Jassiel Palenzuela


Del ismo al post: La pintura de Jassiel Palenzuela (+ Obras)

Jassiel Palenzuela (La Habana, 1989) es uno de los noveles cultores de la pintura que se distingue dentro del panorama artístico contemporáneo de nuestro país. Graduado de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro en el año 2008 y miembro de la Asociación Hermanos Saíz, actualmente se desempeña como artista visual independiente.

tomada del perfil de facebook de jassiel palenzuela

Ha sido merecedor, entre otros, del Premio XXI Salón de la Ciudad que otorga el Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño de La Habana, como reconocimiento a su labor pictórica que cuenta con más de una veintena de exposiciones personales y colectivas en Cuba y el exterior. Su trabajo más reciente se nutre de los sistemas expresivos del glitch[1], las claves del Nintendo, la simbología pop y la representación fragmentada  para discursar sobre las odiseas cotidianas y la relación hombre- universo.

Candy Island- 2014/ De la serie El sol parece/ cortesía del artista

Desde sus inicios, la propuesta visual del creador ostenta símbolos característicos –estrella, arcoíris, purpurina, castillo, sol, montaña– que nos remiten al lenguaje pictórico infantil y al videojuego. Si bien la metáfora como pretexto está presente en toda su obra, sus paisajes se van complejizando con los legados del Pop-art y los postvanguardistas; amén de los recursos del mass-media y la tecnología. Sobre su labor creativa en los últimos siete años vale destacar las series Desniveles (2013-2014), El sol parece (2014-2015), Horizonte de eventos (2015-2017) y Horizontes verticales (2017-2020).

En Desniveles, utiliza los íconos y personajes del videojuego para dialogar sobre epítomes sociales y existenciales. A ello suma la influencia del gesto pictórico expresionista heredado de sus antecesores, para con el frenesí de las pinceladas cortas, las texturas y las imágenes dispersas, remitirnos a un mundo en constante desintegración, colapsado e inestable.  

Rizoma 5/ de la serie horizontes verticales 2018 /cortesía del artista

Rizoma 10/ de la serie horizontes verticales_2019/ cortesía del artista

Rizoma 6/ de la serie horizontes verticales- 2018/ cortesía del artista

La serie siguiente, El Sol parece, implica un cambio a nivel formal con el uso del acrílico y la plantilla. La pintura suprime su gestualidad y se subordina al prototipo de la plantilla confeccionada por el creador, que nos recuerda los efectos ópticos moiré[2] y el pixel muerto. Continúa apropiándose de personajes del videojuego, amén de la incorporación de nuevos protagonistas fruto de su imaginario, lo que revela un universo más personal.

Por su parte, Horizonte de eventos, es lo que en Física conocemos como el punto de entrada a un agujero negro, donde se distorsionan las leyes promulgadas por esta disciplina. De ahí que adquiere vital importancia el empleo de la plantilla, para subvertir los espacios habituales en la obra. Se aprecia una multiplicidad de realidades conviviendo en una misma pieza. El concepto de límite y la desfragmentación se vuelven protagonistas: a la vez que laceran y violentan los ámbitos conocidos, hacen confluir plurales historias en un mismo escenario.

tomada del perfil de facebook de jassiel palenzuela

Por último, en Horizontes verticales, nos revela una narración no lineal de la realidad. La anomalía del panorama pictórico se evidencia a través de la representación de realidades verticales simultáneas en un mismo lienzo. Las piezas de esta serie, exhibidas a inicios de marzo de 2020, hacen referencia a los códigos de barras, las pantallas múltiples de los celulares, así como a la interacción multisensorial de las redes sociales. 

Sobre el creador la crítica ha señalado que volver a la pintura para Jassiel parece un amparo personal ante la desidia y la superficialidad que vivimos y el excesivo bombardeo de contenidos de consumo, pero no para esconderse en la belleza esteticista (…); más bien para deglutir lo que consume y devolverlo como un recodificador burlesco. Jassiel es un gamer, y asume la gracia del vintage computacional para remontarnos a aquellas obsesiones del proto-pixel de Seurat que con la era electrónica y digital se redimensionaron dentro del entramado de sensaciones vibrantes que hoy usamos para mucho, sin notar que vivimos en una época donde el arte se vale del error como contenido.[3]

cortesía del artista

family game_2015/ De la serie Horizonte de eventos/ cortesía del artista

ST-2013/ oleo sobre lienzo/ cortesía del artista

Eco-2015/ De la serie Horizontes de eventos/ cortesía del artista

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Notas:

[1] Un error en informática que no afecta negativamente al rendimiento de un programa. Se considera una característica no prevista que modifica la imagen que percibimos e incluso en programaciones puede modificar los resultados de nuestra interacción. Muchas veces se debe a problemas de codificación del sistema binario traducido en imagen, y a ficheros mal codificados o dañados, que al ser leídos forman imágenes erróneas.

[2] Efecto geométrico de distorsión ocasionado por la interacción de dos patrones de trama, situados uno encima del otro. El resultado es un nuevo patrón con un efecto visual peculiar, que se le suele llamar moiré o muaré

[3] Frency. La Habana, marzo de 2017. Doctor en Ciencias sobre Arte y Máster en Historia del Arte. Profesor, curador y crítico cubano. Premio de crítica Guy Pérez Cisneros 2019.