jóvenes
«Los jóvenes de todo el mundo debemos proponernos un futuro mejor a nivel global»
Palabras de Yasel Toledo Garnache, presidente nacional de la AHS, en el Encuentro Internacional de Jóvenes Líderes de América Latina, el Caribe y China en la ciudad de Dunhuang, provincia de Gansu.
Hermanos de América Latina y China,
Participantes en esta edición de Puente al futuro:
Es un placer enorme estar aquí, compartir entre personas de nuestra generación, provenientes de varios países, con ideas diferentes, pero con la capacidad de construir la amistad, sonreír, hacer bromas y también de hablar con mucha seriedad sobre lo que acontece en nuestras naciones, y en especial acerca del futuro mejor que deseamos a nivel global.
Durante estos días hemos visitado lugares de gran interés cultural e histórico en esta tierra hermosa, que es China. Nos hemos adentrado en parte de su alma noble. Hemos conocido más sobre su riqueza artística y como civilización.
China es cuna de gente buena, inteligente y laboriosa. Somos muchos los que en el mundo sentimos profundo amor y admiración hacia este pueblo.
Vivimos tiempos complejos a nivel internacional, de grandes disputas en lo ecnómico, lo militar, lo científico, lo simbólico y lo cultural.
En este contexto, uno de los mayores desafíos es lograr un mundo más solidario, en el que sea moda el respeto a las diferencias y la ayuda en todas las direcciones.
Ojalá el planeta completo fuera una especie de familia enorme, en la que todos nos cuidemos y nos ayudemos, en la que nuestras metas individuales tengan siempre como fin ser útiles a los demás, a la sociedad en nuestros países y a la comunidad internacional.
Me ilusiona mucho que la gran mayoría de las personas que participamos en este intercambio estamos muy relacionadas, en lo profesional, con el periodismo y la comunicación, con el arte y la política. Esos son pilares fundamentales para transformar contextos e interconectar cada vez más a las naciones y sus habitantes desde la sensibilidad.
Debemos pensar en proyectos concretos que tengan ese objetivo, con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, y con maneras creativas que nos permitan pensar y sobre todo hacer a favor de nuestros países.
Los jóvenes de América Latina y China, de todo el planeta, tenemos que proponernos un mundo más justo, que tenga siempre en el centro el bienestar de la gente. En ese sentido podemos aprender mucho de la cultura y la manera de ser de los chinos.
Hay muchos versos en el esfuerzo diario de nuestra gente de América Latina y el Caribe: de Perú, Colombia, Chile, Venezuela, Argentina, Honduras, México, Brasil, Cuba y también de China.
Vengo de Cuba, un archipiélago pequeño en extensión geográfica y con menos de 10 millones de habitantes, pero con un corazón, un valor y una gallardía sin límites.
Durante más de 65 años nuestro pueblo ha resistido un cruel bloqueo, económico, comercial y financiero de Estados Unidos, que pretende asfixiarnos y matarnos de hambre y necesidades; un bloqueo que afecta todas las áreas de la sociedad, y que impide, por ejemplo, la llegada de medicamentos para la Salud, recursos para la Educación, el Transporte, la Cultura, la ciencia, la Agricultura…
Un bloqueo que se acrecienta, con nuevas medidas, pero Cuba es casa de gente buena y también guapa, que no nos dejamos vencer ni tampoco perdemos la alegría, con ese enorme manantial de música y cultura en general que nos acompaña. En Cuba se baila y se canta hasta en los momentos más difíciles.
¿Qué podría hacer Cuba sin bloqueo? ¿Por qué no lo quitan? ¿Por qué no respetan la voluntad de la comunidad mundial, que durante más de 20 años ha demostrado el apoyo a nuestro país mediante votaciones en la Asamblea de las Naciones Unidas?
Le temen a nuestro ejemplo y a la capacidad de nuestro pueblo para desarrollarse. Les duele que, apenas a noventa millas, sigamos fieles a nuestras ideas y a la ruta que hemos decidido transitar, siempre con dignidad. Cada persona tiene derecho a escoger por donde caminar y también lo tiene Cuba como nación. Eso merece respeto.
Ese país pequeño fue capaz de crear vacunas propias para vencer la Covid-19, y ofrecerlas a otros pueblos, como también lo hizo China; obtuvo diversas medallas de oro en los recientes Juegos Olímpicos y también en los Paralímpicos. Por cierto, uno de sus deportistas, Mijaín López, se convirtió en el luchador con más medallas de oro en la historia de los Juegos Olímpicos, y muchos lo consideran el mejor luchador de la historia.
Médicos y entrenadores cubanos se mantienen brindando su ayuda en otras naciones. Cientos de estudiantes extranjeros se forman en escuelas cubanas. Miles de chinos, por ejemplo, han estudiado español en La Habana.
A pesar de las limitaciones, la cultura y los jóvenes creadores somos una prioridad en nuestro país. Represento a la Asociación Hermanos Saíz, la cual agrupa a jóvenes escritores, investigadores y artistas menores de 36 años de edad.
Nosotros mismos organizamos cerca de cien eventos, como el Festival Mundial de Juventudes Artísticas Romerías de Mayo y el Encuentro Hispanoamericano de Escritores, que ahora mismo sesiona en la provincia de Villa Clara. Tenemos una plataforma de más de 50 becas y premios, que abarcan todas las manifestaciones artísticas, programas de radio y televisión, realizamos presentaciones artísticas en comunidades, en ciudades y también en zonas montañosas.
Los cubanos tenemos mucho que agradecerle a China, por su apoyo constante. Incluso en las guerras por la independencia de nuestra Patria en el siglo XIX, junto a los cubanos pelearon también hijos de esta tierra bondadosa.
En La Habana tenemos el barrio chino y una presencia constante de su cultura en nuestra sociedad. Ustedes se mantienen defendiendo causas justas, y representan una alternativa real ante la maldad y las manifestaciones neofacistas que existen en algunas partes del planeta.
Puente al futuro es en verdad un puente de esperanza, una plataforma para conocernos, intercambiar, soñar y también para ser mejores ciudadanos del mundo. Ojalá que sea el impulso para otros proyectos más abarcadores.
Debemos mantenernos comunicados y generar más proyectos a favor de nuestros países, pensar en cómo ser más útiles a nuestras sociedades y también a la comunidad internacional.
Gracias a China por su dignidad y ejemplo, por hacer posible espacios como este y por unirnos un poco más como generación, sin importar los idiomas o qué música preferimos.
