiempo no hay un plan mejor.

Foto cortesía de la entrevistada. Autor Andres Castellanos

Foto cortesía de la entrevistada. Autor Andres Castellanos


¡Más vivo que nunca!

…Al que sirvió a sus hermanos, al que dejó la comodidad impura por el peligro creador, al que puso de raíz a su tierra y dio a su pueblo el derecho de codearse con los hombres, se le quiere, como a cosa de las entrañas, se mima su recuerdo, se le hace hueco en nuestro asiento, se le abre para que por él se entre nuestro corazón.

José Martí.

Resuenan los acordes de la guitarra y se escuchan las voces de aquellos que le cantan a la isla de Fidel, pinceles y carboncillos se deslizan por el lienzo para bocetar la sonrisa serena y el rostro sabio de quien ni la muerte puedo arrancar del corazón latente de cada cubano. Las palabras brotan de la pluma del poeta que sobrevuelan una vez más las plazas que su oratoria inundó, recorre nuevamente tus caminos, surca los mares buscando tu figura y la encuentra viva entre la gente.  

Volvió el gigante de barba blanca, el timonel de nuestra gesta, el líder incuestionable, el martiano por convicción, el guerrillero soñador; volvió Fidel para juntar a un pueblo agradecido, continuador de su pensamiento y que hoy lo rememora en cada uno de sus logros y retos.

Cantata dedicada al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Terraza Arte Joven de la AHS/ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

A cuatro años de su desaparición física, Fidel continúa rompiendo las fronteras de su tiempo para vivir eternamente en cada niño que nace sin la inquietud de cómo será su vida al crecer; en cada joven que ingresa de forma segura y gratuita a una universidad; en cada médico que arriesga su vida en tiempos de crisis; en cada artista creador comprometido con su obra y protagonista de su tiempo; en hombres que defienden bajo cualquier circunstancia a esta nación independiente, una Patria que se construye orgullosa e indoblegable con nuestra verdad e ideales.

Con tributos y ofrendas de amor desde el Camagüey legendario se multiplican sus fotos admirables en el podio, en la trinchera, en el deporte, en la salud, en los campos de caña o con un simple casco de constructor. Los jóvenes creadores celebran su vida –sin lamentos por su pérdida– porque Fidel no se ha ido, está hoy más presente que nunca, porque no hay cabida para la muerte cuando la meta es Cuba, y esta Cuba es el reflejo de Fidel.

El trovador Pedro Sánchez Zapata en la clausura del VIII Festival de Trova Canto a Dentro, dedicado a la vida y obra del eterno Comandante en Jefe./ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

Fidel Castro fue un baluarte en el impulso de las amplias garantías que tenemos las nuevas generaciones, bondades que se edificaron sólidamente con la Revolución y las ideas que nos inculcó desde 1952. Ejemplo y guía permanente para las más disímiles generaciones, donde el arte, la cultura y sus hacedores siempre calaron y prevalecieron en los peldaños más altos de su pensamiento, vida y proyecto social.

Hablamos de un hombre que hasta el fin de su existencia siguió siendo joven por sus ideas, por su espíritu revolucionario y por su perenne voluntad de transformación propia, por estar siempre alerta ante cualquier manifestación de quebranto de la independencia nacional.

Desde el canto, el óleo, la poesía y la música, los miembros y artistas de la filial principeña de la AHS ofrecieron respeto y homenajearon la vida de quien redimensionó el papel de una juventud comprometida con el arte y la cultura de la nación.

La velada en la Terraza Arte Joven de la Casa del Joven Creador de la provincia, contó con la participación de trovadores de Las Tunas, Granma, La Habana, Guantánamo, Santiago de Cuba y de Camagüey, y con ella concluyó la VIII Edición del Festival de Trova Canto Adentro, un evento que estuvo dedicado a la vida y obra del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y al personal de la salud que enfrenta los avatares de la Covid-19 en el país y en el mundo.

Jesús Pérez y Daniela de la Caridad, jóvenes tuneros, cantaron en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domench a los estudiantes, profesores y personal de la Salud./ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

Cuatro noches de Festival cargadas de sentimientos donde artistas como los camagüeyanos Harold Díaz y su grupo Punto de Giro, Reinaldo Rodríguez, los Dúos Dulce Capricho y Mi otra Mitad, el santiaguero Pedro Sánchez Zapata, el habanero Jorge Kamankola, Miguel de la Rosa, del Proyecto La Trovuntivitis, los tuneros Jesús Pérez y Daniela de la Caridad, entre otros, demostraron que la memoria se mantiene despierta en cada rinconcito de esta isla antillana que aún recuerda con orgullo las palabras de un titán, pronunciadas un 25 de noviembre, pero del año 1959, a los 82 expedicionarios del yate Granma: “si salimos llegamos; si llegamos, entramos y si entramos, triunfamos.”

Jesús Pérez y Daniela de la Caridad, jóvenes tuneros, cantaron en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domench a los estudiantes, profesores y personal de la Salud./ Foto: Claudia Beatriz Borrero Báez

El destino quiso que ese mismo día, pero 57 años después, gran parte del mundo llorara su partida, pero con la absoluta certeza de que no hay un adiós ni un final para uno de esos hombres que brillaron con luz propia y que será siempre el guía y creador de una gran obra de arte del siglo XX, que es la Revolución cubana

 Fidel depositó toda la confianza en los jóvenes porque la Revolución la hizo siendo joven. Confió hasta el último momento en las nuevas generaciones, en su rebeldía, en su deseo de hacer, de crear, y es hoy lo que nos toca defender; porque somos escudo y espada de esta nación y desde la cultura seguiremos dando el apoyo necesario para y por la Revolución que tanto amó.


A punto de escucharse los acordes trovadorescos de Canto Adentro

Hablar de trova es hablar de Cuba, es hablar de tiempo transcurrido, tiempo que no se detiene y que marca la vida de un pueblo, es el reflejo de su realidad y una remembranza de su historia acompañada siempre de la guitarra como fiel e inseparable compañera.

La música auténtica, con inteligencia y sentimientos, la más genuina de nuestra cultura nacional –y en especial de la camagüeyana–, volverán a hacer gala del 22 al 25 de noviembre en la urbe principeña con la VIII edición del Festival Nacional de Trova Canto Adentro. Un evento que desde su primera edición es un espacio de resistencia, escenario para que los jóvenes defiendan sus creaciones y demuestren que la trova es una sola, sin importar las diferencias generacionales.

Auspiciado por la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz, “Canto Adentro” surgió por iniciativa del cantautor Harold Díaz, director del grupo local Punto de Giro, y tuvo como antecedente el Festival de Trova Ilesa que, liderado por el trovador Reinaldo Rodríguez, actual Miembro de Honor de la AHS, pudo desarrollar un espacio de intercambio que reafirmó la idiosincrasia e identidad cultural de la nación a través de las manifestaciones trovadorescas del territorio.

Como cada año, el Festival pretende revitalizar la canción de autor en Cuba, reuniendo a las jóvenes voces que con una postura estética diferente retoman la vertiente primigenia y tradicional de un género que deviene hoy como componente raigal del patrimonio sonoro nacional, con una plena vigencia, a pesar del tiempo, las modas y las tecnologías.

