Cubadebate
TóPop de nuevo en Certamen Primera Base
El grupo holguinero de música alternativa TóPop nuevamente forma parte de los jóvenes talentos que cada mes de marzo concursan en el Certamen Internacional Primera Base del Festival Havana World Music que promueve el proyecto Fábrica de Arte Cubano.
Mairyn Arteaga: «Creo que las historias me buscan a mí» (+poemas)
“Mairyn habla poco y hace mucho”; así definen sus compañeros de la Agencia Cubana de Noticias (ACN) a una de las voces jóvenes del periodismo cultural en Villa Clara.
Desde que se graduó de la Universidad de La Habana, Mairyn Arteaga Díaz ha reportado el acontecer cultural de esta central provincia para la ACN, el Grupo Guamo, donde trabaja actualmente, y otros espacios.
Si bien la frescura de sus 29 años se traduce en su hacer y su persona se aviene con la sed de los imberbes que le entran con ganas a la profesión, quienes la conocen o la leen coinciden en ese algo más que habita a la reportera.
Y es que detrás de sus espejuelos ocasionales, su andar casi en solitario, su joven apariencia y su discreción a prueba de bala, emergen en ella la autoexigencia y el olfato de los periodistas viejos. Quizás porque a Mairyn la noticia comenzó a quemarle los dedos desde la infancia.
“En quinto grado decidí que quería ser periodista, porque me gustaba mucho escribir, incluso cuando tenía que redactar composiciones largas trataba de imitar la estructura de los textos de los periódicos. Y eso fue algo que mantuve todo el tiempo hasta la vocacional.
“Al principio lo que me atraía era el hecho de no estar encasillada en una oficina ocho horas, pero el periodismo para mí ha sido mucho más que esto. Es una profesión que te exige casi estar en constante movimiento, además de que te permite vivir otras vidas ¡Eso es lo que más me atrae aún! Ponerme en el lugar de otras personas y a veces vivir un poco a través de ellos para poder contar sus historias”.
Trabajos suyos han sido replicados por diversos medios como la revista Bohemia, Radio Habana Cuba, La Jiribilla, Cuba Sí, Adelante, Periódico de Mayabeque, Tiempo 21. Varios medios nacionales y extranjeros, impresos y digitales, entre ellos Cubadebate y La Calle del Medio. También se ha desempeñado como escritora del programa radial Hablemos, de la emisora CMHW. Egresada del Taller de Técnicas Narrativas del Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Mención en el Concurso de Periodismo Cultural de la revista Caimán Barbudo del año 2016, con la crónica Abuelo Risei. Pero el primer momento importante de su carrera estuvo marcado desde el día que eligió su tema de tesis.
“Yo fui con un grupo de amigos a conocer la Isla de la Juventud en abril de 2012, cursaba el tercer año de la carrera. Una de las salas que sirven hoy de museo en el Presidio Modelo está dedicada al encierro de los japoneses, alemanes e italianos durante la Segunda Guerra Mundial, algo que yo no sabía, que se me quedó archivado. Cuando me pidieron un tema de tesis, aquel recuerdo me halaba. Al principio tuve mis dudas porque tenía que entregar una estrategia de fuentes para que me aprobaran el tema y yo no tenía ni idea de cómo encontrar a los descendientes vivos de esas personas. Había pasado mucho tiempo del holocausto, pero no me importó, sentí que debía hacerlo, y como soy testaruda…”
«En la Isla de la Juventud hubo un samurái». Así comienza la primera crónica del libro La Isla de los Confinados, Ediciones Sed de Belleza, 2016, en el que la joven periodista de Villa Clara narra, con intimidad y elocuencia, la triste epopeya de nipones confinados en el Presidio Modelo durante la Segunda Guerra Mundial.
“Fue un poco difícil el hecho de tocar un montón de puertas, de tratar temas sensibles y hurgar en momentos de sus vidas que a lo mejor ellos no querían contar y más a una extraña, pero fíjate, aunque al principio me recibieron un poco recelosos, todos me abrieron las puertas, sí hablaron y me contaron hasta donde sabían, y yo les agradezco muchísimo que confiaran en mí.”
En el libro aparecen 20 crónicas y 19 familias niponas, de una se narran aparte la historia de la madre y del padre, pero Mairyn entrevistó a muchas más personas. “Algunos conservan recuerdos mínimos de aquellos momentos porque eran muy pequeños o no habían nacido aún, otras fuentes se negaron a contar las historias completas, o al menos a que fueran publicadas, pero ayudaron a entender un poco más todo el hecho”.
“Con muchas historias me conmovía, incluso lloraba, ¡uno se siente como más viejo después que pasas por algo así!
“Pero cuando salió La Isla de los Confinados ellos se quedaron agradecidos de que hubiese decidido mirar hacia esa parte de la historia que al menos para ellos es importante.”
Este, el primer libro de Mairyn Arteaga, nacido de su tesis de diploma, no solo ha sido acogido con beneplácito por críticos, lectores y protagonistas; sino que resultó una marca en el estilo de futuras entregas para La Jiribilla, Bohemia, La Calle del Medio o el Caimán Barbudo. Periodismo investigativo que prefiere exponer los hechos, así como quien cuenta desde los artilugios de la literatura la realidad misma, ¿y por qué no? si al fin y al cabo estas vidas que ella nos relata, superan por mucho la ficción.
“Es que yo creo que a mí las historias me sorprenden, un poco. De pronto estoy en un lugar y permanezco muy atenta a las cosas que puedan surgir en los alrededores. Si voy a una cobertura no me encasillo en la cobertura, sino que intento ver lo insólito. Pero no es que ande buscando un tema para escribir, sino que yo creo que ellas, las historias, son las que me buscan a mí.”
¿Además de tu libro te ha pasado esto en otras ocasiones?
“Bueno, yo soy de un pueblecito en las montañas de Artemisa, llamado Niceto Pérez (Rancho Mundito); pasé toda mi infancia escuchando hablar de los acuáticos que creen en los poderes curativos del agua. Se sustentan con lo que sean capaces de producir con sus manos y no beben agua que no sea del arroyo.”
“Llegó el momento en que yo dije, ¡ya, esto lo tengo que hacer!”
“Los acuáticos viven en un pueblo mucho más intrincado, donde el carro entra cada tanto, cuando no está roto. Sin las cosas que traen el desarrollo y que según ellos llevan a la destrucción del hombre, como, por ejemplo, la electricidad. Fui hasta allá y conté un poco de su historia”.
“Para mí es el mejor modo de hacer un periodismo más ameno, más cercano y de que la gente se reconozca en mis textos. Impacta más el hecho de que cuentes la historia como una historia y que no te lo pongas así como muy lejos de ti, sino que hagas que la gente se sienta cerca de esos hechos, tocar la piel de las personas más que quedarte en cifras y en la mera información.”
¿Qué aportó tu pueblecito a tu sentido social?
“Yo creo que es eso que los pueblitos tienen, todo el mundo se conoce, la gente es más cercana, y el hecho de no creerte por allá arriba de las personas, de sentirte parte de la gente, de diluirte en inframundos y capas, ser una más. Yo creo que sí tiene que ver.”
Sin embargo, cuando te graduaste comenzaste a trabajar en la Agencia Cubana de Noticias y allí permaneciste durante seis años haciendo un periodismo que exige inmediatez, productividad, lenguaje informativo…
“No sé si es una virtud, pero me gusta desdoblarme, sentirme como el agua que se adapta a los recipientes y a sus formas. Y así llegué a adaptarme al ABC de la Agencia como mismo hacía un reportaje con vuelo literario, servicio especial para Bohemia. ¿No sé si es que no soy buena en ninguna de las dos cosas?”
Se ríe casi nerviosa, “¡bueno!, la verdad es que cuando chiquita era gaga y tartamuda –un poco–, pero cuando cantaba no se me trababan las palabras y así descubrí que hablando rápido tampoco. Así que se me convirtió en un hábito y por eso siempre he sido de leer muy rápido, también escribo muy rápido, ¡ah!, y hablo rápido. Quizás esto me ha sido útil para procesar información, hacer transcripciones… y cumplir con las normas mensuales de medios como la ACN”.
Se vuelve a reír, bebe del té rosado –de flor de Jamaica– con miel que ha preparado para ambas y continúa.
“Además, en Cuba escasean mucho los medios para hacer periodismo narrativo. Y en la agencia, aunque tiene las características propias, muy delimitadas y bastante específicas para cada género, el hecho de tener varios clientes –revistas y periódicos–, te da la oportunidad de estos servicios especiales.”
También te permite ser testigo de momentos importantes en la historia cultural de la provincia.
“Sí, por ejemplo, después del paso del Huracán Irma por Isabela de Sagua fui con una brigada de la AHS a brindarles apoyo, y bueno, una vez allí era imposible no reportar lo que vivimos esos tres días. Fue una experiencia bonita y triste porque Isabela de Sagua estaba devastada, la gente allí se quedó sin nada y uno lo poco que podía hacer era conversar con ellos, dejarlos que se desahogaran y que contaran la experiencia.”
“También cubrí La Feria del Libro en La Habana en 2015, porque desde la Agencia Central pidieron apoyo de las Corresponsalías. Otra experiencia que me gustó mucho fue el Festival de Cine Latinoamericano en 2017, que nos dio la oportunidad de entrevistar a realizadores latinoamericanos, de hablar, de interactuar, de vivir la atmósfera del festival, y también es como que te foguea, te ayuda. Teníamos que hacer como tres o cuatro coberturas en el día, incluido el matutino y resúmenes. Después se te nota el cansancio de trabajar así contra cierre, pero en ese momento estás con otro tipo de gasolina.
“Me gusta mucho el cine, lo prefiero a las series. Sobre todo, el latinoamericano.”
¿Cómo repercute en ti el hecho de interpretar la vida cultural de Santa Clara?
“Cuando yo estaba en la universidad decía que iba a ser periodista de internacionales. El periodismo cultural lo veía como fácil, erradamente. Hasta que llegué a Santa Clara. Que tiene una vida cultural muy rica y un púbico muy exigente. Muchos artistas que vienen a Cuba quieren pasar. Las personas que llevan adelante la cultura son muy comprometidas con el arte, y no te queda otra que comprometerte y vivir un poco por eso.
“Yo creo que nos falta muchísimo porque siempre nos quedamos en cubrir de un evento lo que pasa o lo que va a pasar y no vemos más allá, a las implicaciones que puede tener interpretar la vida cultural, hacer crítica, porque casi siempre lo que se hace es para ensalzar un producto no para ver lo mejorable que pudiera tener otro, y me hago la autocrítica, por supuesto.”
¿Cómo te ves en Guamo?
“Llevo redes sociales, es algo que voy aprendiendo porque es un mundo dentro de la comunicación relativamente nuevo, que tiene otros códigos para llegar a la gente y para ganar visibilidad.”
Mairyn practica yoga, cultiva plantas, toma té rosado con miel, y cuida dos perras enormes que se llaman Nala y Lluvia. Su sensibilidad y su sencillez se la deben quizás a la niña que nació entre lomas, allá por los munditos pródigos de Artemisa y que desde entonces se las agenció para andar con un libro a rastros, casi todo el tiempo.
“Si estoy en un lugar que no quiero estar o con gente que no conozco, pues yo abro el libro, me meto ahí y ya. Es como mi capa de invisibilidad. Sobre todo, si se trata de García Márquez.”
¿Prefieres al Gabo periodista o al escritor?
“Creo que es difícil separarlos.”
Me decías que además del cine te gusta la trova.
“Sí, yo creo que a mí me gusta un poco de todo.”
¿Algún sueño pendiente con respecto al periodismo ahora mismo?
“Tengo un libro de crónicas de viaje, inédito, contiene historias de lugares donde he ido y me han asaltado las historias.”
¿Si no hubieses sido periodista o escritora, qué hubieses querido ser?
“Ingeniera, aunque mi mamá hasta el último momento para elegir carrera quería que me pusiera la bata blanca”.
Alguien me dijo que escribes poesía.
“En momentos muy específicos me salen, en reuniones, por ejemplo”.
¿Unos dicen que eres laboriosa, otros que lacónica, que si tímida… qué cualidad te define mejor?
“La honestidad es mi arma fundamental”.
También eres perseverante.
“Más bien testaruda”.
Nostalgias
Por Isla
¿Y qué queda de los amigos que se van?
Una sandalia rota por tu perra,
una cama recién tendida, y azul,
la casa vacía,
una que otra foto subida en la nube,
un puntico verde en esa red social.
El sabor extraño de la añoranza,
la esperanza de verlos por ahí, algún día,
en algún sitio, que puede ser el tuyo o el de ellos,
o simplemente cualquier otro.
La certeza de lo efímero,
y estas letras que te saltan de pronto,
cuando tratas de llenar,
con el trabajo que debes,
una página en blanco.
Afortunada
He visto una herradura en el cielo,
una herradura hecha de nubes blancas,
en un cielo azul.
Luego, por andar mirando hacia arriba,
he puesto el pie derecho
sobre una pila de excremento.
Sí, hoy debe ser mi día de suerte.
Premios Calendario: Poder de la letra joven (+Fotos)
Muchos volvemos a las páginas durante estas jornadas de coronavirus y aislamiento, conscientes de que la literatura también salva, con su poder para cultivar el espíritu, transmitir conocimientos y hacernos soñar. Decenas de autores ahora mismo escriben en sus casas, conforman mundos con mezclas de fantasía y realidad. Seguramente en el futuro tendremos libros, nacidos durante esta etapa de temores y esperanza, que conquistarán concursos y llegarán a nuestras manos con el encanto de lo auténtico.