Que la poesía, el amor y la solidaridad nos acompañen siempre.
El abrazo sincero.
En el ruido, el silencio (y al revés)
En 1949 George Orwell describió una sociedad en la que el estado poseía el control casi total sobre la población. No existían ni resquicios para la intimidad personal: la individualidad era abolida y lo privado era terreno de lo colectivo, incluso de lo político. Son las páginas de la novela distópica 1984: «En cada descansillo, frente a la puerta del ascensor, el cartelón del enorme rostro miraba desde el muro. Era uno de esos dibujos realizados de tal manera que los ojos le siguen a uno adondequiera que esté. “El Gran Hermano te vigila”, decían las palabras al pie».
Ese ojo omnipresente que en obra de Orwell —libro que sabemos le interesa de forma particular a Cristhian Escalona Herrera— no solo mira, sino controla y ejecuta, ha ido mutando en formas que son, en su esencia, las mismas. Hoy la utilización de la inteligencia artificial (IA) para la vigilancia y el control social se está convirtiendo, cada vez más, en un fenómeno de alcance global. Pero antes de ella, en un mundo tan interconectado que sobrepasa lo que el visionario Marshall MacLuhan definió como la «galaxia Gutenberg»—donde describía que los cambios sociales resultan el efecto que las nuevas tecnologías ejercen sobre el orden de nuestras vidas—,ya las tecnologías controlaban, con particular eficiencia, muchos aspectos de la cotidianidad. La «aldea global» de MacLuhan anunciaría la globalización y, al mismo tiempo, parece definir las bases de la actual sociedad de la información (y del «espectáculo», del minuto —no aquellos15 de Andy Warhol— de fama online).
El hombre contemporáneo es un perenne «consumidor» de lo virtual. A Cristhian Escalona le preocupan los alcances de esa virtualidad y cómo la influencia de la tecnología, la vigilancia y la centralización están presentes en nuestra vida, modificándola al punto de preguntarnos qué es la realidad. ¿Cuánto podemos alterarla y cuánto nos modifica? Él es un joven artista del siglo XXI, nacido a la par del avance de píxeles y algoritmos, de las redes sociales y las plataformas digitales, del mundo «encapsulado» en un dispositivo móvil abierto, como el aleph borgeano, al infinito de posibilidades; pero también del constante procesamiento y análisis de datos, de sistemas de identificación biométrica, de «nuevas sensibilidades» que moldean lo correcto y lo incorrecto, lo permitido y lo no permitido, de fake news, de monitoreo y vigilancia, de cámaras y drones, de lo digital como arma política. Por eso, en esta invitación a reflexionar sobre cómo estos elementos moldean nuestra percepción del entorno, que al mismo tiempo es nuestra vida, Cristhian parte del ruido y del silencio como metáforas de lo que se visibiliza y lo que no, de las formas y los límites de lo real.
Sus obras digitales en 3D no dejan de cuestionarse la vigilancia y el control en la sociedad moderna (y al mismo tiempo, el poder y el consumo). Las fotografías de Cristhian Escalona Herrera son una invitación a reflexionar sobre el equilibrio entre la seguridad y la privacidad, y cómo nuestra libertad individual puede verse afectada por esa vigilancia (como pantallas orwellianas intentando transformar, cual distopía, la forma en que entendemos la realidad). Así utiliza elementos que coexisten, se funden y dialogan para establecer vínculos con una sociedad que cree hipertecnológica y sobresaturada. Más que respuestas, Cristhian nos invita a participar en sus cuestionamientos; por eso muestra el ruido y el silencio, lo visible y lo que no: él sabe que el control es una ilusión peligrosa y que la seguridad no es un fin, sino un medio.
Palabras de inauguración de la muestra personal «El ruido, el silencio», de Cristhian A. Escalona Herrera, inaugurada en el Hotel Arsenita, durante el XVIII Festival Internacional de Cine de Gibara, Holguín, del 6 al 10 de agosto de 2024.
Cronopios cubanos, espacio para acercarnos a la creación joven
Escribir es una de mis mayores pasiones, al mismo nivel de leer, escuchar música, disfrutar el teatro, la danza y el cine…, caminar por las calles y senderos de nuestra Cuba, adentrarnos en su belleza cultural. Hoy comenzamos esta sección, precisamente para compartir ideas y sensaciones sobre el quehacer artístico en nuestro país, en especial el relacionado con los jóvenes.
Cronopios cubanos toma el nombre de esos personajes inquietos, idealistas y sensibles de Julio Cortázar, diferentes a los famas (pretenciosos y formales) y a las esperanzas (que parecen estar en un punto intermedio). El propio autor explicó que al encontrarse solo en un teatro en París en 1952 tuvo la sensación de que había en el aire personajes indefinibles, una especie de globos que veía como de color verde, muy cómicos y divertidos, muy amigos, que andaban por ahí, y se llamaban cronopios. En el libro Historias de Coronopios y de Famas toman más un aspecto relativamente humano, con sus conductas singulares, un poco como las de los poetas, según palabras del propio Cortázar.
Los cronopios cubanos a la vez debemos tener características muy particulares, en correspondencia con el alma de nuestra nación y el ritmo de nuestra cultura, desafiante y hermosa como pocas. Nos caracteriza el conocimiento de la realidad y también la ilusión.
El sobresaliente escritor argentino, padre de obras como Rayuela, Bestiario, Final del juego, y 62/Modelo para armar, tiene también mucho de cubano, gracias a su relación con la Casa de las Américas y la Revolución, que tuvo gran impacto en la literatura, en la cultura latinoamericana y en la manera en que muchos comenzaron a ver la vida y los procesos sociales desde lo colectivo.
En una entrevista, publicada en varios medios de prensa, expresó: “En 1961 se produce en mi vida un hecho muy importante: es que yo hago mi primer viaje a Cuba y tomo contacto aquí con el mundo cubano, con la Revolución cubana, y eso fue coagulante, el catalizador que me mostró a mí hasta qué punto yo era latinoamericano, hasta qué punto yo era argentino, cosa que había ignorado durante muchos años. Puedo decir que a mí la Revolución cubana me metió en la historia, me hizo entrar en la historia. Yo antes solo pensaba en lo estético”.
La influencia de este autor en la literatura latinoamericana y universal es innegable, con un estilo que rompió moldes y experimentaba de manera constante. Era amante de las artes de manera general, con profundo compromiso social, otra de las enseñanzas.