Un amplio programa de actividades se tiene previsto para estos días de celebración, el cual homenajeará a los cientos de médicos que combaten con ímpetu y sacrificio los avatares de una pandemia que afecta a toda la Humanidad. Canto Adentro rendirá tributo también en cada uno de sus espacios a quien soñó y creó una vanguardia intelectual juvenil comprometida con su Patria, por lo que en la noche del 25 de noviembre se realizará una cantata en homenaje al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, en el IV aniversario de su desaparición física.

Esta cita con la música tradicional se desarrollará con la participación de más de una veintena de jóvenes del territorio e invitados de varias provincias, entre los que se encuentra Yatsel Rodríguez y Miguel de la Rosa, integrantes del Proyecto la Trovuntivitis, de Villa Clara; la guantanamera Annalie López, el trovador habanero Kamankola y el cantautor santiaguero Pedro Sánchez Zapata, entre otros, quienes peregrinarán hacia la tumba de los trovadores lugareños Rafael Torres Benavides (Filo) y Miguel Escalona, tradición instaurada desde la creación del evento  

Se realizarán además, a través de las plataformas digitales y de forma presencial, los conciertos, conferencias y descargas de trovadores locales en la Terraza Arte Joven de la AHS, en la Casa de la Trova Patricio Ballagas, en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, y en los municipios de Nuevitas y Florida.

En el día de la clausura se presentará en el Café Literario La Comarca el documental “El último bohemio”, del realizador y guionista Carlos Eduardo León Menéndez, un audiovisual que al decir de su creador “nos lleva por los complejos senderos que trazó la nueva trova cubana, a cuyo universo sonoro se integró desde la comarca legendaria, la poesía, la voz y la guitarra de ese juglar de los años 70, Miguel Escalona.” 

 Sin dudas, no dejar morir una de las facetas más interesantes de la cultura musical cubana, es la esencia del Festival de Trova Canto Adentro, surgido desde la certeza de promover a una nueva generación de creadores que beben de una tradición trovadoresca que defiende la existencia de una sola trova cubana, la cual se mantiene viva y fuerte, y que persiste desde ayer, hasta hoy y para siempre.


La AHS lamenta el fallecimiento de un amigo

En horas de la noche de este lunes 14 de septiembre falleció en Santa Clara, luego de una larga batalla por la vida, Antonio Pérez (Tony) quien desde hacía años se desempeñaba como presidente de la UNEAC en la filial villaclareña.

Tony fue un aliado incondicional del arte y la cultura. Gracias a su apoyo y gestión la AHS en Villa Clara pudo llevar adelante decenas de proyectos.

ofrandas florales en honor a tony/ tomada del periódico trabajadores

Los jóvenes asociados villaclareños siempre tuvieron en la Uneac un espacio donde mostrar su arte. Gracias al apoyo de Tony se pudieron concretar empeños tan diversos como el Encuentro Hispanoamericano de Escritores, el Festival Cámara Chica o la revista Zona Crítica, por solo mencionar algunos de los más recientes.

También siempre se pudo contar con el apoyo de la UNEAC en la realización de los grandes eventos de la AHS en la provincia.

Acaba de fallecer Tony Pérez, alguien que llegué a querer desde una admiración rotunda. Hombre de principios, cabal,…

Publicada por Aristides Vega en Lunes, 14 de septiembre de 2020

Hoy la cultura cubana está de luto. La AHS, en particular, ha perdido a un gran amigo. Honraremos su memoria defendiendo con integridad el buen arte y apostando siempre por la Cuba mejor que debemos construir y que tendrá en hombres como Antonio Pérez sus pilares esenciales.

Palabras para Tony

Por: Joel Herrera Acosta

Santa Clara es una ciudad en Crisis; de formas volátiles e inacabadas, siempre tensando las fibras de la emoción, lo volitivo y el intelecto, en ese sueño de la razón que engendra monstruos. Siempre distinta, como un incendio cataclísmico y estético. En las mañanas todos sus monstruos se sientan sobre tu pecho tal cual son: benefactores, guerrilleros, líricos, malditos, paranoicos, luminosos y lloran sus verdades que se confunden con el rocío en una ciudad que amanece cada día con más sed. La crisis no deja piedra sobre piedra, ni absolutos eternos, ni palabra en bronce o papel. Es una bestia de mil rostros que acerca su boca a tu corazón y te empuja adentro con su lengua azul una aguja de hielo, al tiempo que susurra mirando a tus ojos: “Tu Dios no existe”. Para sobrevivir en una ciudad en crisis hay que ser un hombre de Fe, o como decía mi abuelo, ese que también me amanece sobre el pecho vivo, «hay que tener más Fe que el cura de Meneses».

Cuando regresé a vivir en Santa Clara en 2014, después de veinte años de soñarla de lejos, de la mano de la AHS (con Idiel incluido, e incluso) me topé frente a frente con un hombre de mucha fe, y casualmente, también de Meneses, aunque no cura. Más bien Santo, pero antes Pérez. Tony, alias Antonio Pérez Santos: Nacido en Meneses en 1965, Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de la Habana en 1993 como alumno más integral. Profesor, curador, crítico, aficionado a la pelota y a los Leopardos azucarados de Villa Clara, tutor, oponente de tesis y subdirector en la escuela Profesional de Arte Samuel Feijóo (1996-1999), escuela viejo amor que no se olvida. Subdirector de la casa de cultura de Meneses; buen escuchador, presidente del consejo de las Artes Plásticas en Villa Clara (1999-2003); presidente del Comité Provincial de la UNEAC y miembro de su consejo nacional desde 2002; delegado al VI congreso del PCC y compañero de mesa en la etapa Provincial a la que fui invitado,  ahora miembro del Comité provincial del PCC y diputado a la Asamblea Nacional, et al; En fin, él, me dio la oportunidad de equivocarme como especialista de Artes escénicas de la UNEAC en Villa Clara y no llegué a decepcionarlo. Me equivoqué una y otra y otra vez, también en Cine radio y Tv y Literatura. Pero estuve allí donde tantos grandes y tantas cosas grandes se hacen algo común: como estar sentado a la mesa del comedor hablando de Martí y de relajo, y otra vez de Martí con Yamil Díaz mientras nos alcanza un plato de arroz con chícharos las manos temblorosas que escribieron una vez el Correo de la Noche, o acomodar las sillas del Foro Agesta y escuchar a Roberto Manzano derramar la sustancia inefable de la poesía; y saber que eso es la vida, la cosa inaprensible que sucede, transcurre, recurre y se agota.

tomada del portal cubarte cubarte

Pero fue al salir de la UNEAC para ser presidente de la Filial de la Asociación Hermanos Saíz cuando más cerca pude estar de Tony y comprobar de primera mano cómo la naturaleza de mi asociación de jóvenes artistas revolucionarios, estaba intacta y palpitante en él como quizá no lo estaba aún en mí. Tony cree y facilita la materialización de los principios que definen a la AHS como portadora creativa de la identidad cultural nacional, de valores éticos y estéticos que se adentran en el amnios de la joven vanguardia artístico-literaria.

Acompaña sin sobresaltos las necesarias fluctuaciones y estertores de los talentos creativos que surgen como una fuerza de la Naturaleza que debe encausarse y autodefinirse antes de crear algo estable y duradero. Le da espacio a los jóvenes para exponer en la misma Arche galería de los consagrados; las voces de los escritores que tienen como obra de toda una vida cuatro buenos poemas, tres cuentos, medio ensayo y dos escenas de una obra de teatro se escuchan junto a la de Arístides, Manzano, Lina, Sigfredo, Laidy, Sergio, Eduardo Heras, Lorenzo, Padura, Mildre, Barnet, Yamilongo y Fornet por ser injustos y recordar solo algunos.

