José Raúl Cardona


Promocionar el rock: con piedras en el camino

Con algo más de dos décadas a principios del siglo XXI, el rock continúa siendo poco privilegiado por la gran industria y generando polémicas en varios sectores, incluso en el artístico. Por esa razón en Cuba la labor de los promotores cobra especial importancia para visibilizar al género y sus cultivadores en los espacios que ameritan.

Holguín es una de las plazas rockeras fuertes en el país y eso se debe, en gran medida, a la labor de promoción y producción de eventos que acá se realizan. Sin embargo, los promotores tienen que sortear muchas dificultades para llevar a buen término su trabajo, que en muchas ocasiones más que su profesión es su pasión.

Uno de los roqueros apasionados que conozco es José Raúl Cardona, quien por alrededor de dos décadas se ha desempeñado como productor y promotor de la música rock y ha investigado sobre este fenómeno cultural en la provincia. Con él converso sobre estos temas que, aún por conocidos, no deben dejar de generar polémica.

Hablar sobre el apoyo institucional es llover sobre mojado. Al promotor sin una entidad que lo respalde y albergue, se le dificulta su labor al extremo. Incluso en esta provincia, donde esta cultura musical está bien extendida, no siempre aparecen oídos receptivos.

Sobre esto José Raúl afirma que la única institución que ha apoyado el rock en Holguín de manera natural es la Asociación Hermanos Saíz. De las demás del sistema de cultura, quizás se puede mencionar alguna que en algún momento nos haya apoyado por cumplir con una política o porque se lo exigen como la Casa Iberoamericana, con Hasan al frente, que ha abierto espacios, o cultura provincial, pero ha sido esporádico. Por ejemplo, al Centro de la Música debiera tocarle porque dentro de su catálogo tiene bandas de rock y de metal, y lo hace en ocasiones, por política, no tiene espacios sistemáticos o planes de promoción visibles. Si vamos a hablar de constancia es la Asociación Hermanos Saíz quien nos ha amadrinado durante muchos años, más allá de las distintas presidencias que se hayan sucedido

Con Ramón Ortiz, guitarrista de Puya. Foto cortesía de Raúl Cardona

Quizás por esta razón no son muchos los promotores que mantienen una constancia hacia el género, aunque existen espacios en la radio, se organizan festivales y hay un gran número de seguidores y de bandas. Haciendo un recuento breve en su memoria, Cardona se atreve a permitirse algún olvido y a mencionar algunos de los llevan un trabajo meritorio:   

Entre las personas que realmente tienen un trabajo meritorio en Holguín sobre la promoción el del rock, uno de ellos es Jean Carlos Cobas. Por muchísimos años lleva un programa radial llamado ¨Cable a Tierra¨. Desde allí ha entrevistado a músicos, promotores, editores de fanzines… Es una de las personas que más ha trabajado y creo que es un lujo tenerlo porque se pueden contar con los dedos de una mano las provincias que tienen en su cabecera un programa de radio dedicado al género.

Otra persona es Omar Vega, quien desde finales de los noventa tuvo su fanzine impreso y después lleva más de quince años con uno en formato electrónico que sale cada tres meses. Omar lleva años en la promoción, no solo del rock en Cuba, sino en Latinoamérica.

La tercera persona que ha tenido un papel muy importante en cuanto a la promoción es Alexander –La Mole– Jorge Parra. No solo en la promoción, sino en el desarrollo de la escena metalera en Holguín. Ha sido fundador, líder y compositor principal de algunas de las principales bandas que se han formado en esta provincia como Mephisto, Jeffrey Dahmer, Ley Urbana, Destrozer y Diadema. Es bueno recalcar su obra porque por más de dos décadas se ha mantenido defendiendo este género. 