En esta sección encontraremos acercamientos a libros, obras audiovisuales y de teatro, exposiciones, eventos y a cualquier otro fenómeno de la creación desde las visiones de un joven, que constantemente ve cronopios por toda nuestra geografía, personas humildes y enamoradas, que se inspiran o que desde lo cotidiano pueden motivar versos y canciones.
Queremos hacer más visible el entramado cultural de la nación, con gran protagonismo de los jóvenes. En ocasiones también brindaremos nuestros análisis sobre problemáticas y circunstancias relacionadas con la creación, incluidas polémicas en el ámbito intelectual más contemporáneo. Reflejaremos parte del quehacer de la Asociación Hermanos Saíz, la cual agrupa a la vanguardia de los jóvenes escritores y artistas en Cuba, organización desafiante y hermosa, que pretende actualizarse de manera constante.
Uno de los desafíos es lograr que los creadores más talentosos de nuestra generación sean más conocidos en el panorama de nuestro país y también a nivel internacional, que poco a poco se conviertan en referentes desde su arte y pensamiento. Ellos deben ser los Maestros del futuro.
Cronopios cubanos será un espacio para pensar y soñar, para opinar y compartir criterios muy personales, para conocer más la obra de quienes sueñan con dar pasos fuertes en nuestro ámbito cultural y en otras partes del mundo.
Ser un revolucionador de la realidad
«Me voy a pegar a ti, pero no te equivoques», fue lo primero que me soltó al llegar. Protestó por el nivel de las luces «no se pareciera el ambiente al de una sauna». Así, de ese modo jocoso, se inició un nuevo Encuentro con… Alfredo Guevara en el año 2011. Llegó por otra vez al Salón de Mayo en el Pabellón Cuba, donde se presentaba como un asiduo visitante en su pertinaz cercanía a los jóvenes intelectuales y artistas liderados por la Asociación Hermanos Saíz.
A ellos dedicó buena parte de sus últimos años, convencido de la necesidad de transmitirles el conocimiento desde su experiencia. Los muchachos, como también les llamaba, se hechizaban al escucharlo decir cosas como: «Me encanta el desnudo. No hay nada más perfecto en la naturaleza que el cuerpo humano». «Fíjense qué cosa más divertida, les traje un texto que escribí hace 48 años y para mi pesar es de una actualidad absoluta». O «prefiero hablar de las expresiones artísticas de la cultura porque siempre llamamos cultura a las expresiones artísticas, y la cultura es mucho más complicada, amplia y diversa».
Ese día aceptó el reto de evocar sus años juveniles, aunque confesó: «Mi juventud está muy lejos». Pero accedió al riesgo de revisar el pasado entre las revelaciones más personales y la emoción del recuerdo:
«No me gusta hablar de lo privado —explicó; Fidel nos ha dado un ejemplo, y a nuestros dirigentes en general, de lo que es la privacidad. He seguido también ese camino porque, entre otras cosas, siempre me ha gustado más y he sido devoto, y creo más en la aventura que en la rutina.
«Parece que por naturaleza soy antirrutina. Creo que la rutina en todos los aspectos de la vida es la muerte adelantada y por eso decía que no valía ni siquiera la pena hablar de la vida privada porque he tenido vocación y convicción de que es más interesante la aventura que todo lo que queda. Lo que queda siempre termina por ser rutina y ser aceptado porque está. Esto pasa en política también.
«Cuando era muy jovencito me creí que era poeta y cuando comprendí que no lo era y rompí todos aquellos disparates, de todas maneras, me quedé con un verso que es como un lema para mí: “No hay nada más eterno que un amor de aventura”.
«Pienso así de la vida más personal y de todo. Por eso en mi caso diría que no hay nada más eterno para mí que la aventura que fue mi vida de joven. La sigo viviendo haciendo trasposiciones: no hago lo que hacía, hago lo que debo de hacer y eso es ser joven.
«Mi juventud no tiene nada de extraordinaria si no fuera por la generación de la que soy parte. Ya desde el Instituto de La Habana donde estudié, empecé a tener vida política, a inquietarme. Toda aquella generación —me refiero en este caso a una parte de ella, la generación habanera— tenía una vanguardia. Y esa vanguardia de la que fui parte vivía en una inquietud permanente de insatisfacción por la situación del país y de expresión antimperialista.
«Esa fue una característica muy importante de nuestra generación habanera en el Instituto. Eran los años que siguieron a la Guerra Civil Española. En la época una gran parte de la población cubana eran nietos o hijos de españoles, y esto, como he dicho otras veces, incluía a los mestizos, aunque fueran una mezcla afrocubano-hispánica. De tal suerte lo que pasaba en España se reflejó en todos nosotros.
«Estudiamos toda la filosofía desde la Revolución francesa; fue una generación muy estudiosa y recuerdo a muchos de mis compañeros del Instituto de La Habana tan inquietos como estudiosos. Creo que la época se prestaba para ello porque estaba toda esa resonancia de la República española, del exilio español en Cuba, pero también vinieron algunos de los intelectuales más destacados de la República, no solo poetas y profesores, sino pensadores muy especiales.
«Algunos de ellos llegaron a integrarse de tal modo que la gente no se da cuenta cuando lee las publicaciones de la época, entre ellos Gustavo Pitaluga, que escribió un libro sobre Cuba que se llamó Diálogo con el destino, y que todos leímos.
«Claro, no eran solo los exilados republicanos, porque inmediatamente después de la derrota de la República y de este exilio masivo a América comenzó la Segunda Guerra Mundial y eso produjo una efervescencia enorme. Y también, no diría que terror ante el triunfo del nazismo, sino la esperanza en la derrota del nazismo y la admiración por los combatientes antifascistas; en este caso principalmente antinazistas, porque los más crueles fueron sin duda los italianos.
«Al mismo tiempo, eso provocó una pasión de amor, confianza y esperanza en la Unión Soviética, el primer país socialista que había surgido y había tenido
muchos enemigos, pero en ese momento se convierte en una esperanza de la humanidad.
«También nos tocó al final de esa guerra mundial un período corto de esperanza, antes de que se desencadenara por completo la Guerra Fría. Es decir, toda esta generación creyó que había llegado el momento del mundo en que primarían la fraternidad, la confianza; se produjo el proceso de descolonización, a veces forzada por el combate y otras por cambios en la forma de colonización.