Los textos ganadores del premio Calendario, uno de los más importantes en Cuba, siempre son buenas opciones para adentrarnos en lo mejor de la literatura de jóvenes en el país. Hoy les proponemos acercarnos a varios que tal vez ya usted adquirió en las ferias del libro del 2019 ó el 2020, o puede encontrar en diferentes librerías. Todos fueron publicados por la Casa Editora Abril y sus autores son miembros de la Asociación Hermanos Saíz. Estas son obras con el poder de lo atrevido y el talento, pasos de quienes desean crecer siempre.
HÉROES MÁS HUMANOS
El mensajero (2020), escrito por la villaclareña Leidy González Amador, tiene el encanto de lo ágil y preciso, el humor y la historia. Narra las peripecias de un niño llamado Manu Tejeda, hijo de un mambí a las órdenes de Antonio Maceo, que murió como consecuencia de heridas de guerra. El pequeño, delgado y algo “entrometido”, también se suma a las tropas insurrectas empeñado en cumplir la voluntad de su padre.
El infante, fruto de la imaginación de la autora, al igual que otros personajes como Julián Planazo y el negro Cebiche, nos muestra su visión de sucesos y hombres reales de la contienda de 1895, como el propio Maceo, Quintín Banderas, Máximo Gómez y Panchito Gómez.
Ahí va él, caminando entre los demás, lleva cartas como mensajero, siente hambre, cansancio, pero sigue en la invasión hacia Occidente, disfruta las anécdotas y bromas de los más viejos, prueba el aguardiente, es curado con hiervas de una herida en la pierna, pierde a su mejor amigo en la manigua, tiene dolor y orgullo…
González Amador, ganadora también de los premios nacionales Hermanos Loynaz 2013 y 2017; Fundación de la Ciudad de Santa Clara 2015; Eliseo Diego (2016), Fundación de la Ciudad Fernandina de Jagua 2017 e Ismaelillo 2019, vuelve a demostrar su fuerza como escritora, a pesar de tener solo 31 años de edad.
Los lectores cubanos, especialmente los infantes, necesitarán siempre de propuestas literarias como esta. Ojalá El mensajero, texto para pequeños y adultos, esté en las escuelas primarias, tenga una versión digital suficientemente atractiva y pase también a la vida como audiolibro, con la certeza de que en las creaciones más recientes de la narrativa cubana hay personajes con suficiente fuerza para encantar a los más pequeños y ser referentes muy autóctonos y atractivos.
LAS LÍNEAS Y LA VIDA
Publicada también en el año 2020, la novela Líneas de tiempo, de la granmense Elizabeth Reinosa nos hace reflexionar sobre el significado de la vida misma, en la cual hay tristezas, anhelos y desesperanzas.
Compuesta por 82 páginas, presenta cuatro capítulos o líneas, denominadas Infancia (1939-1955), Juventud (1956-1970), Adultez (1971-2000) y Vejez (2001-2016), con una armónica narración que presenta relatos breves. Desde Patio (1943), fecha en la cual asumimos que el personaje protagónico tenía cuatro años, hasta Retrospectiva (2016), el lector encuentra sufrimiento, miedos, golpes, sueños y también dolor y pesimismo, como en Estragos (1978), con la certeza de que “…la felicidad solo dura unos minutos…”.
Como expresó Rafael de Águila, integrante del jurado que otorgó el Calendario de Narrativa en 2019 junto a Francisco López Sacha y Ahmel Echevarría, Líneas del tiempo es “rotunda, dura, telúrica, viñética, angustiosa, escrita como a zarpazos tristes”.
Reinosa Aliaga consigue una especie de doble sentido entre el título general, los de los capítulos, las partes de la narración y el ferrocarril y los trenes, pues estos dos últimos elementos atraen a su personaje desde la niñez, un ser que no tiene apellidos ni es ubicado en ciudad o poblado específico.
El lugar de los sucesos pudiera ser cualquiera, pero se siente mucho el sabor a Cuba, el ambiente de este país y el vínculo con algunos hechos de la historia nacional, incluidos Balseros (1994) y Presagios (1998). Esta es la vida de un hombre, que pudiera transcurrir en etapas sin definir, más allá de los años marcados. En su estilo preciso y limpio, la novela tiene también poesía; sin dudas una obra que despierta sensaciones agradables durante y después de su lectura.
UN LIBRO PARA CORREGIR
Un sistema inventado para corregir: El discurso penitenciario y la prisión en la Cuba decimonónica (2020), del joven licenciado en Derecho Adrián Jesús Cabrera Bibilonia es sin dudas una obra interesante.
Ganador del Calendario en la categoría de Ensayo, posee un estilo coloquial y tiene de literatura en cuanto a estilo, a pesar de la hondura de sus exposiciones y análisis.
Según las palabras del propio autor, profundiza en la manera en que la prisión logró su existencia, la necesidad de crear espacios de encierro para moralizar y corregir. O lo que es lo mismo: el nacimiento de un fundamento de por qué el estado moderno puede y debe castigar: la “corrección del delincuente”. Que es, además, un fundamento perfectamente reconocible en la contemporaneidad.
Nacido en La Habana en 1994, Cabrera Bibilonia estudia temas penitenciarios desde su etapa como alumno en la Universidad de La Habana, con una visión más cercana a lo humano y lo social. Para él, “un libro siempre debe tener como máxima transformar comportamientos cotidianos”, por eso considera esencial transcender el campo académico y calar en las personas.
MUNDO DE ROMPIMIENTOS
Cuando despiertes (2018), del también habanero Daniel Burguet es indudablemente una propuesta bien lograda en cuanto a formas y contenidos.
Constituida por 88 páginas y siete relatos, presenta una armónica interrelación entre ellos, con buen empleo de las técnicas narrativas y la variedad de estructuras, con exactitud en los diálogos, y la construcción de personajes y ambientes con un alto nivel de realidad, a pesar de lo suigéneris de los escenarios y sus protagonistas.
Como expresó Eric Flores Taylor, miembro del jurado que le concedió el galardón, esta obra “es una muestra de la literatura de ciencia ficción más humanista y menos tecnológica, donde los gadgets (dispositivos pequeños con un propósito y una función específica) revolucionan el mundo ficticio, mas no por ello son el epicentro de la trama”.
En esta obra hay “tacos” (aparatos para programar como deseas que sea el día…), objetos voladores, un ser con el poder de dirigir guerras desde su casa y verlo todo en una gran pantalla…, pero lo más importante son siempre las personas, sus pensamientos y modos de comportarse, sus amores y desamores, el miedo, las incomprensiones, las traiciones y los sueños en medio de un mundo a veces negro, siempre desafiante.
Daniel Burguet, un muchacho delgado con el pelo largo, recrea dos “realidades” paralelas: la de los conectados y la de los desconectados, ambas con diversos puntos confluyentes, conflictos y anhelos.
Desde el primer cuento, Anatomía de la melancolía, hasta el último, El ojo cosmológico, gravita una especie de metafísica que va creciendo con cada página, dentro de una dramaturgia en la que a veces hay aparente tranquilidad, pero también sangre, muerte, sorpresa y sensibilidad hasta en los seres más impensados.
Llama la atención como el final del último relato cierra también el libro y aporta un elemento que enriquece historias anteriores. Cuando despiertes tiene algo de novela, pero sobre todo de sensibilidad en dos mundos de rompimientos y coincidencias, como es a veces la existencia de los seres humanos.
CONFLICTOS ENTRE NÚMEROS Y LETRAS
Los impares, de Claudia Damiani Cavero, cautiva por la diversidad de formas narrativas y cierta singularidad de las historias. Compuesta por 14 cuentos, la obra abarca cierta experimentación en la relación entre las matemáticas, la vida y los temas de conversación de sus personajes, con diálogos que, en ocasiones despiertan sonrisas.
Los argumentos de ellos en leves disputas verbales revelan el conocimiento de teorías y particularidades de las ciencias, aunque los sucesos ocurran en lugares como un pasillo durante una guardia escolar en la madrugada.
Su autora aseguró que para escribirlo utilizó por primera vez la búsqueda de información a conciencia en función de la literatura, algo que se nota en sus páginas, sin restar frescura y ritmo a la narración.
El jurado que le concedió el galardón, integrado por Daniel Díaz Mantilla, Atilio Caballero y Aida Bahr, resaltó que presenta una “cambiante gama de conflictos, emanados de las relaciones interpersonales y la cotidianidad”.
Graduada de Diseño Gráfico, su autora, una muchacha de cabello rubio, espejuelos y aparente timidez, logra una buena construcción de los personajes quienes actúan y hablan con naturalidad, en coherentes relaciones entre ellos, sus acciones e ideas. El humor nunca parece ser objetivo, pero sí capa subterránea.
Es interesante como emplea la segunda persona del singular en algunas narraciones, especie de conversación con los lectores o meditaciones en voz alta. Ganadora también del Premio David (2018) la primera gran pasión de Damiani Cavero fueron las historietas, por eso no sorprende que actualmente sea también ilustradora y autora de la imagen de portada.
Bloguerías de Mayo: Adaptarse es el camino del éxito
Las Romerías de Mayo han sido un espacio de vanguardia en su comprensión del arte y la cultura como elementos fundamentales para el desarrollo de la nación cubana. Ese criterio de vanguardia ha facilitado la incorporación a sus jornadas de manifestaciones, tendencias y lógicas de pensamiento avanzados que han tenido reflejo en el reconocimiento que hoy poseen entre los jóvenes artistas e intelectuales cubanos los múltiples eventos que estas aglutinan.
Una característica que es consustancial al siglo XXI es la relación de los seres humanos con la tecnología, negarse a comprender este vínculo sería un suicidio para cualquiera que pretenda tener una experiencia de desarrollo individual o colectivo. Quizás por eso las Romerías abrieron desde hace siete años un espacio de interacción para conocer ese espacio constante de lucha de sentidos que hoy constituyen las redes y que sería ingenuo soslayar. Para conocer aún más sobre las Bloguerías de Mayo, el Portal del Arte Cubano se acercó a Luis Ernesto Ruiz Martínez, uno de sus fundadores y más fieles defensores.
–Desde hace algunos años eres parte de la organización de este evento a través de un espacio de reflexión sobre la blogosfera en las Romerías de Mayo, y aunque quizás ya pasaron los años dorados de los blogs, en sus inicios fueron muy polémicos, ¿cómo asumieron su abordaje en aquel entonces? ¿Era necesario hablar de comunicación y hegemonías en un festival de juventudes artísticas?
Fue un reto enorme porque era un momento en que todavía el temor a lo nuevo, a lo que podía generarse en escenarios virtuales y al qué dirán, movía las decisiones y las formas de hacer de muchos. Muchas instituciones estaban ajenas al empleo de las tecnologías para gestionar la comunicación con sus públicos y propiciar un debate alrededor de un tema polémico, aunque ayudara a la solución de sus problemas.
La apuesta por la tecnología, los blogs y las redes sociales ya había tenido un primer intento en 2011 dentro de Romerías de Mayo. Dos años después, Alexis Triana y el Comité Organizador el evento, aceptaron mi propuesta de retomar aquel intento y convertirlo en un nuevo evento llamado Bloguerías de Mayo que, si bien al principio se centraba en blogueros del país, fue poco a poco abriendo horizontes para incorporar periodistas, profesionales, docentes y estudiantes de la comunicación y activistas de redes sociales, que más o menos resume a los que convocamos hoy.
La hegemonía sobre los medios de comunicación silencia, muchas veces, los esfuerzos de la izquierda mundial por consolidar sus esfuerzos. El Festival interpretó que ya en Holguín estaban creadas las condiciones para sumar estos temas a su convocatoria.
–Mucho ha avanzado la penetración de internet en Cuba desde 2013 cuando se inauguraron las bloguerías, ¿consideras que sirvieron de antesala para la horizontalización que ha supuesto el diálogo constante que generan redes sociales en Cuba desde que en 2015 hubo un acceso masivo a la red de redes?
Poner sobre la mesa de debate, un tema tan polémico como los blogs, las redes sociales y la comunicación en aquel momento, era bastante arriesgado. Las primeras ediciones trasladaron hasta Holguín a algunos de los blogueras más reconocidos en aquellos momentos, y no solo del oriente del país.
Creo que salimos airosos de esa prueba y eso posibilitó que el espacio fuera abriendo sus aspiraciones, pasando de una convocatoria para el debate en paneles, a uno que además de ello, permitiera el acceso a internet a los delegados participantes, de modo que les fuera menos complejo actualizar sus blogs, perfiles personales e incluso, canales institucionales de medios de prensa o instituciones representadas en el Festival. En un momento en que todavía la Wifi de ETECSA no estaba disponible en la ciudad de Holguín, las Bloguerías activaba una conexión gratuita para los participantes, en coordinación con Cubarte y el Ministerio de Cultura.
–¿Cuánta complejidad entrañaba organizar un evento que muchas veces requería conexión y condiciones que si bien ahora no son las óptimas en aquel momento eran más difíciles de resolver? ¿Cuánto ha cambiado eso actualmente?
La complejidad, en las primeras ediciones, era un serio problema. En 2014 nos propusieron montar campamento en la Biblioteca y fue lo mejor que nos ocurrió. Junto con ello nació la idea de instalar un pequeño “laboratorio” para que los participantes pudieran actualizar directamente desde el mismo lugar en que sesionaban los debates.
