ensayista


Algunas palabras de luz para Sigfredo Ariel de sus amigos

Hemos seleccionado desde las redes sociales algunas palabras de elogios a Sigfredo Ariel de sus amigos. Sirva como muestra de reconocimiento a la obra del que siempre estará en la LUZ de todos.

Pedro de Jesús López Acosta

Sigfredo Ariel fue quien me aconsejó usar solo mis nombres, Pedro de Jesús, en el mundo literario, y quien ilustró la edición cubana de mi «Sibilas en Mercaderes». Hace apenas quince días, desde el hospital, me aclaró, prolijamente, una duda sobre la pieza «Galleguíbiri Macuntíbiri».
Este poema suyo me lo recuerda en su cuartico de Aponte, donde me acogió un tiempo porque me había quedado momentáneamente sin alquiler. ¡Buen viaje, Sigfredo Ariel!

BARRUNTO

Vivo en una caja de aire como un virus.
Presiento la llegada del verano asador.
Dibujo un círculo de tiza alrededor del tórax
/ un blanco inmóvil donde puedan
si quieren disparar.

Cuido la piel del cuello con maternidad
echo mi comida al pico del halcón maltés.
Lo he visto antes, acecho
como el gato a los ladrones
que suben y bajan por las negras cañerías.

Respiro otra respiración
/ ese hilo que nutre
me sostiene en el aire como un virus.

Barrunto en esta noche un gran incendio
en Alejandría
su arribo solitario al aeropuerto
de Viena
una decepción en Santa Clara.
Si quisiera, podría trazar sobre la arena
el mapa estelar del hemisferio.
Acecho en la ventana a los ladrones tristes.

/ como el gato
devoro los pescados hervidos y escucho
los mismos discos
un año y otro año
sin prestar atención.

He procurado cambiar ciertas cosas de sitio
fundar un imperio sobre el piso desnudo
de madera o plástico

«Jóvenes, hermosos y aún sin haber amado»
los ladrones acechan en el aire como un virus.
No me puedo quejar, pienso en voz alta
mientras fijo una gran reja a la pared.

Abel González Melo

Ha muerto un enorme poeta, un ser humano generoso y risueño, un infinito conocedor y promotor de la música cubana, un dibujante exquisito, un amigo entrañable. Sin su obra no podríamos, a estas alturas, explicar nuestra literatura y nuestra Isla. Las décadas recientes, ¿cómo entenderlas sin él? Llevo toda la mañana releyéndolo, junto a mi madre. Redescubriendo el patrimonio que es su escritura. Cada libro, una joya: fue un maestro en el arte de componer (algo tan difícil como) un libro de poesía. Con su tono coloquial, con la aparente sencillez de su sintaxis, con esos vínculos secretos y brillantes que solo la sutileza y el buen gusto crean, su obra nos abraza y nos sobrecoge.

Voy a recordarte siempre así, Sigfredo querido: hermoso, sonriente, lleno de luz. Con tus poemas crecí, con ellos supe de la belleza y la agonía del amor, de los rincones insospechados de la patria, de sus temores inconfesos. Tus versos me enseñaron el costado más íntimo de la gran gesta de la vida. También la dimensión salvadora de nuestra lengua. Demasiado pronto te vas, amigo. Tus palabras no dejarán de iluminarme nunca. Nos dejas el recuerdo de tu mirada y la certeza de tu poesía, que te hacen eterno y nos bendicen.

Para ser cantado ante la boca de un güiro

Los negritos y blanquitos
del vecino barrio marginal
se deslizan por los pocos mármoles
que quedan del antiguo club marítimo
intervenido a nombre de un notorio
sentimiento popular y más tarde
abandonado, digamos
a su suerte.

Se suponía que en esta fecha patria
no existiera el barrio marginal
que ha crecido y crece con soltura
en los márgenes de grandes avenidas
por las cuales entre otros
vehículos privados
pasan los mismos cadillacs
y chevrolets de hace
setenta años.

Sigfredo Ariel (1962-2020)

Giovanys F. García

Con gran pesar acabo de conocer de la muerte de Sigfredo Ariel, poeta cubano, que sin conocerlo personalmente admiraba muchísimo. Sin dudas, una importante pérdida para la cultura cubana.

“Sigfredo Ariel, con una vasta y prolífera obra como poeta, narrador, ensayista, dibujante, guionista de radio, cine y televisión y productor musical nació en la ciudad de Santa Clara el 31 de octubre de 1962, tenía al morir 57 años”, describe el portal web de Radio Ciudad de La Habana al dar a conocer la terrible noticia.

Gracias a increíbles programas que escribió en Radio Ciudad de La Habana desarrollé un gran cariño por la radio cuando era estudiante universitario.

A mi juicio uno de los mejores guionistas que ha dado Cuba, y por supuesto un gran escritor en todo el sentido de la palabra.