«Al final de mis estudios en el Instituto de La Habana y la cercanía de entrada a la universidad, bajo la influencia de algunos de esos profesores españoles, devine, y me fue fácil porque era parte de mi naturaleza, anarquista. Me afilié, milité en una organización que se llamaba Alianza Revolucionaria, en la cual solo Lionel Soto y yo éramos los únicos blancos. Todos eran negros estibadores del puerto y eso me hizo salir de mi medio y empezar a comprender otras capas de la población más sufridas, conocí a los trabajadores de verdad; trabajando y queriendo la transformación del mundo con una determinada idea.
«Esa idea, la del anarquista, da la impresión de un loco con cuatro bombas en la cintura. Algo puede haber de eso, pero lo fundamental en el pensamiento anarquista es la libertad. Prefiero, aunque no rechazo nada, hablar de pensamiento libertario, pero claro, aquella organización era anarquista.
«Estudiando el pensamiento anarquista libertario encontré los libros marxistas contra el anarquismo y lentamente, por esa vía, me fui transformando hacia el marxismo, primero a modo de inquietud y después de un modo radical.
«Curiosamente, y esto es algo más personal, pero lo tengo grabado en la mente, he vivido dos momentos que estarán en mis memorias. Cuando tenía ocho años vivía en el Malecón y mi familia entonces tenía una fuerte tendencia guiterista (Antonio Guiteras) y me tocó ver desde el balcón de casa a la Escuadra norteamericana bloqueando a Cuba. Era una curiosidad enorme de aquel niño estar mirando para verlos, de oír a su familia y de aprender antes que comprender, que Cuba tenía al imperialismo norteamericano como una bota encima.
«Cuando pasaron los años y estaba en el Instituto me costó mucho trabajo. Yo era muy tímido y lo sigo siendo; toda mi agresividad política parte de una superación de la timidez: tener amigos, no porque no se me acercaban los compañeros, sino porque yo no deseaba la amistad de nadie.
«Pero, finalmente tuve un amigo, un jovencito norteamericano. Nuestra amistad surgió a base de discusiones. Por paradojas de la vida él era comunista; hijo de una familia burguesa que había traído los hijos a Cuba para que no los pudieran reclutar. Eran dos hermanos. El mayor estaba en la Armada norteamericana en una base aérea que tenían en San Antonio de los Baños. El menor fue el que coincidió conmigo.
«Resulta que era un comunista que me quería convertir al comunismo y yo lo quería convertir al anarquismo. Por tanto, mi enfrentamiento ideológico inicial fue con un norteamericano mejor que yo.
«Pasaron los años, y el día en que entré a la universidad, yo con 19 años, nos conocimos Fidel y yo, del modo más extraño. Aunque no soy religioso decía y sigo diciendo que tengo protección de “los dioses”. A veces creo en el Dios que proclama el catolicismo, pero a veces también en Changó. Y esto lo digo porque en la calle se me acerca una santera del barrio que me dice: Changó. Y yo mismo, que no entiendo del todo, de todas maneras, he llegado a la conclusión de que, o un arcángel o un orisha, andan por ahí.
Alfredo Guevara (a la izquierda) junto a Fidel, Nicolás Guillén y Alejo Carpentier. Foto: Archivo de JR.
«Porque siempre me salen las cosas bien, al final, y aunque haya pasado por mucho que no voy a narrar aquí, estoy vivo. Conversando con Silvio Rodríguez un día y hablando de estas cosas (que conste que yo siempre no estoy hablando del pasado; siempre estoy hablando del futuro), él puso una cierta cara de asombro y le dije: Mira, Silvio, hay que creer en los milagros. Hay un milagro: que estoy vivo. Pero hay un milagro mucho mayor: Fidel está vivo.
«Las cosas que vivimos juntos, sin llegar a la Sierra, donde nunca estuve porque soy un hombre del asfalto y preferí combatir en La Habana, hubieran
sido suficientes para que ni él ni yo estuviéramos.
«Pero empecé hablando de arcángeles y orishas y pasó algo estrafalario, extrañísimo, digno de una película: vino un joven cuyo rostro se me ha desdibujado, y me dijo, ese día primero: “Tú no me conoces, pero yo a ti sí. Tienes que ir a la Facultad de Derecho a conocer a un muchacho que tiene una agitación tremenda allí y que debe ser tu amigo”.
«Comprendan que yo no era quien soy ni fui más tarde. Simplemente era un muchacho que quería ganar las elecciones estudiantiles en la Facultad de Filosofía para llegar a la FEU (Federación Estudiantil Universitaria). Después de un tiempo me dije: no pierdo nada, déjame ir a ver al chiquito ese. Y me encontré a un agitador estrella que miré con preocupación porque averigüé un poco de él; sabía que venía de una escuela privada católica y pensé: este debe ser un reaccionario, cualquiera sabe lo que va a pasar.
«Pasaron los días, las semanas, nos fuimos conociendo y tuve una suerte tremenda porque yo quería conquistarlo. Miren qué pretencioso, no sabía quién iba a ser. Y resulta que tuvo la buena idea de enamorarse de una muchacha preciosa que formaba parte de mi candidatura en Filosofía, Mirta Díaz Balart. Ya no tenía que ir a Derecho porque él venía a Filosofía a conquistar a Mirta y, en mi fuero interno, a dejarse conquistar por mí.
«Entonces mi vida cambió, no en ese instante porque era turbulenta la época. Pero lentamente pasaron cosas muy importantes en nuestras vidas. En el año 1947 Fidel me hizo la primera proposición de algo que nos llevaría al poder. Un año después nos vimos envueltos en El Bogotazo y poco después yo salí para Europa, donde permanecí hasta 1951, y entonces se separaron nuestras vidas.
«Tuve otras experiencias y, entre ellas, una excepcional: era vicepresidente de la Unión Internacional de Estudiantes y era el único que tenía visa abierta para Occidente; por lo tanto, tuve que atender la Unión de estudiantes de Italia y de Francia. Resulta que fui seleccionado para ir en una delegación de estudiantes universitarios de todo el mundo. Y cuando regresé a Cuba dieron el golpe de Estado. En esos meses previos al golpe ya tenía una relación muy estrecha con Eduardo Chibás y unos supuestos amigos me invitaron a comer pollo frito en las afueras de la ciudad, y de buenas a primeras entramos en Cuquines, la finca y mansión de Fulgencio Batista, y yo pregunté: “pero qué es esto”. De buenas a primeras me quedé solo en la terraza, desapareció todo el mundo y salió Batista. Se sentó en un sillón al lado mío, me saludó. Yo me quedé paralizado. Nunca lo había visto tan de cerca, era un mayoral bananero bien vestido. Cruzó las piernas, me empezó a hablar y al ratico llegó al punto. Me ofrecía la dirección de la juventud de su Partido. Quería una figura juvenil y yo no sabía qué hacer, tenía mis principios firmes, pero él era un hombre temible.