No existía la Wifi de ETECSA y los precios de instalación de la conectividad que la idea reclamaba, no permitía hacerlo realidad. Comenzamos con el enlace que la Dirección Provincial de Cultura podía ofrecernos. Y salió mejor de lo esperado. Año tras año fuimos mejorando, con el apoyo de instituciones de la provincia y del país que, desde el 2015, se sumaron a la organización del evento.
¿A quién recurrían cuando la logística fallaba?
A muchos amigos de los organizadores, de los propios delegados, de las personas que nos habían tendido la mano antes y a quienes poco a poco, logramos enamorar de un espacio para debatir y conectarse responsablemente a internet. Siempre contamos con el apoyo de las principales autoridades del territorio.
–Sé que has tenido un estrecho vínculo con el periódico “Ahora!” de Holguín, el cual es probablemente el más avanzado en el trabajo del periodismo hipermedial en el oriente del país, ¿formaba/forma parte de la práctica de “Ahora!” incorporar los saberes devenidos de las bloguerías? ¿Puedes hablar de alguna experiencia particular?
Siempre tuvimos, y seguimos teniendo, el apoyo de muchos periodistas del “Ahora!” en el trabajo de redes sociales en el territorio. Varias veces han estado en los paneles compartiendo sus experiencias o desde los blogs y las redes sociales sumados al debate o a la promoción de cada edición. En más de una edición, los de “Ahora!” han redactado, editado y publicado desde el espacio de Bloguerías de Mayo. Desde allí se hicieron, para bien de todos, muchas de las transmisiones en vivo en sus redes sociales.
–¿Cuáles han sido los mayores aprendizajes de la organización de las Bloguerías? ¿Te sirvieron luego en otros desempeños profesionales?
En primer lugar, conocer a mucha gente que ama lo que hace y sabe lo que quiere, descubrir que falta mucho por aprender en materia de comunicación en sentido general, y digital en particular. Las experiencias compartidas cada año por los delegados participantes y el público asistente van sumándose a nuestros propios saberes, enriquecidos con los colectivos en que habitualmente nos desempeñamos profesionalmente.
Destaca en los últimos tres años, además de los paneles y la conectividad, asumir dentro del evento la realización diaria de un noticiero realizado de conjunto entre la ACN, Cubadebate y la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), para reflejar las principales acciones de las Romerías, con el protagonismo de los otros dos coordinadores de Bloguerías (Carlos Parra -Presidente de la UIC en Holguín, y Juan Pablo Carreras-fotorreportero de la ACN en Holguín) y participantes el evento.
Para esta edición, matizada por el aislamiento social, el reto será el Panel “Las tecnologías salvan” para intercambiar sobre el empleo de las tecnologías en estas complejas condiciones en que no se detiene la comunicación digital. A través de la Plataforma de videoconferencias de la UIC (https://conferencias.uic.cu/bloguerias/), varios periodistas, comunicadores y activistas de las redes sociales dialogarán sobre el tema.
–¿Como ves esa experiencia desde la distancia?
Adaptarse es el camino del éxito, Bloguerías… ha tenido que adaptarse en cada edición, a las condiciones “ambientales” en que se desarrolla. Esta vez también lo ha hecho, para bien. Hace varios años veníamos ensayando cómo hacer las cosas “virtualmente” y este 2020 nos puso en un escenario donde lo físico tenía que esperar. Esperemos que aprobemos el examen riguroso que nos impuso la vida y volvamos a vernos el próximo año.
Premios del IV Concurso de Microrrelatos de Ocean Sur, la AHS y Cubadebate
Premios (algunos concursantes usaron pseudónimos y así lo referenciamos):
Ganador del Premio: Ivan
Título: La encontré sentada en la yerba, como Buda, en una esquina de la terminal
– ¿Te vas entonces?
– Umjúm.
– Hoy toca Fito.
– Sí, ya sé.
Silencio, miradas perdidas y manos nerviosas.
– ¿Cuál es Nick Mason?
–El bajista. ¿Por qué?
– Por nada…
– No te vayas hoy. Quédate conmigo esta noche. Vamos al…
– No.
– …concierto y después te dejo en…
–Te dije que no.
–Bueno… oquéi.
– Tú no cambias. – El reproche llega como sonrisa cómplice y tierna.
– Nunca, pero esta vez no es lo que estás pensando. – Le responde la mía.
Nos reímos unos segundos, los primeros, en tres años, en los que logramos sentirnos bien uno con el otro.
Poco después me extiende una copia del P·U·L·S·E, primera edición.
– ¿Y esto?
– No era para ti… pero quédatelo.
– Gracias… Yo quería darte uno el día antes de irme…
– Me imagino… Incluso sé cuál. Y mejor… no.
– Bueno… me voy. Ya tu guagua debe estar al llegar.
– Sí, hoy está fácil.
– Claro, mucha gente viene por el concierto.
– Y muy poca se va… por el concierto.
– Sí… supongo…
– Disfruta el concierto, Iván.
– ¡Siempre!
– Yo sé, pero hazlo por mí también.
– Siempre, Carla.
. . .
No coincidimos más. El día antes de irme de Cuba pasé por su casa para darle el Corazón Del Tiempo. Lo dejé caer por la ventana. Ella no estaba.
Segundo Premio: Adiley Cilleros
Título: Cinco, cuatro, tres, dos, una vida
Sé que el espéculo entró sin que lo esperaras. Lo sé porque conozco bien todas tus caras. Las miradas de los médicos mirándonos no te importaron. Apretaste mi mano cuando el pequeño “él “o la pequeña “ella” fueron desalojados de tu útero. Me diste la espalda encogiendo ambas rodillas. En cinco días no has hablado conmigo ¿Te dolió tanto? ¿Tanto así? Cuatro semanas atrás caminábamos de regreso de La Fábrica. Cada vez que salías de allí tenías que repasar tu apreciación crítica de todo lo que viste enganchado en las paredes. Tus discursos sobre viejos pensadores y sus retóricas para instruir a humanos instruidos ya me las sabía de memoria. Viste una estrella fugaz. Pedimos deseos. Esa triste noche un óvulo tuyo fue fecundado. Tres años antes corría detrás de ti para colarte una carta con mis poemas de amor desesperados en tu mochila. Dos meses después nos besamos disfrazadas y subimos la selfie a Snapchat. Una hora antes de que me dejaras te escribí esta carta. Quiero que sepas que ese día a mí también me pasó lo mismo que a ti. No declaré como tú. No le dije nada a la policía. Quiero quedármelo. Si está mal o no, eso no me importa ¿Recuerdas la estrella fugaz?
Tercer Premio: G.R
Título: Bucle urbano
Las mañanas del Libertad413 son así:
>>La rubia del 4B hace su sesión de yoga desnuda.
>>El gordo del 4A la observa por un hueco.
>>El escritor del 3B fuma un cigarro frente a la pared vacía.
>>El banquero del 3A practica nudos con una soga.
>>El trompetista del 2B toca silencios con una sordina electrónica.
>>La puta del 2A tiende sus bragas en el balconcillo.
>>El diputado del 1B se despide de su mujer.
>>La maruja del 1A mira su telenovela preferida.
Siempre. Invariables. Hasta un día que:
>>Tocan la puerta del 4B con violencia y la rubia sale por el balconcillo al apartamento vecino.
>>El gordo del 4A la refugia en sus brazos, le hace el amor y va a contarle su suerte al escritor de los bajos.
>>El escritor del 3B escucha la escena y fuma su último cigarro antes de pedirle un favor al vecino contiguo.
>>El banquero del 3A deja que el escritor se ahorque con la soga desde el balcón.
>>El trompetista del 2B se impresiona al ver el cuerpo colgando y la sordina sale disparada en una última nota estridente.
>>A la puta del 2A se le cae una braga del susto.
>>La mujer del diputado del 1B encuentra la braga y arma un escándalo.
>>La maruja del 1A, harta de no poder escuchar su novela y convencida de que la culpa es de la rubia presumida de los altos, sube las escaleras para derrumbar la puerta del 4B.
Finalistas:
- Abey Medina, por Solo de guitarra.
- Héctor Barrios González, por Práctica de tiro.
Jurado:
Giselle Lucía Navarro (La Habana, 1995). Poeta, narradora, ensayista, escritora para niños y diseñadora de moda. Miembro del Movimiento Poetas del Mundo y de la Asociación Hermanos Saíz. Egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso en 2015.
Elizabeth Reinosa (Granma, 1988). Ingeniera en Ciencias Informáticas en la Universidad de las Ciencias Informáticas. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz, del grupo Poetas del Mundo y egresada del XIII Curso de Técnicas Narrativas Onelio Jorge Cardoso.
Daniel Burguet (La Habana, 1989). Narrador. Egresado del XVI curso de Técnicas Narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso (2014). Miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y del taller literario “Espacio Abierto”.
Acta del Jurado
Acta del Concurso de Microrrelatos Cubadebate
La Habana, 19 de abril de 2020
El jurado del IV Concurso de Microrrelatos, organizado por Cubadebate, la Asociación Hermanos Saíz y la casa editorial latinoamericana Ocean Sur, se reúne por vía Whatsapp para deliberar sobre los más de 1 000 textos presentados. Tras una lectura cuidadosa, se acuerda por unanimidad otorgar:
- La condición de Finalista a los textos: Solo de guitarra, de Abey Medina y Práctica de tiro, de Héctor Barrios González.
- Tercer Premio a Bucle urbano, presentado por GR, por ser un texto con una ingeniosa estructura, que usa el humor y el absurdo como guía de la historia, hilvanando las acciones de los personajes y desencadenantes de una forma divertida y eficaz.
- Segundo Premio a Cinco, cuatro, tres, dos, una vida, de Adiley Cilleros, por ser un texto de construcción acertada que, con economía de recursos, logra recrear personajes profundos, así como una atmósfera de angustia y desesperación que contagia al lector.
- Primer Premio a La encontré sentada en la yerba, como Buda, en una esquina de la terminal…, de Iván, por ser un texto que pareciese un calco de la realidad, sin más pretensiones, con un lenguaje claro y preciso. A partir de la eficaz utilización del diálogo, el autor logra darle vida a personajes que parecen existir más allá de la narración. Siembra en el lector una bien lograda desolación y cientos de preguntas.
IV Concurso de Microrrelatos: ¿Quiénes integran el jurado y cuándo publicaremos los textos ganadores?
Cubadebate, la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y la casa editorial latinoamericana Ocean Sur agradecen a todos los lectores que participaron en nuestro IV Concurso de Microrrelatos, en el ámbito de la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana.
El número de participantes nos volvió a sorprender en 2020. Hoy se pueden leer 1 052 comentarios al pie de la convocatoria; la gran mayoría son microtextos enviados por autores nacionales y extranjeros.
Resulta difícil elegir tres premios entre tantas buenas letras. Sin embargo, el jurado, integrado por tres prestigiosos jóvenes escritores, asumió la responsabilidad y trabaja en la selección de los textos ganadores.
Las obras premiadas serán publicadas en Cubadebate el jueves 23 de abril, Día Mundial del Idioma Español, y no el próximo día 12, como habíamos anunciado, dada la situación excepcional que vive Cuba por la COVID-19.
¿Quiénes son los miembros del jurado?
Giselle Lucía Navarro (Alquízar, 1995) Poeta, narradora y diseñadora. Es licenciada en Diseño Industrial por el Instituto Superior de Diseño de la Universidad de La Habana y egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Profesora de la Academia de Etnografía de la Asociación Canaria de Cuba. Dirige el Grupo Literario Silvestre de Balboa. Miembro de la AHS y del Movimiento Poetas del Mundo. Ha obtenido premios entre los que destacan La Edad de Oro 2018 (poesía infantil), Pinos Nuevos 2019 (novela infantojuvenil) y David 2019 (poesía), así como menciones en los concursos internacionales Ángel Gavinet (Finlandia, 2012), Poemas al Mar (Puerto Rico, 2012) y Nósside (Italia, 2019). Ha publicado el poemario El circo de los asombros y la novela infantojuvenil ¿Qué nombre tiene tu casa?, por la editorial Gente Nueva. Su poemario Criogenia se encuentra en proceso de publicación por Ediciones Unión. Textos suyos aparecen en antologías y revistas de diversos países.
Elizabeth Reinosa Aliaga (Cuba, 1988). Poeta y narradora. Ingeniera en Ciencias Informáticas y egresada del XIII Curso de Técnicas Narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso (2011). Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz, del Grupo Ala Décima y de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA). Ha publicado los libros En la punta del iceberg (Ediciones La Luz, 2011); Striptease de la memoria (Ediciones Montecallado, 2016); Formas de contener el vacío (Samarcanda, España, 2016); Las seis en punto (Editorial Sed de Belleza, 2017); Brújulas (Ediciones La Luz, 2018) y Líneas de tiempo (Casa Editora Abril, 2019). Sus textos, en verso y en prosa, han aparecido en antologías publicadas en España, México, Estados Unidos, Colombia, Honduras, Argentina, Chile, Italia y Cuba.