Iroel Sánchez

Qué triste amanecer, con la noticia de que ha muerto Sigfredo Ariel. Pienso en cuántas conversaciones compartidas, en cuánta sabiduría sobre nuestra música, cuánto verso memorable que se va con él, lo veo mostrar los pequeños libros artesanales que estaba haciendo y de los que con tanto orgullo hablaba. Pienso estremecido en el optimismo con el que conversamos esta misma semana. Siempre sonriente, siempre cariñoso, siempre cercano, siempre presto a compartir buenas músicas y buena literatura, te quedas, hermano, con la luz, brother, la luz…

Indira Fajardo

Me ha dolido tu partida como un amigo cercano. Conservo los buenos momentos y siempre tu sonrisa. Luz para ti Sigfre.

Daniel González Cabello

Una triste noticia me sorprendió esta mañana: murió Sigfredo Ariel. La partida del destacado poeta villaclareño deja dolor, tristeza y un gran vacío no solo en su tierra natal, sino en la cultura cubana. EPD.

“Y se borrarán los nombres y las fechas
y nuestros desatinos
y quedará la luz, bróder, la luz
y no otra cosa”.

Nelson Simón

No. No puede ser. Este es uno de mis amaneceres más tristes. Por primera vez me faltan las palabras. Te las has llevado todas Sigfre. Espero que algunas vuelvan. Ahora solo me dejas un poco más solo. La inconformidad y el llanto.

Michel Hernández

Sigfredo Ariel falleció este domingo en La Habana a los 58 años víctima de cáncer. Sigfredo no fue solo un excelente poeta sino un investigador a fondo de la música cubana. Con su obra entregó un abarcador testimonio del origen y la evolución de la creación musical del país. Cronista de su tiempo, el legado que nos deja es indispensable para conocer y comprender la cultura de la isla. Sigfredo mantuvo un diálogo con la realidad a través de una obra poética que no perdió el encanto y el rigor desde que se inició en estas lides hace más de tres décadas. Con su muerte Cuba pierde a uno de los referentes de la generación de los 80 en la poesía y a un intelectual cuya obra es de obligada consulta en el ámbito de la poesía, la música, el ensayo y la promoción cultural. Su poema La luz, bróder, la luz es uno de de los documentos representativos de su obra y de las marcas más visibles del quehacer de su generación y de la poesía cubana contemporánea: “Y se borrarán los nombres y las fechas // y nuestros desatinos // y quedará la luz, bróder, la luz // y no otra cosa”.

Yunior García Aguilera

SIGFREDO ARIEL
¡Qué poeta y qué ser humano se nos fue!
Gracias, bróder, por toda la luz que nos dejaste.

Racson Morejón

Desde que conocimos el poema, muchos hemos parafraseando o citado algunos de los versos que lo componen, disímiles han sido las circunstancias tras las cuales hemos esgrimido su “la luz brother, la luz” para defini(nos) determinado estado de ánimo. Hoy lo noticia estúpida de su muerte, valga la redundancia, embarga toda posible traspolación del verso/título y la muerte nueva vez se place de hija de puta con el no indicado, con lo ilógico, con lo irracional. A raíz de la muerte de Bladimir Zamora, y en medio de toda desolación posible me propusiste que te hiciera un retrato, tal vez el hecho de verme con la cámara en ristre te dio el pie forzado.
– Pero tiene que ser así macho, to’ desfata’o como tú estás, le dije mirándole la camisa remangá y entre abierta como hasta el tercer botón.
-Claro, si no no soy yo. Y me invito a la Peña que tenía con sus músicos en el patio de la Egrem.
No tuve la suficiente luz ni para lo uno ni para lo otro. Hoy, la última estrofa me arranca lágrimas de impotencia.
–Que dolor Brother, que dolor!!!

 

LA LUZ, BRÓDER, LA LUZ

Mirar caer la nieve en la oficina de registro
cuando uno es la señal con un pañuelo, un sauce
que huele a mar del trópico, un animal aislado.
Pudiera caer ahora mismo la nieve sobre los edificios
en copos graves
pudiera morirme si me viera en una cerrazón
que tumba la cabeza
hasta las manos de los padres
que esperan sentados en un parque
y que no saben nada.
Un hombre quitaría con una vieja pala esta ceniza.
Vagamente regresa a aquel lugar
donde llovía detrás de la cabeza
cuando tuvo otro nombre y una cicatriz en la barbilla
y era hipócrita y humano
como un pobre diablo.
Bebía en los circos de ocasión
y tenía el bolsillo repleto de llaves inservibles
y un temor absoluto de la soledad.
Seré yo mismo acaso si fuera tenedor de libros
o fuera neerlandés y conociera la magia
y si en el extremo de mi vida la nostalgia
me pasmara las manos sobre el hielo.

Job pudo reposar sin violentarse
sobre este caracol marino
y las sábanas pudieran estar llenas de alfalfas
o de termas brillantes o de casas de troncos.
Quiénes seríamos entonces / calle abajo
acaso compraríamos el periódico de la mañana
cayéndonos de sueño
y las mandarinas y el pan dulce.

Estos años románticos los querrán los hijos de los hijos
y buscarán la letra en el registro, nuestros discos
los papeles sucios.
Voy a morir sin ver la nieve
qué hubiéramos adelantado bajo la nieve harinosa
esa pequeña aventura en nuestra luz:
el paso de un astro, la carrera de una estrella.

Estos días van a ser imaginados
por los dioses y los adolescentes que pedirán estos días
para ellos.
Y se borrarán los nombres y las fechas
y nuestros desatinos
y quedará la luz, bróder, la luz
y no otra cosa.