Con mayor detenimiento en este aspecto argumentó otra idea importante:

Una de las cosas que no deben faltar es que Holguín y La Habana son los únicos casos donde el movimiento rockero impactó sobre la literatura. En estas provincias, desde principios de los noventa se extendió el rock como un fenómeno que logró impactar en escritores de la época. Acá podemos mencionar a Alexander Jorge, Mariela Varona, Youre Merino que tiene un libro de poesía dedicado a músicos, a festivales o al rock en sentido general, Irela Casañas y Hugo González también con libros de poesía. Hay un grupo de escritores que vienen de la generación de los noventa y aún siguen escribiendo. Ellos contribuyen también a cultivar el rock. 

Durante varios años laboró en la AHS como promotor y productor musical, sobre todo de rock. Acerca del trabajo desarrollado en ese periodo expresó:

En los años en que trabajé con la AHS, lo más importante, creo, fue que pude contribuir a elevar la calidad de los eventos como el Metal HG y las Rockmerías. Cuando heredé o asumí este último era un evento internacional que no tenía bandas internacionales. Creo que otro de los logros es haber puesto en el punto de mira a Holguín en la escena del rock durante ese tiempo. Eso fue gracias al trabajo de un reducido equipo de personas que ha luchado contra mucha incomprensión y apatía, no de las instituciones culturales, sino de los directivos de estas.  

Para ilustrar esto último solo bastó citar un ejemplo que refleja la realidad del interés que muchas instituciones le prestan al rock.   

Lo último que hice fue haber traído a Suicidal Tendencies, una leyenda del Hard core internacional y nada menos que con Dave Lombardo en la batería; quien, además, impartió la única clase magistral sobre drums que dio en Cuba y fue en Holguín, en la Casa de la Música. Sin embargo, considero que debido al poco interés que hay con el rock, esta actividad no se promocionó como debía, no se le dio la importancia que tenía. Allí estuvimos treinta o cuarenta personas y ningún músico, porque el Centro Provincial de la Música no se ocupó de promocionar o de convocar a sus músicos, fueran o no rockeros. Lo que Lombardo dio ese día fue una clase magistral sobre batería, no sobre el rock o sobre metal, creo que fue una oportunidad que perdió esa institución.

En la actualidad, Raúl Cardona ya no labora en el sistema de cultura en la provincia, sin embargo, continúa realizando una intensa labor de promoción. Sobre todo, podemos encontrar sus trabajos en las redes sociales y escribiendo para algunos medios como Metal Word        y Made in Metal, medios dedicados al rock, con todos sus subgéneros.

Aunque este trabajo se realiza fundamentalmente desde la casa y con gestión individual, podría pensarse que no podría tener muchas limitantes. Nada más lejos de la verdad, así narró su experiencia.    

La principal dificultad que he tenido, la que realmente me dificulta el trabajo para poder entrevistar a las bandas es el Internet al que accedo. Uno por el ancho de banda que no me permite, por ejemplo, acceder a Zoom o a Skype, las plataformas que emplean muchos de los músicos y bandas de la escena del metal, y he perdido la oportunidad de hacer varias entrevistas. Esa posibilidad del video en vivo, sostener una conversación y ese tipo de interacción, tan orgánica, que es lo que realmente buscan la mayoría de los músicos, me resulta en ocasiones muy difícil. A eso le tienes que sumar lo caro que es todavía el servicio de conexión. Este es un trabajo que lleva muchas ¨horas nalgas¨, como se dice popularmente. Requiere mucho tiempo de estar conectado para poder hacerlo y sale caro económicamente. Ahora, luego de un tiempo, se me facilita más porque me reportan los jefes de prensa de tres o cuatro de los principales sellos más importantes del mundo en la escena rockera como AFM Records o Napalm Records, y de otras discográficas como Argonauta Records, y empresas productoras que se dedican a la promoción de bandas de otros sellos como la All Noir. 

