espacios literarios
Romerías: correr el horizonte con Reinaldo Cedeño
Esta conversación es fruto de un trueque, especie de neofeudalismo virtual. Ya se me extravió el recuerdo de cuándo traspasamos la frontera.Lo admiré cuando aún desconocía su rostro. Para mí era el laureado periodista, poeta, narrador y promotor cultural o el autor de títulos de mi consulta como Son de la loma. Los Dioses de la música cantan en Santiago de Cuba. No recuerdo el día en que se entrecruzaron nuestros quereres. Solo sé que cada vez más las coincidencias se reiteraron.
Es un hombre-lente y su palabra, imagen de la certeza. El arrojo de su verbo enamora, el mismo que se hace verso en los recovecos del erotismo y la sensibilidad, o aquel cuyo estilo entrecorta el aliento a la lectura de sus crónicas. Su obra es Página Abierta, lo mismo que el espacio de promoción cultural que por años sostiene.
La noche más larga que viviera la santiaguera urbe en 2012 se le obsesionó memoria literaria. Los corderos alzan la vista, El hueso en el papel, La edad de la insolencia, y Poemas del lente son solo algunos de sus prolíferos títulos cuya presencia se aseguran un lugar en mi librero.
Va de las plataformas radiales a los medios impresos y digitales. Suyo es el reino de las palabras.
Más allá del agua como metáfora, ambos tenemos coincidencias con la lluvia y Codanza, que tecla mediante nos revelamos.
-¿Cuándo comenzó tu nexo con las Romerías de Mayo?
Holguín fue siempre cercano para mí. Tenía el nombre y el rostro de mis compañeros de la Universidad que eran de allí. Luego llegó mi admiración por el Lírico, por Codanza, por sus poetas… hasta que en 1998 me invitaron a las Romerías de Mayo. He ido a otras convocatorias; pero fue ésta, por ser la primera en que participé, la que ha quedado prendida a mi memoria.
Dirigía en ese momento la página cultural del periódico Sierra Maestra y había recibido el Premio Nacional de Periodismo Cultural, que se entregaba entonces por la obra del año. Recuerdo que lo dediqué a la imbatible revista Ámbito ―publicación cultural del periódico Ahora y de la cultura cubana―, porque siempre me acogió, incluso en aquellos momentos en que, en medio del noblemente llamado “período especial”, quedé sin trabajo y sobreviví gracias a la venta de maní. Marlene González, entonces la coordinadora de Ámbito, es uno de esos ángeles que llevo siempre conmigo.
En esas Romerías de 1998 que refiero, su creador y director general, Alexis Triana, me pidió estar junto a mi colega Michael Hernández Miranda en la dirección del periódico La Luz, publicación que circula en tiempos de Romerías. Fue un encargo difícil, en verdad retador en medio de la dinámica que genera una cita múltiple como esa, y traté de honrarlo hasta el último día.
-¿Qué significados te asiste la experiencia de llevar tu obra a los espacios literarios y otros de la Romería?
He tenido la suerte de estrenar poemas en Romerías, lo cual siempre significa una fiesta íntima para uno. He encontrado un público ávido, presto, un público de aquí, de allá y hasta de acullá. He disfrutado de conciertos, tertulias, descargas… pero recuerdo con particular cariño la oportunidad que tuve de exponer en el Premio Memoria Nuestra, mi aproximación a la vida y obra de una gran poeta cubana, envuelta siempre en el misterio.
El ensayo llevaba por nombre “Flor Loynaz: un bosque a la sombra de una ceiba” y fue bien recibido por los investigadores allí presentes. Yo había tenido el privilegio de entrevistar a Dulce María Loynaz y algunas de las confesiones que ella me hizo y su valoración sobre la altura literaria de su hermana que empleé como sustento, no pueden hallarse en ninguna otra parte. Me han publicado aquella entrevista en Cuba y el exterior, e incluso he visto por ahí algunas de las palabras que me dijo, sin la debida referencia; pero aquello fue el resorte que me ha motivado a seguir escrutando en la obra de los Loynaz.
-¿Quisieras compartir alguna anécdota que hagan de alguna de tus participaciones un momento especialmente importante, simpático o raro?
Tengo tantas, de tantos matices…pero voy a escoger dos de muy diverso cariz. Tuve que dar cobertura en el teatro Eddy Suñol a una sesión del concurso danzario Solamente solos. Como invitado bailaba un niño guantanamero, Esteban Aguilar, sangre de mi sangre.
Cuando vi a mi sobrino, cuando lo vi en el escenario, cuando se hizo silencio… sentí ganas de gritar, de correr, me llevé instintivamente las manos al pecho, algo galopaba a toda velocidad.