Daniel Burguet (La Habana, 1989) Narrador y guionista. Egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso y miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). Ha publicado los libros Historias del más acá (Editorial Guantanamera, España, 2016); Ladrar a las puertas del cielo (Editorial Extramuros, Cuba, 2018) y Cuando despiertes (Casa Editora Abril, Cuba, 2019). Entre sus reconocimientos están la beca de creación Casa Seoane (2019), Premio Calendario en la categoría de ciencia ficción (2018), Premio Luis Rogelio Nogueras (2017), Premio Aquelarre a mejor libro (2016), Premio César Galeano (2014) y Premio Oscar Hurtado (2014). Obtuvo mención única del primer Premio Guantanamera-Balcells (2018), y mención, durante tres años consecutivos, en el concurso David, convocado por la Uneac. Ha participado en la Feria Internacional del Libro de La Habana, y en la de República Dominicana. Se desempeña como guionista en el programa humorístico Vivir del cuento, de la Televisión Cubana.
Marta Valdés y la importancia de sus palabras
Un día de esos cualquiera –que parecía no traerme alguna sorpresa, hasta que mi paso inquietó por la calle Enramada de mi querida ciudad de Santiago de Cuba– me lleva hasta la librería Amado Ramón Sánchez (Ateneo). En la búsqueda encontré el libro Palabras de la autora musical y guitarrista Marta Valdés.
Colonialismo 2.0 y los desafíos de la izquierda. ¿Qué hacer? (Transcripción de Dialogar, dialogar + fotos y videos)
*(Transcripción de Dialogar, dialogar)
Yasel Toledo Garnache: Gracias al trovador Yunier Pérez (GAPE), ganador de la beca de creación musical Ignacio Bella 2018, por brindarnos su arte. Gracias también a ustedes por acompañarnos otra vez en el espacio Dialogar, dialogar, impulsado por la Asociación Hermanos Saíz.
Nos alegra ver el Salón de Mayo repleto, con muchos jóvenes, pero también con personas de más experiencia, lo cual puede enriquecer el intercambio.
Veo aquí a dirigentes de varias organizaciones, a los presidentes nacionales de la Federación Estudiantil Universitaria, el Movimiento Juvenil Martiano, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, a miembros del Comité Nacional de la UJC…, muy favorable para aportar visiones diferentes y, sobre todo, para pensar qué más podemos hacer, cuáles son las maneras más pertinentes, atractivas e inteligentes para divulgar nuestras verdades en el ciberespacio, para estar conscientes de cada paso en ese entramado de móviles, pantallas, tabletas electrónicas y redes digitales.
Recordamos que Dialogar, dialogar nació en mayo de 2013, poco después del fallecimiento de Alfredo Guevara, Maestro de Juventudes, quien tuvo siempre la capacidad para debatir, escuchar y convencer desde los argumentos y la pasión. Dialogar intentará ser siempre una plataforma para la polémica valiente y la construcción colectiva, un homenaje a quien tanto hizo por el cine y la cultura en el país.
El tema a debate hoy es Colonialismo 2.0 y los desafíos de la izquierda. ¿Qué hacer? Vivimos en verdad momentos muy complejos, en el que a las dificultades del mundo físico se suman las del virtual.
Ahí está la palabra “colonialismo”, un término que a nosotros no nos parece exagerado, ni desfasado, sino muy actual. Cuando uno analiza las particularidades de Internet y el mundo digital, su funcionamiento…, comprende la dimensión de todo eso, con batallas políticas, ideológicas, económicas y de otros tipos, en las cuales se definen cuestiones que trascienden más allá de ciudades y países.
Para desentrañar todo eso nos acompañan Rosa Miriam Elizalde, doctora en ciencias de la comunicación, Vicepresidenta Primera de la Unión de Periodistas de Cuba, fundadora del prestigioso sitio digital Cubadebate, líder del proyecto Dominio Cuba y ganadora en varias ocasiones del premio nacional de periodismo Juan Gualberto Gómez; y el periodista y catedrático español Ignacio Ramonet, doctor en Semiología y Ciencias de la Cultura, un profundo amigo de Cuba, autor de libros como “El imperio de la vigilancia”, “La explosión del periodismo”, “¿Qué es la globalización?”, “Propagandas silenciosas” y “La tiranía de la comunicación”.
Nosotros hace algunos días realizamos un taller con estudiantes de la Facultad de Matemática de la Universidad de La Habana, con el mismo tema de análisis de hoy, un encuentro que fue muy interesante por las singulares opiniones de ellos y porque conocimos algunos de los proyectos de investigación relacionados con las nuevas tecnologías y las plataformas digitales que se realizan en esa Casa de Altos Estudios.
Los invitamos a ver un audiovisual de apenas cuatro minutos, que recoge algunos momentos de ese intercambio. Y luego, escuchemos a nuestros panelistas.
(POYECCIÓN DEL DOCUMENTAL)
Rosa Miriam Elizalde:
Cuando veníamos para acá, conversábamos Ignacio (Ramonet) y yo sobre el concepto de Colonialismo 2.0. Le dije que se puede explicar en dos palabras, “delicioso despotismo”, el título de una conferencia que impartió Ramonet en el Palacio de las Convenciones de La Habana, en febrero de 2002, organizada por Fidel para presentar el libro Propagandas silenciosas. Si mal no recuerdo se imprimieron miles de ejemplares de ese libro, en formato tipo tabloide, y aunque no fue la primera vez que algunos de nosotros escuchamos hablar de los problemas que traía la joven Internet, sí impulsó que siguiéramos obsesivamente estos temas desde una postura crítica.
Propagandas Silenciosas, de Ignacio Ramonet, se publica por primera vez en 2001, cuando todavía no se había producido el atentado contra las Torres Gemelas, momento en que se produce un cambio espectacular en la comunicación: la gente buscó primero la información en la web. El año 2001 se vivió con mucha intensidad no solo por los acontecimientos que estremecieron a Estados Unidos y desataron la “guerra contra el terrorismo”, sino porque en el mundo se estaba produciendo una revolución de la mano de Internet. Cuba no estaba al margen de ese proceso. Por el contrario. Algunos de los proyectos más innovadores de América Latina en este ámbito se produjeron aquí: la red INFOMED; el renacimiento de los Joven Club de Computación; el Polo Científico que integraba distintas disciplinas, incluida la computación; la concepción de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), que integraría la docencia, la investigación y la producción, y que se inauguraría en 2002.
En mayo de 2001 surge La Jiribilla como semanario cultural de periódico Juventud Rebelde, donde yo trabajaba como subdirectora editorial y me convertí, por obra del azar, en editora de esa publicación digital, sin ninguna experiencia.
Todo nuestro país tenía entonces tanta capacidad de navegación en Internet como un hotel en Miami, y sin embargo, La Jiribilla organizó la primera transmisión en streaming de un concierto, desde el Centro Pablo de la Torriente Brau, al que asistió Fidel, en primera fila. Hicimos cosas definitivamente impensables para las posibilidades de infraestructura del país y para el estado del arte de esos momentos en términos de producción de contenidos digitales, pero estábamos imbuidos de aquel espíritu en que parecía que con aquellas herramientas que prometían, en una sociedad como la nuestra, mejorar las condiciones de vida de los cubanos, en términos de acceso a fuentes de conocimiento y de desarrollo científico. Ramonet, con su libro y su conferencia de 2001, venía a recordarnos la dependencia y la nueva colonización en curso que vivía la humanidad a esa misma hora de la mano de las nuevas tecnologías.
Por tanto, “el delicioso despotismo” es la acepción más corta del colonialismo en el mismo momento en que estaba naciendo ya una nueva generación de la web, la 2.0. Un concepto más largo del colonialismo 2.0 podemos encontrarlo en El libro de los abrazos, de Eduardo Galeano, y que nos sirve perfectamente para el tema que nos convoca aquí:
“El colonialismo visible te mutila sin disimulo: te prohíbe decir, te prohíbe hacer, te prohíbe ser. El colonialismo invisible, en cambio, te convence de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza: te convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser.”
¿Qué ocurrió en los pocos años que median desde principio de los años 80, boom de las llamadas nuevas tecnologías, hasta hoy? El reforzamiento de la colonización mental de la que hablaba Galeano, con nuevas prácticas de despojo. No hay que olvidar el nacimiento de Internet debido a un proyecto financiado por el Pentágono, pero hay un hecho previo que jamás se tiene en cuenta, el detonante que hizo posible que esta red se haya convertido en el sistema nervioso central de la sociedad contemporánea: la Crisis de Octubre -o Crisis de los Misiles- de 1962. Ese año el presidente John Kennedy emite una orden ejecutiva para resolver un dilema técnico de primer orden que pone en riesgo el poderío estadounidense frente a la disputa con la URSS, en plena Guerra Fría: la vulnerabilidad de los sistemas de telecomunicaciones en caso de ataque atómico. Pide al Pentágono crear una red que permita la redundancia de la información. Es decir, que si hay un ataque atómico en un determinado punto, se replique y se enrute la información por vías alternativas para mantener vitales las comunicaciones. Fue una proeza tecnológica que se alcanzó con financiamiento público. Las empresas privadas se negaron a participar, porque dijeron que eso era una locura, una inversión inútil de talento y dinero. Siete años después de la orden de Kennedy nació el bebé Internet, ARPANET, que toma su nombre de las siglas de la Agencia de Desarrollo de Tecnologías Avanzadas del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, que tuvo otra característica inusitada: quedó a merced de los profesores y estudiantes universitarios, que siguen desarrollándola y que va escalando con nuevas funcionalidades y servicios, que aprovecha el desarrollo en paralelo de la microelectrónica y la informática, hasta el nacimiento de la web en 1989.
Aquí comienza un modelo de desarrollo tecnológico que se ha repetido hasta el cansancio: proyectos que se inician en entornos militares y se trasladan al ámbito civil, aprovechando el conocimiento colectivo y generalmente desinteresado de muchísimas personas, para retornar al campo militar como poderosísima herramienta de colonización visible o invisible, o ambas a la vez.
En 1993, Estados Unidos establece la política para el desarrollo de la infraestructura de la información nacional (NII), la “supercarretera” de la administración de William Clinton, que creó las bases doctrinales y jurídicas para imponer el protocolo norteamericano como red internacional de telecomunicaciones, el llamado protocolo TCP-IP –que los muchachos de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de La Habana conocen muy bien–, exportando esta infraestructura y obligando a todo el planeta a adoptarla. Fue un golpe maestro de Estados Unidos. El actual dominio político, económico y social de internet que ejercen autoridades públicas y privadas de Estados Unidos es, en parte, consecuencia de la “victoria” del protocolo TCP/IP sobre otros estándares de comunicación, y esto se logró gracias a la imposición de una política diseñada por la administración de William Clinton.
De hecho Clinton se apareció en una cumbre de la Organización Mundial de Comercio, en Ginebra (1998), vendiendo este protocolo como la gran solución a todos los problemas del mundo, en una intervención que, por cierto, Fidel rebate allí mismo. El sueño ciberutópico de Clinton era que en muy corto tiempo todos los habitantes del mundo integrarían la clase media, y Fidel le responde: “¿Y qué planeta va a sostener eso?”
Es importante entender que esta colonización en curso no sale de la nada. Hay poco o nada natural o espontáneo en los procesos que obedecen a estructuras de poder. Al establecer la primera política para el desarrollo de la infraestructura de la información nacional, Clinton dejó muy claro que si había una infraestructura de redes en el mundo esta tenía que ser estadounidense; que si había unos contenidos populares, estos tenían que ser de la industria cultural estadounidense, y unos valores, que estos tenían aquellos donde los norteamericanos se sintieran cómodos. El jefe de Operaciones del Atlántico de los Estados Unidos, Hugh Pope, declaró en 1997: “El mensaje es que no hay nación sobre la faz de la tierra a la que no podamos llegar”.
La capacidad del imperialismo norteamericano para reinventarse con Internet es extraordinaria. En muy pocos años, por ejemplo, transformaron el Ejército de los Estados Unidos. Donald Rumsfeld, Secretario de Defensa de Estados Unidos de George W. Bush, declaró en el 2001 a Internet como nuevo campo de batalla, y a partir de esa definición se reestructuró toda la institucionalidad del sistema de guerra estadounidense para reordenar departamentos, fundir otros y crear, junto a los ejércitos de Tierra, Agua y Aire, el ejército ciberespacial. La frontera estadounidense se extendió oficialmente a todo el planeta, gracias a esta infraestructura transnacional cuyo poder está basado más en el consentimiento que en la coerción, “el delicioso despotismo”, del que hablaba Ramonet en 2001 y que luego se encargarían de documentar Julián Assange y Edward Snowden, con las revelaciones del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional, no solo fuera del territorio, sino dentro de la frontera estadounidense, con un entramado asfixiante de control y práctica totalitaria de la cual no escapa casi nadie.
La idea de que esto es una lucha por el poder; de que el destino de la humanidad depende de en manos de quién queden estas tecnologías; de que la estructura en red fortalece los valores, y si esos valores son hegemónicos, esos valores se fortalecerán y que, por lo tanto, frente a una red hegemónica, hay que contraponerle una red contrahegemónica…, todo eso puede encontrarse tempranamente en el pensamiento de Fidel Castro a fines de los años 90, cuando nos dijo a los periodistas que la Internet parecía inventada para nosotros. Él estaba convencido de que el problema no eran los nuevos instrumentos, sino los valores de quienes disponían de ellos, y que había que aprender de las luchas descolonizadoras pasadas y presentes para reimaginar nuevas formas de colectividad, de apropiación tecnológica, de conocimiento en común y, sobre todo, de solidaridad.