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Luego, el Santamareare con su beca para realizadores de la AHS, el espacio para los de la tv y la radio o para que José Ernesto critique la parrilla de programación nacional y provincial y de ello surja la idea de un programa desde los jóvenes que es ya una realidad constatable, el patio interior vuelto tabloncillo y escenario para “La más fuerte” del naciente teatro La Rosa, así con el Teatro Escambray, los trovadores de la Caña Santa y los de la Trovuntivitis, el espacio de pensamiento y Crítica La Caldera donde a veces se alcanzan temperaturas y presión que no creía posibles, la subsede más prestigiosa y estable para todos los grandes y pequeños eventos, desde el Longina hasta el que se nos ocurra mañana; lo dicho: la Uneac de Tony como espacio abierto para los talentos que emergen de la noche ontológica del no ser. Sería bastante, pero los hombres de fe no reposan su espíritu: por eso Tony escucha cada idea nueva y comparte proyectos con esa paciencia de niño con cultura radial, se preocupa y ocupa de la superación profesional de todos con una presencia permanente de talleres, conferencias, cursos, paneles, eventos teóricos, peñas, presentaciones de libros, funciones para niños y adultos, cine debate, publicaciones digitales, que hacen de quien los siga sino un buen artista, porque siempre ha de haber algo más, al menos un ser humano con juicio y gusto estético exquisitos; la Uneac de Tony como espacio de memoria y formación.

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Otra faceta de Tony es la de minucioso conspirador, articulando proyectos aparentemente imposibles con la naturalidad de quien ordena al Sicomoro, “ve y plántate en el mar”, o a la revista de pensamiento Zona Crítica, “levántate y anda”, y sé la primera de tu tipo en la AHS de Villa Clara, junto a otros tantos que arriman el hombro para edificar sobre la piedra lo bueno y útil, aún a espaldas de la propia piedra; la Uneac de Tony como espacio de construcción colectiva.

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Publicada por Alexis Castañeda en Lunes, 14 de septiembre de 2020

 Tony nunca se ha ido de la AHS, solo pasó a una etapa en la que no tiene que pagar la cotización. Es uno de nosotros porque atraviesa el incendio que es esta ciudad con la fe intacta, porque llega a su casa como llegamos todos cada tarde con la maleta cargada de monstruos y un trago amargo en la garganta pero dispuestos a cantar nuestra mejor canción mientras el aire de la noche gime junto a la ventana, con la voz de la Crisis, con el árbol de sonido que nace de la maleta y grita “El rey está desnudo” o blasfema del nombre que viste arder y tronar en el Capiro. Tony es un miembro del honor y un hermano grande que te enseña y te deja ser tú mismo, y se la juega junto a ti. Por eso yo que no creo en Dios, porque creo en algo más grande (como oí decir alguna vez), creo en ese hombre de Meneses y de Santa Clara, que tiene más fe que un Cura.

¡Bienvenido para siempre a la Asociación Hermanos Saíz, hermano!

Guantánamo, otra vez ciudad de trova y pensamiento

Online y con transmisión televisiva en las noches por Cubavisión y el Canal Clave, la 44 Jornada de la Canción Política este año volverá a convidar a cultores de la música trovadoresca cubana para intercambiar y promover lo mejor de ese peculiar canto en Guantánamo del 1 al 4 de agosto, esta vez velando por el cumplimiento de los protocolos sanitarios post COVID-19.

A través de las redes sociales consagrados y noveles artistas unirán voces desde sus respectivos hogares para homenajear a los mártires caídos en la Villa del Guaso el 4 de agosto de 1957.

Entre los invitados confirmados vale destacar a Liuba María Hevia, Nelson Valdés, Marta Campos, Heidi Igualada, La Trovuntivitis, Yaima Orozco, Iraida Williams, así como Josué Oliva y Annalie López, Premio Cuerda Viva 2019 y nominada a los Lucas.

También se sumarán al evento online intelectuales de otras ramas artísticas como la pintora cubana Diana Balboa, la mexicana Berenice A. Moreno, las literatas Elizabeth Reinosa y ElaineVilar (Premios Calendario 2019 y 2020), e historiadores como el guantanamero José Sánchez Guerra, para un total de 30 participantes nacionales y seis desde México, unidos virtualmente.

La creación de un canal de YouTube para la Jornada será otra novedad de esta edición, que además cuenta con una multimedia creada por la propia Asociación Hermanos Saíz, organizadora de esta cita, la más antigua de las vigentes dedicadas a la Nueva Trova en Cuba.

Cinco nuevos espacios en el escenario digital se prevén este año: Te presento a (suerte de ficha biográfica de algunos cantautores invitados); De que callada manera, conjunto de capsulas que aúnan el verso y la música en perfecta simbiosis; además de los esperados Fuera de foco y La ciudad que quiero, con retrospectivas de pasadas ediciones y pronunciamientos de nuestros artistas sobre la villa de Guantánamo, próxima a cumplir 150 años.

El programa abarcará descargas musicales, muestras de las artes visuales, lecturas de jóvenes escritores cubanos, tres paneles especializados (sobre la mujer en la trova, el devenir de la urbe del Guaso y los hechos del 4 de agosto), además de forodebates sobre las nuevas formas de promoción alternativa.

Los perfiles de Facebook del sector cultural en el territorio se harán eco de las actividades, como en anteriores eventos realizados en medio de la pandemia.

La cita servirá de pretexto para recordar la obra de figuras inolvidables como Sara González, y realizar la habitual peregrinación y descarga trovadoresca en el Obelisco a los Mártires, ahora con elenco local y reducido público.

Al encontrarse la provincia en fase recuperativa tres, es posible realizar pequeños conciertos en recintos culturales de la localidad, los que serán transmitidos en paralelo por Internet y la TV.

La Casa de la Trova se anuncia como uno de las sedes de las presentaciones, aunque se prevé que acoja un 50 por ciento de su capacidad, para respetar las normas sanitarias establecidas.

Música, poesía, historia, presentaciones de recientes Premios Calendario, y expediciones artísticas al centro penitenciario y a la Brigada de la Frontera, conforman el amplio programa de la Jornada de la Canción Política, que tomará las plataformas de las páginas Streaming Cuba, el Portal del Arte Joven Cubano y el Noticiero Cultural, para demostrar la vitalidad y capacidad de reinvención de uno de los más trascendentales eventos de la provincia.


Jornada de la Canción Política celebrará la presencia de la mujer en la trova

A la presencia de la mujer en la trova estará dedicada la edición 44 de la Jornada Nacional de la Canción Política, que en contexto pandémico global aprovechará las potencialidades de la multimedialidad para redimensionarse, contando como siempre con notables de la Nueva y Novísima Trova cubana, entre ellos la cantautora Liuba María Hevia.

Este año el evento tendrá canal de YouTube y escenario fijo en otras plataformas alternativas, como la página oficial de Facebook de la filial guantanamera de laAsociación Hermanos Saíz -que lo auspicia- y junto a los hoy socorridos sitios virtuales su programa trascenderá además en transmisiones televisivas desde Cubavisión y el Canal Clave, e igual en actividades presenciales diversas.

