el Caribe y China
«Los jóvenes de todo el mundo debemos proponernos un futuro mejor a nivel global»
Palabras de Yasel Toledo Garnache, presidente nacional de la AHS, en el Encuentro Internacional de Jóvenes Líderes de América Latina, el Caribe y China en la ciudad de Dunhuang, provincia de Gansu.
Hermanos de América Latina y China,
Participantes en esta edición de Puente al futuro:
Es un placer enorme estar aquí, compartir entre personas de nuestra generación, provenientes de varios países, con ideas diferentes, pero con la capacidad de construir la amistad, sonreír, hacer bromas y también de hablar con mucha seriedad sobre lo que acontece en nuestras naciones, y en especial acerca del futuro mejor que deseamos a nivel global.
Durante estos días hemos visitado lugares de gran interés cultural e histórico en esta tierra hermosa, que es China. Nos hemos adentrado en parte de su alma noble. Hemos conocido más sobre su riqueza artística y como civilización.
China es cuna de gente buena, inteligente y laboriosa. Somos muchos los que en el mundo sentimos profundo amor y admiración hacia este pueblo.
Vivimos tiempos complejos a nivel internacional, de grandes disputas en lo ecnómico, lo militar, lo científico, lo simbólico y lo cultural.
En este contexto, uno de los mayores desafíos es lograr un mundo más solidario, en el que sea moda el respeto a las diferencias y la ayuda en todas las direcciones.
Ojalá el planeta completo fuera una especie de familia enorme, en la que todos nos cuidemos y nos ayudemos, en la que nuestras metas individuales tengan siempre como fin ser útiles a los demás, a la sociedad en nuestros países y a la comunidad internacional.
Me ilusiona mucho que la gran mayoría de las personas que participamos en este intercambio estamos muy relacionadas, en lo profesional, con el periodismo y la comunicación, con el arte y la política. Esos son pilares fundamentales para transformar contextos e interconectar cada vez más a las naciones y sus habitantes desde la sensibilidad.
Debemos pensar en proyectos concretos que tengan ese objetivo, con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías, y con maneras creativas que nos permitan pensar y sobre todo hacer a favor de nuestros países.
Los jóvenes de América Latina y China, de todo el planeta, tenemos que proponernos un mundo más justo, que tenga siempre en el centro el bienestar de la gente. En ese sentido podemos aprender mucho de la cultura y la manera de ser de los chinos.
Hay muchos versos en el esfuerzo diario de nuestra gente de América Latina y el Caribe: de Perú, Colombia, Chile, Venezuela, Argentina, Honduras, México, Brasil, Cuba y también de China.
Vengo de Cuba, un archipiélago pequeño en extensión geográfica y con menos de 10 millones de habitantes, pero con un corazón, un valor y una gallardía sin límites.
Durante más de 65 años nuestro pueblo ha resistido un cruel bloqueo, económico, comercial y financiero de Estados Unidos, que pretende asfixiarnos y matarnos de hambre y necesidades; un bloqueo que afecta todas las áreas de la sociedad, y que impide, por ejemplo, la llegada de medicamentos para la Salud, recursos para la Educación, el Transporte, la Cultura, la ciencia, la Agricultura…
Un bloqueo que se acrecienta, con nuevas medidas, pero Cuba es casa de gente buena y también guapa, que no nos dejamos vencer ni tampoco perdemos la alegría, con ese enorme manantial de música y cultura en general que nos acompaña. En Cuba se baila y se canta hasta en los momentos más difíciles.
¿Qué podría hacer Cuba sin bloqueo? ¿Por qué no lo quitan? ¿Por qué no respetan la voluntad de la comunidad mundial, que durante más de 20 años ha demostrado el apoyo a nuestro país mediante votaciones en la Asamblea de las Naciones Unidas?
Le temen a nuestro ejemplo y a la capacidad de nuestro pueblo para desarrollarse. Les duele que, apenas a noventa millas, sigamos fieles a nuestras ideas y a la ruta que hemos decidido transitar, siempre con dignidad. Cada persona tiene derecho a escoger por donde caminar y también lo tiene Cuba como nación. Eso merece respeto.
Ese país pequeño fue capaz de crear vacunas propias para vencer la Covid-19, y ofrecerlas a otros pueblos, como también lo hizo China; obtuvo diversas medallas de oro en los recientes Juegos Olímpicos y también en los Paralímpicos. Por cierto, uno de sus deportistas, Mijaín López, se convirtió en el luchador con más medallas de oro en la historia de los Juegos Olímpicos, y muchos lo consideran el mejor luchador de la historia.
Médicos y entrenadores cubanos se mantienen brindando su ayuda en otras naciones. Cientos de estudiantes extranjeros se forman en escuelas cubanas. Miles de chinos, por ejemplo, han estudiado español en La Habana.
A pesar de las limitaciones, la cultura y los jóvenes creadores somos una prioridad en nuestro país. Represento a la Asociación Hermanos Saíz, la cual agrupa a jóvenes escritores, investigadores y artistas menores de 36 años de edad.
Nosotros mismos organizamos cerca de cien eventos, como el Festival Mundial de Juventudes Artísticas Romerías de Mayo y el Encuentro Hispanoamericano de Escritores, que ahora mismo sesiona en la provincia de Villa Clara. Tenemos una plataforma de más de 50 becas y premios, que abarcan todas las manifestaciones artísticas, programas de radio y televisión, realizamos presentaciones artísticas en comunidades, en ciudades y también en zonas montañosas.
Los cubanos tenemos mucho que agradecerle a China, por su apoyo constante. Incluso en las guerras por la independencia de nuestra Patria en el siglo XIX, junto a los cubanos pelearon también hijos de esta tierra bondadosa.
En La Habana tenemos el barrio chino y una presencia constante de su cultura en nuestra sociedad. Ustedes se mantienen defendiendo causas justas, y representan una alternativa real ante la maldad y las manifestaciones neofacistas que existen en algunas partes del planeta.
Puente al futuro es en verdad un puente de esperanza, una plataforma para conocernos, intercambiar, soñar y también para ser mejores ciudadanos del mundo. Ojalá que sea el impulso para otros proyectos más abarcadores.
Debemos mantenernos comunicados y generar más proyectos a favor de nuestros países, pensar en cómo ser más útiles a nuestras sociedades y también a la comunidad internacional.
Gracias a China por su dignidad y ejemplo, por hacer posible espacios como este y por unirnos un poco más como generación, sin importar los idiomas o qué música preferimos.
Que la poesía, el amor y la solidaridad nos acompañen siempre.
El abrazo sincero.