La obra era breve, de otra forma, creo que no hubiera podido llegar al final. Luego, no sabía qué escribir. Fue una nota apenas, un reporte pequeño en La Luz… pero qué difícil.
La otra es muy simpática y está ligada al mismo teatro. Codanza estrenaba en Romerías una pieza basada en obras de Cosme Proenza. Se llamaba Año cero. Recuerdo que cayó un aguacero tremendo, mas la gente fiel abarrotó el teatro. El caso es que la coreografía y concepción de la pieza exigía la desnudez total del elenco, hombres y mujeres, pues se refería al principio del mundo.
El quebradero de cabeza sobrevino a la hora de seleccionar las fotos para publicar en el periódico. Había varias candidatas hermosas que fueron decantadas, unas por aquella pose, otras por aquel ángulo… y así. No queríamos vender la desnudez, sino el sentido artístico de la propuesta. Finalmente nos decidimos por una general donde aparecía en primer plano uno de los bailarines de espaldas. Todavía me pregunto si acaso fuimos conservadores, o si fue la mejor opción.
-¿Eres un Romero reincidente?
Bueno, no tanto…. pero justo este año estaba listo para participar junto a mi colega Katiuska Ramos en el espacio audiovisual de las Romerías con las experiencias de nuestro programa “Así suena la vida” y del documental sonoro como vehículo ideal para salvar las identidades locales y las historias de la vida real.
“Así suena la vida” (Radio Mambí, Santiago de Cuba) estrena cada domingo una pieza radiofónica de excelencia y ha invitado a prestigiosos artistas de la radio de Cuba y Latinoamérica. El espacio se forjó bajo la máxima de que somos municipios del mundo, sus realizaciones están disponibles en internet e incluso generó un foro de debate muy hermoso.
Mediada la propuesta de un realizador del prestigio de César Hidalgo y la invitación de Yaylin Ojeda Grass, llevábamos también a estas Romerías nuestro documental sonoro “Escondida… ¿de quién?”, ocho minutos para contar una historia de amor de Cuba adentro: amor a la tierra, amor a la familia, amor entre dos mujeres. La obra está disponible en https://www.youtube.com/watch?v=1SxaPDhK_hY mientras sus antecedentes y entrevistas a sus realizadores se pueden escuchar en https://www.spreaker.com/user/juancarlosroque/asi-suena-la-vida-17-de-noviembre-2019
En este 2020, no podré subir (casi desmayarme) en el ascenso a la Loma de la Cruz, no podré disfrutar de los parques, instalaciones, sesiones de Holguín en Romerías; pero gracias a ti aquí van estas evocaciones, gracias a la virtualidad estamos otra vez de romeros. Y como me gusta correr el horizonte con la mirada, solo aguardo la próxima oportunidad.
Palabras compartidas ayer, hoy y mañana
Tradición y transición de un diálogo telescópico
Durante casi tres décadas las Romerías de Mayo se han establecido, no solo como el más grande evento de la Asociación de Hermanos Saíz en Cuba, sino como un espacio de confluencias, así poetas, narradores, ensayistas, promotores y profesionales del mundo editorial han coincidido para intercambiar y enriquecer la propia creación.
Pasando por nombres diversos, abordajes desde distintos géneros y organizadores diferentes cada vez, el espacio dedicado a la literatura en el Festival Mundial de Juventudes Artísticas ha tenido en el homenaje a grandes autores cubanos un punto de coincidencia fundamental, lo que habla del necesario diálogo intergeneracional, o al menos entre estéticas heterogéneas temporal y conceptualmente, en cada uno de estos intercambios.
Encuentros de poetas del interior, Ferias del Libro Joven, El Angelote con su plática noctámbula entre poesía y trova, Proemio y Un puente, un gran puente, son algunos de los espacios creados para romeros. De este modo desde hace más de dos décadas, Palabras Compartidas es la sombrilla que ampara las distintas iniciativas del ámbito literario en Romerías. Con disímiles interlocutores, líneas que se cruzan, temas distintos, conversaciones simultáneas, el diálogo se ha sostenido.
Los que protagonizaron su surgimiento recuerdan que la génesis fue homenajeando a Dulce María Loynaz, así también se ha celebrado la vida y obra de Gastón Baquero, Emilio Ballagas, Virgilio Piñera, Eduardo Heras León, Lina de Feria, José Lezama Lima, y otros tantos hasta configurar una extensa constelación de notables autores.
Rubén Rodríguez, holguinero, periodista, multipremiado escritor y romero desde el principio comenta: “Las Romerías devolvieron la esperanza en los años duros, nos reinventaron la ciudad haciéndola cosmopolita, acercándola a lo que pensaba de sí misma, articularon un sistema de eventos y nuclearon artistas, promotores y funcionarios alrededor de un proyecto común; conectaron a la AHS de Holguín con sus homólogas de toda la isla y le dieron protagonismo en su objetivo de sumar y salvar. Reciclaron la tradición con los colores de la modernidad.