Sigfredo Ariel (Santa Clara, 1962-La Habana, 2020)

LA LUZ, BRÓDER, LA LUZ

 

Ronel González Sánchez (Holguín)
Sigfedo Ariel Pérez Guedes (Santa Clara, 1962- La Habana, 2020)

Mirar caer la nieve en la oficina de registro cuando uno es la señal como un pañuelo, un sauce que huele a mar del trópico, un animal aislado. Pudiera caer ahora mismo la nieve sobre los edificios en copos graves pudiera morirme si me viera en una cerrazón que tumba la cabeza hasta las manos de los padres que esperan sentados en un parque y que no saben nada.
Un hombre quitaría con una vieja pala esta ceniza. vagamente regresa a aquel lugar donde llovía detrás de la cabeza cuando tuvo otro nombre y una cicatriz en la barbilla y era hipócrita y humano como un pobre diablo. Bebía en los circos de ocasión y tenía el bolsillo repleto de llaves inservibles y un temor absoluto de la soledad. Seré yo mismo acaso si fuera tenedor de libros o fuera neerlandés y conociera la magia y si en el extremo de mi vida la nostalgia me pasmara las manos sobre el hielo.
Job pudo reposar sin violentarse sobre este caracol marino y las sabanas pudieran estar llenas de alfalfas o de termas brillantes o de casas de troncos. Quiénes seríamos entonces / calle abajo acaso compraríamos el periódico de la mañana cayéndonos de sueño y las mandarinas y el pan dulce.
Estos años románticos los querrán los hijos de los hijos y buscarán la letra en el registro, nuestros discos los papeles sucios. Voy a morir sin ver la nieve qué hubiéramos adelantado bajo la nieve harinosa esa pequeña aventura de nuestra luz: el paso de un astro, la carrera de una estrella.
Estos días van a ser imaginados por los dioses y los adolescentes que pedirán estos días para ellos. Y se borrarán los nombres y las fechas y nuestros desatinos y quedará la luz, bróder, la luz y no otra cosa.

Alberto Sicilia Martínez

Quiero apagar el teléfono y volver a dormir. Despertar de nuevo y no leer la noticia de la muerte de un amigo. No, de esta manera. Sigfre. No lo puedo creer. Luz para ti mi socio.

Luis Boitel

Lamento infinitamente la muerte de mi amigo, el poeta Sigfredo Ariel. E.P.D, vaya con Dios y que la poesía nos muestre el camino

Félix Julio Alfonso López

Hoy se ha vuelto luz una de las criaturas más originales y sensibles que he conocido. A Sigfredo Ariel, ese extraordinario poeta, exquisito amigo y musicografo erudito, lo recuerdo con su inefable alegría de vivir, brotando de sus labios un chiste ingenioso, travesuras de niño grande y una sonrisa que acariciaba. Así quiero perpetuarlo ahora en mi memoria: alegre, irreverente, genial y generoso. Joven siempre.

Aristides vegas

En la madrugada de hoy falleció el poeta Sigfredo Ariel. No hay consuelo alguno, ni palabras justas para un momento como este. Pido paz y luz para quien fue tan creativo que no hubo nada de lo que hiciera que no tuviera real trascendencia; poesía, crónicas, acercamientos a la música y sus protagonistas, producción de discos, guiones para el cine, la televisión y la radio, cerámicas y dibujos. A su hermana y sobrinos, personas que quiero, a sus amigos y lectores mi más sentido pésame.


Confesiones del poeta o Jesús Cos Causse frente al espejo del tiempo 

Las confesiones más conocidas, sin duda, son las judiciales y las religiosas. La primera es la declaración que, sobre lo sabido o hecho, hace alguien (testigos, acusados…) voluntariamente –o no– o preguntado por otro (abogado…) ante la autoridad judicial. En la segunda alguien (el penitente) declara al otro (el confesor), los pecados cometidos, que a la postre serán perdonados a través del mismo Dios u otra deidad. Quizás entre ambas formas de confesión la similitud más expedita sea el acto declaratorio en aras de lograr, finalmente, la absolución (indulto–perdón).

Ambas procuran, tomando como punto de partida al sujeto de la confesión “en estado de crisis,” establecer una forma (acción) de comunicación, hasta cierto punto dialógica, donde la palabra cobra fuerza como expresión, entre otras esencias de la ecología interior del ser humano, de sus valores personales. Procuran, además, recuperar “algo” llámeseme libertad, felicidad, goce, tranquilidad…,  o sea, llegar a un estado deseado, presumiblemente de bienestar espiritual. Entonces si se suscribe la afirmación, que la comunicación es un arte –el de lograr el impacto interpersonal–, la confesión puede ser asumida como tal: un arte –herramienta– para la expiación (reparación, enmienda, satisfacción, compensación), incluso la sanación.  