Hay que estudiar el contexto en que se crea INFOMED, para entender cómo el conocimiento científico que permite el surgimiento de esta red de la Salud en Cuba se enlaza perfectamente con los valores de una sociedad como la cubana. La arquitectura técnica de la red INFOMED, creada en el año 1998, es similar a la de Facebook, con importantes diferencias: la cubana se creó seis años antes que la plataforma del pulgar azul, la hicieron compañeros nuestros, desde Cuba, con otros valores diametralmente opuestos a los que de Zuckerberg en Harvard. INFOMED nació para alcanzar a todos los profesionales de la salud en la Isla las novedades del conocimiento mundial en este campo, y para propiciar que un viejito, aun cuando viviera en el último confín de la montaña de Sagua de Tánamo, por ejemplo, pudiera consultarse con el mejor especialista en el Hospital Hermanos Ameijeiras, de La Habana, si allí estaba quien pudiera hacer un diagnóstico a su dolencia.
Facebook surgió seis años después con una arquitectura similar a INFOMED, en la gran meca del desarrollo de tecnológico, para dirimir, en la Universidad de Harvard, quiénes eran las muchachas más “acostables” del campus.
¿Qué nos costó esto, compañeros? Que Cuba fuera el primer país del planeta acusado de ciberterrorismo, en febrero del 2001. Lo hizo un alto oficial del Ejército de EEUU cuando todavía no se había producido el ataque a las Torres Gemelas. Estados Unidos se puso a la defensiva, intentó impedir que un país pobre y bloqueado, pero que había hecho una enorme inversión en instrucción pública y en conocimiento científico, creara un modelo diferente, descolonizador, de apropiación de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
Este es, a muy a grandes rasgos, el escenario. ¿Y por qué hablamos de colonialismo? Porque esta dominación que se sustenta en una nueva infraestructura y que debe su transnacionalización al ensamblaje del poder político y la innovación liderada por los militares estadounidenses, está intentando aniquilar a nuestros pueblos mediante la aculturación, la negación de sí mismos, la colonización invisible de la que nos hablaba Galeano.
En América Latina esto es evidente y ha sido planificado, con cierto éxito, debemos reconocer. En el 2011 se elaboraron las líneas maestras de un programa que algunos expertos llaman “Doctrina de la Conectividad Efectiva”. Comenzó con un estudio, ordenado por John Kerry -entonces presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos-, para intervenir en cada país en América Latina, de acuerdo con su nivel de acceso a Internet y las políticas para la llamada Sociedad de la Información, de modo que se garantizara que la infraestructura, los contenidos y los valores dominantes fueran los norteamericanos, a partir del cálculo de que el 50 por ciento de la población latinoamericana tenía 30 años o menos, y sus relaciones de confianza se estaban construyendo, fundamentalmente, en las plataformas sociales.
Por lo tanto, ¿qué hemos visto en unos poquitos años, desde el 2011 hasta acá? Que América Latina es la región más dependiente, en términos de infraestructura, tráfico de datos, aplicaciones, contenidos… de los Estados Unidos. El 90 por ciento de todo el tráfico que se genera entre nuestros países, e incluso dentro de nuestros países, pasa por Estados Unidos; más del 70 por ciento de todos los contenidos que se generan en el entorno digital están en plataformas de ese país. En el ranking de los diez países que más tiempo consumen en las redes sociales, fundamentalmente en Facebook, cinco son latinoamericanos, con más de cuatro horas promedio diarias en esa red social.
Un estudio de hace unos días, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo, reconoce que el 81 por ciento de los jóvenes latinoamericanos están en Facebook. Pero el 50 por ciento de las personas que no tienen agua potable y a quienes les cuesta alimentarse una vez al día, están en alguna red social norteamericana.
Entonces, cualquier estadística a la que nos asomemos nos van a dar estos datos abrumadores. A esto se suma algo de lo cual ha hablado Ignacio muchas veces: de las diez empresas de más alta cotización en la Bolsa, cinco son de telecomunicaciones, las GAFAM: Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft. Apple, por ejemplo, está valoradas en 3,3 billones de dólares. Eso equivale al PIB de 45 países africanos. Eso explica que, debido al carácter supranacional de estas empresas, los gobiernos constatan las dificultades para controlar los efectos no deseados sobre sus poblaciones, mientras que para las plataformas estadounidenses, los mercados transnacionales constituyen una fuente de oportunidades de negocio e influencia a la vez que un espacio de competencia feroz.
Hace unos días atrás, The Atlantic, una importante revista norteamericana, publicó un artículo que revela que Donald Trump va a invertir mil millones de dólares para reelegirse en el 2020. ¡Es una bestialidad!
Durante la campaña presidencial Argentina, el presidente Mauricio Macri, por ejemplo, llegó a invertir dos millones de dólares diarios en las semanas previas a las PASO, las elecciones primarias que se celebraron en agosto de 2019-
¿Por qué ocurre esto? Porque hoy los momentos más innovadores en comunicación política se está produciendo en los momentos electorales. Los grandes laboratorios de big data e inteligencia artificial permiten elaborar con precisión milimétrica los perfiles de los votantes, crear propaganda personalizada tipo “francotirador”, manipular a la opinión pública. Los partidos políticos participan en grandes subastas para comprar los grandes nichos de datos que venden esas plataformas, en las que el usuario entra gratis, pero deja algo muy valioso: toda su información. También, necesitan muchísimo dinero para pagar las pautas publicitarias y sostener cibertropas, robots y equipos creativos que elaboren mensajes personalizados para convencer a la gente de que “no puede decir, no puede ser…”, como dice Galeano. Un “delicioso despotismo” que pone la ciencia y la tecnología al servicio de la manipulación.
Lo hemos visto recientemente en América Latina, donde se ha desatado una carrera armamentista digital, muy visible en 2019 en Venezuela y Bolivia. En este país, por ejemplo, se crearon en muy pocos días 100 mil cuentas falsas con inteligencia artificial de última generación para apoyar el golpe de estado contra Evo Morales. No son perfiles robots convencionales, en los que se puede descubrir fácilmente la automatización: tienen rostros que parecen reales creados con softwares de manipulación de imagen, con historias de vida personalizadas y creadas por máquinas casi en tiempo real, todo falso para generar la percepción de que había un apoyo al golpe de estado, una falacia en un país que en octubre de 2019 -un mes antes del golpe- tenía poco más del 2 por ciento de la población conectada en Twitter.
Ya lo habían hecho antes, cuando la llamada “Primavera verde iraní”, las protestas electorales de 2009, en la que supuestamente habían participado 100 mil personas en Twitter apoyando el cambio de gobierno en Irán. Después se logró documentar que, de las 100 mil cuentas, solo 60 estaban en Irán. Pero entonces y hasta noviembre de 2019 no se podían crear en cuatro días 100 mil cuentas falsas para apoyar a dos o tres actores golpistas, como vimos en Bolivia.
Estas son las nuevas armas que sostienen la guerra híbrida, que es aquella que se produce en todos los terrenos: simultánea, pero con ritmos diferenciados, envolvente, desconcertante, rápida y eficaz para entorpecer la respuesta del adversario. Hay una guerra en la que participan directamente los militares y las cibertropas de un ejército regular, pero hay otras a la par: guerra económica, de información, medioambiental, simbólica, cultural, parecen descoordinados, pero obedecen a un mismo manual, a una misma estrategia en la que el ciberespacio juega un papel articulador. Los descoordinados somos nosotros que no logramos ver el sistema en su totalidad; ellos lo tienen perfectamente delineado, y nos hacen correr detrás de cada guerra por separado como pollos sin cabeza.
Bien, termino y doy la palabra a Ignacio. Es verdad que tenemos enfrente enormes desafíos, pero también es verdad que existen espacios de resistencia en nuestro propio continente que hablan de las enormes potencialidades y la capacidad de lucha de nuestros pueblos frente a este escenario distópico y a estas armas de nueva generación.
La izquierda en Venezuela, Argentina, México ha enfrentado a los grandes laboratorios de manipulación de la derecha, y venció el movimiento popular. En Venezuela se han desplegado todos los tipos de guerra en esta concepción híbrida, y no han podido derrotar a la Revolución bolivariana. No es nada menor, entre las variables que explican la resistencia de ese país, la comprensión de que la lucha hay que darla simultáneamente en las calles y en las redes.
Entonces, hay una nueva colonización en curso, un colonialismo con esteroides, donde hay muchos inertes frente a esta situación, pero otros siguen y seguirán resistiendo; hay muchos que entienden que no podemos enajenarnos de los espacios donde está la gente -siempre digo que si Martí viviera hoy sería facebookkero. Mientras aparecen nuestras propias herramientas, tenemos que ocupar las plazas, sean virtuales o físicas, generar los liderazgos y emplear las nuevas metodologías liberadoras, promover la educación audiovisual en nuestros niños y jóvenes, y disputar los espacios y los discursos; es una disputa cultural y tenemos que oponer, como decía Fidel, a las redes hegemónicas, nuestras redes contrahegemónicas. El mayor desafío no es tecnológico, aunque hemos estado hablando mucho de esto aquí, sino de conocimiento, de conciencia, de cultura.
Comencé con una frase de Galeano y quiero terminar con Frantz Fanon, en Los condenados de la Tierra, y esta no es solo una idea, sino un ultimátum:
“Nuestra misión histórica, para nosotros, que hemos tomado la decisión de romper las riendas del colonialismo, es ordenar todas las rebeldías, todos los actos desesperados, todas las tentativas abortadas o ahogadas en sangre.”
Esa es la invitación.
Muchísimas gracias, compañeros.
(APLAUSOS)
Yasel Toledo Garnache:
Sin dudas, tienen mucha razón quienes se refieren a Internet como especie de campo de batalla, como gran tablero de ajedrez, incluso como un terreno deportivo en el cual existe una competencia constante por posicionar contenidos. Ahí hay disputas políticas, ideológicas, económicas y de otros tipos.
Rosa nos compartía algunas estadísticas muy interesantes. Solo agregar otras. Por ejemplo, según el libro La dictadura del videoclip, del español Jon Illescas, siete de los diez más reproducidos en Youtube entre 2005 y 2015 son de Estados Unidos.
El 61.5% de las banderas que aparecen en videoclips es también la de ese país, multiplicando por seis la frecuencia de la segunda: la de Gran Bretaña. El 90% del total es cantado en inglés.
A eso sumamos que en casi cuatro de cada diez videos (39.8%) hay apología a drogas legales (casi siempre alcohol) y en más de uno de cada diez ilegales (marihuana casi siempre). El modo de vida que más se refleja es el estadounidense, como también pasa en películas y otros materiales audiovisuales.
Además, entre los sitios webs con mayor alcance predominan los de idioma Inglés. Hay una competencia muy fuerte, que a la vez suele ser desigual, lo cual exige inteligencia y trabajo en equipo.
Sé que una idea de Rosa, compartida en otros espacios, es la necesidad de una agenda de comunicación supranacional, una mayor articulación, una estrategia conjunta de la izquierda, o sea, no solo al interior de cada uno de los países, sino de la izquierda internacional.
Esa es una idea también recurrente en Ramonet, quien hace poco, en un encuentro alertaba que a veces los movimientos de izquierda, aun cuando logran estar en el poder un tiempo considerable, no aprovechan todo lo posible la producción audiovisual. Y, en ocasiones, no queda una película, una novela ni libros de ficción que aborden los sucesos, con frecuencia muy heroicos e interesantes. A veces, hasta vienen otros autores y lo hacen desde una posición completamente contraria, que incluye tergiversación y manipulaciones.
A nosotros hoy nos interesa mucho reflexionar sobre cuánto más podemos hacer. Recientemente, releíamos el libro El imperio de la vigilancia, de Ramonet. Lo hacíamos de conjunto varios amigos, y uno decía: “¿Es que acaso debemos tenerle miedo? ¿Es que acaso debemos apartarnos de estas redes, de las nuevas tecnologías?” Yo creo que esa no debe ser una opción; pero sí tenemos que estar conscientes de cada uno de los pasos, de las complejidades, y sobre todo actuar de manera más inteligente y unida quienes tenemos causas comunes a nivel internacional. Son aspectos que seguramente abordará Ramonet.
Ignacio Ramonet:
Primero agradecer a los organizadores la gentileza de invitarme para estar aquí. Y decir también que la última vez que yo estuve aquí fue con Alfredo Guevara, precisamente en una sala también casi más llena que esta, y una quizás de las últimas intervenciones públicas de Alfredo, que era sobre cine, comunicación e ideología.
Uno siente un muy agradable recuerdo, y estoy muy contento de estar aquí esta tarde, en particular en compañía de Rosa Miriam, que ya formamos un dúo, que vamos a tener que hacerlo depositario legalmente, constituirlo oficialmente para que nos manifestemos regularmente, porque lo hicimos hace poco también en la casa de José Martí, además de en la Mesa Redonda.
Y, bueno, por otra parte, felicitar a Rosa Miriam por su brillantísima intervención, en que nos ha dado una cantidad de datos y con un análisis extremadamente pertinente. Lo que ha dicho es fundamental.
El otro día, estuve visitando aquí el Museo Humboldt, que lo acaban de restaurar, y les recomiendo ir a visitarlo porque está absolutamente interesante. Y en esa ocasión, como estoy leyendo una biografía de Humboldt que me recomendó Luiz Inácio Lula da Silva cuando estuve viéndolo en la cárcel. Lula, en vez de estar leyendo o releyendo textos de Lenin, de Gransci y de Marx, estaba leyendo una biografía de Humboldt, escrita por una joven biógrafa alemana, que describe la importancia de Humboldt en este momento en el que hay un sentimiento ecológico particularmente interesante.