La cita, la más antigua de las vigentes dedicadas en Cuba a la Nueva Trova, y que desde sus inicios atrajo a Guantánamo a estrellas del género como Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, esta vez no tendrá sus multitudinarios conciertos en las calles, pero su prometedora cartelera volverá a convertir los primeros cuatro días de agosto en jornadas de la canción inteligente y comprometida.

Respondiendo a su dedicatoria este año, a la impronta femenina en la obra trovadoresca, se ensalzará a figuras icónicas como la inolvidable Sara González, quien varias veces prestigió el evento en la Villa del Guaso, en tanto dignas herederas de su savia encabezarán los conciertos en tiempo real: la propia Liuba, Marta Campos, Heidi Igualada, Yaima Orozco, Iraida Williams, y otras.

El cronograma mantendrá su habitual peregrinación y descarga trovadoresca en el Obelisco a los Mártires -ahora con elenco local y reducido público-, y sus otros momentos para las artes visuales, la poesía, la historia, las presentaciones de recientes Premios Calendario, fructíferos intercambios teóricos y expediciones artísticas a centro penitenciario y a la Brigada de la Frontera.

Este capítulo propone cinco nuevos espacios, en el escenario digital, entre ellos Te presento a… y De que callada manera, con contenidos biográficos, música e invitados en línea, y los espacios Fuera de foco y La ciudad que quiero, con retrospectivas de pasadas ediciones, y cápsulas promocionales en homenaje a la Villa de Guantánamo, próxima a cumplir 150 años.

Inmediatamente lanzada la convocatoria del evento, a inicios de julio, confirmaron su presencia online destacados escritores, teóricos, la pintora cubana Diana Balboa, la mexicana Berenice A. Moreno, trovadores cubanos notables como Nelson Valdés y los chicos de La Trovuntivitis, y fundadores de la Jornada en la década del 70, como Lorenzo Cisneros (Topete) y Noel Nicot.

Igual aseguraron su asistencia las literatas Elizabeth Reinosa y Elaine Vilar (Premios Calendario 2019 y 2020), historiadores como el guantanamero José Sánchez Guerra -quienes disertarán lo mismo en sitio virtual que presencial-, y en total una treintena de intelectuales y artistas de varias provincias cubanas, más seis que gracias a la magia de Internet participarán desde México.

La Jornada de la Canción Política, que se hará lugar también desde las páginas Streaming Cuba, el Portal del Arte Joven Cubano y el Noticiero Cultural, tiene una inspiración histórica: cantar a la Patria, al amor, a nobles sueños de la humanidad, y a la memoria de los revolucionarios miembros del Movimiento 26 de Julio caídos en Guantánamo el cuatro de agosto de 1957.

A lo largo de sus 44 años la cita se ha convertido en vitrina del talento de noveles cantautores, apostando por la vitalidad trovadoresca, y esta venidera edición, al decir de los organizadores, será valiosa porque permitirá revisitar y celebrar su trayectoria, ahora desde el alcance internacional e interactivo que le imprimirá su presencia en el ciberespacio.


En el carrusel de Rubén

Un mililitro conceptual

Hace años me debía esta conversación, de esos regalos que uno decide hacerse. Con asiduidad coincidimos en espacios socioculturales de la ciudad y nos profesamos una mutua estima a nuestros quehaceres profesionales. Sus canciones componen buena parte de mi narrativa de trotaurbe. No hay creador de mi promoción, de antes y después, que no haya puesto aderezo a su bohemia con él y su guitarra mediante. El diálogo con Rubén Léster González Valdés toma un carácter polifacial, pues se encuentra el interlocutor frente al cantautor, guitarrista instrumentista, arreglista, compositor, productor musical, actor de teatro y promotor de la cultura.

Hombre de guitarra y canciones es también Rubén continuador de la tradición en Santiago de Cuba de trovadores que afilian su actividad creadora a la escena teatral. Ambas corrientes entrelazan sus cauces y no es posible deslindar la una de la otra en su historia de vida. Por eso, desde 1998 pertenece al Consejo Provincial de las Artes Escénicas y dos años después ingresa al Catálogo de la Empresa de la Música de Santiago de Cuba.

Por su obra musical en vínculo al teatro recibe el Premio por banda sonora original en el Festival de Teatro de Pequeño Formato de Santa Clara, y Primer premio por música original en el Festival Nacional de Teatro Máscara de Caoba, de Santiago de Cuba.

cortesía del entrevistado

Tal como otros trovadores de las promociones que se han sucedido en Cuba desde el decenio final del pasado XX al presente, la obra de Rubén Léster se corresponde a la de un autor que entiende su música dentro de una convivencia de sonidos y aconteceres artísticos plurales. Sus entregas transitan de la lírica más excelsa a la recreación de evidente herencia trovasonera en el cuerpo texto-musical. Sus construcciones se asientan en una pluralidad de conceptos musicales que van del trovador y su guitarra a distintos formatos instrumentales de apoyatura a ritmos diversos donde coinciden canciones, guarachas, sones, reggae, otras incidencias del entorno sonoro caribeño como aires de vallenato o cumbiosos, hasta incidencias del entorno hip hop, rockero, popero, conga electrónica e incluso del tecno, como lo ilustran varios temas en Dime que sí, su más reciente entrega discográfica.  Ésta en específico se desapega del hombre con su guitarra para mostrar un creador inmerso en los sonidos transnacionales, de carácter festivo, por momentos bailable sin que por ello renuncie a temáticas reincidentes en la Canción Cubana Contemporánea.

Sus piezas discurren por temáticas disímiles que aunque propias de la expresión trovadoresca llevan la singularidad de un discurso personal. La emigración, el miedo y la nostalgia aparecen desde la óptica de las relaciones humanas más allá de las demarcaciones políticas. Algunas de sus piezas apelan al recurso de la ironía a lo “no fui yo” propio del estilo trovasonero Matamorino. Con estas estrategias la opinión social a veces adopta tonos gozosos y de divertimento aparente, cuando casi siempre amparan sarcásticas guarachas con sustrato social.

Hay presencia también en su obra de aquellas piezas que cantan al amor con una lírica excelsa donde el eros seduce y a veces efímero pasa. Y desde otra interpretación, es el tópico amatorio motivo para encauzar, tono de guaracha por medio, aires de humor en los que aflora la aguda opinión del trovador hacia el contexto de vida.

Sus producciones discográficas han obtenido nominaciones al certamen Cubadisco. En 2015 recibe el Premio Cuerda Viva en la Categoría de Trova. Ese año se incluye el tema Suerte, entre las 50 canciones más representativas en la producción “50 Aniversario”, doble DVD por el medio siglo de la EGREM.

Obras de teatro, cortometrajes y documentales, entre otros audiovisuales, llevan el sello de las musicalizaciones de este autor. Rubén comparte la actividad como compositor e intérprete con la producción musical y con otras actividades de promoción de los valores de la cultura artística en Santiago de Cuba.

Suerte: la conversación

Naces en La Habana. Tu infancia y primera adolescencia transcurren en un constante trasiego entre la capital y Santiago de Cuba. Cuéntame de aquellos años y el estudio del Nivel Elemental de la guitarra.