Así lo han entendido artistas y escritores cuyas obras giran en torno al tema de la confesión. En 2016, Gideon Jacobs y Gregor Hochmuh, dos artistas radicados en Nueva York, pusieron en práctica un polémico proyecto artístico denominado Confessión,[1] un mecanismo de confesión a través del cual las personas podían declarar ese secreto impronunciable o bien, funcionar como receptores de las más oscuras revelaciones. Esta experiencia–experimento dio cuentas de la necesidad que muchas personas tenían de expresarse, de externalizar sentimientos. Más atrás en el tiempo, la pensadora, filósofa y ensayista española María Zambrano en su obra La Confesión: género literario (1943), planteaba las claves que encierran un lenguaje del sujeto entendido como confesión, que se comunica en  –a través de– la escritura bajo el secreto y la soledad.

Los ejemplos anteriores mucho tienen que ver con la poesía, a la que le es consustancial –o le atañe– tales sensibilidades inherentes a la expresividad humana. En este sentido, la poeta y profesora santiaguera Ileana Rosabal, en la introducción al libro Confesiones del poeta (Editorial Oriente, 2006), de la autoría de Jesús Cos Cause, traído a colación a propósito de la edición homenaje al Festival del Caribe, dijo que la poesía, al menos lo concerniente al aspecto creativo, no será nunca un rito colectivo, que ella ha nacido y ha de extinguirse con el hombre solitario”, que independientemente que el autor la denomina “pordiosera de la soledad”, también nos salva del olvido. Algunos opinan que la poesía es propensa a convertirse en un hecho colectivo toda vez que, en lecturas o recitales, se comparten los textos. Ciertamente es válida esta forma para involucrarse, esencialmente, con el poema.

En este poemario de Cos Causse, el ritual solitario está cargado de voces, lo cual se percibe cuando se recorren sus líneas. Quizás porque es un pleno ejercicio de confesión y de comunicación con el otro –con su otro–: el náufrago, huérfano, sonámbulo, artesano espía del amor. Quizás porque no está escrito por el poeta que se sienta en una piedra/ a esperar la soledad y la muerte, sino por el poeta que hace un examen de conciencia, ante el inminente crepúsculo, revisitando hermosos fantasmas, que de un modo u otro le irán dictando las premisas para encontrar las palabras entre los escombros/del tiempo y las incertidumbres de la historia.

Cos Causse o El Quijote Negro si se prefiere, del cual el próximo mes de octubre del presente 2020 se estará conmemorando el aniversario 75 de su natalicio, encontró las palabras, además de entre los escombros del tiempo, en la ciudad de Santiago y en el pasado histórico del Caribe, sus islas, su gente. 

Así explicó los derroteros del presente y entendió, como pocos, las poéticas de esta región geográfica cultural. Ello le llevó, por ejemplo, a gestar Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo, en el contexto de la Fiesta del Fuego, espacio donde aún se sigue promoviendo la literatura y la integración cultural caribeña. Sobre esto daba cuentas Pedro López Cerviño, editor de una buena parte de su obra, en el panegírico dedicado a este embajador de la poesía titulado Fuegos que arman la luz XI.[2] En él acotaba que era un poeta “insólitamente vivo a pesar de la muerte, conocedor a fondo de los rumbos de las luciérnagas del Caribe.”

El Caribe, constante en la obra de Cos Causse, es sinónimo de resistencia, de modo que la resistencia (cultural): reconstrucción histórica de expresiones diversas y unidad, es asumida en el libro de manera casi natural. El poeta, una especie en peligro de extinción, habla desde estas claves, no se arrepiente de lo que será su único delito (pecado) probable: buscar el amor a toda costa. Así lo anuncia en “Confesiones a Saint-John Perse”: Como un delincuente /voy a violar tu ventana/y robarte el corazón/ y estaré preso en tu recuerdo. Saint-John Perse, premio Nobel de Literatura 1960, es un nombre venerado por mucho poetas del orbe, cuyos versos Y es la hora, ah poeta, de declarar/tu nombre, y tu nacimiento y tu raza constituyen en Confesiones… un leitmotiv para (re) construir la historia de ese hombrepoeta caribeño, viajero en mar a la deriva/…el Crusoe conversando con su fantasma […] bautizado con la sangre de un animal sacrificado/ en una ceremonia entre tambores.

Saint-John Perse estuvo en la lista de ídolos (literarios, intelectuales y políticos) de Cos Causse junto a Roque Dalton (poeta activista político e intelectual), Pedro Mir (poeta nacional de República Dominicana), Aimé Césaire (ideólogo del concepto de la negritud), Luis Palés Matos (escritor puertorriqueño), y Federico García Lorca. Los hace desfilar (los convoca–exorciza) en este poemario que fuera publicado un año antes de su muerte, sobre la cual presagió: me voy a morir el siglo XXI.  

En 2007 místicamente se despidió. Según el escritor y profesor universitario José Millet Batista, su muerte fue por “alegría incontenible de su violín roto […] de niñez, […] de poesía”.[3] Entonces no resulta desacertado subrayar que Cos entregó su poesía como una oración, como  balanza entre el recuerdo y el olvido a juzgar por su poema dedicado al poeta y activista político haitiano Paul Laraque.

