Heaney
La poesÃa, una condición más allá de la poesÃa en sà misma
La poesÃa es y será reino autónomo, dijo un poeta. Donde hay seres humanos, hay poesÃa. Una rara condición la acecha desde siglos inmemoriales: la sensibilidad verdadera. Para los poetas es la patria libre hacia el gozo y la sabidurÃa. La poesÃa es condición de sabios y enamorados, de ricos y pobres, de odiados y odiadores, de blancos y negros, de hombres y mujeres, de niños y adultos, de ciegos y videntes, pero siempre hombres.
La poesÃa nunca dio riquezas materiales, por lo sutil del verso. La poesÃa solo abre el diapasón al entendimiento del mundo desde otras posibilidades estéticas y eso no vale dinero alguno, ya en ello va la riqueza. Ahora se nos ocurre pensar y sentir que la poesÃa es reino inconmensurable hacia la vital espiritual del reino humano, sin ella no es posible la existencia.
Con la inauguración de un evento poético para la juventud en Songo La Maya, se produce una mirada para el intercambio, pensado desde una institución siempre joven: la AHS o –¡mejor!– como su nombre más intenso indica Asociación Hermanos SaÃz. Encuentro que pretende un acercamiento entre generaciones poéticas diferentes, entre hacedores de poesÃa de diversos territorios de nuestra vasta provincia poética Santiago, pero continuadores de una tradición ancestral e identitaria de nuestra racialidad doblemente conformada por nuestros antepasados españoles y cubanos. Hemos querido que confluyan voces femeninas para enaltecer los matices. La diversidad en ello nos ayudará a la prolongación del evento; la inclusión de otros municipios en las posteriores ediciones ampliará la multiplicidad de voces provenientes de San Luis, Segundo Frente, Contramaestre y Mella. Toda una combustión interna que nos impulsará a declarar a Songo La Maya: La Capital de la PoesÃa Joven en Santiago de Cuba en no muy lejano tiempo. Hablaremos de poesÃa con la misma pasión que del alcohol pendenciero, al decir de Borges, o del pollo que llega a la bodega, al decir de nuestras aguerridas madres, o del manà que se vende en unos estuches provenientes de Una fiesta innombrable de José Lezama Lima. Hablaremos de poesÃa como de la piel, como del polvo y el viento. Estaremos en las plazas del pueblo, desplazando ensoñaciones de adolescentes.
El término, desde una dimensión etimológica, proviene de poesis que significa creación, acción de hacer; palabra proveniente, a su vez, de poiein que significa hacer, crear, componer. Si lo miramos desde muchos lados, siempre está enfrascado el significado en el acto mismo de la creación y como acto de creación proponemos que se vea a la poesÃa, en este tipo de evento, que junto a otros géneros deben sacarnos triunfantes ante la inoperancia.
La poesÃa refuerza la ética y la ética a la poesÃa, en la medida que se relacionan se nutren. Estos son tiempos en que se debe acudir a las dos. José Martà fue el más alto ejemplo cubano, le suceden otros no menos éticos.
Al decir de Roberto Manzano[1]: La poesÃa cubana posee tanta riqueza que se comporta como esfera de sortilegio y abundancia: por cualquier punto en que se penetre en ella siempre se regresa a la superficie con piezas atractivas en las manos.
La poesÃa es también arma de defensa e identidad, muchos de nuestros mejores poetas, digo nuestros con toda la intencionalidad que merece, porque la patria del poeta y de la poesÃa es el mundo. No importa donde se viva, importa cómo se siente y expresa en versos los altares que encumbran al hombre o los pesares que lo acongojan de manera perenne.
En el sentido de la unidad, los poetas se reconocen y afilian de manera voluntaria, no importa las latitudes donde se vive, o las naciones a las que pertenecen. Se expresan y mancomunan por los sentimientos a expresar en pos de una causa común. Citemos el encuentro que sostuvieron en la primavera de 1930 entre Nicolás Guillén y Federico GarcÃa Lorca, cuando el segundo –de paso por la Isla– reconoce la fuerza el vigor y el florecer poético de Nicolás. Por Lorca llegó Guillén a España entre un mundo de ensoñaciones y descubrimiento de sonoridades profunda de la poesÃa antillana, y más allá de todo española. No era difÃcil para el granadino redescubrirse desde la poesÃa; habÃa una identidad también extraliteraria y profundamente humana. Cuando muere Lorca, asesinado por las hordas fascistas, Guillén lo evoca desde una angustia que se pierde en interrogante insatisfecha. Por tanto, esa capacidad de entenderse desde la poesÃa le permitió a Guillén ser una de las figuras que más se referencia en el siglo XX cubano y americano. Guillén es la poesÃa de la identidad, marcó un camino que no tiene vuelta atrás.
Por ejemplo, se ha dicho que la poesÃa de Baragaño es un tigre que salta a la vida. La poesÃa de Baragaño es una eterna inconformidad. Quien, por cierto, ha dicho que “poema es todo lo que consciente o inconscientemente trata de expresar el universo. Uno de sus defensores, Marcelo Morales, en relación con su obra ha manifestado: La verdadera poesÃa –para el que logra consumirla; para el que pueda sentirla o escribirla, pensarla– es una revolución del ser, un cataclismo; no saldrás ileso. Como en el amor, para bien o para mal, la poesÃa, cuando llega a la categorÃa del arte, siempre te cambia.
Seamus Heaney creÃa en la poesÃa como capacidad de crear un orden acorde con el impacto de la realidad exterior y, a la vez, sensible a las leyes internas del propio poeta.
Para Miguel Barnet, la poesÃa no es lujo sino una energÃa, una fuerza creadora que es la que ha salvado hasta ahora a la humanidad. Otra, que fue lo primero que inventó el hombre para sobrevivir a la catástrofe que desde las eras paleolÃticas han amenazado al planeta y ahora lo amenaza con armas nucleares de exterminio masivo. Si no tuviéramos la poesÃa, qué tendrÃamos: un planeta sin adjetivos, una especie sin nombrar, un vacÃo insoportable. Ha sido la poesÃa lo que le ha otorgado el sentido a las cosas. Ha sido la poesÃa a lo largo de la historia la que ha salvaguardado la cultura, la que ha expresado los más profundos sentimientos del ser humano, lo que lo ha liberado de atavismos ancestrales[2]. Cito un fragmento de su poesÃa que refleja mejor que sus palabras el sentido:
Oh, Dios, ¿qué harÃamos si no
Tuviéramos un poema
Que sirviera para todos?
Para Enrique SaÃnz la gran poesÃa permite vislumbrar algo del misterio que todo encierra. Teresa Melo habla de la poesÃa a través del poeta, al que ve como modelo de su propia obra y a su obra como modelo en sà misma, cuando goza de la calidad suficiente, para imponerse a otras generaciones más jóvenes de poetas y poesÃas.
La última generación de poetas y poesÃas en Cuba ha desacralizado a las figuras de la poesÃa anterior en antifiguras (en el mejor sentido de la palabra) y a su discurso poético en antipoético. Reniegan del discurso anterior, pero aun en sà mismos, llevan la poesÃa con la misma ensoñación y deseo de perdurar que sus predecesores. Aman la poesÃa con la misma pasión.
 Notas:
[1] Tomado de El bosque de los sÃmbolos. Patria y poesÃa en Cuba. Tomo I. Selección, prólogo y comentarios Roberto Manzano.
[2] Miguel Barnet, El triunfo perpetúo de la poesÃa en La Gaceta de Cuba # 4, julio-agosto 2006.