Y entonces el otro día, como estaba en la Feria del Libro presentando unos libros con Sandra Sarmiento, que está aquí con nosotros, compré un librito con textos de Humboldt. Y en uno de esos textos él cuenta cómo en 1806, llegó a Caracas, y encontró que era una ciudad extremadamente agradable.
Curiosamente, dijo que Caracas y La Habana eran las dos ciudades más españolas de las que él conocía en América Latina; pero expresó lo siguiente: “En esta ciudad, donde hay un nivel de vida relativamente alto, un conocimiento interesante, no hay un solo periódico. Y no solo no hay un solo periódico, sino que la imprenta aún no ha llegado.”
Y él comparó: “En cualquier ciudad estadounidense de no más de 30 mil habitantes hay un periódico.” Y entonces, digamos, la imprenta se inventó en 1440. ¡Cuatro siglos después en Caracas no había imprenta! Él dice que había una prensa, que no es lo mismo que una imprenta; una prensa, que solo hace hojas, que tenía un francés.
Entonces podemos decir, basándonos en las cifras que daba antes Rosa Miriam, que eso no ocurre con Internet. Internet se inventó, efectivamente, como ha dicho Rosa Miriam, en los años ’60 para el ejército, pero la Web se inventó en 1989. ¿Qué es lo que ha hecho que estemos más familiarizados con el universo de la Web? Porque antes hacía falta un lenguaje intermediario para poder utilizar el correo electrónico, para poder comunicarnos, esencialmente entre universidades, aunque lo creó el ejército con esa base que daba Rosa Miriam.
Si hubiese una destrucción atómica, ¿cómo podríamos seguir comunicándonos? Por eso hablamos de la red, porque si ustedes cogen una red de un pescador, y si le disparan a la red, evidentemente la bala puede pasar a través de la red sin romper nada; pero si ustedes disparan con una Kalashnikov, por ejemplo, y rompen 20 mallas de la red, aún quedan 200 mallas que funcionan.
Entonces la comunicación –decían los norteamericanos– si los rusos desencadenan primeros el ataque, lo que harán es que destruirán todas nuestras grandes ciudades y nuestros nudos de comunicación. ¿Pero entonces cómo nos vamos a comunicar entre, por ejemplo, el centro, donde se encuentre el Estado Mayor, o lo que quede del Estado Mayor, con las fuerzas que hayan sobrevivido, si no se puede comunicar porque los canales se han cortado?
Entonces hay que inventar un sistema que funcione como una red; es decir, que, en vez de ir en vía directa, de un punto a otro punto, vaya dando muchas vueltas, aunque tenga que dar la vuelta al mundo, pero que llegue del otro lado. Ese es el principio que crea la red.
Lo que quiero decir es que, digamos, 30 años o 50 años después de la invención de Internet, masivamente América Latina utiliza los recursos de Internet; no han pasado 400 años. ¿Pero quiere eso decir que ya no estamos en colonia? No, porque hay que reflexionar sobre lo que es la colonia.
Rosa Miriam ha citado dos frases muy importantes de nuestro amigo Eduardo Galeano, pero en realidad hay varios tipos de colonización. Piensen que hoy día, si tenemos que citar cuáles son las grandes potencias de hoy, geopolíticas, las diez principales grandes potencias geopolíticas de hoy son las mismas –excepto China–, que a principios del siglo XX eran Alemania, Japón, Francia, Estados Unidos, Rusia… Son las mismas. Y ya no son imperios coloniales, pero siguen siendo los principales países que dominan el mundo.
Y entonces, ¿por qué lo dominan, si ya no tienen colonias? Y si nos hemos liberado, digamos, los países colonizados de África, de América Latina, de Asia, ¿por qué no ocupamos?, excepto China –y recuerden que China fue la primera potencia del mundo durante 17 siglos, hasta el siglo XVII; dejó de serlo en el siglo XVII, para volver a serlo, entre las principales potencias, actualmente–, ¿pero por qué siguen siendo colonias? Porque descolonizarse no es tan sencillo.
Por ejemplo, de todos los países de América, el único país que no solo se descolonizó, pero que pasó a formar parte del club de los dominantes es Estados Unidos. Los demás países llevan dos siglos, la mayoría de ellos, descolonizados, pero no están en el grupo de países dominantes.
Entonces, con Internet, lo que Internet nos plantea también, son dos cosas evidentemente, que aquí se han subrayado, tú las subrayabas ahorita Yasel: que, por una parte, está el enfrentamiento cultural, la batalla cultural.
¿Hay que desertar de las redes? Sería absurdo. ¡Hay que estar en las redes! ¿Por qué? Porque, aunque no hayamos inventado Internet, la batalla se da hoy en ese espacio, en el ciberespacio, que es un nuevo espacio en el sentido propio de la palabra; es un nuevo espacio, es un nuevo territorio. Digamos, si antes había un espacio, el espacio en el que vivimos normalmente, el espacio tridimensional, el espacio de nuestra vida cotidiana, ahora también vivimos en ese otro, que se manifiesta para nosotros a través de pantallas. Y cuando estamos frente a la pantalla, tenemos un universo mental, imaginario, cultural, de conocimiento, económico, financiero…, todo eso pasa por una pantalla y por el territorio del ciberespacio, que también evidentemente es un espacio de guerra, en el sentido que Rosa Miriam explicaba. Además, ahora las grandes potencias crean un ejército para luchar por él.
Los ejércitos no siempre han sido las Fuerzas Armadas, no siempre han sido complejas como lo son hoy. Las Fuerzas Armadas históricamente, digamos, eran esencialmente en función de los elementos, ¿verdad?
Decía un filósofo griego que nuestro universo se compone de cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. Este, Internet, sería el quinto. Y observen que se ha creado un ejército para la tierra, un ejército para el mar; uno para el aire; uno para el fuego -que son los bomberos, llamados en algunos países guerreros del fuego-, y ahora, como hay un quinto elemento, que es el ciberespacio, los países están creando este quinto ejército.
Entonces, en esta relación con el quinto elemento, tenemos, por una parte la batalla de ocupar este espacio y de defendernos desde el punto de vista del mensaje y el contramensaje; pero está la otra batalla, que es la de la tecnología. O sea, tenemos que combatir con las armas del adversario. Eso puede conducir a la victoria.
Fidel Castro demostró que con las armas del ejército de Batista se podía triunfar, no era necesario fabricar sus propias armas, o tener una tecnología específica del armamento para ganar la guerra. Pero aquí nos planteamos la cuestión de la descolonización tecnológica también, cosa que Fidel en cierta medida planteaba cuando creó la UCI, es decir, ser capaces también de fabricar nuestras propias computadoras, estar presentes en la reflexión sobre qué es una computadora hoy, qué debe tener como posibilidades, etcétera, y no solo depender de eso.
El presidente Díaz-Canel ha dicho últimamente, en las últimas 48 horas, una reflexión sobre cómo hay que articular ciencia y tecnología; es decir, no solo desarrollar una reflexión teórica sobre la ciencia, no solo enseñar la ciencia, pero desarrollar una tecnología.
El único país del sur que a principios del siglo XX no era una colonia y que formaba parte de los países dominantes –lo he citado antes–, ¿cuál es entre los que cité antes? Japón. La pregunta es por qué Japón no era una colonia. A finales del siglo XIX varios países no habían sido nunca colonizados: Etiopía, Irán, Marruecos, Japón; no habían sido nunca colonizados, nunca. ¿Por qué los demás, Etiopía, Irán, Marruecos, fueron colonizados, y no Japón? Porque Japón apostó por desarrollar su propia tecnología imitando al Reino Unido e imitando a Alemania. En Japón se conduce a la izquierda –ustedes saben eso, ¿verdad–, igual que en Inglaterra, y la obsesión era la de ser tan organizados como los alemanes, y desarrollaron una tecnología propia, un armamento propio, y derrotaron a los rusos en 1910. Primera victoria militar de un país del sur contra el norte. Entonces los japoneses precisamente han desarrollado una tecnología que hoy les permite estar presentes en este universo, digamos, primero, como potencia industrial, la única potencia industrial del sur.
Estados Unidos salió de esa situación en la primera mitad del siglo XIX. Estados Unidos, cuando gana su independencia, es un país que vive del monocultivo del algodón, como Cuba vivía del monocultivo de la caña. Bueno, la pregunta que los historiadores deben hacerse es por qué Estados Unidos salió de su condición de monoproductor de algodón para transformarse en una superpotencia industrial, vencedor de la Primera Guerra Mundial, vencedor de la Segunda Guerra Mundial, vencedor de la Guerra de Secesión del norte contra el sur, cuando Brasil no lo ha conseguido, Argentina no lo ha conseguido, México no lo ha conseguido, etcétera. Es una verdadera cuestión central, y Japón sí lo ha conseguido.
Entonces hoy tenemos, como, digamos, si la cuestión del colonialismo se plantea, es que una cosa es obtener su independencia y su soberanía, y otra cosa es seguir dependiendo tecnológicamente de lo que produce el país dominante, o los países dominantes.
¿Por qué América Latina, aun cuando había doce países progresistas en América Latina, no consiguieron crear ni una universidad de alto nivel, que impidiera que la mayoría de los Doctorandos de América Latina vayan a hacer sus Doctorados a Estados Unidos, o a Alemania, o a Francia, o a Rusia, o a donde sea? ¿Por qué no se ha conseguido eso?
O sea, yo creo que hay que también plantear la cuestión, cuando hablamos de Internet, de por qué no tenemos, en el sur en particular, no tenemos, ni siquiera se piensa en tener una rivalidad, no en materia de contenidos, si bien que es necesario, pero en materia tecnológica.
Observen lo que está pasando con Huawei y la 5G. Los Estados Unidos están llevando a cabo una verdadera guerra, que es una guerra colonial finalmente contra China, para detener el progreso de Huawei en materia de 5G. Pretenden que si un país le compra Huawei a China con la 5G, China, como Estado, estaría penetrando como con un caballo de Troya en ese país. Inglaterra ya ha dado luz verde para equiparse, pero los norteamericanos acaban de detener en Suiza, acaban de intimidar a Suiza para que no sigan adquiriendo la 5G con Huawei.
El temor es tecnológico, porque los Estados Unidos en definitiva, en materia de teléfonos o de telefonía, aunque tienen aún el Iphone, recuerden que cuando empezó la telefonía digital, la empresa que dominaba la tecnología digital, el primer teléfono digital que se impuso como tal era Motorola, que era un gran teléfono así, que hemos tenido varios; grande, que si lo comparamos con los que hay ahora, es un teléfono, casi como el teléfono de baquelita negro que había antes. Entonces era Motorola. ¿Qué ha sido de Motorola? Yo creo que aquí debe haber generaciones que no han oído hablar de Motorola jamás. Y luego, recuerdan ustedes cuando era Nokia. Un país, Finlandia, tenía el mejor teléfono del mundo, y todo el mundo quería tener un Nokia. ¿Qué es de Nokia hoy? Y el Iphone es posible que siga, aunque sigue fascinándonos, es posible que siga ese destino, mientras que hoy los coreanos del sur, pequeño país, que ha imitado a Japón, que se ha dotado de tecnología, Corea del Sur es un país de 45 millones de habitantes, evidentemente cuatro veces más que Cuba, es obvio; pero es un país menos poblado que España, y es una superpotencia tecnológica; y no solo ahora tecnológica, sino miren lo que ha pasado con los Óscares este año, oigan, que es una revolución: primera película coreana del sur en la historia que recibe el Oscar a la Mejor Película y que es una película de Corea del Sur, o sea, que Corea del Sur produce también cultura popular, produce también contenido que seduce al mundo, miren lo que es la K-pop, que debe haber en la propia Cuba millones de adolescentes fascinados por la K-pop la cultura popular coreana, los grupos musicales coreanos.
Yo estuve en el stand de Corea del Sur aquí. La embajada de Corea del Sur en México tenía un stand en la Feria del Libro. Cantidad de adolescentes llegaban allí para preguntar por la K-pop, y los enviaban al stand de Japón manga, que no es lo mismo, como saben ustedes.
Quiero decir que Corea del Sur es aquí un país que ha emprendido una carrera hacia la descolonización, controlando y produciendo su propia tecnología, el Samsung, el LG, y produciendo sus propios contenidos, que conquistan al mundo. Parásitos no solo es el Oscar a la Mejor Película; es la Palma de Oro en el Festival de Cannes a la mejor película, y derrotó a nuestro amigo Almodóvar con Dolor y gloria, que es una película excelente, en mi opinión; pero Parásitos es una película buenísima, y además es una parábola sobre la situación actual, sobre la drogalización, sobre el neoliberalismo. Es una película extremadamente compleja y muy política.
Bien, como ven, lo que estoy diciendo es que descolonizarse no es tan sencillo, aunque cuesta mucho. Evidentemente muchos países han hecho enormes sacrificios; pienso en Vietnam, pienso en Argelia, pienso en Cuba; un enorme sacrificio, para conquistar la soberanía, para conquistar la independencia; pero, bueno, Fidel lo decía también: la segunda independencia está por conquistar. Y ahora hay que ir por la tercera independencia, que es la independencia digital, la independencia tecnológica, el ser soberanos en el ciberespacio. Esta es la misión, el objetivo de las nuevas generaciones en América Latina en particular, porque América Latina, si es consumidora masiva de redes sociales, no es normal que no produzca sus redes sociales. En definitiva, estas redes sociales solo están pasando; no sabemos si dentro de cinco años existirá Facebook, aparentemente sí, pero es posible que no.