Confesiones… no escapa, por suerte, de las imaginerías y fabulaciones del bardo que dominaba un estilo singularísimo del lenguaje dentro del panorama literario insular. En este se vislumbra un halo testamental que iría a verse a la postre en Crónica del crepúsculo (Ediciones Santiago, 2012), definitivamente su testamento poético. Por lo tanto, no podía ser de otro modo, se registran en 66 cuartillas sus temas más recurrentes: la vida (una pesadilla), la muerte, la soledad, el tiempo, los sueños, el amor (un ciclón sin brújula. Un problema de la primavera), el misterio del hombre, la religiosidad popular, los poetas, la poesía misma. En sus propias palabras: Todo aquello que explicara, de alguna forma el mundo y una definición para justificar lo que se hace y la propia existencia.[4]

Asimismo, también destaca la muerte – el gran tema universal– por la carga imaginativa que sugieren la belleza y el horror del fenómeno, que adquiere relieves muy particulares dentro de esta obra, en tanto desfilan no la muerte, sino las muertes, lo que se encargará de introducir desde los propios títulos Epigramas y epitafios, Difuntos y sepelios, Testimonio del tiempo, Imagen de libertad de Arriba, Imagen de Ignacio Vázquez, entre otros. Su presencia y preeminencia se mueven en los poemas, cual asidero filosófico, a veces claramente otras entre líneas y puede decirse que hasta con obsesión (la obsesión de muchos poetas), entendiéndola en su Elogio y elegía a Federico García Lorca como: “una metáfora […] una máscara bellísima. / […] la imagen mas perfecta entre el hombre y la naturaleza”. El rostro que vimos la última vez en La diosa de la ciudad. Una flor y un epitafio, destaca en Identidad. Es, por sobre todas las cosas, la muerte como motivo de significación cultural.

Groso modo, en el discurso poético de Confesiones… subyace un lirismo atendible y hasta experimental. Es por ello que el citado poema a Federico García Lorca se asemeja a un “largo” ensayo poético en el que magistralmente, se resumen las ideas de los textos anteriores, sin desdeñar el rejuego simbólico y hasta las conexiones e impronta con sus ídolos. No menos importante son las coordenadas expuestas del acto poético, en sus definiciones –juicios de gran valor– sobre poesía: La poesía será siempre/ Una semilla/ Que germina. / […]. La poesía es el espejo del tiempo.

Al poeta y periodista  Reinaldo Cedeño, uno de sus afortunados entrevistadores, en la entrevista Y Dios estuvo de acuerdo le revelaría: La poesía es un misterio del hombre. Creo que afortunadamente nadie, ni los mismos poetas, saben qué cosa es. Quizás el día que se sepa, comience el fin. Uno tiene que explicarse de alguna forma el mundo y todos buscan una definición para justificar la propia existencia.[5] Sobre el poema, como forma de expresar la poesía, acotaría: Cuando escribo un poema no me propongo que sea largo o corto. Termina cuando cesa la imaginación. Se antoja acercarse a Confesiones… como un largo e ininterrumpido poema.

Notas y referencias bibliográficas

[1] Alejandro I. López: El proyecto «artístico» que te hará confesar y escuchar los más oscuros secretos. Disponible en https://culturacolectiva.com/arte/el-proyecto-artistico-que-te-hara-confesar-y-escuchar-los-mas-oscuros-secretos

[2] Disponible en  http://www.uneac.org.cu/secciones-periodisticas/resenas/fuegos-que-arman-la-luz-xi.

[3] Texto Completo. Disponible http://www.afrocubaweb.com/jesuscos.htm

[4] Reinaldo Cedeño Pineda: Jesús Cos Causse: el tiempo nos devora. Disponible en

https://oncubanews.com/cultura/literatura/el-quijote-negro/

[5] Reinaldo Cedeño Pineda: Y Dios estuvo de acuerdo o la entrevista recuperada a Jesús Cos Causse. La Jiribilla # 773, 30 de abril al 6 de mayo de 2016. Disponible en

lajiribilla@cubarte.cult.cu

http://www.lajiribilla.cu/articulo/y-dios-estuvo-de-acuerdo-o-la-entrevista-recuperada-a-jesus-cos-causse


Palabras compartidas ayer, hoy y mañana

Tradición y transición de un diálogo telescópico

Durante casi tres décadas las Romerías de Mayo se han establecido, no solo como el más grande evento de la Asociación de Hermanos Saíz en Cuba, sino como un espacio de confluencias, así poetas, narradores, ensayistas, promotores y profesionales del mundo editorial han coincidido para intercambiar y enriquecer la propia creación.

Pasando por nombres diversos, abordajes desde distintos géneros y organizadores diferentes cada vez, el espacio dedicado a la literatura en el Festival Mundial de Juventudes Artísticas ha tenido en el homenaje a grandes autores cubanos un punto de coincidencia fundamental, lo que habla del necesario diálogo intergeneracional, o al menos entre estéticas heterogéneas temporal y conceptualmente, en cada uno de estos intercambios.

foto archivo de ediciones la luz

Encuentros de poetas del interior, Ferias del Libro Joven, El Angelote con su plática noctámbula entre poesía y trova, Proemio y Un puente, un gran puente, son algunos de los espacios creados para romeros. De este modo desde hace más de dos décadas, Palabras Compartidas es la sombrilla que ampara las distintas iniciativas del ámbito literario en Romerías. Con disímiles interlocutores, líneas que se cruzan, temas distintos, conversaciones simultáneas, el diálogo se ha sostenido.