Nací el 10 de febrero de 1977 en Hijas de Galicia, hospital materno de Luyanó. Mis padres en ese momento eran recién graduados de la Cujae. A ellos y a otros profesionales les ofrecen fundar la cátedra de Arquitectura en la Universidad de Oriente. Crearon la cátedra y tenían muchas responsabilidades, eso les hacía viajar constantemente. A los dos años viajé con ellos a Angola, Luanda, después a La Habana, de ahí de nuevo a Santiago. Así estuve hasta los dieci… tantos años. A veces los trasiegos duraban, eran un año aquí y otro allá, pero en ocasiones fueron dos o tres acullá. Luego saqué la cuenta y lo agradezco, porque eso me hizo ver que las diferencias entre las personas no son las que parecen. Sabes que existen los semitismos, que si los santiagueros o palestinos; aquí, que si los habaneros son esto o aquello. Me moví entre todo eso y me deshice de prejuicios. Esa infancia itinerante me dio una visión más amplia de las cosas a mi alrededor.

Estudié el nivel elemental de guitarra clásica entre ambas ciudades. Lo perjudicial es que el estudio fragmentado es un poco incómodo. Lo positivo es que me exigía más porque en el ir de un lado a otro los programas eran distintos y requerí el estudio. También estaba el tema de los profesores. Cuando tienes un docente que te acompaña en el tiempo de alguna manera te identificas con sus métodos. No tuve esa oportunidad. Aunque por lo general hay un maestro que te marca, en mi caso encontré esas enseñanzas aquí en Santiago.  

Comencé la Universidad, y a la par realizaba el nivel medio de guitarra por encuentro.

A propósito de tu formación, de forma paralela a tus estudios musicales comienzas a estudiar la carrera de Física, y en realidad te gradúas como técnico medio en Ciencias Informáticas…

Yo cursaba la Escuela Vocacional con la idea de estudiar Física como carrera universitaria. Muere mi padre con el llamado periodo especial en curso. Salgo de la Vocacional. En aquel momento tenía un grupito que se llamaba Sisaya, que después devino en La Guerrilla, un grupo de rock.

Comenzamos un grupo como aficionados algunos amigos junto a Nelita, Alcides (Tití), Karina, Ringo y otros actores. Después de ese grupo es que nace La Guerrilla.

En ese momento mis padres de todos modos me pedían terminar “algo”, por eso es que hago por encuentro la tecnología en informática. Me gradué pero fue como “oír llover” (risas). Después me sirvió para el trabajo de postproducción pero la verdad en aquel momento lo hice por complacerlos a ellos.

Es en este periodo donde aflora con creces tu interés por hacer música. ¿Por qué el rock en una ciudad donde no es tradición?

Por La Habana, y mis constantes idas y regresos. Algunos de mis amigos de la etapa de estudiante eran roqueros. Es verdad que Santiago es una urbe tradicionalista. Todavía en aquella época yo tenía el grupo de rock and roll y podía presentarlo en algún que otro lugar. Ahora no sé si hay grupos de rock pero, si existen, no los ves en ningún lugar. Y diferente a lo que algunos piensan, había mucha gente en Santiago de Cuba amantes del rock and roll. Aquí hay público que gusta del rock lo que no tienen la posibilidad de seguirlo.

¿De dónde viene la cofradía musical con Luis Felipe Veranes, Felipón, y qué fue Altoriesgo?

Felipón trabajaba en ese momento con Calibán Teatro. Él es un poco rockero también. Yo era de los pocos que tocaba la guitarra eléctrica en Santiago. Vio mi juventud y que estaba loco por crear. Él es guitarrista también y estaba en busca de un bajista para el grupo. Buscó a Leo Cabeza para que tocara los teclados, se sumó Polanco en el saxofón, Ringo, Leo, Felipón y yo, y así se armó Altoriesgo. Fue una escuela, nosotros aprendimos mucho con Felipón. Le debo las formas de montaje, son elementos que no se adquieren en la escuela, donde se recibe práctica de conjunto, pero es un poco estático, lo vives cuando estás en la práctica, y sobre todo cuando es música moderna. Era creatividad pura.

La experiencia de Altoriesgo coexistió con el trabajo musical y actoral de La Guerrilla. Cuando se disuelve la agrupación musical comienzo además a presentarme como trovador. Eso me creó un vínculo más directo en el entorno musical, llegaron las presentaciones en la sede de la AHS, muchas veces como telonero de Muralla.

Das continuidad a la tradición en Santiago de Cuba de trovadores que afilian su actividad creadora a la escena teatral. ¿Cómo nace el interés por crear el nexo entre el grupo de rock La Guerrilla y el teatro?

Al inicio cuando surge La Guerrilla es un proyecto de música y teatro.

La génesis está en un grupo que se llamó Sisaya, ensayábamos en el Polifuncional de la Universidad. Luego le cambiamos el nombre por el de Crítica. Con este formato empezamos a presentarnos en la sede de la Asociación Hermanos Saíz. Hubo cambio de integrantes y formato, así que rebautizamos al grupo como La Guerrilla, que tuvo una duración alrededor de dos años. Imagina, tocamos rock and roll en Santiago, donde podíamos, un poquito en la Universidad, otras veces en la AHS.

En aquel momento con el grupo, empiezo a frecuentar más aun los conciertos, teatros, y nacieron muy buenas relaciones con Jorge Jardines. Norah Hamze dirigía Calibán. Jardines era de los actores que montaba obras de importancia como Apocalipsis, la gente cambia. Estaban él y Marcial Escudero que para mí eran referentes. En ese momento había una efervescencia del teatro acá en Santiago. En general era latente una vida artístico-cultural intensa.

cortesía del entrevistado

Jardines me propone hacer un proyecto teatral. Yo tenía el grupo de rock and roll, y le sugiero crear un híbrido que fusionara el teatro con la música en escena. Así se formó La Guerrilla. Con posterioridad, cuando Jardines sale como director, asume Marcial Escudero, quien con anterioridad lideraba un grupo de teatro El Golem, y de esa unión resulta el nacimiento de La Guerrilla del Golem.

Luego de mi primera etapa con la agrupación musical Muralla, retomé la actuación con  desempeños en protagónicos con los que obtuve premios, como en la obra En alta mar. Luego el teatro cobró mayor relevancia que la música en La Guerrilla del Golem. La responsabilidad musical recayó sobre mí,  que además actuaba.

En uno de estos períodos llega mi segunda etapa con Muralla, cuyo trabajo demandó mucha dedicación. Entonces tomé la decisión de producir música para el teatro pero renuncié a la actuación. Jardines defendía mucho la música original. Después del trabajo que en tiempos relativamente recientes hicieron  los dos Aquiles y yo,  cada vez es menos en Santiago la música para teatro.

La producción de música para teatro es algo especial. La musicalización de obras es una disciplina difícil, al principio me costó trabajo y tuve que solicitar ayuda. Me acerqué  a personas como el maestro Juan Filiú y otros que para mí ya eran grandes en la música.  Agradezco a quienes me enseñaron, por ejemplo, de armonía y cómo llevar ese conocimiento a la práctica. Cuando aquello tenía una computadora que era viejita y la tecnología estaba menos desarrollada, era todo con el papel en la mano. Yo me pensaba que era un científico (risas), que era un Mozart. Porque estaba en lo de la música incidental, mientras en las calles estaba la trova tradicional, el son, y yo estaba en otro mundo, éramos la sinfónica y yo (risas).

 Tenemos que hablar aún más de tus participaciones con Muralla, agrupación pionera en la canción alternativa en Cuba.

Sí, por supuesto. Tras mi salida de Altoriesgo comienzan mis primeras presentaciones acompañándome por la guitarra.