«Entonces no me quedó más remedio que hacer lo que hice. Le dije: “mire, sé que la vida es muy compleja y que a veces los dirigentes políticos son calumniados, pero mientras yo no tenga la seguridad de que usted no ha participado en la muerte de Antonio Guiteras, me parece imposible“. Siguió conversando tranquilamente, no se molestó y unos minutos después se levantó, desapareció; reaparecieron mis amigos enemigos, traidores a mí. Se acabó aquella amistad y me quedé yo traumatizado por aquello. Unos meses después dio el golpe de Estado.
«Creo que yo fui detenido nada más que para darme una lección, porque entre las primeras personas que estuvieron presas tras el golpe de Estado estuve yo. No me pasó nada en esa ocasión, estuve unos días y luego me soltaron. Pero, a partir de ahí, la represión que primero era relativamente leve se recrudeció.
«Le propuse a Fidel volver a la universidad de donde ya habíamos salido, matricularnos y tomarla, por ser plaza autónoma. Él se me desapareció unos días y cuando reapareció ya estaba conspirando; porque fue un conspirador nato. Preparó prácticamente un ejército que nadie se daba cuenta de que existía. Desde el 47 ya habíamos acumulado armas. Cuando salió la manifestación en la universidad quedó un pequeño grupo armado y los que marchaban quedaron custodiados por compañeros que después resultaron ser los asaltantes del cuartel Moncada en Santiago de Cuba.
«A partir del Moncada sentí que se había acabado la lucha de masas, el Frente Único… la sangre derramada allí marcaba otro camino».
—Alfredo, ¿cuándo se acabó su juventud?
—No se ha acabado. He dicho públicamente que soy un joven en una burbuja que me ha forzado a tener un cuerpo viejo.
—¿Y qué es la juventud?
—Ser joven es ser revolucionario. Pero ser revolucionario no es lo que dicen por ahí, ni tampoco ser miembro activo de una organización, nada de eso, y menos darse golpes de pecho en las asambleas. Ser joven es ser revolucionador de la realidad. Por eso he dicho muchas veces que cuando los escritores, los artistas, los intelectuales que llamaba Gramsci orgánicos y los semiorgánicos también, son sinceros y no simuladores, son revolucionarios por definición, porque se la pasan transformando la realidad. También los científicos, enriqueciendo la realidad con sus investigaciones, arrancándole pedazos al misterio de la vida y de la muerte.
«El ideal es que cada ser humano pudiera desplegar todas sus cualidades de modo tal que en ese despliegue encontrara, porque todo ser humano tiene algo de artista, la belleza. Si la descubre la ama; y si la descubre y la ama la enriquece. Eso es lo que es ser joven: revolucionar, revolucionar, revolucionarnos nosotros mismos».
—A veces se escuchan expresiones sobre los jóvenes de hoy que son hasta despectivas, al estilo de «esta juventud está perdida». ¿Cuál es su visión sobre esta juventud de nuestros días y qué le pediría?
—Yo no desprecio a nadie. Creo que todos nuestros contemporáneos son potencialidades. En lo que creo de mi pueblo, y por eso lo amo, es en su potencialidad. Esas potencialidades entre la colonia, el imperialismo, el bloqueo y la estupidez no se han desplegado suficientemente. No sé si estoy describiendo más bien la esperanza. Pero la esperanza que no es ayudada no sirve para nada.
«La tarea de la generación mayor y de la vanguardia de la juventud es construir las condiciones para que ese despliegue de las potencialidades se produzca. Hay una parte de la juventud cubana que estamos perdiéndola los revolucionarios, porque el lenguaje no puede ser el que tenemos, el que sigue teniendo nuestra generación. Todo lenguaje es un sistema de signos que expresa a su vez un sistema de conceptos. Creo que hay que cambiar conceptos y cambiar el lenguaje. Hemos cambiado algunas concepciones, pero no hemos cambiado el lenguaje. Los jóvenes tienen que ser ellos a toda costa y hay que aprender a, cuando sea necesario, nadar contra la corriente».
—¿Qué les recomienda a los jóvenes para ser mejores cubanos?
—Luchar por que Cuba sea mejor y los problemas que tenemos sean superados. Hay problemas que no dependen de nosotros: el bloqueo, la presión sobre Cuba; pero hay cosas que sí dependen de nosotros, y de algunas de nuestras estructuras estatales y nuestros dirigentes. Como soy un optimista profesional, creo que sí se van a superar, y más o menos pronto, algunos de los fundamentales. Algunos no tan fundamentales que pueden establecer un cierto nivel de consenso en la población, imprescindibles para poder trabajar después sobre ellos las vanguardias y tratar de rescatarlos. Pero a los jóvenes no se les puede rescatar con consignas, sino con realidades.
«Para ser mejores cubanos lo más importante es participar, no callar, denunciar lo mal hecho con conciencia, con seguridad de lo que se hace y dice, y no ser pasota. No dejar pasar pensando que ya no vale la pena. Para ser mejor cubano hay que ser mejor persona siempre, en cualquier circunstancia. Y ser mejor persona es ante todo ver reflejado en el otro a uno mismo. Es decir: ser solidario».
Lo más importante es lo que hagamos
Todavía me parece escuchar las intervenciones, ver a cientos de jóvenes compartir, analizar y soñar. Éramos muchachos y muchachas de todas las provincias y los diferentes sectores de la sociedad, con el afán de ser útiles y hacer en el menor tiempo posible.
Al escuchar las anécdotas, las historias de vida de algunos, la profundidad de los debates y las propuestas, uno siente orgullo de esta generación. Allí estábamos campesinos, ingenieros, científicos, médicos, maestros, militares, artistas, intelectuales…, todos seducidos por el afán de ayudar, de contribuir al bienestar del pueblo.
El XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, realizado del 2 al 4 de abril, fue inspirador, fuente de amistades y tal vez hasta de nuevos amores, pero sobre todo constituyó una plataforma vital de pensamiento y proyecciones de trabajo, para lograr la Cuba mejor que todos deseamos. Junto a nosotros también estaban el Presidente Miguel Díaz-Canel, otros integrantes de la dirección del país, los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías y el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura.
Hablamos con sinceridad sobre los problemas, la necesidad de eliminar deficiencias y aprovechar la inteligencia colectiva de todas las generaciones para vencer los obstáculos de cualquier tipo, en un contexto nacional e internacional muy complejo.
Lo más importante será lo que hagamos en el futuro inmediato, como convirtamos las palabras en hechos a favor de toda la sociedad. Resulta esencial elevar la producción y la economía, y también alimentar la espiritualidad de la gente, conscientes de que en esto no existen botones mágicos ni basta con la voluntad.
Necesitamos proyectos mucho más abarcadores, que también inspiren, fortalezcan el orgullo nacional y nuestra identidad como cubanos, como parte de una plataforma descolonizadora, que debe incluir también avances en la solución de dificultades materiales.
Nuestras organizaciones, instituciones y otras entidades deben funcionar como el mejor reloj y proyectar de manera integradora propuestas, que sean cada vez más útiles al país. Los dirigentes, en los diferentes niveles, deben mantener siempre una conducta ejemplar, conscientes de la alta responsabilidad de ser servidores públicos, con todo lo que eso significa en cuanto a valores, superación, creatividad y voluntad de aprovechar las diferencias para tener propuestas cada vez más inclusivas desde el amor al país y su gente. Es preciso eliminar totalmente la corrupción, la indecencia, la burocracia y la lentitud en la atención a las personas.
La UJC y los jóvenes que la integramos tenemos el desafío de ser siempre vanguardia, lo cual implica superarnos en todo momento y tener la capacidad de motivar a otros, en cualquier lugar donde estemos. La UJC debe ser una especie de ser vivo, que impulse, salte, enamore, critique, contribuya a la unidad y haga para bien de todos.
En ese sentido otras organizaciones y movimientos juveniles, como la Federación Estudiantil Universitaria, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, la Asociación Hermanos Saíz, la Brigada de Instructores de Arte José Martí, el Movimiento Juvenil Martiano y las Brigadas Técnicas Juveniles tenemos mucho por hacer, readaptarnos a cada contexto y representar verdaderamente a los jóvenes que agrupamos, con fidelidad a las esencias, como parte de un entramado en el que también son vitales el periódico Juventud Rebelde y la Casa Editora Abril, con sus seis revistas y los libros.
El conocimiento profundo de la historia siempre será fuente indispensable de inspiración y fortaleza para todos los hijos de esta nación. Entre nuestros referentes también debemos incluir a los jóvenes poetas Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, profundamente martianos y fidelistas, quienes fueron asesinados el 13 de agosto de 1957 en el poblado pinareño de San Juan y Martínez. Sus versos, los cuentos y artículos políticos revelan el compromiso de dos creadores que se mantienen palpitantes dentro de la actual Asociación Hermanos Saíz.
Nos ha tocado vivir una época de transformaciones, de grandes preguntas. Habitamos un planeta cada vez más complejo, en el que a las dificultades del mundo físico se suman las del virtual. La pasividad, el caminar con los ojos cerrados, el preferir el silencio antes que señalar un problema no son alternativas. Tenemos que ser protagonistas, Quijotes de este tiempo si fuese necesario, sin pesimismo jamás.
Creo en el poder de la poesía, y en la fuerza tremenda del arte, no solamente en galerías y escenarios, también en la vida cotidiana. Hay muchos versos en el esfuerzo diario, en la sonrisa de cada uno y en el afán de no rendirnos jamás. Eso también forma parte de ser cubano.
Las palabras del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel merecen ser analizadas y debatidas por la claridad con que expuso elementos de los tiempos actuales, la confianza en los jóvenes y los retos que mencionó.
Como él expresó: “¡Ser vanguardia es ser los primeros en todo: los primeros en hacer y los primeros en exigir que se haga! Una organización juvenil de vanguardia, en Cuba, tiene que llevar consigo los símbolos y la historia que los trajo hasta aquí; pero también tiene el deber ineludible de sumar nuevos capítulos a esa historia y nuevos símbolos a la comunicación con sus bases…”
Son muchos los motivos para sentir orgullo de nuestro país y de nosotros mismos. Estamos escribiendo también páginas de historia y resistencia. Algún día los libros tendrán que hablar de este pueblo de hoy, de lo que estamos haciendo, pero sobre todo de cómo vamos a salir adelante. Ese será quizás el mejor poema de nuestras vidas.
*Publicado originalmente en Cubadebate.
Premian en Camagüey a jóvenes creadores en concurso Un Kpricho Creativo (+ Fotos)
Jóvenes artistas agramontinos resultaron premiados como parte del concurso Un Kpricho Creativo, organizado por el Dúo Dulce Kpricho, integrado por los trovadores Ada Naranjo González y Harold Díaz Pedraza, con el auspicio del Centro Provincial del Libro y la Literatura y la Asociación Hermanos Saíz de Camagüey.
Un Kpricho Creativo premia las mejores obras en las categorías de Poesía, Composición Musical y Narrativa, para ello se convocó a un jurado de expertos dividido por comisiones en correspondencia con cada categoría.
En el apartado de Poesía el jurado integrado por Olivia de la Caridad Casanova Blanco, Yadira Troche Nerey y Leoneski Buquet Rodríguez decidió otorgar el Gran Premio a la obra ¿Qué más que la vergüenza?, de Alejandro Muñoz Aguilera; la primera mención a Soy fragmentos de la brisa de Rosabel Pi González; una segunda mención a la obra Cantos Silvestres, a cargo de Christian Muñiz Anido, la cual destaca por el rescate de lo tradicional en la décima; y una tercera mención a la obra Alas, de Lixiel María Riverón Cardona.
En el caso de Composición Musical fueron galardonadas con tercera mención la obra Tonada libre habanera del joven Christian Muñiz Anido; segunda mención la pieza Espejuelos oscuros a cargo de Lixiel María Riverón Cardona; tercera mención a Penas de bohemio, de Carlos Rafael Gonzáles Caballero y el Gran Premio para Champions como Izzy, por Irán Díaz Gómez.