Los que protagonizaron su surgimiento recuerdan que la génesis fue homenajeando a Dulce María Loynaz, así también se ha celebrado la vida y obra de Gastón Baquero, Emilio Ballagas, Virgilio Piñera, Eduardo Heras León, Lina de Feria, José Lezama Lima, y otros tantos hasta configurar una extensa constelación de notables autores.

Rubén Rodríguez, holguinero, periodista, multipremiado escritor y romero desde el principio comenta: “Las Romerías devolvieron la esperanza en los años duros, nos reinventaron la ciudad haciéndola cosmopolita, acercándola a lo que pensaba de sí misma, articularon un sistema de eventos y nuclearon artistas, promotores y funcionarios alrededor de un proyecto común; conectaron a la AHS de Holguín con sus homólogas de toda la isla y le dieron protagonismo en su objetivo de sumar y salvar. Reciclaron la tradición con los colores de la modernidad.

“Actualmente son el más masivo, coherente y popular evento que se realiza en la provincia. En su concepción, crecimiento y tozuda permanencia en el tiempo desempeña papel protagónico el periodista y promotor artístico Alexis Triana.

Palabras Compartidas constituye un intento genuino de abordaje, comprensión y promoción del hecho artístico desde la aproximación a los creadores y su confluencia en la ciudad propiciada por la circunstancia mágica de las Romerías.”

foto archivo de ediciones la luz

También en Romerías, hace 23 años hoy, nació Ediciones La Luz, y se presentó Bufón de Dios, cuaderno de poesía de José Luis Serrano que inaugurara las páginas del sello holguinero de la AHS. Desde entonces primero respaldada por la modesta risográfica, y luego enriquecida por ambiciosos planes editoriales y la participación más directa de la industria poligráfica, ha ganado prestigio, engrosando su catálogo con autores cubanos y foráneos, diversificando sus abordajes temáticos y distinguiéndose dentro del panorama editorial cubano, bajo la cuidadosa mirada de su director, el poeta Luis Yuseff Reyes.

Modernidad y universo virtual: hashtags compartidos

Este año, a consecuencia de la expansión de la Covid 19, las Romerías de Mayo se distinguen por su desarrollo en las redes sociales y los medios de difusión masiva tradicionales. Por ello propone un Palabras Compartidas virtual, sin perder la calidez que habitualmente posee y homenajeando al Sistema de Ediciones Territoriales por las dos décadas de su creación; a Eliseo Diego en su centenario y al pueblo de Holguín en los 300 años de su fundación.

Los anfitriones: la sección de literatura de la AHS en Holguín y Ediciones La Luz, cuentan con la cooperación de los diferentes sellos de la Asociación en el país: Sed de Belleza, Aldabón, Áncora y Reina del Mar Editores, que han servido de espejos para las publicaciones en redes sociales de contenidos generados desde la sede habitual.

foto archivo de ediciones la luz

En este propósito colabora además Claustrofobias. Promociones Literarias, con la publicación de galerías fotográficas de los eventos convocados por la Asociación en cada una de las sedes de estas editoriales y en ferias del libro. Además, socializan títulos digitales a través de La Estantería Cubana, novel canal de Telegram con gran aceptación entre el público lector.

De este modo han llegado a los internautas postales, libros digitales del catálogo de La Luz, videopoemas de autores de La joven Luz: Entrada de Emergencias. Selección de poetas en Holguín, el primer ebook publicado por esta casa y que cuenta ya con un audiolibro. También podcasts con producciones autóctonas y audios de Eliseo Diego.

Todas las jornadas han estado atravesadas por la línea de pensamiento y creación que defiende la campaña de promoción del libro y la lectura de la editorial holguinera, cuyo slogan reza: A la luz se lee mejor, y que desde inicios de 2020 ha convertido a las redes sociales en sala de presentación, librería y escenario fundamental para sus acciones.

foto archivo de ediciones la luz

Hoy, cuando Ediciones La Luz cumple 23 años de fundada, se espera inundar las redes con galerías de fotos de participantes en los espacios literarios de Romerías en años anteriores, ebooks, postales y será el momento de mostrar los videos de felicitación que autores, fotógrafos e ilustradores del catálogo, lectores y amigos de La Luz, han ido enviando como respuesta a la invitación que desde hace varios días realizara el director de este sello.

De libros y de autores, nuevas tecnologías y soportes diversos, ha estado pletórico este año Palabras Compartidas, a pesar de la distancia real. La concreción ha llegado gracias al espíritu romero, la construcción colectiva y la participación de los amantes de las letras tanto dentro como fuera de la Isla en un verdadero Festival Mundial de Juventudes Artísticas.


Premios del IV Concurso de Microrrelatos de Ocean Sur, la AHS y Cubadebate

Premios (algunos concursantes usaron pseudónimos y así lo referenciamos):

Ganador del Premio: Ivan

Título: La encontré sentada en la yerba, como Buda, en una esquina de la terminal

– ¿Te vas entonces?

– Umjúm.

– Hoy toca Fito.

– Sí, ya sé.

 

Silencio, miradas perdidas y manos nerviosas.