Yo tenía buena comunicación con Glenda Díaz, su directora. Era el momento de Muralla en que Leo Cabezas se va al extranjero. Ella me pide que entre al grupo como guitarrista. Empiezo con Muralla y a la par continúo con La Guerrilla. Durante toda la trayectoria que te comparto de mi carrera  el trabajo con el teatro es permanente. Muralla sí demandaba mucha dedicatoria también. Hubo un momento en que no podía llevar ambas cosas.  La experiencia con Muralla era formidable. Era una estación de trabajo muy buena porque Glenda propiciaba que la gente produjera música.

Luego tengo un segundo período con la agrupación. Los músicos trasiegan mucho y mantener la estabilidad de un formato es muy difícil. Glenda me pide que asuma la voz cantante. A ella le gustaba mi trabajo como trovador. Me ofreció la inclusión de algunas de mis canciones en el repertorio de la agrupación. Fue la última etapa de rock and roll de Muralla. Asumí los roles como cantante líder, guitarrista y  autor de varios temas. Víctor Cutiño era el arreglista.

La agrupación tuvo varias etapas de gloria y ésta también lo fue, según la valoración de otras personas. En el caso de Santiago cuando nos presentábamos en la escalinata del Emilio Bacardí o la AHS siempre acudía mucho público, a veces ni entraban en el espacio, no se podía caminar. La gente iba a la Casa del Joven Creador por las presentaciones.

Giramos por todo el país, en festivales y eventos de la música en Cuba. En esa etapa compartimos con Síntesis, David Blanco, Interactivo. Fuimos finalistas de Cuerda Viva en la primera edición.

Cuando entré a Muralla ya tenía unos veinte años de creación y estuve alrededor de diez. Siempre me mantuve con el teatro y a la par  mi carrera como trovador. Aunque predominó lo primero. En este período también comienzo a realizar colaboraciones con otros músicos. En una ocasión William Vivanco me pide participación para un  proyecto de una gira  a Francia.

Por tu obra como cantautor resultas Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz. En el período tuviste una presencia notoria dentro de las dinámicas en la ciudad. Háblanos de todo cuanto le aportó la Asociación a tu carrera y viceversa.

Todo se deslinda de mi trabajo con Muralla. Nosotros girábamos por toda Cuba, y como trovador también. Muchas veces asistíamos a un festival y tenía los trabajos con el grupo más los míos como solista. El público llenaba los lugares, se percibía  la  sintonía con la agrupación y eso ayudó mucho a mi carrera individual.  Los trovadores son muy solidarios y uno toca la canción del otro y viceversa,  y otros jóvenes interpretaban mis canciones y todo eso fue mi plataforma.

La dirección de la AHS valoró los resultados de mi trabajo y apoyó de manera absoluta. Tanto que en un momento se me invita a presentar un concierto para una grabación. Se había creado un espacio en el Centro Hispanoamericano de la Cultura, que tiene una sala de conciertos espectacular, para realizar grabaciones a las presentaciones de los trovadores.

La AHS me escogió Proyecto Nacional, y a cada acontecimiento de relevancia era invitado. Cuando se realizó la celebración por los 35 años de la fundación del Movimiento de la Nueva Trova, de Santiago fuimos invitados José Aquiles, Felipón y yo. Mis presentaciones acontecieron con muy buena presencia de público.

La AHS me abrió muchos espacios. Cada vez que iba a La Habana me presentaba en el Pabellón Cuba.  Hasta el otro día en que llegué a mirar y terminé tocando. Gracias a eso además he participado en casi todos los festivales de la trova por todo el país.

En esta etapa había un movimiento trovadoresco, existieron proyectos de conjunto. Los trovadores buscaban espacios para hacer su trova, lo luchaban, ahora no percibo lo mismo.

En ese trasiego de las tablas a la música, del rock a la trova, ¿qué referentes musicales y literarios te acompañaron?

Toda la vida me ha gustado leer, desde pequeño. Leí muchos clásicos. Mi papá me compraba los libros. Dicen que la canción se parece a la poesía. No he sido un lector asiduo a la poesía, pero  siempre tuve y sostengo buenos vínculos con poetas. No era para un aprendizaje directo, sino un vínculo de amistad, como con Marcial, Reynaldo García, cofradía entre artistas. Estuve mucho en la Teatrova, y de esas interacciones creo que hay incidencias en lo que hago. Me dicen muchas veces sobre mi picaresca, creo que debe ser la influencia de todas esas vivencias que van de los poetas a mi alrededor y transitan por la mucha música que escucho. No se trata solo de lecturas literarias, si quieres ser libre en la música, tienes que tener cultura musical y la defensa teórica de tus libertades.

Eres de los cantautores o trovadores que entiende su música dentro de una inserción de sonidos plurales,  y participas en aconteceres musicalmente diversos. Coméntame de las experiencias con el proyecto X-Planet,  junto a la cantante inglesa Holly Holden y el MC santiaguero Alain García.

Soy de los que apuesta por la colaboración en los empeños de otros. A mí me gusta hacer música, como sea, para lo que sea siempre que me guste el porqué y me agrade el proyecto. Cuando la propuesta de X Planet llegó, ya en varias ocasiones había trabajado con la gente de la música urbana.

Yo tengo un amigo, hermano, Kiki Pro, que tiene el estudio Manicomio Records, uno de los primeros que surgió para esta música. Todos los grandes urbanos que emergieron aquí, los que empezaron cuando el reguetón era un embrión estaban  allí con él. Muchas veces para esas grabaciones, si él necesitaba algún músico que tocara la guitarra o el bajo yo iba. Esa colaboración se mantiene hasta hoy. Por eso he tenido una relación cercana con la gente de la música urbana, con TNT la Reziztencia, La Familia Vakana, por ejemplo. También ellos crecieron dentro del panorama cultural junto conmigo.

Alain, Alayo Mc, apareció en la casa con Holly, una inglesa que canta espectacularmente. Nosotros aquí no estábamos acostumbrados a una mujer con una interpretación de esa forma bien anglosajona. El interés de ella era la fusión de su estilo a la música urbana y cubana y eso a mí me encantó. Llamé a varios músicos y a Dj Jigue. Luego del disco realizamos un concierto en la UNEAC que también tuvo su resonancia. Holly llevó esta producción al agregado cultural de la embajada inglesa en La Habana, y el diplomático se enamoró de aquello. Hicimos varios conciertos, uno de estos fue en el Museo de Bellas Artes, un concierto lindo. Este fue un proyecto con mucho apoyo de la embajada de Inglaterra.  Luego agregamos nuevos temas y se presentó un concierto en el Iris Jazz Club con otros invitados y músicos jazzistas. Felipón estuvo también entre los invitados.

Según mi apreciación, en esta región, musicalmente hay una concepción más abierta, menos sectaria entre los cultores de diversos géneros o corrientes sonoras.

Sucede lo contrario, algo gracioso, todo el mundo se mezcla. Sin embargo no sucede igual entre los que, digamos, están en el mismo gremio. No ves mucha unión de un trovador con los demás. Todos se llevan bien, pero no se gestan proyectos comunes. Creo que lo más o menos reciente  que vi, surgió por la iniciativa de la AHS de producir un disco con todos los trovadores. Pero la idea fue de la AHS, no emergió de nosotros. De modo similar sucede con los representantes de la música urbana. Es algo raro. No es como sucedió en Santa Clara con La Trovuntivitis y nuevas promociones de trovadores que se unieron de forma inteligente. Aquí es más fácil el aliarse con representantes de otros géneros o manifestaciones del arte,  como un trovador y un artista de la plástica.