“Actualmente son el más masivo, coherente y popular evento que se realiza en la provincia. En su concepción, crecimiento y tozuda permanencia en el tiempo desempeña papel protagónico el periodista y promotor artístico Alexis Triana.
“Palabras Compartidas constituye un intento genuino de abordaje, comprensión y promoción del hecho artístico desde la aproximación a los creadores y su confluencia en la ciudad propiciada por la circunstancia mágica de las Romerías.”
También en Romerías, hace 23 años hoy, nació Ediciones La Luz, y se presentó Bufón de Dios, cuaderno de poesía de José Luis Serrano que inaugurara las páginas del sello holguinero de la AHS. Desde entonces primero respaldada por la modesta risográfica, y luego enriquecida por ambiciosos planes editoriales y la participación más directa de la industria poligráfica, ha ganado prestigio, engrosando su catálogo con autores cubanos y foráneos, diversificando sus abordajes temáticos y distinguiéndose dentro del panorama editorial cubano, bajo la cuidadosa mirada de su director, el poeta Luis Yuseff Reyes.
Modernidad y universo virtual: hashtags compartidos
Este año, a consecuencia de la expansión de la Covid 19, las Romerías de Mayo se distinguen por su desarrollo en las redes sociales y los medios de difusión masiva tradicionales. Por ello propone un Palabras Compartidas virtual, sin perder la calidez que habitualmente posee y homenajeando al Sistema de Ediciones Territoriales por las dos décadas de su creación; a Eliseo Diego en su centenario y al pueblo de Holguín en los 300 años de su fundación.
Los anfitriones: la sección de literatura de la AHS en Holguín y Ediciones La Luz, cuentan con la cooperación de los diferentes sellos de la Asociación en el país: Sed de Belleza, Aldabón, Áncora y Reina del Mar Editores, que han servido de espejos para las publicaciones en redes sociales de contenidos generados desde la sede habitual.
En este propósito colabora además Claustrofobias. Promociones Literarias, con la publicación de galerías fotográficas de los eventos convocados por la Asociación en cada una de las sedes de estas editoriales y en ferias del libro. Además, socializan títulos digitales a través de La Estantería Cubana, novel canal de Telegram con gran aceptación entre el público lector.
De este modo han llegado a los internautas postales, libros digitales del catálogo de La Luz, videopoemas de autores de La joven Luz: Entrada de Emergencias. Selección de poetas en Holguín, el primer ebook publicado por esta casa y que cuenta ya con un audiolibro. También podcasts con producciones autóctonas y audios de Eliseo Diego.
Todas las jornadas han estado atravesadas por la línea de pensamiento y creación que defiende la campaña de promoción del libro y la lectura de la editorial holguinera, cuyo slogan reza: A la luz se lee mejor, y que desde inicios de 2020 ha convertido a las redes sociales en sala de presentación, librería y escenario fundamental para sus acciones.
Hoy, cuando Ediciones La Luz cumple 23 años de fundada, se espera inundar las redes con galerías de fotos de participantes en los espacios literarios de Romerías en años anteriores, ebooks, postales y será el momento de mostrar los videos de felicitación que autores, fotógrafos e ilustradores del catálogo, lectores y amigos de La Luz, han ido enviando como respuesta a la invitación que desde hace varios días realizara el director de este sello.
De libros y de autores, nuevas tecnologías y soportes diversos, ha estado pletórico este año Palabras Compartidas, a pesar de la distancia real. La concreción ha llegado gracias al espíritu romero, la construcción colectiva y la participación de los amantes de las letras tanto dentro como fuera de la Isla en un verdadero Festival Mundial de Juventudes Artísticas.
El público de los espacios literarios: La gran depresión
Fuente: Sitio web del Caimán Barbudo
Habíamos hecho todo lo humanamente posible: invitaciones personales, por teléfono, impresas, anuncios en la radio y la televisión, establecimos un horario accesible para la mayoría, buscamos a un escritor reconocido, un libro de precio módico y, por si fuera poco, gestionamos un brindis. Sin embargo, llegado el momento de la actividad había solo dos personas dispuestas a participar, y una de ellas, como han de sospechar, era el invitado. Los promotores se miraban impotentes, el autor asumió su rol con dignidad y presentó el volumen como a sala llena. Al finalizar, nuestra única visitante, una señora sesentona, deglutió cada miga de la merienda mientras intercambiaba con el escritor sobre cuestiones climatológicas, se disculpó por no comprar el libro y desapareció. [+]