– ¿Cuál es Nick Mason?

–El bajista. ¿Por qué?

– Por nada…

 

– No te vayas hoy. Quédate conmigo esta noche. Vamos al…

– No.

– …concierto y después te dejo en…

–Te dije que no.

–Bueno… oquéi.

 

– Tú no cambias. – El reproche llega como sonrisa cómplice y tierna.

– Nunca, pero esta vez no es lo que estás pensando. – Le responde la mía.

Nos reímos unos segundos, los primeros, en tres años, en los que logramos sentirnos bien uno con el otro.

 

Poco después me extiende una copia del P·U·L·S·E, primera edición.

– ¿Y esto?

– No era para ti… pero quédatelo.

– Gracias… Yo quería darte uno el día antes de irme…

– Me imagino… Incluso sé cuál. Y mejor… no.

 

– Bueno… me voy. Ya tu guagua debe estar al llegar.

– Sí, hoy está fácil.

– Claro, mucha gente viene por el concierto.

– Y muy poca se va… por el concierto.

– Sí… supongo…

 

– Disfruta el concierto, Iván.

– ¡Siempre!

– Yo sé, pero hazlo por mí también.

– Siempre, Carla.

. . .

No coincidimos más. El día antes de irme de Cuba pasé por su casa para darle el Corazón Del Tiempo. Lo dejé caer por la ventana. Ella no estaba.

Segundo Premio: Adiley Cilleros

Título: Cinco, cuatro, tres, dos, una vida

Sé que el espéculo entró sin que lo esperaras. Lo sé porque conozco bien todas tus caras. Las miradas de los médicos mirándonos no te importaron. Apretaste mi mano cuando el pequeño “él “o la pequeña “ella” fueron desalojados de tu útero. Me diste la espalda encogiendo ambas rodillas. En cinco días no has hablado conmigo ¿Te dolió tanto? ¿Tanto así? Cuatro semanas atrás caminábamos de regreso de La Fábrica. Cada vez que salías de allí tenías que repasar tu apreciación crítica de todo lo que viste enganchado en las paredes. Tus discursos sobre viejos pensadores y sus retóricas para instruir a humanos instruidos ya me las sabía de memoria. Viste una estrella fugaz. Pedimos deseos. Esa triste noche un óvulo tuyo fue fecundado. Tres años antes corría detrás de ti para colarte una carta con mis poemas de amor desesperados en tu mochila. Dos meses después nos besamos disfrazadas y subimos la selfie a Snapchat. Una hora antes de que me dejaras te escribí esta carta. Quiero que sepas que ese día a mí también me pasó lo mismo que a ti. No declaré como tú. No le dije nada a la policía. Quiero quedármelo. Si está mal o no, eso no me importa ¿Recuerdas la estrella fugaz?

Tercer Premio: G.R

Título: Bucle urbano

Las mañanas del Libertad413 son así:

>>La rubia del 4B hace su sesión de yoga desnuda.

>>El gordo del 4A la observa por un hueco.

>>El escritor del 3B fuma un cigarro frente a la pared vacía.

>>El banquero del 3A practica nudos con una soga.

>>El trompetista del 2B toca silencios con una sordina electrónica.

>>La puta del 2A tiende sus bragas en el balconcillo.

>>El diputado del 1B se despide de su mujer.

>>La maruja del 1A mira su telenovela preferida.

Siempre. Invariables. Hasta un día que:

>>Tocan la puerta del 4B con violencia y la rubia sale por el balconcillo al apartamento vecino.

>>El gordo del 4A la refugia en sus brazos, le hace el amor y va a contarle su suerte al escritor de los bajos.

>>El escritor del 3B escucha la escena y fuma su último cigarro antes de pedirle un favor al vecino contiguo.

>>El banquero del 3A deja que el escritor se ahorque con la soga desde el balcón.

>>El trompetista del 2B se impresiona al ver el cuerpo colgando y la sordina sale disparada en una última nota estridente.

>>A la puta del 2A se le cae una braga del susto.

>>La mujer del diputado del 1B encuentra la braga y arma un escándalo.

>>La maruja del 1A, harta de no poder escuchar su novela y convencida de que la culpa es de la rubia presumida de los altos, sube las escaleras para derrumbar la puerta del 4B.

Finalistas:

  1. Abey Medina, por Solo de guitarra.
  2. Héctor Barrios González, por Práctica de tiro.

Jurado:

Giselle Lucía Navarro (La Habana, 1995). Poeta, narradora, ensayista, escritora para niños y diseñadora de moda. Miembro del Movimiento Poetas del Mundo y de la Asociación Hermanos Saíz. Egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso en 2015.

 

 

Elizabeth Reinosa (Granma, 1988). Ingeniera en Ciencias Informáticas en la Universidad de las Ciencias Informáticas. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz, del grupo Poetas del Mundo y egresada del XIII Curso de Técnicas Narrativas Onelio Jorge Cardoso.

 

 

Daniel Burguet (La Habana, 1989). Narrador. Egresado del XVI curso de Técnicas Narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso (2014). Miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y del taller literario “Espacio Abierto”.