Los trovadores no siempre tienen la oportunidad de patentar su obra en fonogramas, y tú llevas la dicha de la participación en producciones colectivas y varias a tu nombre. ¿Cómo reflejan cada una de estas producciones tus etapas como creador?

Hasta el momento cuento con la participación en dos producciones discográficas compilatorias, Raspadura con Ajonjolí  (EGREM) y la antología de nuevos trovadores de Santiago New Sound Santiago, en la que trabajo como cantautor y productor musical. Es este último un disco que obtuvo la nominación al Cubadisco 2012 en la categoría de trova-fusión. Con mis canciones tengo la realización de El Carrusel (Centro Hispanoamericano para el Arte y la Cultura y AHS); Simple (Bis Music), con nominación también en la misma edición del Cubadisco.

En tiempos más recientes produje Gallo Negro con el sello Siboney de la EGREM, y la propuesta de otro proyecto de disco de música electroacústica con el mismo sello. Y lo más fresquecito es el fonograma Dime que sí, con la producción de Kiki Pro y un servidor, y una nueva nominación a la feria cubana del disco en el 2019.

Ya conversamos acerca de la producción musical del disco X610Z (Existence) del proyecto X Planet.

cortesía del entrevistado

Si de dialogar sobre mi resultado fonográfico se trata, ante todo digo que yo he tenido suerte. E insisto, todo empezó con Muralla, cuando estaba en una de esas etapas de efervescencia. Nosotros íbamos con frecuencia a La Habana. Había una inquietud por grabar, la EGREM quería hacerle un disco a la agrupación. Estuvo la intención que no fructificó, entre otras cosas por el desmembramiento de la formación en un momento. En aquel entonces yo era el compositor o autor de las canciones que interpretaba Muralla y era el cantante, heredé muchas cosas positivas de aquel auge.

Tanto fue así que en uno de los viajes, la AHS, de la cual ya era Proyecto Nacional, me propone realizarme un disco. En este caso se realizaron las coordinaciones con Bis Music, con la coincidencia de que mi hermana se gradúa y entra a trabajar con este sello. Hacemos el fonograma  que fue nominado al Cubadisco. En esta producción participó el guitarrista, compositor y arreglista Marcos Alonso, es un todoterreno en la producción.

Mi hermana me dio la visión de cómo funciona el mundo fonográfico en Cuba. Usualmente nosotros no estamos acostumbrados a las empresas que funcionan para vender. Después cuando fui a España  yo mismo le comercializaba mis discos a Bis Music, y eso se ingresa a la empresa. También le di mucha promoción “de a socio” y el disco se agotó. Después se hizo otra edición más corta, de la que quedan pocos ejemplares acá en Santiago.

La AHS me propone realizar un disco junto con otros trovadores de Santiago pertenecientes a la Asociación. Produje ese disco junto con Felipón. Lo hicimos con la EGREM. Este fonograma también obtiene nominación al Cubadisco.  En esa etapa el sello santiaguero me propone hacer otra producción con mi obra en solitario, y una vez más recibo la  nominación del disco en Cuba.

Eso conlleva de forma paralela un proceso amplio de creación…

¿Sabes lo que sucede? Acumulé mucha música de todo el tiempo que fui inédito. Había temas que me acompañaban desde hace mucho. Para Dime que sí, el más reciente disco con la EGREM, me llevó la preparación de  temas y arreglos nuevos. También pude utilizar el estudio que tengo ahora en la Casa Dranguet. Kiki Pro fue uno de los productores, eso me permitió grabar y hacer las mezclas con más comodidad. Y la verdad es que todo el equipo de la EGREM me ayudó muchísimo.

Así mismo fue también con Gallo Negro, un disco que se grabó aquí con un financiamiento que obtuve desde Francia. Fue un financiamiento modesto con el que hicimos magia.

Tus composiciones reflejan temáticas disímiles casi siempre desde un sutil sarcasmo, o desde lo irónico con cierto sentido del humor, a veces con una lírica excelsa, otras, desde códigos comunicativos de actualidad. ¿Qué tiene que existir en tus procesos creativos para que emerja una canción?

Es complejo. Hay momentos en que vas por la calle y algo te despierta la motivación de hacer una canción, pero tal vez dos calles más allá eso se fue. Y de momento estás con la guitarra, te acuerdas y escribes. Ahora mismo con el coronavirus mucha gente me decía “por qué no le escribes una canción”, pero no sentí la necesidad, otros sí lo hicieron y lo respeto.  A veces empiezo una canción y en la tercera estrofa se quedó y cuando la reencuentro,  la resuelvo. Hay otras canciones que son “un tiro”.

Otros  trovadores tienen disciplina para la composición. Yo no soy así. A veces pasan semanas. Tengo ocasiones en que compongo de un tirón, y eso me sucede mucho con las canciones por encargo. Hice una canción a Martí que se cantó en una tribuna abierta, esa la hice en una tarde. Es una de las que más me gusta y en aquel momento tuvo muy buena acogida.

Y es tan misterioso porque, por ejemplo, he comenzado una canción con tres estrofas que me acomodan y no la he podido terminar, y en una descarga por ahí surge un coro, tomo lo que tenía, comienzo a cantar en el tono de lo que ocurre y de repente se obra la canción. Eso me sucedió con El mililitro, una canción no concluida. Es de esas que tiene varios finales. La canté en una ocasión en lo que era el Centro de Superación, y a partir de entonces siempre la piden en las presentaciones. Sabes que la guaracha se presta para todo eso. Y casi siempre, que es lo más bonito como ocurre con El mililitro, esas que piensas que no están terminadas, son las que resultan una revelación para el público (risas). Cada vez que llegaba a la última estrofa comenzaban las sudoraciones para ver cómo hallar la solución. Si yo fuera un sonero, un improvisador… pero no lo soy. Yo tomo dos o tres recursos y resuelvo.

¿Cuáles de esas canciones son tu mayor espejo, esas de las que no puedes desprenderte?

Tengo varias. Hay una que me gusta mucho: La sabrosura. Está El descontento, que tiene varios trasfondos con una mirada incisiva. Yo me paré en el parque Céspedes, en la escalinata del Bacardí a  tocar este y otros temas, a sabiendas de que la incomprensión puede generar descontento. Entre mis preferidas también se halla Suerte, es un tema a la emigración.  

Suerte en particular  me dio mucha alegría porque fue de esas que escribí de una vez. Me invitan a participar en el disco Raspadura con ajonjolí, que tuvo representación de trovadores de toda Cuba. Ese tema era de mis composiciones recientes. Ese tópico de la emigración siempre despierta expectativas y a mí me interesa abordarlo desde la perspectiva más humana. Es un amigo que se va, está bien y que tenga suerte no me importa nada más, yo hablo de las relaciones interpersonales. Si te gusta esto o lo otro no interesa, cada quien es libre de lo que quiera. Algunos creyeron que el tema era una bomba, y resulta que escucharon una canción muy lírica, de amor fraternal, de amistad. Tanto fue así que las palabras que se le hicieron al disco hablaban de ese tema. Por eso  digo que he tenido suerte, porque en ese momento Bladimir Zamora, quien hizo las notas discográficas, tituló las palabras ¡Suerte, Compay! Y fue pura belleza lo que expresó. Igual ocurrió con una reseña que publicó en el Caimán Barbudo sobre la canción. La catalogó como una de las canciones cubanas sobre la emigración más bellas de todos los tiempos.