Cuando las redes sociales empezaron a desarrollarse, ya ni nos acordamos de los nombres de las redes sociales que parecían absolutamente indispensables y que acabaron por desaparecer.
Yo siempre digo: que estemos en los 30, 40 o 50 primeros años de Internet, recuerden que cuando Humboldt llega a Caracas la imprenta ya tiene cuatro siglos. ¿Qué pasará cuando Internet tenga cuatro siglos? ¿Qué pasará? ¿Y estaremos como estamos ahora aquí? ¿Llegará un viajero a Cuba dentro de cuatro siglos y dirá: bueno, pues aquí aún no hay la propia red social, o aún no hay el teléfono más avanzado? Yo espero que no porque este es uno de los países que tiene más conciencia de esta problemática; porque Fidel, como lo ha dicho Rosa Miriam, fue uno de los primeros que entendió la importancia de Internet; que se puso él mismo –¿te acuerdas, Rosa Miriam–, él mismo se puso a trabajar en una computadora para aprender a escribir en un teclado y le enseñó a Chávez a usar el correo electrónico, y Chávez después también era un apasionado, lo entendió.
Hoy día podemos decir que el presidente Maduro está presente en todas las redes, y en cuanto se crea una red nueva que tiene influencia, inmediatamente está ahí metido. No hay que, evidentemente, abandonar esa batalla; pero yo digo que hay otras batallas, que son de otro nivel, pero que están al alcance del esfuerzo educacional, el nivel científico en particular que tiene Cuba, porque ha hecho prodigios en términos de biotecnología, en términos farmacéuticos, en términos de investigación médica, como ciencia, ¿verdad? Pero hoy es en la inteligencia artificial donde tenemos que estar presentes. Ahí deben estar los matemáticos, es la inteligencia artificial, es la robótica, es la drónica, que es donde hay que estar muy presente cuando llegue la inteligencia artificial.
Yo lo que digo es que, si la inteligencia artificial avanza, y si no la controlamos, es que la inteligencia artificial acabará por excluir al ser humano del planeta; porque una robótica avanzada con inteligencia artificial ya no necesita todas nuestras debilidades; un robot con inteligencia artificial es inmortal y omnisciente, igual que Dios: sabe todo, ve todo y tiene un cuerpo que es eterno. Bueno, ¿qué diferencia hay con Dios? Definan a Dios, y es el robot dotado de inteligencia artificial. Entonces es obvio que ese Dios o esos dioses no van a necesitar al ser humano.
No sabemos qué mundo será. Tenemos que controlarlo. Ese es un desafío para la humanidad. Por eso se habla mucho… ¿Ustedes han oído hablar de qué tipo de sentimientos hay que darle al robot?, si puede haber robots criminales, ya ha habido robots que han matado a personas. Se está desarrollando una legislación para los robots.
En China, últimamente hubo una decisión judicial a favor de un robot que había escrito unas informaciones para la prensa y que la prensa había difundido, y no le querían pagar al robot. Bueno, el conceptor del robot es el que va a cobrar, obviamente, pero el robot había escrito de manera autónoma la información.
Aquí no se lee mucho las informaciones de Bolsa, me imagino, pero en los países capitalistas, donde se lee la información de Bolsa, está enteramente robotizada; la escriben robots. Muchas de las crónicas deportivas que se leen en la prensa de gran tirada están escritas por robots, porque identifican a los jugadores y tienen textos ya hechos. No quiero decir que los cronistas describen como robots, pero los robots describen como cronistas.
Yo creo que el desafío para las nuevas generaciones tiene que ser en la producción, como lo ha dicho el presidente Díaz-Canel, la producción de tecnología, de nueva tecnología, que nos permita también avanzar en ese terreno.
La batalla del contenido, esa la podemos ganar con relativa facilidad, la batalla de las nuevas tecnologías propias, esa es la que hay que ganar.
Muchas gracias.
(APLAUSOS)
Yasel Toledo Garnache: Muy interesante. No diré nada más. Les doy la palabra a ustedes, al público. Pueden preguntar, opinar, lo que deseen.
(Varias intervenciones del público):
Rosa Miriam Elizalde:
Dominio Cuba es realmente un proyecto de innovación digital, que intenta utilizar metodologías de la comunicación estratégica. Necesita la conjunción de diversas disciplinas y ha sido muy difícil de armar, porque todavía no hay condiciones en los medios para integrar estos equipos multidisciplinarios.
Nosotros hemos partido de un principio: no inventar la rueda. Estudiar los referentes internacionales exitosos, qué narrativas impactan en las audiencias, cómo se derivan los mensajes en cada plataforma, qué estándares funcionan en los móviles -la principal pantalla para compartir contenidos hoy-. Fue lo que hicimos en la Cumbre de las Américas de Perú, en 2018, el primer proyecto con el que se inicia Dominio Cuba, aunque todavía no nos llamábamos así.
Algo que es muy difícil entender para un periodista que trabaja en un medio tradicional es que se acabó la época de los los llaneros solitarios en nuestra profesión. Hace falta equipos, con roles especializados, para poder enfrentar la comunicación que se sostiene en una arquitectura compleja donde la estética y los sentimientos son variables de primera importancia.
Se terminó aquella era en la que Ernest Hemingway, cuando se le resistía un título, tiraba la máquina de escribir por la ventana del Toronto Star. Todo dependía de él y su máquina. Eso se acabó. Estamos transitando hacia la era prealfabética, donde la gente se comunica sobre todo a través de las imágenes, donde se apela a emociones primarias, donde no basta con tener la verdad, donde tienes que pelear porque tu mensaje se escuche y se tenga en cuenta en medio de un ruido descomunal.
La izquierda en este sentido ha sido tradicionalmente muy soberbia. Como tenemos ética, como defendemos a los pobres de la tierra, todo el mundo tiene que escuchar cuando nos encaramamos en un cajón de bacalao y gritamos nuestras verdades.
Cuando nosotros emprendimos en 2009 la segunda versión de Cubadebate, hicimos algo parecido: estudiar los referentes más innovadores del momento. El modelo que sirvió de punto de partida era The Huffington Post, un blog de bloggers que fue esencial en la maquinaria que llevó a Barak Obama a la Casa Blanca. Después lo que hicimos fue montar en esa metodología nuestros valores, nuestra línea editorial.
Los medios públicos en Cuba, tantos los tradicionales como los nativos digitales, tienen grandes dificultades para la gestión de la innovación. No solo no tienen presupuesto para ello, sino que se siguen reproduciendo rutinas en las redacciones ancladas en los tiempos en que los medios tradicionales eran hegemónicos. Eso ha cambiado dramáticamente.
Las posibilidades para la transformación del sistema de medios públicos del país están descritas en la nueva política de comunicación social aprobada en 2018. Esta debe aterrizar en decretos-leyes y en nuevas formas de gestión de los medios, que permita incorporar nuevos roles: diseñadores, cientistas de la información, comunicadores, productores audiovisuales, matemáticos, estadísticos, informáticos, cientistas sociales… en función de las necesidades comunicativas, y no por plantilla. Ese es el secreto de Dominio Cuba, que hemos podido organizar en la Unión de Periodistas para mantener un sistema que nos permita simultanear la investigación, la producción, la innovación y la socialización del conocimiento en este escenario.
La compañera que intervino llamaba la atención sobre la generación de contenidos. El 90 por ciento los contenidos de Internet son basura (spam) o no están al alcance del usuario común. Muchas veces son cartas de amor que se hace la gente a sí mismas. Por lo tanto, se necesita un extra para alcanzar la atención, para comunicar, y eso necesariamente exige saberes profesionales.
Y ahí voy a cerrar, porque le voy a dejar la palabra a Ignacio.
Han sido muy interesantes las preguntas y las reflexiones que han hecho los compañeros, que tienen que ver con la necesidad de interpretar este mundo desde nuestra orilla. Desgraciadamente, no hay suficientes espacios desde la izquierda para debatir estos temas. No es que no haya información; hay mucha información en Internet. Si usted quiere investigar sobre cualquier tema desde una perspectiva liberadora, va a encontrar intelectuales y académicos que están interpretando la realidad y que están intentando la transformación de la realidad no solo generando teorías, sino participando en prácticas sociales liberadores. Ahorita les hablé de los argentinos, hay que estudiar esa experiencia. O la experiencia de MORENA, en México, que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de ese país. A AMLO le aplicaron todo tipo de estrategia de ataque y de fakenews, llegaron a crear clusters comunicacionales de muy alta tecnología para implicarlo en vínculos con los venezolanos, los cubanos, los rusos, y su estrategia de campaña utilizó tanto la defensiva como la ofensiva, muchas veces apelando al humor, a los memes. Me acuerdo de un video que se convirtió en viral en medio del supuesto vínculo con Putin, en que López Obrador se presentó como Andrés Manuelovich, con lo cual se burló de todo eso y capitalizó a su favor la campaña tóxica.
Eso no salió de la nada; salió de equipos que, apropiándose de todo estos saberes, metodologías y técnicas de las cuales que hemos estado hablando aquí -incluida la big data y la inteligencia artificial-, enfrentaron la disputa por la narrativa y por el sentido en condiciones superiores a la de los adversarios. Digo superiores, porque cuando existe una simetría en el acceso a la infraestructura y en el conocimiento, la superioridad de la izquierda llega por la ética, por sus valores. Ellos están dispuestos a mentir y a jugar sucio; nosotros no. La inteligencia artificial no es suficiente. Puede llegar a aberraciones como las que contaba Ignacio, pero la inteligencia artificial no es nada si no tiene detrás los analistas que puedan interpretar los escenarios.
El campo popular está lleno de talentos, y hay mucho talento en Cuba. Y a mí me emocionó mucho el video de los muchachos de Matemáticas con el que empezó este Dialogar, porque ese pensamiento es un pensamiento totalmente descolonizado, y eso se está generando en nuestros espacios. El reto –lo decía Ernesto Vera, quien fue presidente de la UPEC, uno de los fundadores de la Unión de Periodistas de Cuba– es qué hacemos cuando la mentira está organizada y la verdad dispersa. La única solución es organizarnos, generar los espacios de debate, de discusión; generar una cultura para poder entender este escenario, compartir el conocimiento, socializarlo y acortar los ciclos de aprendizaje, madurar con carburo.
Nosotros no podemos esperar por que esa cultura digital de izquierda nos llegue por otros; hay que crear los mecanismos, las instituciones, los espacios que permitan integrar las fuerzas poder avanzar porque, es muy asimétrico el escenario, ¡muy asimétrico!
Y voy a cerrar con una idea: no es difícil enfrentar y vencer en este mundo en el que hay que oponerle a la “inteligencia artificial” de unas élites económicas y políticas, el “general intellect” del que hablaba Carlos Marx, las comunidades humanas conscientes, organizadas y preparadas intelectualmente. Hay experiencias en América Latina y en otras partes del mundo ¿Cuáles han sido los instrumentos de los palestinos, por ejemplo, para reforzar los sentimientos de identidad y de defensa de su territorio en los niños y jóvenes? Los videojuegos. Israel abrió el banderín de la conectividad en la Franja de Gaza con la convicción de que sometería a estos pueblos culturalmente. Se equivocaron. La lucha por el territorio es la lucha también por la subjetividad. Ese es el mensaje palestino y ese es nuestro desafío.
(APLAUSOS)
IGNACIO RAMONET. Una vez más sinceramente creo que Rosa Miriam ha marcado la línea, la buena línea; el buen análisis y la buena línea.
Yo simplemente quisiera insistir sobre esta cuestión. En relación con la información, que han planteado las dos personas que hablaron, en realidad, vivimos algo muy excepcional y no siempre tenemos conciencia de ello. Es decir que, si tomamos la historia de los medios de masas, que es una historia relativamente corta, porque aparece a final del siglo XIX hasta el surgimiento de Internet, globalmente la relación que existe es una relación de emisor activo y receptor pasivo; globalmente es eso. La televisión nos habla y nosotros no tenemos nada que decir, a menos que queramos hablar con el televisor, que siempre es posible, o con mi mascota, puedo hablarle a mi perro, o con mi gato, y decirle: no estoy de acuerdo con esto; no le puedo hablar a la persona que está ahí. Con el periódico, igual, aun menos, porque el periódico no habla; hablo en mi cabeza, cuando lo leo. Y con la radio, idéntico: la radio nos habla y nosotros escuchamos.
La mayoría de los estudios, en términos de funcionamiento de los medios, lo que más abunda es estudios de contenido, por definición. Lo menos conocido –yo lo he dicho muchas veces–, el agujero oscuro que no conocíamos era qué hace la recepción, qué hace el receptor con lo que recibe; porque finalmente lo que nosotros sabíamos era esto: esta emisión ha tenido tantos millones de telespectadores. Bueno, pero esos telespectadores pueden pensar que esa emisión no vale nada; no quiere decir que adhieren a la emisión, pueden recibirla con entusiasmo, o con sentimientos críticos, o con rechazo, o puede reforzar sus sentimientos de rechazo, etcétera.
Esto se conocía muy poco, pero en todo caso los roles estaban definidos: había emisores y había receptores. Eso se transforma con la llegada del Iphone. Al inventarse el Iphone, primero, lo que se produce es que este aparato, que seguimos llamando teléfono pero que obviamente no es más que un aspecto de las mil posibilidades que tiene este aparato, que es globalmente una computadora, primero lo que hace es mezclar tres sistemas de comunicación que histórica y tecnológicamente eran muy diferentes: lo escrito, lo sonoro y lo visual. Se han desarrollado artes diferentes: la literatura para lo escrito, digamos el teatro o la radio, para lo oral, la retórica, y el cine, séptimo arte, etcétera. Y de repente… Por eso hay una palabra que ha desaparecido ya de nuestras conversaciones cuando hablamos ahora de los medios: multimedia. Ya no decimos multimedia; esa palabra se decía en los años ’90 porque teníamos un aparato que mezclaba los tres medios, y no solo los mezclaba, sino que los expresa con la misma tecnología.