Acta del Jurado

 

Acta del Concurso de Microrrelatos Cubadebate

La Habana, 19 de abril de 2020

El jurado del IV Concurso de Microrrelatos, organizado por Cubadebate, la Asociación Hermanos Saíz y la casa editorial latinoamericana Ocean Sur, se reúne por vía Whatsapp para deliberar sobre los más de 1 000 textos presentados. Tras una lectura cuidadosa, se acuerda por unanimidad otorgar:

  • La condición de Finalista a los textos: Solo de guitarra, de Abey Medina y Práctica de tiro, de Héctor Barrios González.
  • Tercer Premio a Bucle urbano, presentado por GR, por ser un texto con una ingeniosa estructura, que usa el humor y el absurdo como guía de la historia, hilvanando las acciones de los personajes y desencadenantes de una forma divertida y eficaz.
  • Segundo Premio a Cinco, cuatro, tres, dos, una vida, de Adiley Cilleros, por ser un texto de construcción acertada que, con economía de recursos, logra recrear personajes profundos, así como una atmósfera de angustia y desesperación que contagia al lector.
  • Primer Premio a La encontré sentada en la yerba, como Buda, en una esquina de la terminal…, de Iván, por ser un texto que pareciese un calco de la realidad, sin más pretensiones, con un lenguaje claro y preciso. A partir de la eficaz utilización del diálogo, el autor logra darle vida a personajes que parecen existir más allá de la narración. Siembra en el lector una bien lograda desolación y cientos de preguntas.

Te celebro y te canto Mario Benedetti

Conocí a Mario Benedetti de forma casual en la mañana del 17 de mayo de 2009, conocí su fallecimiento y significación poética, ensayística, teatral, novelística y literaria de su obra, que abarcó disímiles temas como el amor, la muerte, la vida, las mujeres, el hombre, el pueblo, el montevideano de clase media, la Revolución cubana. Vino a florecer en mí ese sueño utópico de ser escritor-ensayista, poeta. Ese deseo de dibujar versos en un papel, en una imitación humilde a los primeros poemas suyos que mis ojos tocaron y fomentaron esa osadía de celebrarte con las palabras maestro y guía.

Recuerdo como si fuera ayer descubrir tus Poemas de la oficina, la novela la Tregua, el primer encuentro con la escritura coloquial de tu magno trabajo que ha sido traducido a más de 20 idiomas tocando puerta a puerta la sensibilidad del hombre y mujer común, reafirmando que tu poesía es pueblo y fecunda sencillez que no necesita de tus detractores académicos que han querido encasillarte nombrándote como un poeta menor.  

Quien ha leído y estudiando su obra reconoce esa perseverancia de escribir, releer, editar los manuscritos buscando la perfección. Y que no sería hasta su octavo libro cuando alcanzaría llegar a ese público joven que lo consagraría como uno de los escritores latinoamericanos más leídos y editados internacionalmente debido a la generosidad de brindarle al lector emociones, plantearle interrogantes, trasmitirles la luz que necesita la poesía y que otros autores no han sabido explotar enmarcándose en métodos académicos de selectos grupos que no representan el canto general de los lectores.

Mi compromiso es con la literatura y la memoria de un escritor pertenece a sus lectores expresos. Benedetti reconoce la sinergia que debe existir entre el escritor-literatura y el lector. La unidad dialéctica de estos factores está implícita en su labor literaria y ahí radica su legado, su leyenda. Este año 2020 se cumplirá 100 años de su nacimiento (Paso de los Toros, 14 de septiembre de 1920-Montevideo), tierra de grandes escritores que te acompañaron en la generación del 45 como integrante indiscutible e insoslayable a la memoria de los leyentes. 

Cuba, como segunda patria, conoció sus pasos y ese vínculo afectivo con Casa de las Américas al ser miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas y fundador del Centro de Investigaciones Literarias de la institución en 1968. Tu accionar como exiliado uruguayo en Cuba marcaria para la historia el amor incondicional y recíproco con los intelectuales y lectores cubanos, que agradeceremos por siempre su presencia y compromiso con la Revolución cubana.

La escritora Nancy Morejón, Premio Nacional de Literatura, expresaría sobre Benedetti:

«Tanto hemos aprendido con Mario que los que hoy cantamos y escribimos, con su lengua hablamos. Mario no asimila retóricas posibles por eso es que no cabe, no puede ser tronchado en partecitas para ser entregadas a un Olimpo de dioses trasnochados. Mario viviendo con su asma, con esa misma Luz en un breve balcón, escribiendo poemas sin cesar, burlando el rastro de sus fracasados perseguidores, oyendo siempre el grito ahogado de aquel torturador, disfrazado de fantasma azul. Mario, triunfando siempre con la verdad en la mano y, escondido, tal vez, en el capítulo inicial de una novela inconclusa donde lo espera, sentada, la marioneta de trapo con la que Gabriel García Márquez quiso pintar un poema de Mario con un sueño de Van Gogh… y sobre las estrellas montevideanas… un 17 de mayo de 2009. Ahora, sus lectores vamos a entrar, con mucho gusto, en los preparativos de su primer centenario.»

El mejor homenaje en su centenario es releerlo con la promesa de hacer un trato codo a codo con su obra. Con la estrategia simple de siempre necesitarlo.