Julio Girona
De lenguaje pictórico y metáforas de pensamiento
Pretender descifrar los entresijos del arte supone emprender un trayecto a ciegas, pero a sabiendas, que desde la más insospechada simplicidad de formas hasta las más ambiguas hiperbólicas expresiones existe un punto de tangencia entre lo onírico y lo terrenal.
Tan necesario ese arte en medio de las complejidades de la época actual, como refugio y bálsamo frente a la realidad, emerge el discurso visual del gremio artístico en la provincia de Granma que aúna obras en la XIII Edición del Salón Provincial de Artes Plásticas Julio Girona.
Auspiciado por la UNEAC en dicha provincia, el evento –recién inaugurado en la Galería Dos columnas– reúne la variedad de formatos y técnicas que enriquecen la perspectiva visual en una suerte de concepto holístico. El eclecticismo creativo va desde la fotografía, la instalación, la pintura y la cerámica, cargado de una imponente naturaleza sugestiva que deja margen a cavilaciones propias y reales.
Con un total de 13 obras participantes pertenecientes a 14 artistas del territorio se premiaron seis piezas. Los premios colaterales institucionales (Fondo Cubano de Bienes Culturales, Casa de la Nacionalidad Cubana, Centro Provincial de Artes Visuales, Centro Provincial del Cine, Centro Provincial de Patrimonio, Artex, Centro del Libro y la Literatura) fueron otorgados a los artistas Lira Yarí Reyes Rodríguez, Yunier Tamayo Sánchez, Rayne González Torres, Ramón Quesada Mesa y Juan Luis Maceo Núñez; espacio oportuno además para distinguir a este último artista con el sello Aniversario 60 de la UNEAC.
El jurado de premiación entregó dos menciones a las obras “Sin señal” de Ramón Quesada Mesa, y “Revolución relativa, John Lenin, Frida Kastro o la evolución de las especies, Donald Trovsky, Charles Marx, Albert Eisenstein o el acorazado” de la serie Política cultural, perteneciente a Dora Lidia Pedrera Figueredo y Domingo Cuza Pedrera. El Gran Premio en esta nueva edición del evento lo mereció el artista manzanillero Yunier Tamayo Sánchez con la pieza perteneciente a la serie (Re) Contextualizando sujetos periféricos (Chaplin).
Ramón Quesada Mesa, uno de los artistas laureados, refiere en cuanto a su obra (“Sin señal”) un paralelismo del personaje con momentos álgidos vivenciales del ser humano: Es una pieza producto del tiempo de pausa que vivimos durante la pandemia, y funciona simbólicamente en mi obra porque los cosmonautas se desenvuelven en un medio hostil y lo empleo como alegoría de la realidad. Es como una escafandra para no morir, para tener tu propio oxígeno, para no contaminarte…
Otra de las artistas más jóvenes y que comienza a dar sus primeros pasos en el mundo del arte, Melissa Naranjo Pérez, señala cómo el Salón le abre nuevas puertas a la creación y refiere: He tenido la oportunidad de presentar uno de mis más recientes trabajos a esta exposición, que se integra en un proyecto personal llamado “Érase una vez, pero ya no”. Para mí, participar en el Salón es una experiencia única, poder compartir con grandes artistas del territorio y estar inmersa en este gran proyecto es un avance significativo en mi trayecto como fotógrafa, a la vez que me abre puertas para futuras exposiciones y me inserto en nuevas líneas y tendencias artísticas en la provincia.
La muestra expositiva del Salón de Artes Plásticas Julio Girona es una oportunidad para los artistas de la provincia. La pluralidad de los estilos y enfoques manifiestos avalan la concepción de un espacio que apuesta por la coexistencia simultánea de realidades, amén del toque intimista de cada pieza que invita a la introspección, de la mano de discursos y maneras propias. En una mixtura estético-conceptual y de revoluciones cromáticas, se manifiestan códigos, se intencionan metáforas. El arte contemporáneo cubano apuesta y necesita constantemente de búsqueda, invenciones y redescubrimientos.