En tanto en la categoría de Narrativa premiaron las obras Último abrazo a la realidad, de Aracelis Fonseca Batista, con tercera mención; Laura, a cargo de Rosabel Pi González, con segunda mención; ¿Cuántos Jaimes no habrá?, de Edián Domínguez, con primera mención, y el Gran Premio en este apartado quedó desierto.
A decir de la artista Ada Naranjo, el certamen busca incentivar la creación y propiciar que noveles artistas canalicen sus creaciones hacia un perfil profesional consolidado.
En ese contexto José Xavier Guerra Carmenates, presidente de la filial camagüeyana de la Asociación Hermanos Saíz, invitó a los jóvenes creadores a participar de la entrega de 2024, que se desarrollará durante la Feria de Jóvenes Creadores Golpe a Golpe. (Idaylen Rodríguez Rodríguez/Radio Cadena Agramonte) (Fotos: perfil en Facebook de la AHS Camagüey)
El ingeniero automático que arma canciones (+ Video)
Entre proyectos de desarrollo y soluciones tecnológicas transcurren los días laborales de Mario. Tiene 28 años y trabaja en la empresa Copextel, en La Habana. A ese sitio llegó hace cuatro primaveras y desde entonces no ha parado de crecer. Carga consigo conocimientos, oportunidades y experiencias diversas. Sin embargo, no está “completo” del todo.
Mientras gestiona el diseño, la programación, montaje y mantenimiento de sistemas automáticos para instalaciones de pequeña y gran magnitud, piensa en tener ese pequeño espacio de tiempo en el que pueda sacar acordes a su guitarra.
Mario Sergio Mora Rodríguez es ingeniero automático, pero también trovador.
***
“Cuando era niño, mis padres no podían comprarme un instrumento musical. Mi mamá me confesó que ellos notaban mis aptitudes, pero no podían permitirse un gasto así. Tampoco me llevaron a una escuela de música.
“En el preuniversitario hice una gran amistad con un muchacho que tocaba la guitarra y tenía buen oído. Era capaz de acompañarme en la canción que yo quisiera. Con él aprendí acordes y otras cosas muy elementales.
“Empezando en la carrera de Automática, para sorpresa mía, también había un guitarrista en el aula. Hicimos dupla y participamos en festivales. En una semana de vacaciones me prestó la guitarra. Estuve tocando sin parar todo el tiempo, sentí que podía, logré tocar acordes básicos y cambiarlos fluidamente.
“Durante la universidad, vinieron otros amigos que me prestaban la guitarra para practicar, hasta que en cuarto año de la carrera, la novia de uno de ellos me vendió una vieja que tenía guardada en su casa. Le faltaban varias cuerdas. Ahí empezó la verdadera etapa de aprendizaje, de manera autodidacta por YouTube, libros y manuales. Al día de hoy sigo estudiando todo lo que puedo, porque se ha vuelto una necesidad”.
Mario Sergio nació en la provincia de Villa Clara, pero fue en Ciego de Ávila donde creció y comenzó a jugar a ser músico desde temprano. Su madre le recuerda que, con apenas tres años, andaba con un palo de escoba cargado, a modo de guitarra, entonando una canción muy popular por aquellos días: Sentimientos ajenos, de David Torrens.
A Villa Clara regresó cuando decidió estudiar Ingeniería Automática en la Universidad Central Marta Abreu. Intercaló los aprendizajes con sesiones en el coro de la institución, con visitas a El Mejunje y el adictivo consumo de la Trovuntivitis. Para entonces, ya creaba sus propias composiciones, pero no se atrevía a mostrarlas.
Hasta que perdió el temor. Comenzó a tocarlas dondequiera que iba.
Luego le puso “seriedad” a la cuestión cuando decidió ingresar a la Asociación Hermanos Saíz tras mudarse a la capital del país. Aquí “se fueron abriendo puertas y encontré a personas que me han hecho parte de su espacio”, dice.
¿Cómo es el proceso para la creación de tus canciones?
−Por lo general, las canciones salen de un juego con la guitarra. Intento explorar con el ritmo y la armonía. Mi mente va creando melodías, a veces con letra y a veces con sonidos raros a los que después debo poner texto. Cuando aparecen ideas que pueden “llegar a algo”, las grabo en el celular, previendo que no pueda desarrollarlas en el momento.
“Algunas canciones han venido directamente con la melodía, sin usar el instrumento. Después se hace un acompañamiento y el resultado es distinto. Es bueno imponerse un cambio de método de vez en cuando. Unas salen de un tirón, otras me toman mucho tiempo y debates con mi esposa, que tiene puntos de vista que son muy importantes para mí, aunque la composición es algo que me gusta hacer en soledad.
“Tengo unas 20 canciones. No desarrollo ideas que sé que no van a ir a ningún lado. A veces guardo cosas que empezaron muy bien, pero no he sabido cómo darles continuidad. Intento buscar temáticas poco usuales o un enfoque distinto de las cosas. Lo que más disfruto −y siempre me sucede− es el momento en que termino la canción. Me entra una alegría enorme y la canto una y otra vez. La grabo y escucho muchas veces seguidas. Me da mucho placer”.
¿Cómo compaginas las dos facetas? Automática y música…
−Siento que la carrera y mi formación del preuniversitario me dieron muchas herramientas para buscar soluciones y enfrentar problemas de todo tipo. Mis métodos de estudio me han ayudado a aprender rápido elementos de música. He ido creando herramientas y mecanismos que me ayudan a componer, tener mi propia visión de los elementos artísticos que investigo y desarrollo.
“La carrera que estudié me gusta. Mi empleo me mantiene creativo y me da una formación integral. Trabajamos en equipo y hacemos una cadena de valor completa: desde el proyecto hasta la programación y la puesta en marcha de soluciones de automatización. Cuando me gradué, yo tenía claro que quería dedicarme a algo que demandara de mi creatividad.
“En Copextel, además, siempre tengo momentos para hacer algo con la guitarra. Ya no hay evento o espacio cultural, dentro de la empresa, para el que no me llamen. En estos tiempos en los que hay tanta emigración en Cuba, creo que es importante que las personas encuentren en el centro de trabajo otras actividades que aporten a su calidad de vida.
“Además, en la sala de casa está colgada una guitarra que toco todos los días a cualquier hora, por mero hábito. Es la manera de mantenerme siempre estudiando. Los fines de semana son para la música, siempre aparece algún espacio para tocar, interactuar con público, compartir con amigos y trovadores.
“Creo que el reto está en buscar los espacios para la creación musical, hacer de la casa un lugar para aislarme un poco y desarrollar ideas, dejar días para la lectura”.