Sin embargo, las canciones que más le gustan a la gente no son esas, sino Lobo sato, El mililitro, los temas de más pachangueo.  Tiene que ver con el tipo de público. Acá “la cosa estuvo buena cuando la gente se paró y bailó”, si estaban atentos pues “no estaba tan bueno”, ¿pero por qué no? (risas). El público en Santiago tiene sus características y también es difícil. En La Habana, como hay mucha más coexistencia y apertura con la recepción del hip hop, jazz, rock y todo tipo de corrientes musicales,  me cuesta mucho menos poner al público en movimiento. Ya le he tomado más o menos la vuelta a cada lugar.

Al paso de tu obra, también has caracterizado espacios y peñas en distintos espacios como la Sala Teatro Macubá, la sede de la UNEAC, el  Cabildo Teatral Santiago y la propia Casa del Joven Creador. ¿Qué te sobresale de estas experiencias? ¿Algo que retomarías si fuera posible?

Cierto es que hay lugares donde realicé peñas y encuentros de la trova que me marcaron, y lugares en los que me encantaría volver a tocar. Hice una peña en Macubá cuando la sede del Café Teatro se encontraba en Enramadas, en aquella cuevita, ese lugar me fascinó. Desde hace tiempo sostengo  un vínculo muy bueno con Fátima Patterson y ella siempre me apoyó. Yo le agradezco mucho  porque con ese espacio fue que comencé a tener presencia pública en la ciudad. Es verdad que contaba con la experiencia de las presentaciones  con Muralla, pero una presencia en un espacio regular  en el centro de la ciudad, fue con Macubá. Gracias a Fátima movimos hacia allá músicos, actores y artistas de todas las manifestaciones.

Otro espacio que recuerdo fue el Patio del Cabildo años atrás. Hace un tiempo se hicieron cosas muy buenas en este lugar.

Hubo un escenario que también me marcó, fue la casita del teatro de Calibán. Una casa pequeña, vacía, tan solo con un escenario y almohadones en el suelo para que las personas se acomodaran. Ahí se gestaron gran parte de los proyectos como Altoriesgo, La Guerrilla, El Golem; emergieron de esos encuentros, ideas para el teatro y la música. Aquiles Jorge era uno de los habituales, con su vertiente rockera y teatral, porque hizo varias cosas para el teatro que tienen su origen en aquel momento.

En la actualidad tengo presentaciones fijas en la Casa de la Trova. La Casa Dranguet, es mi actual espacio habitual, que he tratado de personalizar. Ahora la sede está en reparación, cuando culmine lo retomaré.

Recién comenzamos un espacio en el Museo de la Imagen, una peña de trova, poesía y audiovisual, Para socios, una cita para que acudan artistas, aunque estará abierta a todo el que quiera asistir. La principal intención es que asistan artistas que puedan gestar proyectos. La idea es incentivar el ambiente de la creatividad para el desarrollo de la cultura. Por eso quiero involucrar a artistas cubanos en cualquier parte del mundo en que estén  para intercambiar sobre arte y cultura. Y también es propósito que los artistas se unan, porque cada quien está en lo suyo, hay mucho de conformismo y nadie quiere librar batallas.

Son Day o Continuará…

Cuando uno aprende a regalarse lo que estima, aquello adquiere un valor de suma significación. Así es esta conversación que para mí apenas comienza. Próximas ideas en torno a la obra de este autor se fraguan en la avenida de mis teclas. El tiempo con Rubén es momento para café mediante,  hacer del pensamiento, fiesta y risa. Confluyeron también al encuentro algún presunto estribillo para canción. ¡Compay, la suerte es mía!

 


Jornada de la Canción Política se sumará a la plataforma online

Desde ya se organiza en Guantánamo la edición 44 de la Jornada Nacional de la Canción Política que, respetando los necesarios protocolos sanitarios pos-COVID-19, por vez primera será principalmente online, tendrá transmisión televisiva, y desde la plataforma virtual convoca hoy a trovadores de todo el país, consagrados y noveles.

En el cronograma trabaja ahora la filial provincial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), auspiciadora de la cita, la más antigua de las vigentes dedicadas en Cuba a la Nueva Trova, que desde la pasada década del 70 se celebra aquí en la primera semana del octavo mes, para cantar a la patria, al amor y a los mártires caídos en la Villa del Guaso el cuatro de agosto de 1957.

Apenas se coordina este nuevo capítulo y ya confirmaron su presencia en línea los notables trovadores cubanos Liuba María Hevia, Nelson Valdés, Marta Campos, Heidi Igualada, los chicos de La Trovuntivitis, de Villa Clara, y cantautores locales como Josué Oliva (El trovador de la ciudad), y la joven Annalie López, varias veces nominada a los premios Lucas y Cuerda Viva.

Muchos de ellos, con videos desde sus hogares, protagonizarán los conciertos de inauguración y clausura, que se transmitirán en tiempo real en la noche, por el canal Cubavisión, una novedad que mueve gran expectativa, al igual que el despliegue de las actividades del evento por plataformas y canales alternativos, aprovechando las potencialidades de la multimedialidad.

A la fecha corroboraron además su participación integrantes del proyecto tunero Controvando, habituales en las últimas jornadas de la canción política, y se prevé sigan sumándose en lo adelante muchos más cultores del género cubano ensalzado en esta cita, cuyos capítulos fundacionales se prestigiaron con estelares como Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, muy jovencitos entonces.

Esta vez el evento se apegará a la modalidad semi-presencial pues, paralelo a su transmisión en Internet y TV, varios artistas del patio actuarán en recintos culturales abiertos en Guantánamo para esos días, según la fase pos-COVID-19 decretada, entre ellos la Casa de la Trova, que funcionará hasta un 50 por ciento de su capacidad de público, sin descuidar las exigencias sanitarias.

Los adelantos los dio a la Agencia Cubana de Noticias Yoana Aranda, presidenta de la AHS en Guantánamo, quien informó que para mayor impacto se creará un canal de YouTube del encuentro, y el programa abarcará, junto a las descargas “a guitarra limpia”, muestras de las artes visuales, lecturas de jóvenes escritores cubanos, y momentos teóricos sobre la música trovadoresca.

Como se explicó, el grueso de las actividades será desde el ciberespacio, se abrirá un foro-debate sobre las nuevas formas de promoción alternativa, con visualización desde los sitios virtuales de la AHS y el sector cultural en el territorio; en tanto la cartelera presencial incluirá tres paneles especializados, uno de ellos de corte histórico.La Jornada Nacional de la Canción Política figura anualmente entre las actividades culturales más importantes y esperadas del

Verano en Guantánamo, y como de costumbre involucrará a investigadores, escritores y cultores de otras artes y géneros musicales, en acciones ahora dedicadas a la presencia de la mujer en la trova y al aniversario 150 de la Villa del Guaso.

Honrar a la Patria desde cantos y guitarras fue el propósito que hace 44 años movió a los afiliados de la entonces Brigada Hermanos Saíz para crear esta cita, devenida en vitrina del talento de noveles cantautores cubanos, y en apuesta por la vitalidad trovadoresca y su verso inteligente y comprometido, manifestación con una historia grande e indudables referentes.