Pero cuando el trabajo es una pasión se sortean las piedras que aparecen. Acerca de las satisfacciones que ha tenido en esta nueva labor de promoción, Cardona se detuvo ampliamente:

Este trabajo me ha dado varias satisfacciones en lo personal. Primero, que pude tener la posibilidad de contactar y entrevistar a personas, músicos que sigo desde la adolescencia. Lo otro es que, una vez que se publica esa entrevista y esa persona, que es el mismo músico, la comparte y diga que le pareció excelente, o que le fue importante, es otra gran satisfacción que siento. Sabes que he sido organizador y productor de eventos de rock y metal aquí en Holguín cuando era de la AHS, y al tener que irme tuve que reinventarme y la manera era hacer este trabajo, aún sin tener ninguna formación periodística. Por eso, otra cosa que me satisface es que mediante esta labor he conocido a una cantidad de artistas, productores, promotores y personas importantes dentro del mundo de la música, que no solo me han ayudado a abrir puertas, sino también que puedo contar con su amistad o con su criterio en algunas cuestiones. Eso para mí ha sido muy importante. Por ejemplo, recientemente gestioné la firma de un contrato de Claim –banda holguinera– por cinco años con un sello alemán, la Green Bronto Records, que incluye promoción, giras y sobre todo la presentación internacional. Pero para lograr algo así es necesario conocer el medio, saber cómo y dónde llegar.

Con Dave Lombardo, ex Slayer. Foto cortesía de Raúl Cardona

Por supuesto, no podía faltar la pregunta sobre qué debe caracterizar a un promotor de rock en Cuba:

Considero que un promotor de rock en Cuba lo primero que tiene que tener es el amor incondicional, la pasión hacia esta manifestación y poner la promoción del arte sobre muchas cosas, precisamente para superar todas estas barreras. Lo otro que debe tener es conocimiento del género, tanto del escenario nacional como internacional. Eso es necesario para poder ofrecer en un evento un cartel equilibrado, atractivo y traer a lo principal del género. No todo lo que se hace en esta música en Cuba y en el mundo vale y hay que saber buscar y promocionar lo mejor, lo que tiene valores.

Otra característica que distingue a Raúl Cardona es el afán de superación. Esto es lo que lo llevó a escribir el libro Escaleras al cielo. El Rock en Holguín. Aunque en varios espacios ya ha hablado sobre este texto y su proceso de creación, hizo un breve recuento.

Sobre el libro… sabes que estudié Sociología. En Cuba existe la tendencia de que el productor y organizador de eventos musicales solo tiene que hacer eso y nada más. Yo quería una formación lo más completa posible y quería graduarme con algo que me agradara. Para eso debía realizar una investigación de verdad, y me dediqué por casi tres años a investigar el rock en Holguín bajo la tutela de Zenobio Hernández, un gran investigador cultural con gran dominio del oficio, que me ayudó mucho. La idea inicial era solo para ejercicio de graduación, después vino la idea de hacer el libro. Le planteé el proyecto a Luis Yussef –Ediciones La Luz– y le interesó, luego lo presentó al consejo editor. Ese año ya habían publicado Mala hierba. Una Historia del Rock en Cuba, de Humbreto Manduley, y pensé que no lo iban a aprobar. Un año después me avisaron que ya estaba incluido en el plan editorial y para mi satisfacción la editora fue Irela Casañas. El libro salió en 2017 y se reeditó en 2018. Hasta ahora solo he recibido comentarios favorables. En lo personal me dio una gran satisfacción, sobre todo en lo profesional, pues también me ha abierto muchas puertas. Ahora terminé la maestría y debo discutir entre enero y febrero con una investigación que tiene que ver con el rock en Holguín como consumo cultural y como conformador identidades juveniles.

Dedicarse a la promoción del rock en Cuba es una labor difícil, para la que se necesita pasión y constancia, debido a los obstáculos que deben sortear los promotores del género. El trabajo realizado por José Raúl Cardona en Holguín es una muestra fehaciente de ello y pauta para quienes se dedican a esta profesión.