¿Qué es la música para ti?
−Aunque soy ateo, siento que la música es una especie de destino y que las cosas van a ir sucediendo. No sé si es optimismo o demasiada fe. No sé si llegue el momento de decidir entre una carrera o la otra cuando las cosas se pongan un poco más serias. Para mí, sería muy satisfactorio poder vivir de la música, para vivir para ella.
“El amor por la música es algo más fuerte que yo. Me ha terminado persiguiendo en todas las facetas de mi vida. Cuando he intentado apartarme de ella, siempre aparece algo o alguien que me anima a retomarla.
“Creo que te permite acercarte a las personas sin que se sientan invadidas. Te conecta fraternalmente con la gente sin barreras de idioma o cultura. Te permite ser escuchado, incluso, antes de comenzar a cantar”.
En video, La música de Mario
Conmemoran jóvenes creadores fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina
Con un cine debate del filme Inocencia en la Casa del Joven Creador, la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila conmemoró este domingo el aniversario 151 del Fusilamiento de los Ocho Estudiantes de Medicina.
La actividad forma parte del programa de acciones de la cruzada cultural Siguiendo La Trocha, la cual incluyó la presentación del libro La Trocha por dentro, de José Gabriel Quintas.
Durante el sábado la guerrilla cultural de los jóvenes creadores protagonizó funciones en la Flota Marina Pesca de Júcaro y en el Complejo Cultural El Arauca.
La cruzada cultural Siguiendo La Trocha de la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila prevé presentaciones para este lunes en las comunidades venezolanas El Quince, El Macizo Cañero y en La Caoba.
Organiza la AHS recogida de donativos para Matanzas
Con la solidaridad como bandera, la filial de la Asociación Hermanos Saíz organiza la recogida de donativos para las víctimas del incendio en la Base de Supertanqueros de la zona industrial de Matanzas.
Por ejemplo, en Cienfuegos, por ejemplo, Danaysi Brito Hernández, vicepresidenta de la organización en el territorio, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que durante todo este martes, en el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, sede de la AHS, estarán recepcionando aquellos productos útiles que deseen traer las personas.
Convocamos a todas las instituciones, culturales o no, artistas, empresas y al pueblo cienfueguero en general para aportar lo que puedan y de esta forma apoyar a los accidentados, a sus familiares y al personal que enfrenta las llamas día a día en la zona del siniestro, comentó.
Desde esta mañana hemos recibido agua, refrescos, jugos, café, además de insumos médicos como mascarillas, caretas, jeringuillas, entre otros artículos, afirmó.
Destacó que tuvieron una rápida respuesta por parte de la Biblioteca Provincial Roberto García Valdez, Artex, la Casa de la Música de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cienfuegos, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y cuentapropistas.
Informó que estarán hasta las siete de la noche de este propio martes acopiando los productos y saldrán el miércoles temprano con destino a la Atenas de Cuba para entregar dichos bienes, indispensables en momentos tan difíciles para el pueblo matancero y para toda Cuba en general.
El trovador Nelson Valdés, miembro de la vanguardia artística joven cienfueguera, expresó en su perfil en la red social Facebook: “Estamos aquí, gracias a todos los que van llegando. Podemos ayudar en estos momentos difíciles, Matanzas nos necesita y nosotros no le vamos a dar la espalda”.
El pasado viernes, 5 de agosto, una descarga eléctrica provocó un incendio de grandes proporciones en la zona industrial del occidental territorio y desde esa fecha, como en ocasiones anteriores, la solidaridad no se hizo esperar.
Desde la Perla del Sur, ubicada al centro del país, acudió de inmediato el Cuerpo de Bomberos de la Refinería de Petróleo Cienfuegos S.A.
Mientras que en el hospital provincial Dr. Gustavo Adereguía Lima activaron una brigada quirúrgica, al tiempo que dispusieron camas para atender a pacientes en las salas de Quemado y de Terapia Intensiva en caso de ser necesario.
Organiza la AHS de Cienfuegos recogida de donativos para Matanzas
Con la solidaridad como bandera, la filial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de la provincia de Cienfuegos organiza la recogida de donativos para las víctimas del incendio en la Base de Supertanqueros de la zona industrial de Matanzas.
Por ejemplo, Danaysi Brito Hernández, vicepresidenta de la organización en el territorio, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que durante todo este martes, en el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, sede de la AHS, estarán recepcionando aquellos productos útiles que deseen traer las personas.
Convocamos a todas las instituciones, culturales o no, artistas, empresas y al pueblo cienfueguero en general para aportar lo que puedan y de esta forma apoyar a los accidentados, a sus familiares y al personal que enfrenta las llamas día a día en la zona del siniestro, comentó.
Desde esta mañana hemos recibido agua, refrescos, jugos, café, además de insumos médicos como mascarillas, caretas, jeringuillas, entre otros artículos, afirmó.
Destacó que tuvieron una rápida respuesta por parte de la Biblioteca Provincial Roberto García Valdez, Artex, la Casa de la Música de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales de Cienfuegos, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y cuentapropistas.
Informó que estarán hasta las siete de la noche de este propio martes acopiando los productos y saldrán el miércoles temprano con destino a la Atenas de Cuba para entregar dichos bienes, indispensables en momentos tan difíciles para el pueblo matancero y para toda Cuba en general.
El trovador Nelson Valdés, miembro de la vanguardia artística joven cienfueguera, expresó en su perfil en la red social Facebook: “Estamos aquí, gracias a todos los que van llegando. Podemos ayudar en estos momentos difíciles, Matanzas nos necesita y nosotros no le vamos a dar la espalda”.
El pasado viernes, 5 de agosto, una descarga eléctrica provocó un incendio de grandes proporciones en la zona industrial del occidental territorio y desde esa fecha, como en ocasiones anteriores, la solidaridad no se hizo esperar.
Desde la Perla del Sur, ubicada al centro del país, acudió de inmediato el Cuerpo de Bomberos de la Refinería de Petróleo Cienfuegos S.A.
Mientras que en el hospital provincial Dr. Gustavo Adereguía Lima activaron una brigada quirúrgica, al tiempo que dispusieron camas para atender a pacientes en las salas de Quemado y de Terapia Intensiva en caso de ser necesario.
Por:Yohandra Gómez Amaró | Foto: Cortesía de la fuente
(Tomado de la Agencia Cubana de Noticias)