Juan Carlos Tabío
La muerte de un burócrata o la importancia de criticarse el ombligo
En medio de un contexto fílmico nacional decantado por lo autoral y el realismo social, La muerte de un burócrata (Tomás Gutiérrez Alea) propone un valiente diálogo con el vilipendiado cine de género, desde la orgánica y abierta apropiación de códigos de la comedia absurda y silente; sucedida por Aventuras de Juan Quinquín (Julio García Espinosa, 1967), tributaria del western e igualmente humoroso. Desencadenó y legitimó entonces, líneas y posturas estético-discursivas pervivientes hasta hoy. [+]
Recobrando un paseo por el jardín
Los primeros años del proceso revolucionario cubano han sido tratados por varios autores de la narrativa cubana. Pueden citarse obras memorables como Los animales sagrados, de Humberto Arenal; Memorias del subdesarrollo de Edmundo Desnoes; La última mujer y el próximo combate, de Manuel Cofiño y Los pasos sobre la hierba, de El Chino Heras. A este selecto grupo pertenece Un rey en el jardín, de Senel Paz, quizás más conocido como guionista de cine. [+]
Juan Carlos Tabío: «Sería incapaz de aconsejar a los jóvenes»
Puede que cuando se piense en la película Fresa y Chocolate (1994) –único filme cubano nominado al Oscar– primero recordemos a ese genio de la cinematografía cubana que fue Tomás Gutiérrez Alea. Sin embargo, en los créditos de esta obra aparece como codirector otro cineasta que mucho ha aportado al séptimo arte en Cuba y Latinoamérica: Juan Carlos Tabío. [+]