Rosa Miriam ha recordado ahora un gesto legendario de Hemingway, que es tirar su máquina por la ventana porque no salía un título. ¿Esa máquina cómo se llamaba? La máquina de escribir, ¿verdad?, lo que tira Hemingway por la ventana es una máquina de escribir. Se llamaba la máquina de escribir porque, ¿para qué servía esa máquina? Para escribir. ¿Servía para dictarle, yo le podía dictar un texto? ¡No! ¿Servía para grabar una imagen? ¡No! Solo servía para escribir. Se llamaba máquina de escribir.
Ustedes, en una computadora, pueden escribir; pero pueden hacer mil cosas.
Los teléfonos de baquelita de los que yo hablaba antes, que son teléfonos que se ven en las películas, ¿servían para escribir? ¡No!, solo servían para el sonido. La radio solo servía para el sonido. Quiero decir, había tecnologías que no se podían cruzar. La imprenta, de la que hablamos antes, de la que hablaba nuestro amigo Humboldt, la imprenta no podía grabar imágenes en movimiento, ni sonidos. Ahora sí lo hacemos mediante un sistema digital, ahora los sistemas son que un texto, una letra, es una ecuación matemática. Aquí hay matemáticos, ¿verdad? Es una ecuación matemática escrita con un sistema binario, de ceros y de unos. La A no es una A; en la computadora, lo que transforma visualmente en una A es una ecuación.
Digamos, antes un árbol se parecía a un árbol, y para tener un árbol tenía que fotografiar un árbol; yo ahora puedo sacar un árbol con simplemente una ecuación. Es lo que hacen las imágenes de síntesis cuando vemos la película de animación: son ecuaciones transformadas en imágenes.
Entonces todo eso ha evolucionado de tal manera, que ahora lo que tenemos en las manos, por primera vez en la historia mediática, es un sistema en el que se confunde el receptor y el emisor, el receptor y el emisor es la misma persona. Eso no ha existido nunca.
Yo decía: están ocurriendo cosas excepcionales, y no nos damos cuenta. Esta es una de ellas. Y, además, yo diría que la aspiración política, durante toda la historia de los medios, era la democratización de los medios. ¿Por qué? Porque los medios pertenecían a las clases dominantes. ¿Cuál era la función de los medios? Domesticar a la sociedad. Porque todo el mundo entiende bien que, si yo soy la persona más rica del país, si tengo la empresa más importante del país, si poseo el banco más importante del país, si tengo todo el poder, hay homogeneidad, y tengo todo el poder político además. Pero resulta que yo tengo todo el poder empresarial, todo el poder financiero, todo el poder comercial, y ahora le doy el poder a la gente, establezco la democracia, y digo: ustedes van a decidir. Oye, hay el peligro de que la gente no me elija a mí.
Entonces, ¿cómo yo hago para darle el poder a la gente y, a la vez, quitárselo? O sea, le doy el poder, pero me apodero de su cerebro. ¿Cómo? Mediante el control mediático, que es lo que se llama la propaganda. Van a introducir en nuestras cabezas ideas que no son las nuestras. Es lo que se ha dicho aquí ahora mediante la red.
Entonces ese sistema partía del principio de que la audiencia, la recepción, era pasiva, y todo lo que habíamos explicado hasta ahora era sobre esa base. De repente, cada uno de nosotros se transforma en emisor. Entonces lo que tenemos es un inmenso ruido, que es lo que ha dicho Rosa Miriam, un inmenso ruido, todo el mundo se ha puesto a comunicar y a contar su vida y a escribir. Ha dicho que el 90 por ciento son historias de amor de sí mismos. La gente se oye escribir, o se oye hablar, se graba, graba su fotografía, envía su fotografía; narcisismo total, exhibicionismo absoluto. Hay capítulos sobre eso en mi libro.
Entonces hoy estamos en un momento en que el ruido es tremendo. Y la pregunta es: ¿cómo distinguir? Muy difícil, obviamente, muy difícil. ¿Por qué, además?
Se han planteado preguntas fundamentales: ¿cómo hago yo para saber que una información no es verdad? A veces salta a la vista, pero a veces no tanto salta a la vista; a veces los medios tradicionales ayudan a desmontar una falsedad que las redes sociales se han encargado de difundir masivamente.
Estoy pensando, Rosa Miriam, en la cuestión del camión incendiado en el puente de Cúcuta en febrero del año pasado, cuando quisieron invadir, bajo pretexto de ayuda humanitaria, a Venezuela.
Entonces ahí hubo una investigación del New York Times, aunque evidentemente el gobierno había desmentido, Arreaza en particular, el canciller, había hecho una demostración en Naciones Unidas; pero, como se dijo aquí, eso no trasciende. Cuando lo dijo el New York Times, ya evidentemente los propios defensores, que son globalmente pronorteamericanos, vieron que el medio norteamericano más respetado, más considerado, desmentía la información, ya no la podían seguir afirmando; pero eso no ocurre todos los días.
Y ahora nosotros sabemos eso porque nosotros mismos somos víctimas. Yo he contado experiencias mías, propias, de cómo yo mismo me creo falsedades y las repercuto. ¿Por qué? Hay una disciplina científica que se llama la Neurociencia, ¿verdad?. tengo entendido que aquí se estudia la Neurociencia, y la Neurociencia nos dice que tenemos tendencia emocional a creer aquello en lo que creemos; parece evidente. Si una información confirma lo que yo creo, lo que yo siempre he creído, me la creo.
Por ejemplo, yo soy antimperialista; aquí hay algunos y algunas antimperialistas. Si leemos una información que nos dice que los Estados Unidos son malos en tal o cual aspecto, globalmente nos lo vamos a creer porque sabemos que son malos, y la vamos a difundir, aunque sea falsa, ¿entienden lo que digo? Porque evidentemente nos toca aquello de lo que estamos convencidos, aunque sea falsa.
Entonces eso es lo que se llama ahora la verdad emocional, porque no toda verdad es dos y dos son cuatro. Es lo que Frantz llama ahora el hecho alternativo: tú tienes tu verdad, yo tengo mi verdad, eso dice Frantz. ¿Pero qué es la verdad?
Recuerden que la humanidad, desde que se inició hasta el siglo XVIII, funcionó con una verdad, que se llama la verdad mágica porque, no sé, el Papa escuchaba a Dios y decía qué es lo que había que hacer; o el santero escuchaba, o se tiraban las cartas, o se degollaba una gallina y se veía cómo se movía. Y esa era la verdad.
Oigan, la Grecia antigua, que inventó la filosofía, creía en el oráculo de Delfos; es decir, que una vez al año, en un momento preciso, en Delfos, había una persona que de repente sabía lo que iba a pasar: que había que hacer la guerra o no hacer la guerra, etcétera. Oiga, cosas que llevaban consecuencias tremendas. Bueno, el mundo funcionó durante milenios con la verdad mágica; hace apenas dos siglos que tenemos verdad científica ahí. Eso no ha impedido el fascismo, que ha sido recordado aquí, no ha impedido horrores como los campos de exterminio, en fin.
Entonces quiero decir: hoy estamos en un momento en el que precisamente las palabras, los conceptos en cºomunicación que han surgido últimamente, ¿cuáles son? Fake news, posverdad, verdad emocional, verdad alternativa. Mira, todo eso te está diciendo que hoy las certidumbres no son tan exactas. ¿Debemos por ello bajar los brazos? ¡No!, yo digo como Rosa Miriam; ¡es la batalla que tenemos que librar! Aquí estamos evidentemente. Y hay que hacer masa. Y pienso que esa batalla, en todo caso, cada vez que se pueda, hay que desmentir lo que obviamente es falso.
En este momento la guerra híbrida –como citó antes Rosa Miriam– más importante es la que se da contra Venezuela. No, se ha reforzado también contra Cuba, pero Venezuela es el objetivo número uno. Y ahí un aspecto fundamental de la guerra híbrida es imponer un relato que les dé la razón a los adversarios del gobierno venezolano y de la revolución bolivariana. Contra eso sí podemos luchar, obviamente.
Muchas gracias.
(Aplausos)
Yasel Toledo Garnache: Les agradecemos a todos la presencia durante estas dos horas de intercambio, y los invitamos a adquirir el libro El imperio de la vigilancia, que está en el fondo de la sala. Los invitamos también al próximo Dialogar, dialogar el 18 de marzo, a las cuatro de la tarde aquí, en el Salón de Mayo, para debatir en torno a las Desigualdades vinculadas al color de la piel. Imaginarios y realidades en la Cuba de hoy. Recuerden que pueden sugerirnos temas para el análisis mediante el correo dialogardialogar@gmail.com. Muchas gracias.
DIALOGAR, DIALOGAR: EL COLONIALISMO 2.0 Y LOS DESAFÍOS DE LA IZQUIERDA. ¿QUÉ HACER?
PABELLÓN CUBA, 19 DE FEBRERO DE 2020.
PANELISTAS: ROSA MIRIAM ELIZALDE E IGNACIO RAMONET
CONDUCTOR: YASEL TOLEDO GARNACHE
Debatirán Ignacio Ramonet y Rosa Miriam Elizalde sobre colonialismo 2.0 en Dialogar, dialogar
El catedrático y periodista español Ignacio Ramonet, doctor en Semiología e Historia de la Cultura, y Rosa Miriam Elizalde, doctora en Ciencias de la Comunicación y vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba, serán los invitados en el espacio Dialogar, dialogar este 19 de febrero, para debatir en torno al Colonialismo 2.0 y los desafíos de la izquierda. ¿Qué hacer?
A partir de las cuatro de la tarde de ese día debe comenzar el intercambio en el Salón de Mayo, del Pabellón Cuba, sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz, en el cual pueden participar todas las personas interesadas, quienes tendrán la posibilidad de preguntar, expresar sus opiniones y enriquecer el debate.
También deben asistir estudiantes universitarios, incluidos algunos de la facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, quienes la semana anterior realizaron un taller con parte del equipo de Dialogar, dialogar, sobre algunas particularidades del tema, especialmente en el país caribeño.
Autor de libros como “El imperio de la vigilancia”, “La explosión del periodismo”, “¿Qué es la globalización?”, “Propagandas silenciosas” y “La tiranía de la comunicación”, Ramonet tiene amplia experiencia en el análisis de fenómenos relacionados con la comunicación, las plataformas digitales y las disputas políticas e ideológicas en diversas regiones del mundo.
Fundadora del prestigioso sitio digital Cubadebate, autora o coautora de obras como “Clic Internet” y ganadora en varias ocasiones del premio periodístico Juan Gualberto Gómez, el más importante concedido en su país para reconocer la obra de un periodista durante un año, Elizalde es una profesional con amplio reconocimiento en el campo de la comunicación y las nuevas tecnologías, por su dominio de la teoría y la práctica, demostrado en diversos proyectos como Dominio Cuba.
Creado en el año 2013 por iniciativa de la Asociación Hermanos Saíz, Dialogar… se mantiene como una plataforma para el intercambio sincero, valiente y responsable entre varias generaciones de cubanos, con líneas temáticas relacionadas con la cultura, la historia y la sociedad en general.
Los temas más recientes han sido “José Martí en la hora actual de Cuba”, “La responsabilidad colectiva, ¿cómo se construye, cómo se destruye?”; “El rol de los jóvenes creadores en la Cuba de hoy”; “Resistencia y creación: La cultura de nuestro tiempo”; y “El dirigente como servidor público”.
Este espacio es un homenaje permanente al sobresaliente intelectual Alfredo Guevara, fallecido en abril de 2013, quien fue eternamente joven por sus ideas y la capacidad para polemizar y soñar junto a las nuevas generaciones.
Las transcripciones del Dialogar, dialogar pueden leerse en dos libros, titulados Hacia una cultura del debate, en sus volúmenes uno y dos, los cuales fueron publicados por la Casa Editora Abril.
¡Participa! en el IV Concurso de Microrrelatos
Cubadebate, la casa editorial latinoamericana Ocean Sur y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) convocan a la cuarta edición de nuestro Concurso de Microrrelatos, que desde 2017, dedicamos al advenimiento de la Feria Internacional del Libro en Cuba.
¡Participa! Demuestra en un relato corto tus capacidades como narrador. El ganador obtendrá una colección de novedades editoriales de Ocean Sur, presentes de la AHS y Cubadebate, así como la oportunidad de publicar su obra en este sitio web.
Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil (1 000) caracteres (sin espacios), que nos permita descubrir al escritor que eres. Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un cuento, el inicio de una novela o testimonio…
Deja tu microtexto como un comentario en esta entrada. El plazo de admisión vence el domingo 16 de febrero, el día que concluye la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana.
Escogeremos tres premios. El jurado estará integrado por reconocidos escritores y periodistas cubanos seleccionados por la AHS. Los resultados se publicarán el 12 de abril, justo el día que concluye la Feria en Santiago de Cuba.
Nos comunicaremos con los ganadores a través del correo electrónico que escriban al enviar el comentario con su obra.
Ocean Sur, la AHS y Cubadebate quieren premiar a los amantes de las letras con este concurso dedicado a la microliteratura.